capitulo 24

El rugido de la motocicleta detuvo todo movimiento del guardia de seguridad que estaba por cerrar las puertas del colegio, dandole suficiente espacio para que pasará solo entonces cerro por completo las puertas sin la intención de volver abrir hasta que sea la hora de salida.

—Muchas gracias señor Hen.—Agradece que no lo haya dejado a fuera porque tenía esa orden si los alumnos no llegaban a tiempo.

‹Por poco y no llego todo por culpa de ese maldito de Eros, cuando desperté me encontraba amarrado y con una camisa que no recordaba llevar puesta antes de caer inconciente.

Estuve a punto de romperle la cara a Eros con mis dientes pero el guardaespaldas lo impidió también me explico del porque tuvo el atrevimiento de cambiar mi camisa la cual me entrego toda manchada de sangre al igual que la de Eros, la verdad que no recuerdo haberlo mordido, tampoco me importa si fuera así y si lo hice es porque se lo merecía.

Y ese guardaespaldas también me hizo saber que no me soltaría a menos que me fuera en silencio, no quería seguír discutiendo ya le había dado su merecido a ese bastardo de Eros el cual todavía quedaba inconciente cuando me fuí.› Baja de la motocicleta dejado el casco a un lado, frotando por momentos su hombro que dolía y era incómodo cuando lo movía con rapidez.

—¿Puedo preguntar por qué viene tan tarde y que le pasó en la frente?—Preguntó al ver la curita en la frente del joven.—Usted siempre es uno de los primeros al igual que el joven Zat.—Comentó.

—La llanta de la motocicleta se pincho y tuve que llevarla al taller más cercano.—Mintió sin pestañear.—Esto me lo hice cuando salía del taller.

No puedo decirle que me puse a discutir con Eros, una discusión que nos llevo a los golpees y rodar por la acera de la calle. Sin temor a equivocarme estoy seguro que mi espalda arde por lo mismo por las piedras con las que se impacto mi espalda... No sé cómo se lo voy a explicar a mis padres, más papá que siempre suele inspeccionar mi cuerpo luego de las clases de karate.

—No vamos señor Hen.—Se despide antes de irse a su salón.

‹Adair comentó que hoy estaría ingresando Agni a su primer día de clases, ¿vendría o no vendría? Lo sabré cuando estemos en receso porque ya es tarde, no hace menos de dos minutos que entraron a los salones.› Apresura su caminar por los interminables pasillos del colegio hasta que llegó a su destino.

—Buenos días, profesa.—Saluda respetuosamente.

Ella es una mujer de estatura promedió muy bien parecida, de cortos cabellos grises, una bonita mirada marrón. Ese traje de dos piezas define su esbelta figura.

—¿Kel?—Se sorprende verlo llegar tarde en su momento creyó que no vendría.—Tres minutos tarde.—Señal.—¿Sucedió algo?

—Se pincho la llanta de mi motocicleta.—Miente un vez mas pero de todos sus compañeros uno no le creyó, ese compañero es su mejor amigo, Adair.

—Es por ello que les digo que están muy jóvenes para montar esas cosa peligrosas.—En la próxima reunión hablare sobre eso con los padres.—Puedes ir a tomar asiento, la clase está por comenzar.

—Con permiso.—Si dirige a las últimas mesas ahí yacía Adair con su mirada inexpresiva, sosteniendo un bolígrafo en su mano mientras que la otra la apoya en la mesa y sostiene su rostro.

‹Adair se ve mas serio de lo normal, ¿sucedería algo que lo tiene en ese estado? Ya me encontró curiosidad mas cuando estoy viendo a Cameron, este lo está viendo sin la mínima intención de disimular. ¿Pasaría algo entre ellos dos para tener tal atmósfera?› Kel procedió a sentarse junto Adair, no muy lejos de él se encuentra la mesa de Cameron.

—Me dices la verdad de que te sucedió después.—Expreso Adair.

—Bien.—Sabia que sería el único en no creer mis mentiras.—¿Por qué tienes esa mirada de querer ensartar ese bolígrafo en alguien en específico?—Preguntó muy bajito.

‹¿Oh estará irritado por qué su adorable guardaespaldas no puede estár en el mismo salón que nosotros? No me sorprendería que fuera por eso, el maniático de mi mejor amigo quiere ver y tener a Agni todo el tiempo cerca suyo, solo me basto convivir con ellos dos por unos minutos para darme cuenta de eso. Solo que Agni no es un poco lento para captar las indirectas bien directas de Adair...›

—Acabas de pensar que mi cachorro es adorable, ¿verdad?—Raya fuertemente la hoja de papel sobre el escritorio.—¿Quieres morir?

—No quiero eso asi que lleva ese bolígrafo lejos de mí.—Maldito loco.—Y no, no estaba pensando eso deja de ver cosas donde no las hay.—Desvia la mirada a otra dirección que no sea la mirada penetrante de Adair.—Como sea, ¿por qué Cameron te está viendo con reclamo y decepción?

—Sobre eso...

                                   ••••••• Flashback ••••••••

Mientras se abrazaban un nuevo problema asecho al joven alfa que a penas se estaba recuperando, tras enterarse que sus padres en realidad no son sus verdaderos padres. Sin embargo, no tenía pensado huir nunca mas y con su mirada en alto y espalda recta se encontró con las miradas sorprendidas, temblorosas de su primo a quien a visto como su hermano desde siempre, y a su tío al que a llamado padre desde que tiene memoria.

Juden al instante en que conecto con esa mirada cafe sintió que su corazón y alma volvieron al puesto, ver ahí de pie a Agni sin ninguna herida y parado en sus dos pies le hizo suspirar de alivio.

—¡¿A-Agni?!

—¡¿H-Hermano?!—Tartamudean al unísono, cubriendo sus bocas ante la sorpresa y sin saber si lo que están viendo es real ni solo una ilusión. Ilusión de querer con todo su ser que Agni este vivo.

‹Mis sospechas eran correctas él si está vivo y el que lo haya visto como escuchado su voz, no era una ilusión acusa de mis deseos de querer verlo. Mi hermano no murió, él sigue con nosotros. Estoy tan feliz.

¿Pero por qué se encuentra pegado de esa manera a Adair? ¿Cuánto tiempo llevan conociéndose para ser tan íntimos? Solo ha pasado máximo un mes desde que esas personas dieron por muerto a mi hermano... ¿Eso quiere decir que durante ese tipo Agni a está viviendo con los Zat? Si en ese instante le hubiese dicho el nombre de mi hermano a Adair entonces me hubiera dicho que en su casa había alguien que de llamaba igual, de esa forma este encuentro no llegaría tan tardado.›

Cameron al ser el vicepresidente del consejo estudiantil tuvo que informar del porque estuvo ausente unos días cuando recién de enteró de la muerte de su hermano, por ello la mayoría sabía que había perdido un familiar.

—A-Agni.—Vuelve a decir su nombre.

—Pap...—Calló sin poder decir nada mas.

‹¿Cómo debería dirigirme a él apartir de ahora? ¿Padre? ¿Tío? ¿Cómo? No lo sé todo se ha vuelto tan confuso que solo ponerme a pensar en ello me duele la cabeza, no quiero tener jaqueca. No quiero y no voy a permitir nunca mas que estás personas tenga el control de mi vida, de mis emociones. Ya no más.›

Era inevitable que Agni no sintiera ese nudo en su garganta, o ese temblor en sus manos como labios ante la impotencia como la decepción, traición. Una emoción sofocante tras otra llegó a su ya herido corazón, solo que en está ocasión no se sentía solo. Había ese alguien que lo sostiene de la mano y era raro pero Agni estaba seguro que no lo soltaría en cambio lo atrapará en sus brazos por si el joven alfa cae sin poder evitarlo.

—Agni...—Juden mantiene su mirada en ese joven en todo momento, teme que si parpadea una sola vez lo perdera de vista.

Hermana, padre, gracias por devolvernos a Agni y no llevarlo consigo. Se los aseguro que no volveré ser un tonto al descuidarlo, está vez no permitiré que de vaya a nigún lado mucho menos que trabaje o algo por el estilo.

—¡¿Eres tú?!—Corre a su dirección era tanto el tembló en su cuerpo que terminó cayendo, amortiguó la caída con sus manos y a pesar de que dolían al igual que sus rodillas él se levantó, siguió corriendo.—¡H-Hijo, mi hijo!—Extiende sus brazos queriendo abrazarlo.—¡Estas vivo!

—Yo...—Evita que Jude lo abrace.—Hola.—En estos momentos únicamente podía decir eso un "Hola."

La mirada de Adair se percibe imperturbable pero si te fijas bien, esos ojos tienen una frialdad y un filo que te cortaría si lo llegases a mirar directamente. El beta se está conteniendo para no dar la orden de tirarlos en alguna corriendo de agua donde antes de caer por una cascada sus cuerpos serían estrujados por las afiladas rocas.

—¿Agni?—Jude se quedó con sus manos en extendidas en el aire.

—Se que tienes muchas preguntas tantas como las que yo tengo, y voy a preguntarte sobre todo de ella, tú hermana.—Vi la palidez en su rostro.—Pero por el momento no quiero hablar de nada.—Su mano libre se vuelve un puño y la que sostiene la mano del beta, puso mas presión ese agarre.—Solo déjenme tranquilo, me lo deben luego de venderme de esa manera.

—¿Qué?—Se confunde.—¿Vender a quién?

—No hagas como si no supiera de que estoy hablando.—Mira directamente a Juden.—Ya sabes que estoy vivo eso es más que suficiente para aliviar tus culpas por lo que hiciste ¿no? Como sea... Solo no me busquen aunque dudo que lo hayan hecho para empezar.—Dio la medía vuelta.

—¡Hermano, espera!

—Ya dijo que no quiere hablar con nadie.—Dos guardaespaldas se interponen entre ellos.—Por favor no hagan un escandalo, hoy el primer día de escuela del joven Agni, si en verdad dicen quererlo respeten su decisión y esperen que los contacte. Uno o tres días es lo menos que pueden esperar, ¿no?

Por mas que quisieran ir detrás de ellos dos los guardaespaldas no lo permitieron, estuvieron a segundos de llamar a la policía por disturbio solo que Jude subió al auto antes de que eso ocurriera, pero no se fue se quedó esperando hasta la hora de salida.

                                ••••••• Fin del Flashback••••••••

Desde entonces Cameron ha estado viendo con ojos acusadores a Adair, por interponerse en su camino ya que, al entrar al colegio quiso hablar con Agni pero el beta no se lo permitió. Y sabía que durante su estancia aquí tampoco iba a dejar que vaya detrás de su hermano.

—¿Adair?—Kel estuvo esperando desde hace ratos que su mejor amigo hablará, que saliera de sus pensamientos.—¿No me dieras que está pasando?

—Hablaremos de esos después de que terminé la clase.—Si es que Agni está de acuerdo porque no me concierne hablar de ello... Ya quiero verlo, preguntarle si estuvo bien su primera clase solo espero que se haya podido concentrar.

Agni al principio estaba muy nervioso cuando entro por la puerta y se presentó frente a su nuevos compañeros, estuvo a poco de tartamudear pero logró evitar que eso pasará. Creyó que lo mirarían feo puesto que es un colegio prestigioso pero para su sorpresa fue todo lo contrario. A Agni se le había olvidado que es un alfa y lo que conlleva ser uno en la sociedad.

—Con que así se siente estudiar.—Susurró con su atención puesta en la pizarra, tomando notas al igual que escucha atentamente a todo lo que dice el profesor.

‹Tal vez para las personas que empezaron a estudiar desde temprana edad esto sea aburrido, una monotonía, que tienen que estudiar para un futuro ser alguien mejor y obtener estabilidad económica cuando se empiece a trabajar o vivir tu día a día con lo poco que ganas. Sin embargo, esto para mí es divertido. El poder estar aquí rodeado de compañeros y escuchando lo que explica el profesor es lo que he estado soñando desde hace mucho tiempo...estoy alegre de poder estudiar.› Disimuladamente paso el dorso de su mano suavemente por sus ojos, secando la leve cristalización.

Por este instante Agni se había olvidado de todas sus preocupaciones y únicamente estaba enfocado su atención en lo que tiene frente a sus ojos, no quería pensar en nada mas que no fuera estudiar y en aquellos ojos casi dorados del joven beta.

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