//Narra J//

Decidí concentrarme en la clase, pero mis pensamientos insistían en regresar a V. Era como una atracción irresistible, y aunque me causaba cierto estrés, también había una emoción latente que no podía ignorar. ¿Por qué me sentía así? Intentaba con todas mis fuerzas seguir la explicación del profesor, pero solo quedaban unos minutos para el recreo y mi mente ya estaba en otro lugar, anticipando lo que podría suceder cuando saliéramos del aula. La tensión crecía dentro de mí, una mezcla de anticipación y nerviosismo que no podía controlar. Por ahora, solo me quedaba esperar.

//Narra V//

Recibir esa nota me dejó helada. ¿Qué podría responder? Opté por intentar poner atención al profesor, aunque la mirada fija de N me ponía nerviosa. Sentía que cada segundo que pasaba me acercaba a una confrontación inevitable, y la idea de lo que podría suceder me aterrorizaba.

El timbre finalmente sonó. Los alumnos comenzaron a dirigirse a la cafetería, algunos con comida de casa, otros a comprarla. Para mí, este recreo sería todo menos normal, gracias a N. Intenté alejarme de él discretamente, pero de pronto me tomó del brazo con brusquedad y me llevó a una habitación oscura, según lo "acordado". Me arrojó al suelo frío. Mi corazón latía aceleradamente, y no podía imaginar de lo que sería capaz. Tenía que salir de ahí cuanto antes.

—Acordamos algo, V. ¿Lo olvidaste?— dijo fríamente.

Estaba paralizada, ni siquiera podía responder. Mis labios temblaban, pero no salía palabra alguna. N dio un paso hacia mí, sus ojos reflejaban una mezcla de enojo y desesperación. Intenté retroceder, pero mis piernas no respondían.

—N-no... no lo olvidé, y por su puesto... no lo voy a hacer—logré balbucear finalmente, aunque mi voz apenas se escuchó.

N frunció el ceño y suspiró profundamente, como si estuviera tratando de calmarse. Se agachó a mi altura y, aunque su tono de voz era suave, la amenaza era clara.

—Bien te dije que no me importaba, además... quiero que tú también lo disfrutes~—

No me dio tiempo ni de pensar, cuando él tomó mi dos manos con la suya bruscamente y con la otra empezaba a manosearme los muslos, cintura y pechos.

Luego de unos minutos, paró de manosearme y después puso su mano en mi  entrepierna, comenzando a mover sus dedos cada vez más rápido.

—N, por favor para. No estoy lista ni tenemos edad para hacer esto— las lágrimas amenazaban con desbordarse, quería salir de ahí lo antes posible.

Pude notar que con su mano libre intentaba quitarse el cinturón. No tardó mucho realmente, me dio miedo al ver que se estaba bajando el pantalón. El pánico me invadió, y busqué cualquier ventaja para irme de ahí de una vez por todas. Me retorcía para que el me soltara, sin embargo, todos mis intentos fueron en vano, pues aumentaba la fuerza de su agarre.

—¡Quédate quieta, V, no quiero hacerte daño— dijo frustrado.

—Pero ya me estás haciendo daño— dije al borde de las lágrimas.

—Oh, vamos, no llores ni te muevas. Lo único que quiero escuchar de ti son gemidos, nada más.

No respondí, ya que logré ver cómo se acabó de bajar el pantalón, dejando ver un pene ya erecto. No pude evitar sentir ansiedad, estaba sudando, y no era por calor. Mi respiración era bastante agitada y mi corazón latía con fuerza.

Cuando estaba a punto de bajar mi falda, aproveché para patearlo lo más fuerte que pude, y claro, el no aguantó el dolor y me soltó.

No lo pensé dos veces y salí corriendo de aquel lugar. No volví al salón sino a mi casa, por que en verdad me sentí demasiado mal cómo para seguir ahí, soportando la estúpida cara de N.

Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!! espero que les haya gustado el capitulo, nos vemos en el siguiente, byeeeeeeeeeeeeee!!!!!

(602 Palabras)