¿Bodas de cuentos...?
La familia que se habían reencontrado se encontraba feliz caminando por el campamento mientras que escuchaban atentamente a su hija hablar de cómo había vivido toda su vida, pero se pararon cuando un hombre se acercó a ellos era de la edad de Ana y tenía el pelo largo-Mama, papa quería presentarles a Josué....mi prometido-declaro nerviosa mientras que tres de los cuatro patriarcas habían estallado en rosas cuando vieron a Leo quien se encontraba mirando al nombrado con una cara graciosa para todos
-Querida, espero que tu novio pueda correr-declaro Hera
-¿Por qué..?-
-Por qué tu padre dijo que si tus pretendientes no llenan sus expectativas los confinara al celibato-
Josué se tensó mientras que miraba a Leo quien simplemente suspiro mientras que se acercaba a su niña-¿Eres feliz con el?-preguntaba a Anya quien asiente feliz mientras que se aferraba a la mano de Josué para después su padre besar su frente y mirarse con su amada quien asiente y ambos sacaban los collares que traían colgando dos hermosos anillos de oro de manera simples-Entonces nosotros queremos darlos este regalo de bodas-declaro mientras que entregaba los anillos a ellos mirando a la joven pareja que se encontraban sorprendidos
-Pero señor....
-No digas nadas, me gusta tu nombre noche Os...Josué-declaro Hethet
El chico pudo sonreír-Lo eligió Dios en persona-declaro de manera orgullosa-dijo
Con esas declaración, por fin Josué pudo pedirle a Ana que se casara con él aunque le había pedido antes ser su esposa con el collar de su madre pero ahora con la bendición de todos por fin iniciaban los preparativos. Todos en el campamento se unieron a las bodas de tanto Josué con Ana, Simut y Jerusa, Leila y Gahiji y Jaque con Zur un tal hombre que esta ahora ellos jamás vieron pero ni siquiera les importara mucho ya que se encontraban ayudado a las mujeres a ser el vestido de todas las novias pero mientras que Hethet dejaba la carpa de las mujeres se encontraba con Miriam llorando cerca de ahí-¿Miriam?.-preguntaba-¿Que tienes?-
La nombrada se tensó mientras que se levantaba del piso-Hethet, nada..solamente quede pensando-declaro con intenciones de entrar a la carpa pero ella la detuvo-Suéltame, Hethet lo digo en serio-
-No, hasta que me digas que ocurre....-
Ella simplemente sonreía-¿Quieres que te diga que ocurre?-declaro con sarcasmo-Eres perfecta...tus amigos son geniales, sales todas las noches del campamento-declaraba al recordar como la veía pasear a caballo-En el caballo que tu papa te dio, si estás viviendo tu vida Hethet-dijo-Tienes una cara bonita...hasta tu novio es hermoso-declaro-No sabes cuanto deseo ser tu y apenas te conozco-
Hethet se encontraba sorprendida mientras que ella tenía lágrimas en sus ojos-Miriam..-
-Tienes todo a tus pies como si solamente dijeras una palabra y tienes a Ardeth a tu esposito y a MI hermano detrás de ti-declaro-MI HERMANO-grito mientras que aun las lágrimas salían-Así que no quiero verte, si estoy celosa y más por que el hombre que amo te prefiere eso es lo que me molesta-
Así que se fue dejando a Hethet con la palabra en la boca y lágrimas en sus ojos ¿Ardeth amándola? Vaya jamás pensó en eso de manera literal así que ella empezó a caminar hacía donde se encontraban entrenando a los hebreos para ser ejercito organizado así que cuando llego al campo de entrenamiento pudo sentir como dos pares de ojos se encuentran sobre ella eran Leónidas y Ardeth quienes se encontraban ahí.-Ardeth, por favor quiero hablar contigo-declaro ella llamando la atención de todos mientras que el hombre asiente mientras que se apartaba de donde estaba y caminaba junto a ella hacía donde se encontraban los caballos de ellos
-¿Ocurre algo...?-
-¿Me amas?-vaya que fue lo más directa que pudo ser. El hombre se tensó jamás pensó en que ella le hiciera esa pregunta, simplemente pensaba que ella jamás se daría cuenta-Por favor responde-
El hombre simplemente asiente mientras que se acercaba poco a poco a ella para después unir sus frentes-Te amo, si lo hago siempre lo hice pero sé que no me amas como quiero que me ames, pero sé que puedo amarte de lejos ser ese guardián que se no es necesario-declaro mientras que ambos sonreían-Ese guardián que hará todo lo que sea por verte feliz aunque no sea a mi lado, eres la mujer que amo pero no tienes que corresponderme si no lo sientes puede que te ame pero no soy un patán me alegra ser tu comandante estar en los Medjay con mis hermanos contigo es lo que me alegra, criamos a Isis lo mejor que pudimos para convertirla en lo que se convirtió y me llena de orgullo por que es algo tuyo y mío-dice sonriente-Prometí amarte y protegerte como mi reina y afirmo mi promesa no amare a nadie más, creo que no puedo hacerlo mi corazón no puede latir por nadie más, no puedo sentir amor que no sea hacía tu persona...no tomare más familia-declaro firme-Te amo y te amare-
Y con esas firmes palabras el beso su frente mientras que se alejaba de ella para poder regresar a su entrenamiento.
Pero mientras que Hethet se quedaba sola, sintió como alguien en el inmenso desierto la observaba de manera intensa haciéndola voltear pero nadie se encontraba ahí-Debo de enloquecer-declaro para sí misma-Si, es eso-declaro
Meses después
Eso tuvo que pasar para que las bodas se celebren y en ese tiempo fue Ardeth quien declaro las cosas con Miriam haciendo que su corazón nuevamente se rompiera pero ahora que ambos quedaron como amigos siguieron con sus vidas con un poco de calma, haciendo que todos volvieran al ambiente tranquilo en el que fueron sumergidos pero el día de la boda se volvió un caos ya que Zur uno de los novios había desaparecido dejando a una de las novias plantadas-Amadas mías-declaro Leo al verlas hermosas a madre e hija quienes se encontraban vestidas de al más puro estilo hebreo hasta el mismo Leónidas se empezó a vestir igual-¿Segura? Estas a tiempo..puedo tomar un caballo y...-Ana lo paro riendo
-Segura, papa y más porque los tengo a ustedes a mi lado-
Los tres se abrazaron para después salir de la carpa para dirigirse a las otras novias ya preparadas para ser entregadas por alguien de su familia. Así que inicio la ceremonia cuando llego una de las novias con otro novio pero no le dieron importancia mientras que empezaban a caminar hacía donde se encontraba el Jupa donde se encontraba Moisés con su hermano Aaron y su madre Jocabed a sus lados mirando a las parejas aunque el hermano miraba a Hethet quien se encontraba hermosa con un vestido rojo largo con un listón en su cintura con zapatos hermosos y su pelo largo y suelto de la misma manera en la que su amiga Hera se había vestido
-La haces llorar y te asesino-susurro de manera amenazante Leónidas a Josué quien asiente tenso para después irse de ahí para acercarse a su amada quien se encontraba cargando a Fineas quien al verla había corrido a sus brazos
Tanto Ana cono Josué agradecían que ellos no estaban en el campamento cuando Ada una de las hermanas de Ziphora lo había acusado de violarla cosa que jamás paso pero agradecían que no volvió a intentarlo ya que ahora si Josué estaría muerto, revivido, torturado y vuelto a morir por los cuatro patriarcas-
La ceremonia era hermosa y divertida ya que Simut se había desmayado por las vueltas que las novias tenían que dar y para sorpresa de Hethet pudo ver a Miriam feliz ya que ella le sonreía y señalaba a su novio diciendo su nombre-Hur-el antiguo novio de su madre, vaya amaba que él podía ser feliz ya que su madre hubiera querido eso si estuviera aquí con ellos, así que ella levantó sus pulgares animando a la mujer cosa que agradecía. Cuando la ceremonia termino pudieron celebrar todos bailaban y comían mientras que agradecían a Dios por las ceremonias que habían pasado, pero ahora Leónidas tuvo una idea rápidamente tomo a sus amigos platicando su plan que les agradaba pero debía de preguntar a Hethet quien se encontraba bailando con Fineas quien se encontraba alegre bailando con ella-Te invitaría a bailar con nosotros pero él es un poco celoso-declaraba Hethet al ver a su esposo
Él pudo sonreír mientras que se ponía a la altura del chico-Niño, ¿Puedes darme este baile con mi esposa?-preguntaba
-Si, pero no te lleves lejos a mi abuela de corazón-declaro
Entonces la abrazo y se fue de ahí dejándolo sorprendidos-Estuve con sus hermanos cuando llegue, su madre murió y era mi amiga-declaraba triste cosa que el noto-Pero dime...¿Que ocurre?-
-¿Quieres casarte conmigo? De nuevo..-
-Pero las bodas se lle....-el callo su hablar con su dedo
-No, a la viej escuela...repetir nuestra boda y casarnos bajo las leyes del Dios Hebreo pero quiero estar casado contigo en el mundo pagano y en el mundo hebreo-declaro sonriente mientras que ella asiente imitandolo para después el tomar su mano y como dos jóvenes haciendo una travesura corrieron lejos del campamento al igual que los otros dos patriarcas hasta Ardeth se encontraba ahí en una pequeña montaña habían preparado una mesa, un fuego con dos cuchillos negros y una copa de vino y Ardeth siendo el que iba a oficiar esta celebración
-Estamos aquí para unir a los dos patriarcas de las civilizaciones más antiguas del mundo Egipto y Grecia se unirán no solo en nombre si no también sangre por la Princesa Hethet y el Príncipe Leónidas-dijo mientras que tomaba los dos cuchillos y en Egipto antiguo hacía una oración a Hathor quien era la dios del amor para después entregar a la pareja primero lo tomo Leo quien dirigió el cuchillo al labio de Hethet quien se encontraba mirando a su esposo quien tomo sangre del labio y en la frente marcaba el símbolo de el en su frente
Ahora fue turno de Hethet, tomando el otro cuchillo lo paso por el labio de su esposo quien se encontraba enamorado por ella y de la sangre que caía del corte hacer el signo de ella en la frente de Leónidas.
Ambos cortaron las palmas de sus manos mientras que los otros tres presentes rezaban a las diosas del amor que conocían al mismo tiempo que ambos juntaban sus manos ya con la sangre que significaba que estaban dispuestos a unir sus almas en pro de la unión matrimonial, Ardeth se acercó a ellos con una tela bordada en oro y de tela roja que pasaba por las manos para unirlas dejando que la sangre se mezcle y cayera en la copa, era de vino pero tenía que ser mezclada con la sangre de la pareja para que la ceremonia se pudiera concretar-Ahora beber, la sangre del amor que los unirá en esta vida y en la que sigue-ordeno mientras que entregaba la copa que no dudaron en beber.
Puede que estuvieran traicionando a sus nuevas creencias pero lo cumplirían primero con esta ceremonia y después una ceremonia al más puro estilo hebreo
Cuando ambos terminaron de beber fue cuando sonrieran más de lo que ya estaban alegres-Puede besar a la novia-declaro
"Se contaría con los siglos que esa noche, Anubis rugió y Ares gruñó. Sus dos patriarcas se han casado y nadie los separara. Pero Dios tienen un plan para todos y ahora que ellos han renunciados a sus dioses y se han refugiado en el aún se encuentran vulnerables, los dioses no se quedaran quitos quieren venganza y la obtendrán"
Esa noche fue cuando Naadab tuvo el valor se acercó a su tío Moisés quien se encontraba ahí en la fiesta-Tío necesito hablar contigo-pidió mientras que se acercaba a él y ambos se metieron a la carpa de Moisés-Tío, ¿Como pudo renunciar al puesto de sacerdote?-preguntaba
Moisés se tensó-Naadab ¿Porque?-preguntaba-¿Estás seguro?-
El asiente-Si, porque amo a Dios pero quiero a mi esposa pero la quiero elegir yo-declaro mientras que miraba al piso-Quiero a Damarina, ella es viuda y sabes que solamente los sacerdotes pueden casarse con una virgen y no amo a ninguna solamente a ella-menciono mientras que Moisés tomaba los hombros de su sobrino
-¿Seguro de lo que dices? ¿Seguro que amas a Damarina? Por que puedas confundirlo con pasión cosa que yo sentía por Nefertari en su tiempo antes de conocer a Ziphora-Pero para sorpresa de él, Naadab quito sus manos de sus hombros-Naadab..la única manera en que dejes de ser sacerdote es muriendo.-
El solamente se tensó.-Jamás lo entenderían-declaro mientras que salía de nuevo mirando la fiesta que se llevaba a cabo y ver las parejas que habían formado por su propia elección
¿Qué hay de mí?-
Sus ojos se posaron en la hermosa Damarina quien no podría sostener su mirada
¿Qué hay de mí?-
¿Qué hay de nosotros dos juntos?
¿Por qué Damarina y el no podían tener el mismo destino que Hethet y Leo? Ellos se encontraban bailando con los demás después de estar más de 20 años separados pero se siguen amando como el día uno. ¿Porque él y Damaría no podían tener un destino igual? Pero no podía, él tenía una destino escrito aunque no quería cumplirlo puede que aún no sean consagrados sacerdotes pero las leyes ya debían de respetar.
Ante las miradas de Aaron y Hethet miraron como Naadab suspiraba-Pero...-bajo la mirada al sentir lágrimas en sus ojos-¿Qué hay de mí?-susurro mientras que las lágrimas silenciosas caían de su rostro
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top