Cap. 20

De pronto, en plena carretera, un vehículo blindado de la policía iba conduciendo por la ruta, dirigiéndose velozmente hacia las afueras de la ciudad.

Muchos de los otros vehículos se hicieron a un lado al ver el alto rango del vehículo policial, los conductores comenzaron a pensar que algo grave había sucedido en las afueras de la ciudad para mandar a tal imponente transporte, pero todo eso estaba fuera de la realidad, ya que el mismo que lo conducía no era nada más y nada menos que un serio Poseidón.

El menor, quería llegar rápido hasta Hajun y por fin sacar la información de los hermanos de su difunto amigo Zerofuku, sin embargo, mientras conducía, más recuerdos innecesarios vinieron a su mente y aquello lo enfureció.

Así que con la ira presente, empezó a sujetar con fuerza el timón del vehículo y comenzó a acelerar aún más.
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Era un día caluroso en dónde una pareja se encontraba sola en la azotea de la universidad.

Esa pareja era Poseidón y Ying, que se encontraban besándose después de faltar a una clase no tan importante, para ellos, de la universidad. En eso, Ying profundiza más el beso, al parecer, él quería darle las mismas cosquillas que en esos momentos estaba sintiendo a manos de Poseidón, fue tan profundo con aquel beso que dio un salto de sorpresa cuando de la nada el rubio le mordió levemente la lengua, logrando así que ambos se separen por la falta de aire.

—¿Estás bien?— preguntó Ying pasando la punta de sus dedos en los labios de un agitado Poseidón.

—No tienes porqué preguntar eso bastardo— contestó Poseidón algo agitado.

—Kfufu... sólo me preocupo por tí— dijo Ying antes de separarse de Poseidón y sentarse a su costado —Es increíble que sólo falten unas semanas para graduarnos— mencionó —aunque a Zero aún le faltan dos años para eso— añadió algo preocupado el asiático.

—Estara bien, es inútil pensar más en eso— comentó Poseidón relajándose en su asiento mientras veía el campus universitario.

De cierta manera, pensar en graduarse lo tenía estresado, ya que no sabía que haría Ying después de salir de la universidad, y para variar, él, hace semanas, había comprado un collar para aquel que consideraba "un idiota lascivo" y que ahora él actuaba de esa manera, cosa que lo tenía muy enojado.

—Otra vez tienes el ceño fruncido— señaló Ying sin mirarlo mientras soltaba una tranquila risa —¿Que tanto piensas?— preguntó.

—Nada— contestó monótonamente Poseidón —Sólo me estresa tus comentarios— dijo sin darle importancia a los comentarios de Ying.

—¡Hão!, entonces iré por algunas papitas— mencionó el asiático antes de levantarse de su lugar y estirarse para luego retirarse, no sin antes mandarle una sonrisa al menor.

Una vez sólo, Poseidón gruñó molesto y sacó el collar de su bolsillo que había comprado exclusivamente para el asiático.

El menor miró por unos segundos el collar de plata con diseño de algunos dragones que había mandado a hacer para su novio no oficial y luego suspiró, él, sentía que era el momento correcto para pedirle a Ying ser su novio oficial, pero las dudas comenzaron a atacarle, así que lo guardo y esperó a que este apareciera.

Los minutos pasaron volando y Ying no aparecía, algo había pasado y Poseidón iba a averiguar el qué.

No obstante, cuando tocó la campana de fin de clases, todos salieron de los salones y ninguna dentro de esas personas era Ying.

Poseidón algo preocupado, sujetó su teléfono móvil para llamar a Ying, pero en eso, Zerofuku lo halla y se acerca hacia él con un mensaje de su amigo.

—Poseidón, disculpa si te molesto, pero Ying me dijo que tenía que atender una emergencia y que se disculpa por irse así tan de repente— al ver la cara enojada de su amigo, Zerofuku quiso aliviar aquello con una afirmación —¡P-Pero descuida Poseidón!, de seguro mañana lo vemos— dijo apresuradamente el pequeño joven antes de caminar a su casillero junto a él.

Al día siguiente, Ying no se presentó, ni tampoco al día siguiente después de ese, Poseidón se encontraba preocupado, sólo por él, realizó llamada tras llamada para ver dónde estaba, hasta incluso fue al departamento de Ying en dónde se puso a buscar por todos lados al asiático, pero que a última hora se detuvo, ya que se enteró por una señora de que él se había mudado.

No entendía que pasó hasta que llegó el día de entrega de diplomas junto a la entrega del título universitario, fue ahí, que en plenos asientos de los graduados, lo encontró y al parecer estaba mirando el estrado de presentación con una expresión seria.

Rápidamente, intentó sentarse cerca a él, sin embargo, dos chicos desconocidos y random se sentaron al lado de él mientras conversaban, dejándole así menos posibilidad de hablar con Ying.

—¡Y el primer lugar de toda nuestra promoción universitaria es para... Ying Zheng y Poseidón Olympus!— gritó el promotor de la fiesta asombrando a más de uno por pronunciar dos nombres para el primer lugar, sin embargo, Poseidón ya lo veía venir, así que aprovechando la oportunidad se levantó y siguió a Ying hacia el estrado.

Al primero que le dieron las palabras para hablar fue al joven asiático. Cuando terminó fue a recibir su diploma mientras lo aplaudían, así que Poseidón lo siguió por detrás, no obstante el presentador lo detuvo para que diera sus palabras al público.

—Joven Olympus, ¿no dará unas palabras finales a su público?— preguntó pensando de que el menor se había olvidado.

—No las daré— fue su simple respuesta antes de ir al sorprendido director y recibir su diploma.

Ying, en esos momentos, ya se había retirado del estrado, así que Poseidón rápidamente fue a buscarlo hasta encontrarlo cerca de la salida de la universidad.

Él, sin perder el tiempo, fue hasta él y sujetó fuertemente su muñeca antes de que saliera del campus.

—Ying... ¿Qué mierda te ocurre?— fue lo primero que preguntó el menor mientras recuperaba el aire por la carrera.

—Ah... hola Poseidón, si... yo... me tengo que ir— dijo el asiático apartando su mano cuidadosamente.

—¡¿Me estás jodiendo?!— preguntó molesto Poseidón tomando de la mano a Ying mientras lo arrastraba a un lugar más desolado.

Una vez en privado, el menor vio seriamente al asiático mientras esté tenía una leve sonrisa.

—Tan sólo te lo voy a decir una vez y espero tu respuesta...— anunció el menor antes de soltar su mano y cruzar sus brazos —¿Por qué desapareciste?— preguntó esperando una escusa.

No es de tu incumbencia— las palabras serias de Ying sorprendieron mucho a Poseidón, jamás había escuchado al asiático hablar así.

—Entonces, no me lo dirás— afirmó Poseidón dejando su molestia de lado —Bien, no tengo problema con eso, pero aún así, nos preocupaste, tanto el pequeño como a mí nos preocupaste... Me preocupaste...— admitió Poseidón tomando la mejilla del contrario para mirarle sus ojos negros que, en esos momentos, no expresaban nada —Eres... un idiota, Ying— dijo calmado antes de besarlo, sin embargo, después de algunos segundos este mismo lo apartó y eso a Poseidón no le gustó.

—Si... Perdón por eso— dijo Ying mirando hacia otro lado —en fin, tengo que irme— pero, antes de voltear, escucha de repente a Poseidón hablar mientras sujetaba nuevamente su mano.

—Vive conmigo— pidió Poseidón antes de sacar de su bolsillo, con su otra mano, una pequeña caja y mostrar el tan ansiado collar que quería entregarle —No somos aún perfectos, pero podemos serlo... si estamos unidos...— las palabras del menor eran firmes y decididas, pero aún así hizo pausas por lo nervioso que se encontraba.

Ying se sintió asombrado, tanto que sonrió con mucho resplandor y simplemente fue hacia él para darle un beso en la frente, antes de apoyar su cabeza en el hombro del menor y suspirar calmadamente.

—Lo lamento mucho Poseidón... pero... estoy comprometido...— dijo seriamente el asiático molestando así al menor.

—¿Que quieres dEh...?— no obstante, no pudo terminar de preguntar, ya que sintió un golpe en el cuello, que lo dejo mareado y con deseos de descansar.

Rápidamente Poseidón se alejó y se arrodilló al suelo mientras respiraba agitado tratando de recuperar el aire en sus pulmones, para así evitar desmayarse frente al pelinegro.

—Lo lamento Poseidón, pero... jamás te amé— dijo seriamente Ying antes de avanzar hacia él mientras recuperaba el aliento en el piso.

Lo último que recuerda Poseidón, es ver al que alguna vez fue su amante golpearlo una vez más en su nuca, antes de que todo se desvaneciera.

Cuando Poseidón despertó, era de tarde y alterado miró por todos lados buscando al pelinegro, el Ying que vio, no era su Ying... ese ser no era aquel que había conocido alguna vez, así que algo adolorido se levantó del suelo para salir de ahí, sin embargo, al dirigir su mirada una vez más al suelo, vio sorprendido el collar de plata, que le había enseñado a Ying, ahora hecho trisas.

'Jamas te amé'

Las últimas palabras de Ying comenzaron a fastidiarlo y de cierta manera, eso lo enfureció, ya que muy en el fondo... estaba dolido... y eso lo molestaba.

Sin perder el tiempo, se retiró de ahí y fue hacia la policía, denunciando así la desaparición de su "amigo", no obstante, aquellos policías no le tomaron en serio, así que enojado fue con su hermano mayor en busca de su ayuda.

—Lo siento Poseidón, pero no puedo ayudarte más allá que esto— dijo su hermano mientras llenaba un informe de desaparición.

—¡Tienes que buscarlo!— gritó enfadado Poseidón —¿Te ascendieron, no?, ¡porque no movilizas a las malditas patrullas!— exclamó furioso al ver qué simplemente su hermano escribía algo en el informe policial antes de archivarlo.

—Poseidón... Debes entender, que todo tiene su proceso— dijo calmadamente el mayor tratando de aliviar el enojo de su hermano.

El menor no podía creerlo, a pesar de tener a su hermano mayor dentro de la policía, esto no le servía para nada.

El mayor al ver a su hermano tan alterado, suspiró y fue hacia este para brindarle unas palmaditas en forma de apoyo, en verdad él quería ayudarlo, pero él mismo no era un comandante, así que no podía hacer mucho como para movilizar a todos en el edificio departamental, por ahora, simplemente buscaría el paradero del amigo de Poseidón por su cuenta.

No obstante, al momento de brindar su apoyo a su hermano, este lo apartó y lo miró con un odio profundo haciendo que él tiemble ligeramente.

Eres un inútil, Hades...— pronunció el menor antes de retirarse por las puertas de la oficina de su hermano y salir del cuartel policial en dónde trabajaba.

Después de aquel día, Poseidón se volvió más frío con las personas y sólo se propuso una meta, ser el líder de aquellos buenos para nada llamados policías, por esa razón, apartó a todo y todos para conseguir su meta.

Este acto lo sufrieron todos sus familiares, pero el más afectado, fue su pequeño amigo Zerofuku que, después de 1 año y medio, justo antes de graduarse, le vino aquel desafortunado suceso.

Poseidón fue el primero en ir a su funeral, mando al diablo sus estudios por ese día con tan sólo asistir al funeral de lo que alguna vez fue su amigo.

Hades también lo acompañó, ya que sentía que algo no andaba bien con su hermano, así que esperó algo lejos de él hasta el último, dónde vio a su hermano hablar con un hombre grande con el cabello negro y largo, para después verlo asentir antes de mirar nuevamente la tumba frente a él, mientras que el hombre empezó a desaparecer del lugar acompañado de seis personas más.

Por último, tanto el mayor como el menor eran los únicos que estaban frente a la tumba, el funeral había acabado así que no había nada más que hacer, Hades al ver que iba a llover fue dónde su hermano para avisarle que traería un paraguas, pero al estar cerca se sorprendió mucho al ver el rostro de su hermano.

Frente a Hades, había un Poseidón destrozado.

—Yo... en verdad lo lamento mucho, mis condolencias hermano— dijo el mayor calmadamente ante la situación.

Sin embargo, antes de decir algo más, Poseidón se arrodilló frente a la tumba y comenzó a llorar, mostrando por primera vez a su hermano mayor debilidad.

Hades no sabía que hacer ante aquella situación, así que simplemente se quedó a su lado hasta que se recuperó y se levantó.

Ambos fueron al vehículo empapados sin importar que aún siguiera lloviendo y una vez ahí, Hades comenzó a encender la calefacción para que su hermano menor no logre resfriarse, pero antes de comenzar a conducir, el mayor escucha unas palabras del menor.

—Por favor... olvida esto...— pidió entre susurros Poseidón mientras miraba por la ventana.

Hades simplemente asintió y avanzó por la carretera de la ciudad antes de dejar a su hermano menor en su propio departamento. Él, temía que Poseidón se hiciera algo mientras estaba triste, no obstante, su actitud regresó a la mañana siguiente y eso a Hades le alivió un poco.

Con el pasar del tiempo, el menor se convirtió en Comandante policial del cuartel central de la ciudad y por años, la taza de crímenes había bajado gracias a su trató duro y firme contra la delincuencia, dejando así a la ciudad con una paz indescriptible.

No obstante, Poseidón jamás pensó, que años después volvería a encontrarse con Ying, él... en verdad... pensó que había olvidado... todo...
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Con el vehículo blindado fuera de la prisión, el menor fue con paso apresurado hasta la celda de lo que alguna vez fue el asesino de su pequeño amigo Zerofuku.

—Ah... estás aquí de nuevo— dijo Hajun sin algún interés —ya te dije que no sé...— sin embargo, fue interrumpido.

—¿Que sabes de Ying Zheng?— preguntó de la nada Poseidón dejando a Hajun en el silencio absoluto.

El bastardo sabía algo y eso Poseidón lo entendió perfectamente al momento de escuchar su silencio absoluto y de ver su cara palidecer.

—Entonces lo sabes...— habló de forma seria Poseidón viendo a Hajun aún de espaldas.

—Niño... será mejor que no me metas en tus mierdas— contestó Hajun seriamente, sin embargo, un electroshock por parte de su collar lo dejó sin aliento.

—Él te dejó una advertencia en el pasado, pero jamás la cumpliste— Hajun sentía la mirada seria de Poseidón traspasar sus órganos y eso no le gustó —Asi que dime, ¿porqué te entregaste al momento de huir?, o es que acaso... ¿Ying te perseguía?— preguntó, cosa que Hajun comenzó a sudar frío y eso Poseidón lo notó.

—Ya no me gusta este interrogatorio— se quejó el reo —te diré dónde dejé a los hermanos de ese nIÍÍÍ...— sin embargo, fue interrumpido por otra descarga eléctrica.

Contesta— pidió Poseidón seriamente —¿Acaso huías de Ying?— preguntó una vez más sin dejar de presionar el botón de la descarga eléctrica.

Pasó algunos minutos y el prisionero simplemente gritaba.

—¡AHhhhh!— Hajun no podía soportar más tiempo aquellos choques eléctricos, así que contestó —¡SÍÍÍÍh... Ahh...!— aquello fue suficiente para Poseidón, así que dejó de presionar el botón del tablero de control para ver a Hajun que estaba en el suelo buscando mucho aire.

—¿Por qué?— preguntó el menor aunque ya sabía la respuesta, sin embargo, no se esperó la respuesta del prisionero.

—E-Él... Ah... Ha... E-Estafe a... Agh... ha... s-su jefe... Cof... Ah... Cof cof...— contestó Hajun mientras tosía.

Esto a Poseidón sorprendió y rápidamente presionó el botón mientras veía a Hajun gritar de nuevo.

—¿Quién, quién es su jefe?— preguntó a Hajun mientras gritaba por la electricidad —¡¿Quién mierda es su jefe?!— por más que Poseidón le pregunto, Hajun simplemente gritaba hasta el punto de ya no tener cuerdas vocales.

Cuando Poseidón se dio cuenta de lo que había hecho, dejó de presionar el botón y vio al criminal tirado en el suelo, se maldijo por no contenerse, así que a regañadientes abrió la celda de Hajun y pasó adentro hasta estar cerca al pecho contrario.

—¡Mierda!— maldijo al ver lo que había hecho, así que se apresuró en darle resucitación con las manos mientras trató de recuperar el pulso —Maldito, no te mueras ahora— dijo firmemente Poseidón.

Justo cuando iba a hacer resucitación boca a boca, Hajun respiró débilmente y lo miró a los ojos como si quisiera decirle una cosa más.

Poseidón sabía cuál era su final, pero a pesar de eso, escuchó la última palabra de Hajun.

C-cuidado... c-con— los susurros se le dificultaban a Hajun, sin embargo, Poseidón lo escuchó perfectamente —on... s... p-prometido...— fueron sus últimas palabras antes de caer en la inconsciencia.

Luego de eso Poseidón se alejó de él y por las cámaras se prolongó un pitido agudo, que hizo traer a dos médicos dentro de la celda, no obstante, las noticias no eran buenas.

—Está muerto— dijo el médico general al tratar de hallar los signos cardíacos del prisionero.

Poseidón se quedó en la deriva, aquel prometido volvió a ser mencionado, sin embargo, no sabía que significaba aquello y con Hajun muerto aquel secreto e información se fue hacia la tumba.

Sin poder hacer algo, Poseidón sacó un informe ya hecho y lo entregó a uno de los carceleros para archivarlo, sabía que algún día mataría a Hajun, pero jamás creyó que este lo dejaría con más preguntas y dudas. Siempre pensó que su muerte le daría la satisfacción necesaria para su bienestar, pero no al revés.

Ahora, simplemente, no sabía que más hacer, Hades tenía el caso de Qin Shi Huang en sus manos, no obstante, este también era el mismo caso de desaparición de su amigo Ying.

En su mente, comenzó a conectar los puntos, pero aquello lo dejaría para después, fue así que, mientras volvía a su vehículo, recordó perfectamente el día del funeral de su amigo Zerofuku y... las palabras de su hermano mayor.

...es ahí donde ahora viviremos...— fue aquel recuerdo, que encendió una chispa en su mente, así que sin perder el tiempo, Poseidón fue a ese lugar.
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En un pequeño lugar fuera de la ciudad, un chico fornido estaba talando un árbol cuando de repente uno de sus hermanos lo llama.

—¡Bishamonten, Ying nos llama!— dijo el hermano mientras veía cómo su hermano mayor derrumbó el árbol que cortó.

—¡Voy!— gritó el mayor dejando el hacha en el árbol y yendo hacia sus hermanos que por lo que veía, abrazaban al asiático.
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Espero que les haya gustado el CAP, si es así, no olviden dejar sus estrellitas y/o comentarios, en fin mi gente nos vemos (⁠。⁠・⁠ω⁠・⁠。⁠)⁠ノ⁠♡




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