Lamentablemente y desgarradora es la vista en ese cementerio donde ya descansan los muertos y algunos vivos sufren la perdida de esos muertos como en el caso de ese hombre. Él parecía de unos 34 años y una apariencia bien refinada, pero con gran dolor y arrepentimiento plasmado en su rostro. Una culpa que lo asfixia a tal grado que parecía un animal acuático fuera del agua.

Esa persona llora amargamente mientras abraza la tumba de su amada, le ha estado pidiendo perdón desde que llegó al punto en que su garganta arde por la sequedad, pero las lágrimas cayendo de sus ojos parecían humedecer  un poco sus labios, percibiendo ese sabor salado que terminó por causar más ardor en su garganta.

—Rosalyn—Susurra bajito el nombre de su amada, acariciando la imagen de ella impresa en esa dura lapida, parecía un señorita de tan solo veintidós años de edad.—Querida, soy un bastardo de lo peor, ¿verdad?—Apoya su brazo sobre la lápida.

Sonrió tristemente al e imaginarse aquélla chica de voz dulce y hermosa mirada cafe, mirándole y hablándole como solo ella solía hacerlo, una mirada y voz que lograba derretir hasta el mas frío corazón y lo hacía actuar cursi.

Él se enamoró de la fortaleza y ferocidad de Rosalyn que no se dejaba intimidar de nadie así le advirtieran a punta de pistola, y trabajaba como si eso fuera la cosa mas maravillosa del mundo. Le encantaba socializar con las personas que compraban su producto.

—Se siente como si fuera ayer cuando hablamos animadamente en ese puerto.

Habían pasado tantos años pero en su mente los recuerdos siguen vivaces, como si ayer paso todo, pero fue a sus veintiuno la última vez que se vieron. Fue a sus veintiuno que tuvieron que separarse por mutuo acuerdo y con una promesa de por medio.

Hace años atrás...

Una tierna sonrisa se plasmo en sus finos labios, mirando la radiante alegría y energía de esa señorita. Ella amaba su trabajo así fuera pesado o le tocará espinarse sus manos limpiando o vendiendo pescado ella lo disfrutaba, es esa positividad y entusiasmo que atraía los clientes pero sobre todo su belleza. Rosalyn es una señorita con grandes atributos, rasgos fáciles finos a pesar de estar la mayor parte del tiempo expuesta al sol; sigue cuidando su bella piel canela.

—Rei, déjame de mirarme tanto y sigue limpiando el pescado.—Sonríe.

Me sorprendió verlo vestido tan arropado (lo bueno que es otoño) buscándome entre la multitud mi puesto en este mercado de pesca cerca del puerto, y así anduviera cubierto como si fuera una super estrella fue fácil reconocerlo. Él creyó que no lo haría pero fue tan obvio y aparte como no hacerlo si ya he visto todo de él, hasta desnudó.› Sus mejillas se sonrojan un poco al recodar eso último.

—¿Oh no puedes ni siquiera escamar un pez, joven maestro?—Sus manos se mantienen en su delegada y curvilínea cintura, mirando a Rei.

‹No es que Rei sea clasista pero sabiendo como ha sido criado el estar entre la humedad y el olor a pescado tiene que ser difícil. Sin embargo, verlo ahí esforzándose en limpiar un pescado por mas de diez minutos es algo adorable que quiero atesorar. Ningún joven maestro vendría a este lugar a embarrarse las manos con tripas de pescado.› Sonríe mientras le toma fotos y un vídeo de cinco segundos para conmemorar este día.

—Es imposible no quedarme absorto mirándote, y mucho menos concentrarme si te vez así de hermosa aún toda embarrada de escamas.—Señala sus mejillas.—Es más, me hace querer ya sabes que.—Coquetamente le guiña el ojo.

—Te voy a cerrar la boca con este marisco.—Advierte esperando que las personas no lo hayan escuchado.

Se me había olvidado que es un loco que no cuida su imagen, ¿piensa que aquí nadie lo reconocerá? Está muy equivocado, las personas que trabajan aquí es imposible que no reconozcan al hijo menor del gobernador de estado, si no hay día en que no aparezcan es las noticias mostrando su amabilidad, obras de caridad sin embargo; eso solo es en la superficie porque debajo de mesa hay mucha suciedad.

—En mi vida pasada debí salvar el mundo.—Sigue hablando ignorando la advertencia de Roslyn.—Solo eso explicaría del porque fuí recompensando con tu amor, conocerte ha sido lo más maravilloso que me pudo haber pasado. Ser el dueño de tu corazón...¡Agh!—Su pecho fue golpeado con un pescado.

—Te lo advertí pero a ti como que te gusta ponerme los nervios de punta.—Bueno, nos como si no supiera la clase de persona que es. Nuestra primera interacción fue un golpe, Rei anteriormente era un chico problemático y yo la presidenta del consejo estudiantil del colegio público.

Rosslyn al principio no sabía quién era Rei y aún después sabiéndo quieren era; lo siguió tratando igual porque para ella solo era un chico problemático de 16 años siendo “supuestamente” castigo por su padre.

Gran castigo el enviarlo a un colegio con personas "normales." Dos años después se hicieron pareja eso sí, antes de que Rosalyn aceptara salir con Rei, lo hizo posicionarse entre los mejores alumnos del colegio e incluso gano unos cuantos premios los años estudiando en ese lugar superando las espectativas de Rosalyn.

Ella Sentio muy orgullosa y sobre todo feliz al verlo qué el también había disfrutado eso, feliz de haber ganando y fue acausa de eso mismo que su padre le empezó a prestar mas atención a Rei, ya no lo veía como un inútil gamberro. Eso no les gusto a sus dos hermanos mayores sobre todo cuando uno de ellos era Omega, beta y, Rei un alfa.

—Deja de decir cosas cursis, ¿no vez que las personas se nos están quedan viendo?—Miraba discretamente y con preocupación cada rincón esperando no ver nadie sospechoso.

—Querida, no te preocupes, Endo vino conmigo.
—Rosalyn preocupada mientras Rei tenía una rara mirada luego de haber sido golpeado.

Ella al ver tal mirada brillante se estremecio y estuvo tentada a darle otro, pero recordó que su novio le gustan todas las cosas que estén relacionados con el masoquismo.

—Eres un loco.—Niega con la cabeza.—La próxima vez ni se te ocurra venir o enterrare tu cabeza en el agua de los camarones...

—¡Me encantaría que lo hagas!—Abraza por la cintura de su amada.

—Si en dado momento tenemos un hijo, espero y no saqué tus gustos extraños.—Se rumorosa.

—Pero te fascina tener esa dominancia sobré mí, ¿verdad?—Susurra cerca del enrojecido oído de su amada, tímida por la verdad dicha porque era cierto que disfrutaba descubrir cosas nuevas junto a su pareja.

—Ya hablando en serio.—Da la medía vuelta aun en los brazos de Rei. Mirándose.—En su momento cuando logres quitarte los grilletes que te mantiene obligando estar con esa familia, ¿como te gustaría que se llamará nuestro futuro hijo?

Rei se sorprendió un poco al ver el brillo en los ojos de Rosalyn, para ser algo que se esperaba en el futuro ella se vía muy feliz. Él lo quiso tomar como algo bueno porque ella tenía pensado seguir a su lado a pesar de todo.

—Me gustaría que se llamé Agni.—Responde.—Su nombre significaría fuego proveniente de un Dios hindú.—Acaricia las mejillas de su amada.

—¿Tan rápido escogiste uno y hasta investigates?—Pense que le tomaría más tiempo e inclusive que diría que no quiere hijos, entendiendo y poniéndome en su posición no me enojaría que dijera algo así.

Rei podrá ser hijo de una figura pública importante con un una carrera, trayecto e intachable, poderoso pero cuando se trata de ser un buen padre para sus hijos ese hombre es de lo peor. Un asco, solo trajo hijos al mundo para ser usados a su beneficio.

Su imagen y poder es mucho más importante que su familia no por nada prácticamente obligó, mejor dicho; amenazó a su actual pareja para que se casará con él, una persona muy querida en el medio artístico.

—Es algo que estuve pensando desde que te pedí casarte conmigo.—Sostiene las manos de ella.—Me gustaría que tuvieras dos pequeños, niño y niña. Si se parecen a ti sería grandioso.—Sonríe.—Por eso me esmerado mucho en estar buscando nombres.

Luego de cinco años de noviazgo, (se conocen desde los 16.) Rei le pidió matrimonio a Rosslyn la semana pasada, justamente en su cumpleaños número 21 de ambos. Sí, ellos comporten la mimas fecha de nacimiento lo cual fue una gran sorpresa para ambos.

—Cuando ya sea libre quiero que nos vayamos a vivir lejos de aquí, he estado ahorrando en lugar seguro todo el dinero que le saco a ese señor llamado mi padre.—No estoy soportado de a grátis todos sus tratos o demandas.—Es lo suficiente para que puedas traer contigo al suegro y cuñado.—Sé que ella no podría dejarlos mucho menos estar lejos de ellos.—Tengo pensado comprar una casa en las islas de la costa este, ¿que dices?

—¡Me encantaría!—Esconde su rostro cerca del cuello de Rei.—Sera complicado convencer a mi padre y hermano pero estoy seguro que aceptarán.—Aunque todavía no saben quién es mi novio, ni siquiera les he dicho que tengo uno porque sé como se podrían si se enteran.

Soy su princesa como suelen llamarme y si se enteran que estoy saliendo con alguien de alta sociedad, hijo de uno de los hombres más importante del país, se preocuparan y tanto Rei cómo yo no queremos que queden en el ojo de esa familia, de por sí, ya es un milagro que mantengamos en secreto nuestra relación.

—Agni será el nombre de nuestro hijo entonces.—Sonríe.

—Sí.—Posas sus labios sobre los de ella.—Te amo mi hermosa Rosalyn.

—Y yo a ti, te amo.—Un desbordante amor se hace presente mientras se miran.—Estoy segura que antes que sea año nuevo ya habrás salido de esa presión llamada casa.

—Así, será.

Solo no esperaban que un 24 años de diciembre tendría que separarse, Rei había sido traicionado por la persona en que más confiaba, desatando un infierno y antes de que esas llamas alcanzará a su amada, Rei tuvo que eliminar a todas las personas que lo hayan visto junto a Rosalyn. Si iba a luchar sería solo, rompiendo ese lazo que solamente iba existir en sus corazones.

Actualidad...

Rei seguía ahí con su mirada en el suelo el cual es humedecido por sus lágrimas, maldiciendosé, queriendo ir con ella de todas maneras no tenía nada porque para él, Rosalyn era su todo y si lucho tanto para salir de ese infierno era para volver con Rosalyn.

Sin embargo no esperaba que después de por fin ser libre de ese lugar donde fue arrojado, ganar contra todos y volverse el líder se volviera algo inútil. A la persona que quería ver ya no se encontraba entre los vivos, se fue posiblemente con tristeza y un corazón roto un año después de que se separaron.

—Jefe.—Con cautela se acerca a Rei, ofreciendo un pañuelo.

Jake es un hombre con rasgos fáciles rudos pero físicamente guapo, de corto cabello azul negro, bien esta midiendo mas de 1.88 de altura. Tan intimidante y feroz como un oso, también posee una hermosa piel morena y de almendros ojos azul intenso.

—No quiero irme sin ella, Jake.—Con sus manos cubre su rostro.—Ella se sentirá sola y no puedo hacer eso, no quiero dejarla otra vez...—Cada palabra era dicha con dolor.—Me quedaré con ella.

Jake empuño sus manos tras la espalda, apretando tan fuerte que las uñas en cualquier momento podrían hacerlo sangrar.

—Lo entiendo pero siento que a ella no le gustaría que pase frío, hambre, mucho menos que se quede a dormir en este lugar.—Trata de persuadirlo.

—No, seguramente se molestará y me dará un extenso sermón...—Un sollozo fuerte se escapó al recordar cuando ella, lo sermoneaba por comer helado estando resfriado.

—Jefe.

Jake cubre a su jefe al escuchar pasos a la distancia los cuáles no eran los de su gente, alguien más se estaba acercando lo que lo llevó a desenfundar el arma en su pierna izquierda.

—¿Por qué fuiste tan insistente en venir a visitar a tu abuelo...?

—¡Alto ahí!—Apunta.

—¡Aaahhg!—Tiro las flores procediendo ha proteger a su hijo.

Las personas a las que apuntaban era nada menos que Juliano y su hijo Camaron, este último quería venir a visitar a su abuelo para pedirle que le ayudará a encontrar a Agni si todavía estaba vivo allá fuera.