capitulo 26
Ninguno de los empleados quería acercarse a preguntar si querían algo de tomar cuando la atmósfera de ellos tres era una pensada, tanto que por un momento pensaron que entré ellos de odiaban y que alguien los había obligado a asistir.
Pese a la tensa atmósfera uno se armó de valor y fue a tomar sus pedidos, ellos tres pidieron un café latte. Fue preparado y servido en menos de tres minutos. Ya en la sala solo quedaron los tres, Jude, Cameron, Agni.
‹Esto es muy sofocante la verdad al punto de querer vomitar por ese malestar en mi estómago, pero tengo que hacer esto para ponerle fin a la relación que una vez tuvimos porque no pienso volver.
No me estoy haciendo el difícil ni porque quiera recibir una disculpa principalmente de Juliano, no. Simplemente ya no veo como mi hogar esa casa mas bien nunca fue mi casa, era un desconocido viviendo entre ellos creyendo ser su familia.› Agni suspiro profundamente y antes de hablar le dió un gran sorbo a su café latte.
—Entre más rápido sea la charla mucho mejor.—Expresa mirando el reloj en muñeca.
No puedo hacer esperar por tanto tiempo a mi joven maestro cuando, yo, soy su empleado y él mi empleador. Le comenté que podía irse pero su respuesta fue un rotundo no, que me esperaría mientras hablaba unas cuantas cosas con Kel. Al parecer un conocido de Kel le está causando problemas porque últimamente a vuelto al colegio tarde y con la ropa arrugada como rosones en sus mejillas no tan notables a menos que estes muy cerca de su rostro.
—Digamos todo lo tenemos que decir para poder marcharnos.
—Hijo.—Agni sintió una horrible punzada al escuchar ese "hijo"—Me disculpo por estar siendo insistente estos últimos días cuando comentaste que te diéramos tiempo.—Habla nerviosamente.—Sin embargo, no podía aguantar mas.
—Como siempre ignorando lo que yo quiero y haciendo lo que se les plazca.—Bufo.
—¡Claro que no ignoré tus deseos!
Ha estado fuera de casa tanto tiempo que no sé si el estar en la infantería le dejo alguna escuela, enfermedad, es por eso que no podía retrasar mas está charla porque si está pasándola mal quiero llevarlo al hospital para que lo traten.
No puedo seguir cometiendo mas error con Agni tengo que ponerle mas atención tanto como lo hago con Cameron, de esa manera volveremos a cómo éramos antes. No debo de preocupar a mi hermana y padre donde quiera que estén descansado para siempre.
—Solo quería saber si estás bien.
—¿Si esto no es ignorar lo que quiero entonces no se que es?—Contesto fríamente.—Y como que es muy tarde el que te preocupes por mí... cuando mas te necesite no estuviste ahí.—Tal vez no debería ser duró con él pero recuerdo que también fuí abandonado por él.—Solo sigue ignorando todo lo que tenga que ver conmigo como lo haz hecho todo este tiempo.
—¡¿Cuando he hecho algo como eso, hijo?!—Se exaltó.—Es verdad que anteriormente no solía pasar en casa acusa del trabajo pero eso no significa que te haya estado ignorando, tuve que estar lejos para poder darles un futuro mejor.
—¡Eso ya lo sé y créeme que estoy muy agradecido que gracias a tu esfuerzo tuve algo que comer!—Exclamó.
Aunque esa persona me daba de comer el mínimo nunca me queje y fui comprensivo porque entendía las dificultades, sin embargo, ¿por qué a Cameron le daba tanto comida? Me pregunté en ese entonces y solo quise creer porque estaba enfermo e ignoré la respuesta muy evidente en mi corazón. Que Juliano tenía preferido y ya entiendo del porque, yo, no era su hijo.
—Sin embargo, ¿nunca te preguntaste del por qué tenía esa apariencia cuando se supone que comía muy bien?—Ve fijamente a Jude.—¿Sabías lo que pasaba en esa casa o simplemente escogiste no ver las señales?
—Agni, no seas tan brusco con nuestro padre.—Siguiere Cameron.
Ahora mas que nunca estoy convencido que le han estado lavando la cabeza, Agni no era así el siempre fue un hermano cariñoso que estaba al pendiente de mí y se preocupaba por como me estuviera sintiendo. Anteriormente le insiste de que fuera al colegio conmigo pero él con una sonrisa dijo lo siguente "no, será un gasto innecesario cuando me cuesta mucho el aprender." Eso no me gustó por lo que le insiste a mi mamá que lo convenciera pero tampoco resultó.
—Sigo sin entender el motivo de tu enojo pero eso no es para que nos trates tan fríamente... Cómo dos desconocidos.—Cada vez que habla o nos mirá es eso, como si estuviera enfrente de dos desconocidos...
—Porque eso es lo que siempre hemos sido, desconocidos fingiendo vivir en un familia feliz cuando era todo lo contrario.—Declaro monótono.—Estoy seguro que si no cumpliera años el mismo día que tú ni siquiera lo recordaría.—En sus labios se plasma una sonrisa burlesca.—Corrijo, aún cuando cumplimos años el mismo día siguió siendo un cero la izquierda.
—Eso no es así.—Responden Jude.—No escogí nada y no comprendo tus preguntas anteriores.—No estaba mintiendo.—Juliano me comentó que estabas enfermo y que acusa de eso estabas comiendo poco.—Añade.—Me preocupé y le dí dinero para que te llevará al hospital, ese día estuve muy ansioso por saber los resultados de los estudios que te hicieron. Supiere aliviado cuando me dijo que estabas bien que solo requerías tomar unas vitaminas.
—¿Cuáles estudios?—Preguntó incrédulo.
‹Nunca voy a terminar de conocer a Juliano por lo visto, si le llegó a mentir al respecto a su esposo, ¿en cuantas cosas mas le habrá mentido? O, ¿tal vez solo son excusas o mentiras de esta persona para evadir las culpas? No lo sé, ya no puedo creer en ninguno de ellos porque podrían estar mintiendo solo para que vuelva a esa casa.›
Agni desde que tiene memoria no recuerda pisar un hospital acusa de estár enfermo, si iba pero cuando le tocaba visitar a su abuelo pero de hay ir cuando tenía una fiebre que hasta le dolía los huesos, no.
—Nunca me hicieron algo como eso mucho menos tomé vitaminas.—Ve a Cameron.—Si te envío evidencia seguramente eran de tu único hijo, Cameron.
—¿Qué?—No podía creer que Juliano haya hecho algo como eso mas cuando los estudios realizados decían "Agni."—Tal vez no lo recuerdas porque fue hace un tiempo...
—¡Lo recuerdo perfectamente bien!—Vocifera.—¡Recuerdo cada uno de sus tratos y mirada de desprecio como si fuera la cosa mas sucia que haya visto en su vida!—Confesó conteniendo sus lágrimas.—Cada vez que me veía o me hablaba me llevaba a preguntarme, "¿por qué me odia tanto? ¿Por qué me mirá con tanto desprecio y Cameron lo ve amorosamente?...—Guarda silencio por unos segundos acusa del nudo en su garganta.—¡No comprendía del porque yo no era digno de un beso de buenas noches si también era su hijo!—Libero todo lo que había estado guardando.
Los dos presentes se quedaron sin poder decir algo ante tantas declaraciones, estaban en shock, dudosos de que fuera cierto puesto que Juliano siempre se mostró cariñoso con Agni (solo cuando ellos estaban presentes) por lo que les costaba creer que haya hecho algo como eso.
—Si.—Sonríe para no llorar.—Me esperaba esa reacción y es como van a dudar de su amado Juliano si es un pan de Dios.—Es está una de las razones por las cuales Agni nunca contó nada porque sabía que no le iban a creer.—Mientras ustedes vivian en su mundo de color de rosas, yo, me estaba pudriendo en el dolor.
—Agni, debe de haber una equivocación.—Cameron agarra las manos de su hermano.—Mi mamá no es así y lo sabes muy bien, él siempre nos ha cuidado mucho...
—Eso solo te incluye únicamente a ti.—Lleva sus manos bajo la mesa.—Eres su bebé el único que merece su amor.
—Hijo, no es dude de ti pero tal vez el que hayas estado en la infantería y que cayeras en ese lugar te hizo creer recuerdos que no existen.
—Jajajaja.—Sonríe incrédulo.
¿Qué estába esperando de estas personas? Mi corazón ni debería de doler y sus palabras tampoco tendría porque lastimarme, pero lo hacen... Después de todo muy en el fondo quería creer que al escucharme él que es el hermano de mi mamá, me creería... Puse demasiada fe en él.
—Tengo una pregunta para ti, padre.—Esta será la última vez que me dirijo a él de está manera.—¿Por qué no me búscates cuando te dijeron que estaba muerto?—Quiero saber su respuesta.—¡¿Por qué solo me diste por muerto y ni siquiera tuviste la mínima intención de ir a buscarme?!—Sus manos se vuelve un puño.—¡Comprar con tus propias ojos que era cierto...!
—¿Acaso por eso fingiste tu muerte?—Preguntó Jude.—¿Lo hiciste solo por eso?
—¿Qué?—El último sentimiento y respeto como agradecimiento que Agni alberga por Jude, se esfumó con las dos grandes gotas de agua deslizándose en su rostro.
—Padre, ¿cómo puedes decir algo como eso?—Cameron no podía creer que su padre pensará de esa manera porque él nunca se puso ni pensaría que Agni haría algo como eso.
—Es bueno saber que piensas de esa manera, tío.—Limpia sus lágrimas al hacer eso no vio el sobresalto y mirada de susto en Jude.—Si iba hacer una dura carga para ti porque con mi nacimiento murió tu amada hermana, entonces no te hubieras hecho cargo de mí.—Declaró.
—¿Q-Qué?—Tartamudea.—¡¿Cómo es que tú...?!
—¡No le hubieses prometido nada a mi mamá y solo me hubieras dejado en un orfanato, no sería mucha diferencia entre ese lugar y su casa!—Gritó.
—¡¿A-Agni, quién te dijo eso?!
¿Cómo es posible que se haya enterado de eso?! Las únicas personas que lo sabíamos somos mi esposa, mi papá, hermana, el doctor, y, yo. Dos de esas personas están muertas.
—¿Desdé... cuando sabes eso?—Su voz temblaba.—Hijo, déjame explicarte...
—No soy tu hijo, tío.—Hablo con firmeza.—Saberlo me alivia un poco porque ahora sé que mi madre si me amaba, también entiendo del porque nunca le agrade a Juliano y del porque tú inconciente o consiente trazabas una línea entre tú y yo por el simple hecho de que con mi nacimiento murió tu hermana...
—¡No es así!
—¡Claro que es lo es!—Contradice.
—¿De que estás hablando?—Pregunte.—¿Por qué le dices tío a nuestro padre?
—Es tal como lo escuchas tú y yo somos primos no hermanos.—Enfatiza.—No nacimos del mismo vientre y con gran alegría debo de decir; gracias a Dios por ello.—Bebe de un solo sorbo su café.
—Hermano, si estás bromeando eso no es divertido.—Sonríe rígido.—Si estás haciendo esto porque quieres hacernos sentir mal no lo hagas, por favor.—Suplica.—Si, tal vez fuimos muy insensible en no ir a buscarte cuando te dieron por muerto pero no olvides que en parte fue tu culpa, fue tu decisión ir a la infantería.
—¿Mi culpa? ¿Mi decisión?—Golpea la mesa.—!Fueron tus padres los que me vendieron!—Exclamó.—Sin su firma no hubiera ido a ningún lado.—Muerde su labio.
—¿De que firma estás hablando?—Jude no entendía.
—Tu amado esposa me lo dijo y me mostró el papel que firmaste, ese donde dabas tu permiso para que fuera a la infantería.
—¡Qué!... ¡No hice nada como eso!
—¡Sabes cuántas veces les escribe suplicando que me sacarán de ahí porque nunca fue mi decisión ir a ese lugar! ¡¡Fueron muchas veces!! Sin embargo, ¿cual fue la respuesta de mi tío? nada, no respondió.
—¡Eso no puede ser posible!—Jude se exalta.—No me llegó ninguna carta y mejor dicho tú nunca respondiste las mías.
—¿Como se supone que voy a responder una carta que no existio?—Pregunte dándome cuenta de lo que posiblemente sucedió, debe de haber sido obra de Juliano.—No odió a nadie de ustedes y mucho menos guardó resentimiento no voy a vivir de esa manera, ya no puedo seguir viviendo esperando o sintiendo algo por ustedes.—Se pone de pie.—Pero tampoco significa que volver con ustedes y mucho menos a verlos.—Les da una última mirada.—Apartir de ahora sigamos viendo como lo que somos, desconocidos.
—¡Agni!—Gritan los dos presentes queriendo ir detrás de él. Sin embargo, aparecieron dos guardaespaldas abriendo el paso a su enfurecido joven maestro Adair, que traía consigo una presión muy pesada.
—Ahora es nuestro turno de hablar.—Expreso mientras cargaba el arma en sus manos con todos balas.
Adair estába dándoles a entender que esas serían para Cameron y su padre pero mas bien el beta iba a jugar un rato con ellos, Adair no tenía pensado eliminarlos así de fácil y mientras el cubría de miedo cada rincón de ese lugar, Agni estaba haciendo una llamada.
——Agni.—Se emocionó al recibir la llamada de su hijo.
—Señor...—Guarda silencio sin comprender del porque quería escuchar la voz de Rei.
—¿Sucedió algo?—Se preocupó al escuchar la voz apagada de Agni.—Alguien te hizo algo si fue así dime he iré a hacerles pagar porque nadie lastima a mi hijo y sale impune.
Agni sintió una agradable sensación en su pecho tras escuchar las palabras de su padre, al escuchar con la firme y preocupación en su voz.
—Si un día llegan a tocar tu puerta y te dicen que morí pero que no lograron recuperar mi cuerpo, ¿qué harías?—Preguntó con un nudo en su garganta y corazón.
—Así tuviera tu frío cuerpo en mis brazos no podría aceptar tu muerte, te buscaría hasta por debajo de las piedras, tierra.—Respondió.—Eres mi hijo como se supone que me daría por vencido a la primera y mas cuando no hay un cuerpo, sin importar los años o toda la vida te seguiría buscando. Es lo que tenía pensado hacer al enterarme que Rosalyn tuvo un bebé y que ese chico había muerto.
Agni sintió genuinamente la sinceridad de Rei atraves de cada una de sus palabras, de igual manera una alegría como lágrimas se desbordaron y quedaron expuestas.
—¿Agni?—Me preocupé al escuchar ese llanto que no parecía detenerse.
Rei finalizó la llamada al mismo tiempo que salía del auto que acaba de estacionarse enfrente del joven alfa, a Rei se le había enviado la dirección de Agni y ese fue Adair, el quería ser quien lo consolara pero pensó que mejor fuera Rei porque es el padre del alfa, y en estos momentos es lo que Agni necesitaba..
—Agni.—Lo arrullo en sus brazos.
El joven alfa no lo rechazo y solo aceptó el abrazo mientras dejaba salir ese dolor que había contenido todo esté tiempo, tenía que liberarse de eso para que el día de mañana eso ya no sea una carga.
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