JiMin y YoonGi iban tomando sus manos mientras caminaban.

- Ya me cansé... Yoon- JiMin le dice y lleva al mayor hasta un tronco que funciona como asiento.

- No hemos recorrido tanto- dice el mayor divertido.- Apenas empezamos a caminar...

- ¿Por qué abuelo Min, tiene tan lejos todo?- vuelve a quejarse- ¿No sería más fácil si todo estuviera al alcance? Algo podría pasarle mientras recorre la hacienda y nadie sabría...

- El abuelo siempre tiene bengalas al alcance o su telefono... no te preocupes, no creo que le haga falta, de todas formas el abuelo, disfruta caminar por las mañanas y las tardes- YoonGi menciona y se sienta al lado de su novio.

Es su última noche en casa del abuelo Min, para que regresen a su vida cotidiana en Seúl.

- ¿Cómo te sientes?- YoonGi le mira, JiMin puede ver preocupación y cariño. Le parece gracioso porque se supone que los sentimientos solo se demuestran con acciones, pero incluso una mirada del mayor le hace sentir querido y apreciado.

- Estoy mejor... sabía que la discusión sería grave...- mira el cielo nocturno con una sonrisa abrumada- Creo que nunca estaría listo para enfrentarme a ella, mi madre siempre a estado en contra de muchas de mis decisiones, pero es lo que quiero...

YoonGi le acerca para besar su sien.

- Te he visto esforzarte, te he visto dedicarte, incluso los niños te tienen un cariño inmenso... te he visto siempre dando lo mejor de ti...- YoonGi aparta los cabellos que cubren ese hermoso rostro que tanto ama- Y te admiro por eso, amor...- susurra y ambos sonríen mutuamente.

JiMin había dudado acerca de lo que quería al llegar a la universidad, pero decidió por la carrera de pedagogía, quería ser docente para niños. Le han gustado los pequeños y disfruta de estar rodeado de chiquillos llenos de dulce y pintura en sus manitas.

Aunque eso le haya provocado ir en contra de los deseos de su madre.

Siguen caminando, hasta llegar a la casa del abuelo, regresando de su paseo nocturno. Ambos le dan las buenas noches al adulto mayor y van a la habitación que comparten.

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- Platón decía, junto a muchos otros filosofos griegos, que el amor y la belleza estaban enlazados entre sí...- JiMin le explica a su novio. YoonGi adora ver esa expresión llena de felicidad en el rostro de su novio, tanto que, su mirada y mente se pierden mientras lo admira completamente- La belleza siempre ha sido relativa, porque dependiendo del sujeto, ésta podía ser algo útil, bello era incluso poder enterrar a tus padres...

- Me comentaste sobre eso...- YoonGi le dice y ambos toman sus manos- También en los estudios del psicoanalisis, tu sistema nervioso reacciona... si algo no te gusta, se activa la misma area cerebral designada para el temor o miedo ante algo... enviando sensores nerviosos a tu cuerpo que te hacen alejarte de inmediato...- el mayor le explica. JiMin le mira interesado en lo que dice.- De esta forma nosotros separamos lo que nos gusta y lo que no...

- ¿Recuerdas cuando empezamos a salir?- pregunta JiMin de repente. YoonGi le sonríe.- Al principio estaba confundido... y me asustaba en muchas formas, no por lo que pasara alrededor, sino que aquello que estaba sintiendo suponía que iba a llevarme a un rechazo... me asustaba perder tu amistad... por mi enamoramiento, estaba temiendo por algo que era incierto en muchos aspectos...

- Pensabamos similar... temía que huyeras al saber que me gustabas...- confesó el mayor.- No quería que te alejaras pero descubrí que me correspondías...

- ¡No lo recuerdes, Hyung!- JiMin dice avergonzado y dejandose caer sobre la mesa.

Y es que el día en que ambos se confesaron fue una comedia griega.
Porque YoonGi iba nervioso pero JiMin estaba mucho más, el menor terminó dandole un golpe por accidente, y lo más gracioso es que ambos terminaron por caerse.

- No fue grave y estamos bien... y mas importante, estamos juntos- YoonGi le calma. Aunque a él también le avergüence el recuerdo de su primera cita, del día en que se hicieron novios.

Ambos ríen buscando aminorar la vergüenza.

Sus días han vuelto a ser tranquilos, ir a la universidad, verse a la hora de comer, estudiar juntos en la biblioteca, volver a casa o salir a caminar cerca de su edificio.

Quizas por eso ambos se complementaban muy bien.
Porque habían aprendido a entenderse y comprenderse. A acompañarse en los momentos más pequeños, a esos a los cuales a veces nadie le tomaba importancia.
YoonGi había aprendido que a JiMin le gustaba la música, pero al mismo tiempo, disfrutaba de los silencios, estar abrazadps en la cama, mientras a lo lejos escuchaban el sonido de la lluvia golpear contra la ventana de su apartamento. JiMin era alguien sencillo que no necesitaba grandes cosas para ser impresionado o sentirse querido. Pero al mismo tiempo, disfrutaba de las sorpresas significativas.

Cómo cuando iba a recogerlo a su edificio y le llevaba su batido favorito, o cuando le llevaba el desayuno a la cama, recordar su aniversario era algo que a JiMin le conmovia. Bastaba con ir a pasear juntos, comer en algún puesto callejero, o jugar en algún parque de atracciones. Incluso cuando no tenían el tiempo de celebrarlo, YoonGi buscaba sorprenderlo, con alguna flor, le hacía una tarjeta a mano y se la dejaba al lado de la cama.

Es verdad, YoonGi no era muy demostrativo, pero le gustaba ver la sonrisa en el rostro de su novio. Esa sonrisa que le alegraba el día, esa misma sonrisa que le recibía luego de un día de clases o un turno de trabajo.

Por eso, valoraba cada momento con JiMin, le gustaba su voz al momento de contar o relatar algo, le gustaba su forma de ser, con cariño puede ver el brillo en los ojitos de su novio...

- En verdad, te amo, cariño...- le susurra. JiMin se sonroja pero le abraza y le mira con una sonrisa.

- ¿Cómo sabes que me amas?- le pregunta el menor avergonzado.

- Es algo que se siente... mi cerebro lo reconoce, porque me ha hecho ver que a tu lado, no necesito más...- YoonGi le susurra mientras aparta el flequillo que esconde las bonitas cejas de su pareja. ¿Acaso hay algo en JiMin que no le parezca hermoso? Sonríe. Todo en su novio es precioso.

- Somos muy filosoficos, Yoonie...- JiMin le dice y le da un pequeño beso.

- Así nos amamos, bebé... soy tu platónico después de todo...

Y la risa tímida de JiMin le ha mejorado el cansancio de la semana....