Cap. 23
A pesar de quedarse despierto hasta altas horas de la noche, pensando en lo que había hecho en estos días, Hades simplemente decidió no ir a trabajar por el día de hoy, es por ello que llamó a su hermano Poseidón y este mismo asintió a su pedido, ya que ahora se encontraba muy ocupado.
Después de la llamada, Hades comenzó a acomodarse en su cama y rememoró lo que había hecho en estos días.
De cierta forma, se sentía culpable por no cumplir con su papel de detective correctamente, sentía que había fallado ante la ley por... por no cumplir con su misión, pero... de cierta manera, estando con Qin Shi Huang en estos días, se le hacía muy relajante.
No es como si este estuviera buscando sexo todo el tiempo, recientemente empezaron a hablar de temas muy triviales, como la salud o el clima, pero a pesar de las sonrisas traviesas que el ladrón le daba, muy en el fondo se sentía... extrañamente reconfortante. Es como si... lo conociera de algún otro lugar, pero no sabe de dónde ni el porqué, es por esa razón que decidió preguntarle aquello cuando tuviera la oportunidad de verlo otra vez en sus patrullas.
Pero por ahora, sólo quería descansar...
Luego de algunos minutos, escuchó algunos toques en su puerta, así que algo cansado, se levantó de la cama y fue hacia esta para ver de quién se trataba.
Al abrir la puerta, grande fue su sorpresa al encontrarse con su vecino Lee.
—Buenas tardes Hades-sama— lo saludó su vecino de forma alegre sujetando una caja entre sus manos y vistiendo un conjunto deportivo gris.
Por alguna razón, después de todos los sucesos acontecidos con el ladrón, el detective ya no se sentía tan nervioso como para hablar con él.
—Oh, joven Lee, buenas tardes— saludó Hades cortésmente a pesar de su cansancio.
—Veo... que no tuvo una muy buena noche Hades-sama— esto hizo reír un poco al detective.
—Si, algo así— no tenía nada para añadir, así que solo miró la caja y esto hizo reaccionar al joven japonés.
—Oh sí, creo que me llegó un paquete suyo a la puerta, aunque no sé si me estoy equivocando, ya que sólo veo unas iniciales— dijo el joven Lee con cierta duda haciendo que Hades se acerque para observar.
—Déjame ver— la cercanía del detective hizo temblar al joven, sin embargo, el mayor no se dio cuenta y continuó buscando su nombre en el paquete —Uhm... esto es raro— mencionó Hades alzando la mirada y viendo que ahora estaba a unos pocos centímetros de la cara de un avergonzado pelirrojo —¿Eh?—
Rápidamente Hades se alejó algo avergonzado al notar la invasión de espacio personal que hacía.
—Oh... yo... no... Uhm... una disculpa por eso— dijo el detective apenado.
—No, descuide, es mi culpa por no mantener una distancia prudente Hades-sama— señaló el joven japonés mientras retomaba su compostura.
—Bueno yo...— Hades no quería que esto pasara a un simple malentendido, así que cortésmente decidió invitarlo a pasar a su hogar —¿Joven Lee, quiere... tomar algo de café conmigo?— preguntó —Me quedaron algunas galletas en mi alacena y no sé qué hacer con ellas— al mencionar aquello, los ojos del joven brillaron con emoción.
—Por supuesto Hades-sama, muchas gracias por su invitación— agradeció el joven japonés.
Ante esto, Hades tomó la caja entre sus manos y le dio pase a su invitado para que entrara a su hogar.
Una vez dentro, ambos comenzaron a platicar, algo sencillo, mayormente de las cosas que pasaban en las noticias o aquellos enunciados de mayor impacto que sucedieron después de su encuentro.
En una de esas noticias, el joven Lee soltó de la nada que el romance entre compañeros apestaba cuando hablaban sobre la traición que hizo una reportera a su pareja camarógrafo en una noticia de hace unos días.
—¿Por qué piensa así joven Lee?— preguntó Hades confundido tomando algo de café.
—Digamos... que tengo algo de experiencia en eso...— mencionó algo incómodo el japonés.
—¿Sucesos del pasado?— preguntó Hades con una sonrisa.
—No... tanto... jejeje— hizo una pausa antes de continuar —solo digamos... que ahora estoy soltero— aquello sorprendió al detective.
—Oh... comprendo— mencionó Hades antes de tomar un gran sorbo de su café para terminarlo —Pero... al menos terminaron en buenos términos ¿no?— preguntó una vez más antes de ver al joven Lee sonreír.
—Si, algo así, ella me entendió y creo que el pequeño golpe que me dio lo dejo muy en claro— mencionó con una sonrisa que contagió a Hades.
—Eres joven, aún te falta mucho por experimentar— dijo Hades antes de darle unas palmaditas en la espalda y comenzar a mirar en dirección contraria —Ya habrá otra oportunidad—
Después de decir aquello, Lee sonrió desde su posición y dejó su café en la pequeña mesa de la sala, sin embargo, antes de poder hablar percibe un olor a quemado, así que mira inmediatamente al detective algo preocupado.
—Hades-sama— lo llamó —¿Por casualidad, usted está preparando algo?— aquella pregunta puso serio al detective.
—No— contestó tranquilamente sin perder su seriedad —Iré a ver— mencionó antes de levantarse de un salto del sofá.
Rápidamente Hades fue a su cocina y agarró el extintor que se encontraba al costado de su nevera, no obstante, el olor a quemado no venía de ahí, así que comenzó a buscar por su departamento. El humo se estaba extendiendo, así que con calma indicó al joven Lee que abriera la puerta y que lo esperara afuera, el japonés asintió e hizo lo que el detective le indicó.
Es por ello, que solo bastó unos minutos para encontrar de dónde provenía el olor a quemado, así que sin perder el tiempo Hades utilizó el pequeño extintor y logró apagar las llamas que rodeaban la caja que le entregó el joven Lee.
—Será mejor salir— mencionó el detective al ver todo el humo disiparse hacia la entrada de su hogar.
El detective tranquilamente iba hacia la salida de su hogar, sin embargo, antes de poner un pie en los pasillos, el joven Lee se resbaló al intentar voltear a ver al detective y antes de que se dieran cuenta, cayeron uno encima del otro.
—¡L-Lo siento mucho Hades-sama!— dijo el joven japonés intentando incorporarse, pero al final terminó en una posición muy comprometedora.
Ambos se miraron a los ojos, la mirada de ambos brillaron con diferente intensidad, pero, justo antes de siquiera poder hablar se escuchó el ruido de los demás vecinos que vivían en esa recta.
Rápidamente, ambos se miraron en qué posiciones se encontraban, así que sin decir algo más se separaron y fueron hacia los vecinos a disculparse, explicando del pequeño incidente que había ocurrido.
Al final, una vez aclarado el incidente, todos los vecinos volvieron a sus apartamentos, dejando así solos al detective y al joven japonés.
—Creo que debo disculparme— dijo el joven Lee —Lleve esa caja a tu hogar y de seguro ahora hice un gran lío adentro— mencionó preocupado.
—No es tu culpa— dijo Hades con sinceridad —Tal parecer que en el paquete que me llegó, había una linterna de muy mala calidad y creo que hace un tiempo lo pedí por internet— mencionó antes de llevar una mano detrás de la nuca —Jump... a veces compro cosas que no debería comprar, así que asumo la responsabilidad no tienes porque culparte, ya que seguramente mi yo del pasado lo habrá comprado en algún sitio de dudosa procedencia— esto hizo sonreír ligeramente al joven, pero antes de poder decir algo, escucha el timbre de un mensaje en su teléfono móvil.
—Creo que es momento de irme, si necesita algo más, no dude en tocar mi puerta, me gustaría quedarme por más tiempo, pero debo ir a la universidad— comentó el joven Lee antes de ir hacia su hogar —Nos vemos Hades-sama— se despidió el joven con una cálida sonrisa mientras retrocedía.
—Nos vemos— correspondía Hades tranquilamente antes de ver a su vecino desaparecer en su apartamento.
Una vez solo, el detective agarró el picaporte de su puerta, pero, justo antes de adentrarse a su hogar, se percata de cómo en el lado cerca del pequeño observatorio había un agujero, un muy extraño agujero. Así que algo extrañado lo toca, para ver de qué era exactamente eso. Sin embargo, al no encontrarle una explicación se adentra a su apartamento, en donde tambien ve como otro agujero se hace notable en la pared, justo al frente de él.
Hades se puso serio ante esta situación así que observó la entrada hasta notar que en el piso se hallaba un pequeño trozo de metal brillante. Aquello le pareció algo muy extraño, así que de forma seria pensó que aquel accidente ya estaba planeado.
Es por ello, que sin perder el tiempo, realizó una llamada.
.
.
.
A las horas, un preocupado Adamas apareció en su puerta.
—¡Hades!— llamó el menor desde afuera mientras tocaba la puerta —Abre la...— sin embargo, no pudo terminar de llamar, ya que la puerta se abrió repentinamente, dejándole pasar inmediatamente.
—No hagas tanto escándalo— dijo seriamente el mayor —Te llamé para que lleves esto al laboratorio del cuartel Adamas, no para que estés haciendo ruido desde afuera— mencionó Hades antes de extenderle una pequeña bolsa con tres trozos de metal —Diles que busquen el número serial de la bala y del arma— finalizó el mayor antes de salir de su apartamento y analizar el ángulo del disparo con un lápiz de su bolsillo.
—S-Si— Adamas quería hacerle tantas preguntas a su hermano, pero sabía perfectamente que estando él así, no conseguiría nada.
Después de unos minutos el menor se retiró de la escena y ahora Hades se encontraba solo, mirando fijamente el edificio que se encontraba a 10 calles alejado del suyo.
—Tsk... esto tiene que ser una broma— se dijo asimismo el mayor al no poder medir correctamente la distancia en el que la bala posiblemente fue disparada.
El detective sin perder el tiempo, salió de su edificio y fue al edificio continuó, en dónde pidió las grabaciones de seguridad y el listado de los habitantes del edificio de toda la semana. Los encargados se negaron al principio, pero al ver que se estaba investigando un intento de asesinato accedieron inmediatamente.
Una vez que los materiales fueron adquiridos, Hades simplemente fue a su oficina dónde un serio Poseidón lo esperaba adentro.
—Será mejor que te mudez— dijo seriamente el menor —esos inútiles no lograron encontrar nada— aclaró antes de dejar unos papeles con el informe sobre el escritorio.
—Entonces la bala es de contrabando— afirmó el mayor antes de sentarse en su silla y leer los materiales que trajo.
—Como sea— suspiró Poseidón —De todos modos, ya encontré un lugar apartado de los demás aparta...— sin embargo, fue interrumpido.
—No es necesario— mencionó Hades al menor —El lugar en dónde estoy es cómodo y no dejaré que unos asesinos me muevan de ahí, no les daré el gusto de verme escapar— finalizó dejando entender a Poseidón que estaba bien, algo que a él le molesto mucho.
—Tsk... bien, será mejor que después no te encuentres en la morgue— una vez dicho esto, el menor se fue de la oficina, no sin antes cerrar la puerta con fuerza.
—Eso... no sucederá— susurró tranquilamente el mayor antes de seguir leyendo su información.
.
.
.
Después de terminar de ver los vídeos, Hades llamó a Leónidas, no sin antes ir al laboratorio y tomar los trozos de bala que había adquirido de su hogar, ya que estos eran su única evidencia.
Esperó y esperó, hasta que en la tercera llamada se pudo escuchar a un molesto hombre.
—¡Estás molestando!— gruñó Leónidas en la llamada.
—Si, por cierto, tengo algo para ti, otro trabajo— dijo Hades ignorando la molestia del primero.
—No me sorprende— contestó de manera sarcástica el gran hombre antes de escuchar en el fondo unos ruidos de cajas cayendo —Por ahora no estoy en mi oficina, espera y estaré ahí en una hora— finalizó antes de colgar.
Después de esa corta llamada, Hades suspiró y caminó hacia una tienda, iba de manera tranquila, pero justo antes de llegar, escucha una voz conocida.
—¡Hades!— gritó alguien antes de empujarlo hacia un callejón.
Justo cuando sintió ser tocado, el mayor volteó inmediatamente para ver a esa persona, no obstante, antes de decir algo, un pitido incesante se escuchó entrar por aquel callejón antes de quedar tirado en el suelo.
Después de que el ruido cesó, Hades alzó la mirada encontrándose con unos ojos muy preocupados.
—¡Hades!, ¡¿te encuentras bien?!- preguntó un tembloroso joven pelirrojo —V-Vi a alguien blanco desde la punta de un techo, apuntarte con... ¡con un arma!... y eso... y... eso...— el joven japonés temblaba mientras hablaba, así que Hades sonrió antes de llevar una mano a los rojos cabellos del joven, en dónde este le miró algo lloroso.
—Gracias— agradeció el detective con una leve sonrisa antes de levantarse del suelo y llevar consigo al joven Lee para que se incorporara —Tu... me salvaste la vida—
El joven Lee, estaba apunto de llorar, pero en vez de eso, abrazó sorpresivamente a Hades y no lo soltó, hundiendo así su cara llorosa en el hombro del contrario, en cambio el mayor simplemente aceptó el abrazo hasta sentir al menor dejar de temblar.
—¿Mejor?— preguntó Hades llevando al menor más adentro del callejón, viendo así que el sujeto descrito por el joven japonés no esté cerca.
—Si... algo... ¡¿pero qué estoy haciendo?!, ¡Hades!, ¡necesitamos llamar a la policía!... ¡Intentaron matarte!— gritó preocupado el menor sacando así su teléfono inmediatamente, pero Hades colocó una mano encima de este, evitando así que llamara.
—Si, eso es lo correcto, pero no ahora, por favor, necesito que me describas exactamente como era el sujeto al que viste, de seguro esa persona esta cerca de este lugar, es por eso que llamaré a refuerzos con mi comunicador para que aquel sujeto no pueda escapar— hablo de manera decidida el mayor, cosa que el menor, a pesar de tener miedo, asintió.
—Si... detective— asintió el joven Lee antes de describir al extraño —E-El sujeto... llevaba guantes blancos, de hecho, toda su ropa era blanca y... y no se podía ver su cara, yo... yo no recuerdo bien, pero parecía tener un rifle entre sus manos— mientras hablaba, varias patrullas se escucharon acercarse.
Después de describir al sujeto, Hades salió con el joven japonés hacia las calles, en donde sin perder el tiempo se acercó al supervisor de las patrullas y describió al hombre en lugar del joven Lee, que en esos momentos, temblaba mientras sujetaba el brazo del detective, y una vez recibida las indicaciones, los policías asintieron y fueron inmediatamente con algunos perros a buscar por la zona.
Hades dejó al joven Lee descansar dentro de una patrulla y se fue de ese lugar, no sin antes dejarle algo para beber.
Sin perder el tiempo, se subió a un autobús lleno de personas y partió hacia el punto de reunión con Leónidas, ya que su cabeza estaba en juego.
Al llegar, rápidamente fue recibido por varios hombres, aparentemente trabajadores, que desde afuera comenzaron con una remodelación de la casa, uno de ellos al verlo inmediatamente se acercó y susurró cerca de él para que este solamente lo escuchara.
—Es un honor recibirlo nuevamente aquí detective Hades, pero será mejor que entre, nuestro jefe lo espera en la oficina y descuide, sabemos perfectamente que está siendo cazado, así que no tendrá problemas estando aquí, ya que... Anubis, también esta de caza— después de decir aquello, el hombre se retiró, no sin antes dejar pasar a Hades dentro del hogar.
Una vez estando adentro, el detective se dirigió hacia una oficina en dónde un divertido Leónidas veía la televisión de manera sonriente.
—¿No es gracioso?— preguntó el militar —Hace unas horas me llamaste por un trabajo y mírate— mencionó Leónidas con una gran sonrisa antes de mirar fijamente a Hades —Tienes tan mala suerte, que hasta el odioso de Loki reportó la noticia justo después de que llegaran tus compañeros— finalizó antes de señalar al detective la pantalla del televisor.
Y en efecto, la noticia ya se había hecho conocida, sin embargo, el detective decidió ignorar ese molesto detalle y entregó la evidencia con los trozos de bala a Leónidas.
—Las noticias son pasajeras— respondió Hades sin darle ninguna importancia —Como sea, el asunto es que la primera bala no cuenta con un número serial legal y... en cuanto a la segunda...— en eso, el detective sacó un pequeño trozo de metal de su bolsillo —puede que la reconozcas— una vez dicho esto, dejó aquel trozo de metal frente a Leónidas.
El militar lo miró extrañado, pero dejó la pequeña bolsa con los trozos de metal a un lado, para dirigir su atención a aquel último trozo brillante de bala, así que mirándolo detalladamente pudo apreciar algo que lo sorprendió y es por esa razón que su enojo comenzó a crecer.
—¡MALDITO MARICÓN!— gritó enfadado Leónidas al ver el símbolo roto de la bala, muy conocido para él, ya que este era de su propiedad —Voy a matar... ¡a ese hijo de puta!— sin ninguna delicadeza aventó el trozo de bala lejos de él y le dió la espalda a Hades para comenzar a buscar entre sus cosas.
—Veo que la suerte tampoco está de tu lado— dijo Hades seriamente antes de ver cómo un enfadado militar lo volteó a ver con rabia antes de seguir buscando entre sus cosas.
—¡Jodete!— le insultó el militar al hallar un papel mugroso entre sus cosas —Déjame ahora a mí ocuparme de la niña...— luego de decir esto con una voz fría, sujetó su teléfono y comenzó a marcar aquel número del papel.
.
.
.
.
.
.
.
.
/////////////////////////////////
Muchas gracias por la espera, si les gustó el cap, no olviden dejar sus comentarios y/o estrellitas, tengo muchas ideas para el siguiente capítulo y para eso estoy trabajando en ello, en verdad agradezco su gran paciencia mi gente, espero que tengan un gran día y sin más que decir, nos vemos (。・ω・。)ノ♡
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top