¿Leo...?
Todos los hebreos se habían unido a la fogata de los Medjay ya que ellos les habían dado la bienvenida cosa que fue correspondida haciendo que el miedo por ellos desapareciera así que mientras que dejaban que la fogata los calentara Moisés aún se encontraba aferrado a su hermana-Niños, les presento a su tía Hethet...-dijo mientras que los niños sonreían
-Soy Gerson, el mayor-
-Y yo Eliezer, el menor-
Ella les sonreía-Hola, yo soy Hethet...su tía-declaro mientras que besaba sus frentes pero cuando se separó miro a Ziphora-Hola, debes de ser mi cuñada-dijo mientras que se acercaba a ella
-Hola es un gusto conocerte-
Ambas correspondían el sentimiento así que sin dudarlo se abrazaban para después acercar a todos a la fogata mientras que los dos hermanos tenían cosas que hablar así que se alejaron un poco de su gente mientras que Moisés relataba lo que paso después y claramente a Hethet le afecto la muerte de su amiga Eliseba. Ella la había comprendido en su tiempo cuando no tenía a su hija pero ahora se hizo una promesa cuidaría a sus hijos como si fueran suyos pero ahora Moisés solamente quería una respuesta-¿Como paso?-preguntó y era la única pregunta que Moisés se viene haciendo desde que vio a su hermana viva delante suyo-¿Como paso?, te llore Hethet...y mucho pensaba que le había fallado a madre y no me sentía capaz de liderar Israel..-
-Pero no dudaste más y fuiste fuerte hermanito-declaro mientras que acariciaba su mejilla y recibía un beso de parte de el en la palma de su madre-Fue tu Dios bueno nuestro Dios, misericordiosos me agradeció por defender a su hijo primogénito con mi vida me había dicho que tenía que renacer para poder ir contigo a la tierra prometida y que como prueba es que el me mando a mi hija..-dijo llorando-Mi amada Anya, el me la trajo..por eso acepte debí de renacer como el fénix del fuego para poder tener la misericordia de la cuál tú también dudaste en su momento-dijo
Y si estaba en lo correcto, el en su momento dudo
-Debemos de estar unidos y seguir adelante porque quiero encontrar a mi marido-dijo convencida-
Él pudo sonreírle mientras que se abrazaban-Lo encontraremos-susurro besando su frente-Será mejor regresar..-
Convencida ella asiente mientras que la luna aun brilla se separaron pero en eso ella miraba como Aaron se encontraba mirando las estrellas, así que poco a poco se acercó a el-¿Viendo el cielo?-preguntó sonriente haciendo que el la mirara de la misma manera mientras que hacía un espació en donde pudiera sentarse-¿Sabes...? Padre siempre decía que las estrellas eran guardianes de los amantes destinados, cuentan que hace muchos años una diosa se enamoró de un humano cuando no podían mezclar sus sangres pero ellos siguieron viéndose a la sombra de un tercer corazón que se enamoró de la diosa pero un día ella murió y el humano no soporto la tortura de no tenerla a su lado así que sin pensarlo se quitó la vida, los dioses al ver lo que ocasionaron los llevaron al cielo convirtiéndose en el sol y la luna manteniéndose separados pero solamente una vez puede tocarse pero las estrellas sus guardianes serán-decía mirando las estrellas recordando las palabras de su padre pero sin darse cuenta que Aaron la miraba fascinado-¿Que ocurre...?-preguntaba aun sonriente
-Nada, me gusta ver la ilusión en tus ojos cuando cuentas algo que te gusta-
-¿Tienes alguna historia similar?-El negaba por primera vez desde la muerte de Eliseba se sentía cómodo hablando cosa que no pasó desapercibido por sus hijos quienes se alegraban por su padre pensaban que Hethet era lo que Aaron necesitaba. Ambos no volvieron a hablar simplemente se quedaban en un silencio cómodo para ambos hombro con hombro pero sin notar que sus dedos se encontraban aferrados como dos jóvenes enamorados
Ardeth igual noto lo ocurrido entre ellos, sonreía de manera interna jamás estaría celoso de ella al tal grado de que la alejara solamente agradecía que ella fuera amara...puede amarla pero igual la amaría desde la lejanía así que el solamente podía ser feliz por ella.
Los hijos de Aaron rápidamente fueron donde la pareja tomando a Hethet de sorpresa tomando sus dos manos y haciendo que fuera con ellos a la pista de baile poniéndola en el centro mientras que ellos bailaban a su alrededor haciendo que rieran a la vez animándola a bailar al son de la música
Aaron aunque no bailaba, el solamente pudo sonreír mientras que aplaudía al son de la música. Hipnotizado con la escena feliz que veía delante suyo
"Las canciones nuevamente se van a escribir como las arenas del desierto eran testigos de un nuevo amor que empezara a renacer, pero los obstáculos con ellos vendrán ya que uno de los la historia volverá a repetir"
Los días empezaron a pasar desde ese momento de paz que vivieron, pero ahora que vivían por un tiempo en el lugar designado los Medjay junto a Hethet aprendían sobre las leyes y mandamientos de Dios, pero igual ayudaban a que los nuevos guerreros de Dios fueran entrenados pero igual Hethet notaba como Naadab y Abihu se encontraba mirando los entrenamientos que daban, así que Hethet daba su tiempo entre ellos y Oseias aunque bueno Ardeth fue el encargado de entrenarlo mientras que ella ayudaba a los dos chicos a ser calmados de manera espiritual.
Desde ese momento ellos se habían sentido más unidos a ellos sin pensarlo aunque igual lo hizo con Aaron pasando mucho tiempo en la carpa de la familia donde ayudaba a Inés con su hijo Fineas quien se encontraba alegre con ella aunque vaya fue la sorpresa para todos cuando el menor de todos soltó esta palabra-Abuela-declaro feliz cuando la vio entrar a la carpa saltando de los brazos de sus padres a los de ella quien al igual que todos estaba sorprendida
-Fineas, no soy tu....-
-Abuela-declaro firme en su voz
Ella beso su frente-Fineas, si quieres que sea tu abuela..lo seré pero recuerda tienes dos abuelas-dijo haciendo el numero con su mano-Eliseba tu abuela de verdad y yo soy tu abuela de corazón-declaro mientras que el pequeño asiente mientras que todos sonreían jamás pensaron en cómo le explicarían que su abuela Eliseba se había ido así que esa explicación alivio su dolor y más porque desde ese momento parecía que Ana y ella vivían con ellos en lugar de su carpa.
Una noche Moisés junto a su familia se unieron a ellos a una cena al igual que Miriam y Jocabed quien se encontraba feliz de ver que todos sus hijos estaban en paz, ya que Miriam confeso su amor a Ardeth pero este fue gentil y tierno al decir que no estaba preparado para amar (Aun amaba a Hethet) a alguien pero que podía esperarlo a que curara su corazón pero si encontraban a alguien a quien amar se lo dirían así que ella acepto.
-Hermana, jamás pensé que cocinaras-declaro Moisés
-Ni yo pero Inés me enseño es buena maestra-
Todos se encontraban feliz mientras que se preparaba para cenar mientras que los jóvenes se iban a pasear por la noche, pero en eso cuando Hethet e Inés se encontraban de espaldas tres personas entraron a la carpa donde se encontraban-Disculpen ¿Quiénes son? y ¿Que hacen en mi casa?-declaraba Aaron mientras que tanto el cómo Moisés se levantaban
Los tres que aun traían sus capuchas se la quitaron revelando su identidad aunque solamente una persona de ahí los reconociera, el más alto de todos miraba por la carpa hasta que la melena castaña de Hethet lo hizo detenerse-Luna de mi vida-soltó el apodo que hizo que Hethet soltara el plato que se encontraba en sus manos para poco a poco con miedo dar la vuelta hasta quedar frente a frente-
Hethet camino poco a poco hasta donde se encontraba el, pasando a todas las personas que se encontraban ahí. Cuando quedaron cara a cara ella poco a poco levanto su mano hasta su cara haciendo que poco a poco delineaba la cara del hombre que para todos puede ser temible como no...Leonidas era de casi dos metros y sus músculos estaban en buena forma pero solamente con Hethet sus ojos se volvían más tiernos como si fuera un hombre común.
-Mi sol y mis estrellas-susurro
Antes de que pudiera decir algo, Ana junto a Oseias entraban a la carpa quedando tensos por quienes se encontraban ahí pero Hethet no pudo más solamente todo se volvió negro desmayándose en los brazos de su amado. Los tres rápidamente pedían ayuda a poder despertarla-Vamos, llévenla a la cama-ordeno Jocabed mientras que Leo obedecía rápidamente poniendo a su esposa en la cama pero siendo despedido por Jocabed ya que lo saco de ahí mientras que Ziphora la ayudaba.
Ana se encontraban con sus manos aferradas a las de Oseias-Ve, debes de decirle-susurro su novio
Negó nervios, pero Oseias la empujo un poco haciendo que ella lo miré mal.
Poco a poco se acercó a él ante la mirada de todos-¿Qué quieres muchacha?-declaro al sentir la presencia de Ana quien se encontraba nerviosa y más cuando poco a poco la volteo a ver
-A ti...-
El se encontraba confundido solamente atinó a decir-Soy un hombre casado, lo digo en serio..-dijo y sonreía al recordar a Hethet-Tengo esposa-
-Eres...-se trabo y trago saliva para decir-¿Eres Leónidas el patriarca de la civilización Griega?-
El asiente a la pregunta-Y ella es Hera es la matriarca de la civilización Ateniense y el Ragnar el patriarca de la civilización Nordica-declaro presentando a sus dos amigos quienes se encontraban sonrientes pero Hera se encontraba tensa al igual que Ragnar al verla a ella y a Leo.
-De verdad eres bien ciego-susurro en su idioma
Él se acercó-¿Me conoces de algún lado, niña?-
-Mi nombre es Ana...bueno..mi..nombre original es Anya-declaro-Soy tu hija-
Él se encontraba sorprendido mirándola y mirando a sus amigos pensando que era broma pero no-Anya...-susurro acercándose a ella-¿Es verdad?, ¿Eres tú? -preguntó mientras que asiente
-Si soy yo...¿No se nota?-dijo de manera obvia era la versión femenina de su padre
Quería llorar, lo admitía con esa declaración-Si, por supuesto eres yo-dijo intentando reprimir sus lágrimas pero con su sonrisa en su cara al igual que Ana-Perdona, es que jamás pensé en ti como una adulta te tenía en mi mente como aquella bebita que nos arrebataron aquella noche horrible-declaro mientras que levantaba su mano acariciando su mejilla como lo hacía con Hethet-No importa que tengo a mi bebe enfrente mío...-declaro-Siempre, serás mi bebe-afirmo-Jamás pensé que...
Ana lo abrazo sin dejarlo terminar su oración haciendo que todos los presentes tuvieran todas sus respuestas el hombre corpulento que abrazaba a Ana era su padre por ende el esposo de Hethet decepcionando a todos ya que los hijos de Aaron querían emparejarla con su padre ya que siempre que ella se encontraba presente él sonreía
-No, no llores..Anya-susurro-Mi bebe ya estoy aquí-
-Papa-Ambos se separaron cuando Ziphora y Jocabed salían con Hethet tomada de sus manos que al ver juntos a su esposo y a su hija ella sonreía-Mi familia-declaro mientras que se acercaba a ellos y los tres se abrazaban de manera calmada.
La guerra para ellos había terminado, cuando se separó por fin abrazo a sus amigos quienes se encontraban feliz por ellos y por encontrar a Anya-Somos tu padrinos querida somos Hera y Ragnar-declaro la mujer sonriente
Hethet pudo presentar a sus amigos y a su esposo a todos quienes se encontraban ahí, hasta el mismo Moisés se alegraba-Pueden quedarse pero deben de saber que nosotros adoramos a un dios que mi hermana ha sido testigo de sus milagros-declaro el líder de Israel-Pueden quedarse, en el campamento de los Medjay-
Hablando de los Medjay, Ardeth entró cuando se enteró que personas desconocidas habían llego-Leo, Hera..Ragnar-susurro sorprendido
El ultimo nombrado pudo sonreír de manera sarcástica-¿No te alegras de vernos? Arderth-
-Claro, que sí..-declaro feliz mientras que los tres se abrazaban para después darle la mano a Leo quien sonreía tomando a Hethet de la cintura-
-Gracias-
-No tienes que agradecer-
Jocabed fue quien declaro que será mejor que todos descansen y dejen la cena para después cosa que todos aceptaron mientras que Ardeth y Hethet dirigían a los recién llegado a su parte del campamento, Aaron se encontraba mirándola caminar con Leo mientras que suspiraba-Debo de ser fuerte-susurro mientras que solamente pensaba que ella siempre sería para el la mujer más perfecta del mundo esa mujer que alegro a su familia y a sus hijos.
Mientras tanto los recién llegados fueron recibidos por ovaciones y aplausos de los guerreros quienes hacían sonreír a los guerreros rápidamente Hera y Ragnar fueron destinados a una casa de campaña para después Ana separarse de sus padres ya que iba a su casa alegraba que Oseias no fuera con ella ya que su padre haría muchas preguntas.
Entonces el matrimonio entró a su casa.
Ambos se besaron como habían extrañado, mientras que sus manos iban a su cuello y las del hombre iban a su cintura hizo que ella se tensé y se separe cosa que hizo que él se acerque-¿Ocurre algo, Luna de mi vida?-preguntó cuando entró a donde debería ser el cuarto.
Ella suspiro y poco a poco retiraba el vestido de su cuerpo cuando para después tomar su pelo pasándolo por su hombro haciendo que el hombre se tensé al ver las heridas de su amada. Al principio ella pensó que el la aborrecería y que se iría cosa que pensó cuando no lo escucho pero en eso cerro los ojos cuando sintió como sus manos iban poco a poco acariciando su espalda de manera delicada y sus besos igual se hacían presentes entonces el la abrazo por la cintura acercándola poco a poco a su pecho y el separo el cabello de donde estaba-Perdóname-susurro de manera sorpresiva
-No debes que....-
Beso su cuello-Si debo-susurro-Perdóname por no estar ahí contigo, por dejar que nos separemos....por no protegerte-declaro con lágrimas en los ojos mientras que ambos se aferraban al otro, pero ella se volteó a verlo tomando su cara entre sus manos
-Ya estamos juntos-
Ambos sonreían para después besarse mientras que se acostaban.
"Los nuevos cantos iniciaban, dos corazones se acaban de unir de nuevo después de años separados que han llorado lágrimas de sangre. Una familia se a reunido esta noche.
Pero los Dioses no se quedaran quietos, sus patriarcas han renunciado pero ellos aún siguen dentro de ellos"
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