Una tarde soleada, Izuku estaba ayudando en la fundación donde se había comprometido por la sugerencia de Akihiro. Estaba organizando suministros en una pequeña bodega cuando escuchó un grito proveniente del pasillo cercano.

—¡Cuidado!

Izuku giró justo a tiempo para ver a una chica tambalearse mientras una caja pesada caía de un estante alto. Sin pensarlo dos veces, saltó hacia ella, atrapando la caja antes de que cayera sobre la chica.

—¿Estás bien? —preguntó Izuku con preocupación, bajando la caja al suelo y observándola detenidamente.

La chica, de cabello castaño corto y ojos grandes y brillantes, lo miró con una mezcla de sorpresa y gratitud.

—S-sí, gracias a ti. Estuve a punto de ser aplastada por mi propia torpeza —respondió, riendo nerviosamente.

Izuku sonrió, extendiéndole una mano para ayudarla a levantarse.

—Me alegra haber llegado a tiempo. ¿Estás segura de que no te lastimaste?

—No, estoy bien. Gracias de nuevo… eh, ¿cómo te llamas?

—Soy Izuku Midoriya.

—Yo soy Aiko. Encantada, héroe salvador.

Antes de que Izuku pudiera responder, Aiko se inclinó hacia él con una sonrisa radiante.

—De verdad, no sé cómo agradecerte. Si no hubieras estado aquí…

Sin darse cuenta, se acercó más de lo necesario, lo que hizo que Izuku retrocediera un paso, nervioso por la proximidad. En ese momento, Momo apareció en el pasillo, buscando a Izuku para entregarle una botella de agua.

Al ver la escena, su mirada se oscureció al instante. Caminó hacia ellos con paso firme, su elegancia natural destacándose incluso en su enfado.

—Izuku, querido, aquí estás —dijo, entrelazando su brazo con el de él de manera posesiva. Luego dirigió una mirada helada a Aiko—. ¿Y tú quién eres?

Aiko se enderezó rápidamente, nerviosa por la intensa presencia de Momo.

—Soy Aiko. Izuku me ayudó con un pequeño accidente. Estaba a punto de…

Momo la interrumpió, sonriendo de manera fría.

—Ah, ya veo. Qué afortunada eres de que Izuku estuviera aquí. Aunque, debo decir, es algo que haría por cualquiera. Es un héroe después de todo. Mi héroe.

La última frase fue pronunciada con un énfasis que no dejó lugar a dudas.

Izuku, sintiendo la tensión, intentó calmar la situación.

—Momo, solo estaba ayudando. No fue nada serio.

Momo lo miró, suavizando un poco su expresión al dirigirse a él.

—Lo sé, cariño. Pero me preocupo por ti. No quiero que te esfuerces demasiado o que te veas atrapado en situaciones incómodas.

Aiko, captando el mensaje, dio un paso atrás.

—Bueno, gracias de nuevo, Izuku. No quiero molestar más.

—No fue molestia —respondió Izuku con amabilidad.

Sin embargo, Momo no dejó que el tema terminara ahí.

—Eso espero —dijo Momo, con una sonrisa que no alcanzaba sus ojos.

Cuando Aiko se marchó apresuradamente, Momo giró hacia Izuku con una expresión mezcla de ternura y reproche.

—Cariño, eres demasiado amable. Algunas personas pueden malinterpretar tus intenciones.

Izuku se rascó la nuca, incómodo.

—Solo estaba ayudando, Momo. No creo que haya sido para tanto.

Momo suspiró y puso sus manos en sus caderas, mirándolo con seriedad.

—Izuku, entiendo que seas un héroe y quieras ayudar a todos, pero hay una línea, y no quiero que nadie cruce esa línea contigo.

—¿Línea?

Ella lo tomó por la camisa y lo atrajo hacia ella, sus ojos oscuros pero llenos de afecto.

—Eres mío, Izuku. Solo mío. Y no voy a permitir que nadie se acerque demasiado a ti.

Izuku, aunque un poco intimidado por su intensidad, también sintió una calidez reconfortante en sus palabras.

—Lo entiendo, Momo. No tienes que preocuparte. Solo tengo ojos para ti.

Esa respuesta fue suficiente para calmarla, al menos por el momento. Momo lo abrazó, apoyando su cabeza en su pecho.

—Lo sé, Izuku. Pero a veces, no puedo evitar preocuparme. Quiero que todos sepan que somos un equipo, ¿de acuerdo?

Izuku asintió, envolviendo sus brazos alrededor de ella.

—De acuerdo, Momo.

Mientras se abrazaban, Momo miró por encima de su hombro hacia el pasillo donde había desaparecido Aiko, con una sonrisa tranquila pero decidida.

Nadie se interpondría entre ellos. Absolutamente nadie.

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Hola amigos, lamento la inactividad, pero la universidad esta bastante pesada, dentro de unas semanas empiezo atender mis primeros pacientes y me estoy preparando para ello, por lo que no me d tiempo a casi nada, así que espero puedan entender mi situación, pero aquí esta un nuevo capitulo y subiré ahora mismo otro capítulo de mi otra historia "Mi amado caballero", así que también pasen a darle un vistazo, si les gusta la forma en que escribo entonces la otra historia también les gustara.

Sin más, espero que les guste el cap de hoy, que le dejen su me gusta y comenten acerca del capitulo o de ocurrencias o ideas para el fic, ya sin nada más que decir, me despido y les deseo un genial día, nos vemos hasta la próxima....