Capítulo:3 El diablo viste a la moda.

-Okey estas bien, luces increíblemente fabulosa- le hablé a mi reflejo.

Era la quinta vez que me observaba en el espejo, quería estar perfecta, retoqué el maquillaje, acomodé mi cabello de todas las maneras posibles sin decidirme. La campana sonó hace unos minutos anunciando el final de otro día lectivo, me hallaba en el baño de mujeres nerviosa, ansiosa, contenta, no creía poder descifrar como en realidad me sentía, era un torbellino de emociones. Suspiré, debía calmarme, pero es que de verdad me gustaba y temía que por alguna razón él se arrepintiera de dar el paso.

-No seas tonta Olivia, eres una chica preciosa, ningún chico en sus cabales te rechazaría, tus nervios están de más-terminé de darme ánimos, di mi mejor sonrisa y salí de allí.

Las chicas se habían marchado a resolver los dilemas del baile, el vestido, los zapatos, maquillaje y demás, apenas saliera de aquí eso es lo que yo también haré, no podíamos restarle importancia todos los años teníamos que destacar, pensaba comprarle a Dereck una corbata del mismo tono de mi vestido así combinaríamos y sería hermoso, aunque no me decidía por el color, la disputa era entre el rosa nude, celeste pastel y rojo.

Llegué a la plaza contemplando a los chicos del otro lado descansando e hidratándose con alguna bebida energética, uno de los compañeros de equipo de Adams notó mi presencia en el campo y lo golpeó en el pecho informándole de mi presencia, este dejó su botella y se dirigió a mi trotando, conforme se acercaba apreciaba la belleza de su rostro y esos luceros dorados que me miraban solo a mí.

-Liv- sonrió al estar a unos cuantos pasos de mi- me alegro que estés aquí, hay algo que debo decirte.

Aquí vamos, intentaría contener mis emociones, mis ganas de arrojarme a él y besarlo, ya tenía la respuesta a lo que iba a decirme desde hace semanas, ensayé, imaginé una y otra vez la escena en mi mente, solo que en mis sueños sucedía de una manera más romántica, una cena, velas, rosas, un paseo, una película, no en la plaza, sin ningún detalle, ni tan siquiera limpio, pero que se podía esperar algunos hombres no tenían gracia.

-Estoy saliendo con alguien más.

- ¿Qué? - seguramente escuché mal por estar dentro de mis fantasías.

-Estoy saliendo con alguien más- repitió.

En ese momento me pareció escuchar el sonido de mi burbuja romperse dejándome caer a esta realidad que no me agradaba en lo más mínimo.

- ¿Me estás rechazando por otra? - ¿Cómo se atrevía a hacerme esto? - no entiendo, ¿Qué hay de todas estas emanas que pasaron? Creí que estábamos en el mismo canal, creí que también sentías algo por mí, pero solo jugaste conmigo.

-Lo siento mucho Liv, eres linda, pero no siento lo mismo, conocí a una chica mientras salía contigo y ella tenía algo que me hizo sentir cosas que tu no.

- Mi mandíbula se tensó, notaba las lágrimas luchando contra mi dignidad por salir- ¿Y quién es ella?

-Cielo, ¿Por qué comenzaste sin mí? Te dije que quería estar presente- en ese instante me congelé, esa voz, esa maldita voz la conocía a la perfección.

Bella abrazó el brazo de Dereck y tras ella se hallaban mis amigas, Brianna, Greta, incluso hasta la pequeña Freya, no lo entendía ellas lo sabían.

- ¿Bella? - mi voz se quebró.

-La misma preciosa y quiero comenzar dándote las gracias sin ti este amor no habría sido posible.

- ¿Amor? No, esto tiene que ser una broma- sonreí con amargura- no puedes hacerme esto soy tu mejor amiga

-Ay por favor linda no te hagas la mártir eso me molesta, mejor dime que se siente saber que te rechazaron, que al final no eras tan especial como pensabas.

- ¿Por qué con ella? - busqué a Dereck con la mirada deseando obtener respuestas- ¿Por qué?

-Esa pregunta es tan sencilla de responder querida, dime tu que prefieres ¿algo viejo y feo de la temporada pasada o algo bonito y fabuloso a la moda?

Maldita, moría por abalanzarme a ella y despedazarla.

- ¿Y ustedes? - tragué el nudo en mi garganta- ¿lo supieron todo este tiempo?

-Livie yo- empezó a formular Greta.

-Ellas sabían a qué bando debían pertenecer, además deberías agradecerme sabes que entre las dos, las relaciones son más lo mío. Desde ahora dejas de ser parte de nuestro circulo y de cualquier otro, ya no eres una reina, solo una simple plebeya.

-Eres una- me aproximé a ella furiosa y levanté mi mano para arrancarle la mejilla de un solo golpe.

-Yo no lo haría si sabes lo que te conviene- me detuvo antes de poder lograr mi cometido- no creo que desees que limpie el piso con lo que aún queda de ti ¿verdad Olivia? Así que chuchu- soltó mi muñeca de forma violenta y luego movió su mano como si de echar a un perro se tratara- vete no nos estorbes más.

-Púdranse- espeté alejándome de ellos- ah y Brianna- dije mientras me volteaba- ¿Qué dice tu gordo trasero de esto? - le enseñé mi dedo de en medio.

Después de desaparecer de sus ojos corrí hacia el estacionamiento, el nudo en mi garganta quemaba, era insoportable, tras estar dentro de mi auto todo el líquido que estuve reteniendo se liberó descendiendo por mis mejillas como ríos acaudalados, odiaba a esas hipócritas ¿cómo pude llamarles amigas? Me vieron la cara de estúpida por semanas, me sentía tan tonta, tantas veces que emocionada compartí los detalles de mis citas y esta mañana ayudándome a elegir el atuendo, jamás las creí capaz de esto. Arranqué el vehículo dispuesta a irme ya, este era el último lugar en el que deseaba estar.

En cuanto llegué a mi casa subí de inmediato a mi cuarto a llorar hasta que ya no salió nada de mis ojos, mi madre me dio consuelo, ella sabía lo que era una decepción amorosa, Dereck era un imbécil que solo me utilizó para llegar a la que hasta hace una hora llamaba mejor amiga, ambos se merecían el uno al oreo, falsos, fríos, almas despiadadas sin corazón ¿Qué podía haberle hecho yo para merecer esto? Siempre fue una amiga incondicional y di todo de mi por Bella y por las otras.

- ¿Estás segura que no puedes transferirme de colegio? - pregunté de nuevo a mamá.

-Sus ojos avellana me observaron tristes mientras negaba con su cabeza- no Livie, tienes que enfrentarlo, demostrar lo valiente y fuerte que eres, una persona cobarde huye, la Olivia que conozco no haría eso, siempre con la cabeza en alto demostrando lo poco que eso le afecta. No puedes darles el gusto a esas víboras, muéstrate más radiante y hermosa que nunca.

-No es tan sencillo- hundí mi rostro en la almohada.

-Por ahora no lo ves así, sin embargo, te aseguro que lo superaras.

-Para ti es fácil decirlo- oí el timbre de la puerta.

-Ya vuelvo querida- acarició mi espalda.

- ¿Puedes traerme un bote de helado cuando vuelvas?

-Está bien- la escuché levantarse.

Anhelaba desaparecer y reaparecer en alguna playa con un sol abrazador como compañía y un bello atardecer, distraerme con el movimiento de las olas, dejando a mi mente irse con ellas a un sitio tranquilo. En lugar de eso me encontraba tumbada en mi cama, burlada, denigrada, molesta y con mi dignidad por los suelos, mañana me convertiría en el hazme reír del colegio, todos hablarían de mí, de la reina caída.

-Cariño, hay alguien que desea verte.

-Dile que se vaya no quiero ver a nadie.

-No seas grosera, le diré que suba- se marchó de nuevo y segundos después me percaté de pasos que se detuvieron en el marco de mi puerta.

- ¿Olivia? - la suave voz de Freya llegó hasta mis oídos.

-Sorprendida me enderecé sentándome en mi cama- ¿Qué haces aquí? - expresé enojada apartando todo rastro de llanto en mi rostro.

-Quería disculparme contigo- mordió su labio nerviosa- te juro que no tenía idea, era desconocido para mí los planes que tenían, incluso la relación de Bella y Dereck, de lo contrario te habría dicho- concluyó con timidez.

-Vale te creo- articulé después de ver la sinceridad en su mirada- no pensé que vendrías yo supuse que como Brianna y Greta preferías quedarte con Bella, tener popularidad, seguir con tu estatus.

-La popularidad no lo es todo, además prefiero ser invisible que estar con tres chicas hipócritas que se hacen llamar hermanas y traicionaron a una de las suyas, eso no es lo que quiero, no me uní a ustedes para convertirme en una bruja sin corazón, solo deseaba tener buenas amigas, por esa razón estoy aquí sé que eres diferente, tu no habrías hecho algo como eso- elevó las comisuras de sus labios.

-Eres muy amable- quité el mechón de cabello rebelde que tenía por costumbre caer en mi cara- conozco a Bella y sé de lo que puede ser capaz te acabarán como a mí.

-Ya te dije, eso no me importa, así que nena deja de sufrir por ese imbécil y por amistades que no valen ni un bolso Chanel, no quiero que termines arrugada como una pasa, seca de tanto llorar, levántate cualquier sitio es mejor que estar encerrada y deprimida.

-Te agradezco que quieras animarme, la verdad es que no tengo ganas de salir, ¿Qué tal si me los encuentro? No me siento capaz aun parar verles, prefiero quedarme en casa.

-De acuerdo nos quedaremos en casa y tendremos una noche de películas, pediremos pizza- se deshizo de su bolso colocándolo al pie de la cama- ahogaremos nuestras penas en el helado y el jarabe de chocolate, pero mañana irás al instituto como una persona totalmente renovada, como el ave fénix que renace de las cenizas, les demostrarás que tu no estas acabada, que sigues con la cabeza en alto como la reina que eres- me envolvió en sus brazos.

- Si tienes razón- correspondí su demostración de afecto, sus ánimos me habían servido y me hallaba un poco mejor- que traigan el chocolate esta noche nos olvidaremos de todo.

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