Te tardaste en aparecer

Jadea suavemente...

JiMin, se sujeta de los hombros del mayor, disfrutando del momento que comparten. Es una de esas tantas noches, dónde están lejos de presiones o cargas de estudio.

JiMin besa lentamente los labios del mayor, mientras YoonGi lo sujeta de la cintura, disfrutando verlo tan sudado sobre su cuerpo. Sí pudiera poner en palabras la belleza del cuerpo de JiMin, sería implícitamente arte.

- Yoonie...- suspira al sentir los besos en su cuello, esos besos delicados que le hacen estremecerse y sonreír. Que le llenan de calidez el alma...

YoonGi le mira con una sonrisa y acaricia su mejilla, una vez puede enfocarlo con la tenue luz que entra por la ventana.

- Te amo...- le susurra, esas palabras de ensueño y que provocan el suicidio lento de cada persona que las dice.

"Decir te amo, es entregar una parte de ti al sujeto a quien se lo dices, de esta forma, parte de tu vida se va, es un suicidio lento... pero aún sabiendo que pueden morir diciendo te amo, los seres humanos siguen diciendolo. Llegando pausadamente a su final, quizás por eso no puedes decirselo a cualquiera ni a la ligera... no todos merecen que mueras lentamente por ellos..."

- Decir te amo...- JiMin jadea, con sus ojos entreabiertos.

- Vales la pena...- YoonGi le sonríe, le mira con ternura y no puede evitar pensar que es afortunado. Amando a ese pequeño ser que le ha demostrado grandeza y fuerza, que le ha dado las mejores experiencias, que supo ver más allá de una chaqueta gastada y un jeans roto, más allá de su gorra y aretes en la oreja, pudo ver más que solo un chico que aparentaba ser rudo para evitar problemas, miró lo que nadie había visto... que ni siquiera él mismo sabía que poseía.

Ambos se miran, han pensado en lo mismo, un beso les hace llegar. YoonGi se acuesta con cuidado sin salir del interior de su novio y atraerlo a un abrazo que promete todo en silencio.

- ¿Qué estabas leyendo, en el campus?- pregunta el mayor en medio de cómldo silencio.

- Sigo con mi investigación- le responde JiMin- He estado conociendo un poco de la forma en que Platón pensaba, respecto a los sentimientos... siendo uno de los mas grandes pensadores del mundo antiguo, tenía ideas muy concisas... demostraba que el amor era algo dedicado a la ciencia, a la sabiduría y al conocimiento, a todo eso intangible...- y YoonGi ama cuando JiMin habla de esa forma.

- Creo que comprendo...- menciona- Cómo psicologo me intereso por el sentimiento y el pensamiento de las demás personas...- las caricias en la espalda baja de JiMin no se detienen. Ama en silencio su piel tostada y esa sonrisa que posee. JiMin es feliz con sus caricias...

- Quizás pueda entrar a una de tus clases..- JiMin menciona emocionado. YoonGi suspira, pero no deja de acariciar a su novio.

- ¿Te gustaría que te preste los libros de psicoanalisis que tengo?- YoonGi pregunta.- Sé que vas a aburrirte sí no hablan de lo que te interesa saber... aún los tengo... puedes usarlo.

- Eres el mejor novio...- JiMin le dice sonriendo y llenando el rostro de YoonGi de besos.

- ¿Cómo sabes que soy el mejor novio?- YoonGi le pregunta mientras lo deja bajo su cuerpo. JiMin ríe y sonroja al sentir cómo su novio se mueve lentamente aún en su interior.

- Sabes que es una metáfora, no tengo experiencia en ese tema... fuíste el primero en muchas cosas, y por eso mi cerebro te procesa cómo el mejor, porque la vida contigo ha sido bella...- jadea y YoonGi sonríe- Platón dice... que solo podemos amar lo que conocemos... por eso...- sus palabras se cortan, mientras YoonGi presiona su cadera y se empuja lentamente en su interior.

- Estudiemos a Platón después... bebé, ahora solo quiero que digas mi nombre...- YoonGi le susurra al oído.

JiMin suspira y deja que el mayor le explique con lentos movimientos llenos de placer, lo que sabe y lo que ama...

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Por las mañanas, la rutina de JiMin es, despertar, usar el baño, tomar una ducha e ir a despertar a su novio, en caso de que YoonGi no se haya levantado. El mayor sin embargo... no está en la cama...

- YoonGi...- solo con una camiseta del mayor puesta, sale en su busca. Lo encuentra cocinando, con una toalla alrededor de su cuello- Debiste despertarme...- es lo primero que dice. Sonríe al escuchar la risa de su novio.

- Iba a llevarte el desayuno, anoche te quedaste hasta tarde, investigando a Platón...- YoonGi menciona mientras sirve el desayuno.

- Fue alguien más quien me tuvo despierto hasta tarde...- sus palabras sonrojan a su novio.

- No escuché quejas al respecto, más que mi nombre en medio de tus jadeos- YoonGi se acerca peligrosamente hasta él, son pocas veces que hacen insinuaciones de su intimidad, ya que ninguno de ellos siente correcto hacerlo, pero en esos momentos en los que surge tan espóntaneo, no se niegan a coquetear de esa forma.

JiMin sonríe cuando YoonGi acaricia sus muslos desnudos, y levemente sube sus manos, hasta su cadera, aun debajo de su camisa.

- Me gusta cuando tu cabello está húmedo...- susurra JiMin enredando sus manos en el cabello de su novio.

YoonGi sonríe y el ambiente cambia a uno divertido. YoonGi comienza a sacudir su cabeza y gotitas de agua caen sobre la piel de JiMin. Su ducha ha sido muy reciente...

- No... Yoon... está frío- JiMin ríe y trata de detener a su novio. El agua está fría y su novio insiste en humedecer un poco su piel.

Por eso quizás ambos, se complementan de una forma tan interesante. JiMin siendo un estudiante simple que buscaba todo aquello que nadie veía atractivo... aquello que para muchos pasaba desapercibido, cuando comenzó su relación con YoonGi, las cosas eran muy diferentes, ambos eran tímidos... y dificilmente podía ponerse de acuerdo para verse, ya sea por el trabajo de YoonGi o por los constantes viajes que JiMin hacía.

Pero en medio de eso, encontraron la forma... y por eso valoraban el tiempo juntos, Platón explicaba que el ser humano se mantiene dentro de una búsqueda, porque así funciona la vida, mientras te mantengas en esa búsqueda puedes afirmar estar vivo...

- Te quiero...- a veces es más significativo...- Iré a ducharme...- JiMin le dice a YoonGi y le da un corto beso. Un roce que hace suspirar al mayor.

No puede evitar sonreír al ver a su chico alejarse con una sensación llena de felicidad...

- Sí estoy enamorado...