Moisés le había pedido a Hethet hablar con Naadab sobre lo que había dicho una noche antes-Hermano, creo que no es pasión lo que siente Naadab-declaraba mientras que ambos se encontraban caminando hacía la carpa de Aaron donde se encontraban-

-Hermana, Dios ha sido claro pero creo que Naadab es joven y aún no sabe lo que es el amor, no puedes enamorarte de la primera persona que veas-declaro mientras que su hermana levantaba una ceja ya que ella y Leónidas fue amor a primera vista-Perdona se que existen casos pero....

-Está bien, está bien..declaro-Hablare con el-

Ambos entraron a la carpa de la familia de Aaron para sorpresa de ellos una chica de nombre Joanna se encontraba ahí aunque se encontraba al lado de Abihu notaban como ella se encontraba mirando mucho tiempo a Aaron quien al verlos se levantó rápidamente de su asiento y se acercaba a ellos ante la mirada de la chica-¿Ocurre algo?-declaro mientras que ambos hermanos negaban 

-Quiero pedirte prestado a tu hijo mayor-

-Bueno, creo que debes de preguntar aunque por mi puedes llevártelo contigo es con la única que sonríe como antes-declaro mientras que ambos sonreían-Naadab-dijo llamando a su hijo quien salía de su cuarto aun en ropa de dormir-Te buscan hijo..-

El chico se encontraba confundido al verla

-Vamos, te llevare a cabalgar..-Abihu se encontraba sorprendido al igual que Naadab así que rápidamente él fue a cambiarse sus ropas para después salir ya listo-No te preocupes, Abihu a ti te llevo mañana-

El nombrado asiente feliz mientras que se vuelve a sentar con Joanna mirándola enamorada aunque ella no le daba atención ya que solamente miraba a Aaron, pero el solamente miraba a Hethet quien sonreía a los demás hermanos-Los demás no se olviden de ir a entrenar-declaro divertida mientras que los señalaba con su dedo 

-Si, señora-

Con un beso en las mejillas de Aaron y Moisés para después salir con Naadab de ahí caminando los dos hasta donde se encontraban los caballos de los Medjay y ella-Ardeth '¿No se enojara?-preguntaba mientras que reconocía al animal 

-No-dijo mientras que subía a su caballo-Vamos-

Cuando los dos iniciaron el camino hasta donde quería Hethet llevarlo, para ella tener un espacio con su caballo es algo que la relajaba y la ayudaba a pensar para sorpresa de ella, Naadab igual se sentía tranquilo con el aire pero para ella aún seguía sintiendo como dos pares de ojos la vigilaban-Alto-ordeno mientras que los dos caballos obedecen para después bajarse de los mismo y sentarse en el piso con los pies colgando del acantilado donde se encontraban ahora-Dime, ¿Que ocurre? Se que sabes por qué estamos aquí-

-No siento pasión por Damarina, es amor...ese amor verdadero que jamás sentí por nadie-

-Creo que estás hablando con las personas equivocadas-

El chico la miro confundido mientras que ella señalaba el cielo-Con él es con quien debes de hablar-declaraba mientras que el chico-Puede que mi hermano sea el líder y no dudo que sea bueno en eso pero creo que Dios es con quien debes de hablar y pedir lo que tu corazón ama, si amas a Damarina como dices habla con Dios y demuéstrale que tu amas a esa mujer y que jamás dejarás que nada ni nadie te separe de ella-

-No creo que sea fácil-

-Lo es, por qué cuando se ama a alguien moverás cielo, mar y tierra para que esa persona elegida este a tu lado-

Esas palabras hicieron que Naadab tuviera esa confianza que buscaba-Tienes razón, vamos tengo que hablar con el-declaro mientras que los dos se levantaban para subir a sus caballos para empezar a cabalgar de regreso al campamento pero cuando lo hicieron vieron como alguien se acercaba rápidamente a ellos-Jaque ¿Ocurre algo?-preguntó Naadab a una de sus tías 

-Dicen que la matriarca debe de ir a su campamento-declaraba 

-¿Porque?-

Ella simplemente levanto una de sus cejas-El libro está aquí-declaro y rápidamente con Jaque subiendo al caballo de su sobrino emprendieron el viaje corto al otro lado del campamento donde se encontraban cuando llegaron se bajaron a sus caballos y fueron al centro donde se encontraban todos y a Leónidas con el libro en sus manos quien al ver a su esposa él pudo darle una mirada de disculpa cuando se acercó ella con las manos temblorosas tomo el libro que libero una nota que tomo rápidamente 

"Un sacrificio de amor se tienen que hacer...tus páginas en los libros se deben de escribir con las gotas de sangre se debe de escribir pero si te has de reusar conmigo deberás de viajar y el mundo mortal tu cuerpo dejar"

Ella simplemente dejo la carta cuando sus lágrimas caían por sus mejillas y camino hacía su tienda pero jamás llego ya que Ardeth tomo su brazo y miro la nota-¿Que ocurre?-preguntaba Moisés 

-Alguien debe de sacrificarse, si no yo moriré-

Ardeth la miro tensa-Debe de ser sacrifico de amor-aclaro 

Ella se soltó mientras que cerca de ella en una de las copas se reflejaba a su yo con los ojos negros "¿Qué haces? Debes de cumplir con lo que acordaron tus antepasados" ella cerro sus ojos mientras que lagrimas salían de sus ojos mientras que sus manos iban a sus oídos "Hazlo, hazlo" era lo que único que su cabeza repetía-Cállate, cállate-declaraba mientras que cerraba sus ojos y sus manos iban a sus oídos llorando mientras que todos la miraban sorprendidos 

Ardeth la miraba entonces se acercó a ella poco a poco-Hethet-dijo cuando ella tomo su cuchillo y cuando ella volteo a mirarla sus ojos eran negros supuso de quien se trataba esos mismos ojos todos fueron testigos haya en el lejano Egipto cuando ella asesino a Yunet-Anubis, debes de dejarla.-

-JAMÁS-

-Me sacrificare pero primero déjame verla, por favor-

Los ojos cambiaron a los de Hethet mientras que ella se alejaba cuando noto el cuchillo en su mano-No, no, no...-dijo cuando se acercó a ella para después tomar su cintura-Por favor no lo hagas-

El la beso, moriría pero como una vez le dijo el moriría por ella en esta y en cualquier otra vida-Te amo-susurro cuando se separó y con sus mismas manos en los hombros de ella hizo un movimiento para hacer que el cuchillo se clave en su corazón haciendo que un jadeo saliera de su boca mientras que ella lo mirara con lágrimas en sus ojos al ver como la sangre caía de su boca mientras que el peso iba muriendo poco a poco hasta hacer que ambos cayeran al piso con él en su regazo mientras que ella lloraba desesperada por ayuda aunque Hera se acercó a revisarlo supo que nada se podía hacer-Hera, ayúdalo..-declaraba-MALDITA SEA AYUDALO-

-No, puedo...-

-Ardeth, levántate por favor-declaraba mientras que intentaba mantenerlo despierto-Por favor despierta-dijo mientras que sus pensamientos solamente se encontraban dos palabras "No podía morir, no podía simplemente no podía"...el simplemente levanto su mano a su mejilla mientras que sonreía-Te...a..mo..-fue lo que susurro para después cerrar los ojos falleciendo cuando su cabeza se movió a un lado y en esos momentos en los brazos de la mujer que siempre se dijo amar, ella simplemente desesperada grito a los cuatro viento parecía que quería que sus cuerdas vocales se rompieran por toda la fuerza que ella empleó en el grito que llegaba a transmitir todo el dolor que sentía haciendo que todos los que se encontraban ahí se estremecieran con el simplemente hecho de escucharla mientras que se aferraba al cuerpo

-ARDETH POR FAVOR LEVANTATE, EN NOMBRE DE LOS DIOSES DESPIERTA-grito nuevamente mientras que sus manos iban a su cara-ARDETH, ARDETH DESPIERTA...POR FAVOR..LEVÁNTATE-susurro mientras que todos los Medjay que se encontraban ahí sacaron sus armas para después arrodillarse ante el hombre que se encontraba en los brazos de su reina, todos lo que ahí se encontraban miraban como los guerreros y patriarcas restantes se arrodillaban ante el 

"Los cantos dirían que de la sangre del amante sacrificado corrió como el agua hasta un lugar donde de ella nació de un cactus una hermosa rosa rosa que viviría en ese lugar hasta el resto de los días. 

Ese día los chacales aun aullado ante la luna por el sacrifico que Anubis quería

Ni Dios mismo podía curar su corazón había perdido no solo a su gran amigo sino que también perdió a su alma gemela"

Mientras que ella se encontraba aferrada al cuerpo de su amigo todo lo que se encontraba a su alrededor estaba en silencio solamente escuchaba un sonido agudo en sus orejas que no le dejaba en paz, como si la controlaran de esa forma haciéndola caminar hacía donde se encontraba "El libro del inframundo" que sus predecesores han escrito y como dictaba la tradición unirse a su dios como en sus días los demás lo habían hecho-Escrito con gotas de sangre-fue lo que susurro mientras que con la sangre que se encontraba aun en sus manos goteando en su vestimenta 

Ella miró a su esposo y a sus amigos quienes asienten en apoyo hacía ella-Princesa Hethet-fue lo que ella escribió en el libro mientras que la tierra empezara a moverse como si fuera un terremoto de gran magnitud pero solamente fue en donde ella se encontraba mientras que después en el mismo libro saliera una especie de sangre negra que poco a poco subían de sus brazos mientras que su marca brillaba desde su antebrazo hasta donde sus ojos que se inyectaron de negro sin que nadie lo notara solamente fue cuando cayó al piso

-Hermana-susurro Moisés 

Ella de repente reacciono haciendo que todos jadearan al ver sus ojos totalmente negros 

El día se volvió noche con un solo movimiento de mano de Hethet mientras que el fuego de las fogatas aumentaba y una risa malvada se escuchaba-Luna de mi vida-se escuchaba el susurro de Leónidas acercándose a ella quien al verlo solamente disminuía su poder ya que el era quien podía calmarla 

-¿Quién eres?-

-Anubis, dame a mi esposa ahora-declaro mientras que el dios negaba-Dámela, no creas que es la única que se ha unido-

El dios no le quedo de otra que desaparecer haciendo que Hethet termine desmayada en los brazos de su amado quien la tomaba junto a su hija que se acercaba a ellos asustada por su madre.

-Está bien.-susurro Leónidas besando la frente de su hija-Estamos bien-declaro