La habitación estaba iluminada por la suave luz de una lámpara de escritorio, creando un ambiente íntimo y acogedor. Las paredes estaban decoradas con fotos y recuerdos, cada uno contando una historia diferente. El aire estaba cargado de una mezcla de nerviosismo y emoción, mientras las risas y las historias compartidas llenaban el espacio.

De repente, nuestras miradas se encontraron y el tiempo pareció detenerse. Fue un momento de conexión profunda, donde las palabras no eran necesarias. Sin saber cómo, comenzamos a besarnos apasionadamente, cayendo sobre la cama. J quedó encima de mí, su cabello desordenado y su respiración entrecortada.

—J,— susurré, tratando de recuperar el aliento, —p-para, no estoy lista para esto.—

Ella me miró algo confundida, pero finalmente sonrió y dijo, —No hay problema, V, lo dejamos para otro día...—

Esa última frase quedó resonando en mi mente. "Lo dejamos para otro día..." ¿Qué quería decir con eso? ¿Acaso lo dejamos pendiente? Tal vez sí, pero lo importante era que ella era comprensiva, o al menos eso creo.

Escuchamos ligeros golpes del otro lado de la puerta. Me levanté y abrí, encontrándome con mi madre. Ella me miró, pero después su mirada se centró en J, que estaba sentada en el borde de la cama.

—Oh, parece que estás con una amiga, mejor no te molesto— dijo, haciendo una pausa y acercándose a mi oído para susurrarme, —La próxima vez que invites a alguien, avisa.—

—Claro, mamá, lo siento,— respondí, un poco avergonzada.

Mi madre sonrió y cerró la puerta suavemente, dejándonos a J y a mí de nuevo a solas. Me volví hacia J, que me miraba con una mezcla de diversión y curiosidad.

—Tu mamá parece muy buena onda— dijo J, riendo suavemente.

—Sí, solo que no esperaba que viniera a esta hora— respondí, todavía un poco sonrojada.

—Y tú mamá. ¿Cómo es?— pregunté con una sonrisa, tratando de relajar el ambiente.

J se quedó callada por un momento, su expresión cambiando a una más seria. Finalmente contestó:

—Es algo... complicada...— dijo, su voz bajando ligeramente.

La observé, notando la tensión en sus ojos. —Complicada, ¿cómo?— pregunté suavemente, queriendo entender más.

J suspiró, bajando la mirada por un instante antes de volver a levantarla. Luego me mostró su mano derecha, con varios rasguños en la parte de la muñeca.

—Oh, ya veo. Debe ser realmente complicado lidiar con eso— dije mientras tomaba su mano izquierda, apretándola suavemente. Sentí la suavidad de su piel y el calor reconfortante de su contacto, tratando de transmitirle todo mi apoyo.

J esbozó una sonrisa, un poco más relajada. —Bueno, ya no importa— dijo, suspirando. —Lo mejor es que no volverá dentro de una semana.—

—Sí, es verdad, ¿Podemos aprovechar eso? ¿No?—  añadí con una sonrisa cómplice.

—Claro que sí— dijo mientras acariciaba un poco mi pelo.

Cuando menos me lo esperaba, mi teléfono empezó a sonar, y me di cuenta de que N estaba llamando. No contesté, mi conversación con J era mejor que hablar con ese idiota.

—¿No vas a contestar?— preguntó J confundida.

—No, no quiero hablar con ese imbécil.— respondí, apagando el teléfono y dejando claro que no quería interrumpir nuestro momento.

Ella soltó una ligera risa, y luego me preguntó:

—No es por ser chismosa, pero. ¿Qué pasó entre tu y N? ¿Por qué quieres serle infiel?—

—Supongo que puedo tener la confianza de contarte. ¿Verdad?— pregunté con la voz más apagada.

—Claro, V, no te juzgaré—

—Pues... el me fue infiel, no sé por cuánto tiempo lleva así, pero no es suficiente terminarlo, al menos para mi—

La habitación se llenó de un silencio tenso. J me miró con una mezcla de sorpresa y comprensión.

—Te entiendo, pero... Cuando se entere de lo nuestro, ¿Qué vas a hacer? digo, sé que esto es solo un juego, pero me da curiosidad—

—¿Juego? para mi no es un juego—

Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!! espero que les haya gustado el capitulo, y gracias por la sugerencia, User1234_XD, la aprecio mucho bro, nos vemos en el siguiente capitulo, byeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!!!!!

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