capitulo 20

Busco en la cocina como en la terraza pero no encontró a la persona que buscaba, optando por creer que tal vez había salido a la tienda por algunas bebida o algo que necesitaría para la cafetería.

‹Ya que no está tendré que decirle a padre que lleve al colegio, ¿era tan urgente lo que tenía que hacer que ni siquiera dijo nada?› Dejó el vaso de agua a un lado de la cocina, regresamos a la sala.

—¿Cameron?—Lo vio con extrañes al ver que movía su cabeza a diferentes direcciones.

—Padre.—Dijo al instante en que se dejó caer al sofá.—¿Es tu día de descanso?—Preguntó, apoyando su cabeza en el soporte del sofá.

‹No tengo ánimos de ir al colegio, tengo tanto en la cabeza que no podré concentrarme y puedo llegar a comerte algún error en mis deberes como vicepresidente del concejo estudiantil; todo por pensar en la posibilidad de que mi hermano este vivo.

No puedo sacarme de la cabeza aquellas flores frescas en la tumba de mi abuelo, nadie a parte de nosotros le irían a dejar flores porque somos su única familia, no hay más. Le pregunté a mi padre si había sido él y respondió que no. Que tenía más de una semana de no ir. ¿Entonces quién fue? ¿Qué persona fue a visitar a mi abuelo y dejo tales flores?

...Fue Agni, ¿verdad? Mi hermano está vivo, lo presiento. Si es así, ¿por qué no quiere venir con nosotros? ¿Por qué nos hace sufrir de está manera? O, tal vez lo hace por eso mismo. Piensa que ahora que lo dimos por muerto es mejor así.›

Su padre tampoco sabía que Cameron y Juliano estuvieron siendo apuntados por un arma, ninguno de los dos quiso mortificar al alfa mayor.

—Sí.—Se sienta junto a su hijo.—Tengo tiempo para ayudarle a Juliano en la cafetería, últimamente hay muchos pedidos.—Abraza a su hijo.—Tu cumpleaños es pasado mañana, ¿qué quieres de regaló?—Preguntó, triste porque uno de sus hijos ya no estará presente en dicha celebración.

‹Tambien tendré que ir a dejarle flores a mi hermana, a pedir disculpas por no cuidar y proteger a su hijo como me lo pidió. Fallé como hermano y como padre será difícil enfrentarme a ella cuando llegué mi hora, conociéndola me tomará del cabello hasta dejarme calvo.› Una tristeza y recuerdos inundaron su mente lo que le hicieron sentir mas culpable.

Un pésimo padre que únicamente se dedicó a trabajar, a trabajar sin saber que estába pasando por la mente de sus hijos, o solo confío en la persona equivocada la cual se suponía que cuidaba de Agni. Pero no era así.

—No quiero que realicen nada.—No será igual si Agni no está presente, conmigo.

—Bien, será como gustes.—Besa la frente de Cameron.

—No vas a preguntar del porque.

—Ya lo sé, no es necesario que lo digas en voz alta.—Tristeza y más tristeza se refleja en su mirada.—Es porque nuestro Agni no estará presente, también porque quieres guardarle luto...

—¿Y si está vivo?—Preguntó, viendo la sorpresa y palidez en su padre.

—¿Qué?

—Sí, ¿qué pasaría si te confieso que lo vi en una ocasión y lo escuché en otra?—No puedo seguir escondido esto de padre.

Hablé de esto con mi papá la noche de ayer, luego de que regresaremos del cementerio. Él me vio extraño y no me quedo de otra que dejarle saber mis inquietudes, sospechas. Tenían que desahogarme antes de asfixiarme en las sospechas.

—¿Cómo así?—La esperanza brillo en sus ojos.—¿Dónde fue eso?

Es imposible que Cameron haya visto mal o escuchado de más, no cuando es un chico minucioso en cada una de las cosas que hace, atento siempre a su alrededor. Y también está el hecho que no se ha encontrado el cuerpo de Agni, sí es así entonces si existe tal posibilidad. ¡Mi hijo si puede estár vivo!

—¿No crees que me volví loco?—Pregunté, mi papá comento que vi y escuché Agni porque estoy muy estresado.

—¡No, nada de eso!—Gentilmente dejó caer su mano en la cabeza de Cameron.—No olvidemos que no se encontró cuerpo, y los milagros existen.—Menciona.—¿Dónde lo viste?

—Primero lo ví en el centro comercial, quise ir detrás de él pero me encontré con Kel, un compañero del colegio.—Explica.—La segunda vez fue en el cumpleaños del joven maestro Zat, fue cuando lo escuché hablar.—Mira a su padre.—Si existe tal posibilidad de que está con vida, ¿por qué no regreso a casa?—Abraza a su padre.—¿Por qué?

—Las personas que vinieron a dar la noticia comentaron que cayó en un lugar profundo, no sabemos cuántos días estuvo nadando en el agua y a que temperatura.—Habla sin romperse a la mitad pero su expresión era muy complicada.—Cabe la posibilidad de que no recuerde ni quién es, ¿tal vez la familia Zat se encontró con él y lo acogió?—Estaba deseando desesperadamente que sus suposiciones sean correctas.

——Estuve pensado algo similar y conociendo la amabilidad de la familia Zat, no dudó que haya sido así.—Son personas de dinero pero sobre todo con un gran corazón.—¿Deberíamos ir a pedirles de por favor que nos permitan buscar entre sus empleados?

¿Si hacemos eso sería una falta de respeto mas cuando no hay pruebas suficientes? Pero, y si en verdad Agni perdió la memoria y nos presentamos de esa manera podría asustarse.

—Mejor esperemos un poco mas.—No podía ir solo así sin ningún plan.—Hablare con el joven maestro Zat.

—Hablemos los dos juntos con él, te iré a dejar al colegio.

—¡Sí!—Ambos se emocionan ante la esperanza.—Pero antes hagámosle saber a tu papá...

—Él ya lo sabe.—Comunica.—Hable sobre esto con él ayer por la noche.

—¿Qué?—Él no me dijo nada de eso.

Recordando que solo entro a la habitación vistiendo lencería sexy, sin preocupación en su rostro solo unas ganas de compartir un momento muy íntimo con su esposo. Y sin imaginarse que en estos momentos se encuentra no muy lejos de la propiedad Zat.

Los finos nudillos se volvieron palidos por la excesiva fuerza al momento de agarrar el volante del auto, incrédulo ante la escena frente a sus ojos. En vez de estar feliz estaba verdaderamente indignando, conteniendo sus ganas de pasar su auto encima de uno de esos dos jovenes.

—¡No puede ser!—Exclamó, enfurecido.—¡Esto es inaudito! Es un malagradecido que solo juega con los sentimientos de las personas que lo quieren.—Estrella su puño contra el interior del auto.—Mi pobre Cameron sin poder dormir todo por su culpa.

Sus dientes presionan sin piedad su labio inferior, no tardó mucho en volverse morado y luego pálido, lastimado.

‹Al principio dudé de la cordura de mi hijo, verlo tan distraído, distante me alarmó. Me preocupaba que la muerte de ese inútil le afectará de tal manera que corría peligro de enloquecer; por escucharlo y ver a ese inútil en diferentes lugares, pero no. Mi bebé no estaba enloqueciendo, el muy sinvergüenza de Agni si estaba vivo. No eran alucinaciones de Cameron.›

Juliano hizo que su hijo le comentarán sobre sus preocupaciones, no podía seguir viéndolo en ese estado de confusión y pensativo por lo que solo pregunto que pasaba.

Cameron no tenía pensado hablar sobre lo que creía de que Agni estaba vivo, le preocupaba que su papá se “alegrara” y que al final sus suposiciones sean incorrectas. Decidido callar y decir que no pasaba nada, solo eran cosas del colegio. Obvió que Juliano no le creyó.

El Omega dejó ver una expresión de lamento e inmensa preocupación, a Cameron le dolió el corazón de solo verla. Era débil ante la expresión triste de su papá por lo que terminó expresando sus preocupaciones.

Cuando Juliano escucho todo lo primero que le vino a la mente fue; "Agni ni muerto dejá en paz a mi hijo, su muerte está causando tanto pesar en Cameron." Tentado a sacar una cita en psicología, pero su pensamiento cambio al escuchar la posibilidad de que Agni estuviera trabajando o viviendo en la propiedad Zat.

‹Fue bueno que haya venido a comprar las sospechas de Cameron, solo que rogué porque todo solo fuera una simple sospecha, presentimiento de Cameron.

pese a que lo estoy viendo me sigue pareciendo imposible de creer, en la manera que Agni se las ingenio para terminar siendo un empleado de los Zat.

Él se encuentra vivo y viviendo de lo mas feliz mientras fingió su muerte al parecer; sin importarle lo que sus acciones provocarían. Ya decía yo, que se puede esperar del hijo de una cualquiera y de un hombre maleante porque estoy seguro que ella andaba en malos pasos, así su familia la pintará de blanca palomita.

No por nada quedó embarazada de un hombre que ni se responsabilizó, debió ser un prestamista o vendedor de cosas ilegales como iba a presentarle esa clase de persona a su padre, hermano. Por algo la cría también tenía que salir como sus padres; un bastardo malagradecido que paga su cuidado así, fingiendo su muerte.

¿Qué ganaba con eso? ¿Acaso quería volver loco a mi hijo? Siempre he sabido que le ha teniendo envidia a Cameron, se metía a la habitación cuándo se lo prohibía únicamente para contaminar todo y que Cameron no se recuperará de su enfermedad, desde pequeño Agni ha sido un dolor de cabeza.

Me tocó amamantarlo cuando no era mi obligación, robándole la comida que tenía que ser de Cameron. La chaman expreso que esa era una de las razones de que el futuro de Cameron se contaminara.› Rechina sus dientes.

Juliano solo vio como el auto de los Zat se marchó con los dos jóvenes dentro, no iba ha seguirlos, no quería ser descubierto de por sí ya había sido difícil estacionarse en lugar donde no fuera notado por la seguridad.

—Si está vivo, ¿entonces que pasará con mi dinero del seguro de vida?—Su tez se volvió pálida, el perder ese dinero le asustaba mucho más que el hecho de que Agni haya regresado entre los muertos.

Se desintegra de a poco de solo pensar que su oportunidad de comprar una casa más grande, celebrar el cumpleaños de Cameron a lo grande más la posibilidad de guardar lo que sobre para la universidad de su hijo, se está yendo por el desagüe por culpa de Agni, por estar vivo y no muerto como debería de ser.

Mientras tanto en otra parte a las a fuera de una propiedad estilo europea, en una zona no tan concurrida yacía otro auto-camaro negro, a la espera de que salga la persona que han estado esperando desde hace un buen rato; sin embargo el adolescente sentado en la parte detrás se está impacientando, moviendo sin parar su pie que descansa sobre su muslo.

—¿Cuándo piensa salir ese maldito lengua suelta?—Preguntó, girando con su dedo índice una navaja suiza.

‹Al verme espero que me haga saber lo honrado que se siente, ya que es la primera persona que vengo a ver luego de salir de ese lugar.›

Sus pensamientos no eran tan agresivos como lo es su mirada, esos ojos gritan las amplias ganas que tienen de usar cada una de las cuchillas de esa navaja en sus manos.

—Joven maestro Eros, ¿está consciente de lo que pasará si su padre se entera de esto?—El guardaespaldas trata de hacer recapacitar a su joven maestro.

Solo han pasado diez horas desde que su castigo fue completado; siendo liberado de sus deberes en la infantería, solo que su padre aún no lo sabe. Eros tenía otros planes antes de regresar a su casa y volver a su día a día siendo un estudiante.

—Lo sé, y será mi problema.—Fulmino con la mirada.—Solo cállate que de lo demás me encargo yo...—Dejo de hablar tras ver salir la motocicleta, negra con azul.—Ahí está, síguelo y haz que se detenga mas adelante.—Ordenó.

—¿No lo cuida nadie?—Es hijo de un juez y de un empresario después de todo.

—No, sus padres ocupan otro método para vigilarlo.—Explicó.—Ademas no es como si le voy hacer algo, solo es una reunión “amistosa” con un viejo amigo...dejá de hablar tanto y darte prisa.

El guardaespaldas solo siguió las órdenes de su joven maestro, acelerando el auto tanto como le fue posible, el de la motocicleta al percatarse de esto también aceleró. Sin embargo, en eso el del Camaro hizo una maniobra peligrosa, cruzando el auto enfrente del de la motocicleta, este a duras penas logró frenar a tiempo.

—¡Maldito loco!—Baja de la motocicleta, se quita el casco.

—Que boquita tan maloliente la que tienes, Kel.—Sonríe al ver la expresión de sorpresa en el alfa.

—¡Tú!—Una sonrisa fría adorno sus labios al igual que en sus sanguinaria mirada.

—Tiempo sin vernos...

—¡Vete a la mierda!—Interrumpe al mismo tiempo que salta encima del auto para llegar donde Eros.—¡Te lo advertí la última vez que nos vimos, te dije que no mostrarás tu horrorosa cara frente a mí!—Salta sobre Eros.

Eros lo esquivó sus reflejos no son nada lentos, pero Kel no se queda atrás ya que logró agarrarlo del cuello de la camisa y llevarlo al suelo.

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