Capitulo 5.
Seguía durmiendo profundamente, hasta que escuché una voz familiar y suave.
—Cariño, la comida está lista, baja a comer. ¿Sí? —decía mi madre con una voz suave.
—Claro, ya voy —contesté, aún adormilada.
Bajé a la cocina para comer. La mesa ya estaba servida, con platos humeantes y el aroma delicioso de la comida casera llenando el aire. Me senté en una de las sillas que estaban alrededor de la mesa y empecé a devorar la comida que mi madre había cocinado para mi y mi padre. El sabor era reconfortante, cada bocado lleno de amor y dedicación.
Terminé, le di las gracias a mi madre y me dirigí a mi habitación. Subí las escaleras lentamente, sintiendo el peso de la comida en mi estómago y la calidez de la casa a mi alrededor.
Se me ocurrió asomarme por la ventana. No era tan tarde como yo pensaba; aún se lograba ver un poco el sol, sus últimos rayos teñían el cielo de un suave tono anaranjado.
Y lo que vi, me rompió el corazón...
N estaba besando a una chica de pelo morado, y además le daba el cariño que a mí no me daba. Sus manos se entrelazaban y sus miradas eran llenas de ternura, una escena que me hizo sentir una punzada de dolor en el pecho.
Me dio un impulso por bajar y decirle todas sus verdades, pero me controlé y mejor decidí ya no ver esa escena. Cerré la cortina con un movimiento brusco, tratando de bloquear la imagen de mi mente.
Claro, lo que me faltaba para hacer este día más mierda de lo que ya era. Me encerré en mi habitación y me envolví en mis cobijas para llorar a mares. Las lágrimas caían sin cesar, empapando la almohada mientras el dolor y la tristeza me envolvían.
De repente, escuché ligeros golpes detrás de mi puerta. Era mi padre; su voz era suave y preocupada, pero en ese momento no quería hablar con nadie.
—Hija, ¿estás bien? Me pareció extraño que azotaras la puerta de tu habitación. ¿Necesitas hablar? —decía mi padre con un tono preocupado.
Yo, con la voz rota y tratando de contener mis emociones, le respondí:
—No, papá, estoy bien.
—Sabes que conmigo y tu madre puedes tener toda la confianza de platicar sobre lo que sea, ¿verdad? —contestó, tratando de ofrecerme su apoyo.
—En serio, no me pasa nada... estoy bien —insistí, intentando sonar convincente aunque por dentro me estaba desmoronando.
Escuché un suspiro al otro lado de la puerta. Mi padre optó por no insistir y mejor se fue, dejándome otra vez sola con mis pensamientos y mi dolor. Me quedé en silencio, envuelta en mis cobijas, escuchando sus pasos alejarse por el pasillo hasta que todo volvió a quedar en calma.
Decidí tomar mi celular y mirar todas las fotos de yo con N. Mi dedo se deslizaba con rapidez sobre la pantalla, pasando por cada imagen que capturaba momentos felices y recuerdos compartidos. Con cada foto, sentía una punzada de tristeza más profunda, recordando lo que una vez fue y lo que ya no podía ser.
Recapacité, sabiendo que esa relación tóxica ya no tenía salvación. Las sonrisas en las fotos ahora parecían vacías, y los momentos felices se sentían como un pasado lejano. Tomé una decisión firme: lo terminaría la próxima vez que lo encontrara. No podía seguir aferrándome a algo que solo me causaba dolor.
Pero había un problema...
No tenía el valor.
Holaaaaaaa!! ¿Qué tal el cap? espero que les guste y felices fiestas a todos.
Antes de despedirme, quería dar un dato inútil xd: El número de palabras que pongo son únicamente del cap. No de las pendejadas que pongo en negritas.
Bueno, ahora sí, Byeeeeeeeeeee!!!
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