Cap. 17
Hades pidió nuevamente a Qin otra botella de vino y este gustosamente le entregó sin falta alguna su pedido, claro, después de regalarle una sonrisa discreta y coqueta.
Tras las rondas de vino, Perséfone se estaba acercando de a poco a poco hacia Hades y eso lo notó él, no obstante, tras un poco del calor del momento, la dejó hacer aquello hasta estar sentada a su lado.
Perséfone trató de sacarle un tema de conversación al detective, pero este sólo se limitaba a asentir o a cortar sus comentarios con un "Ya veo" o "Entendido", mientras tanto, él sólo veía cómo el ladrón de lejos le sonría o simplemente le lanzaba un saludo burlón que lo hacía enojar y tras aquello, su ex pensó que sus comentarios no servían para llamar su atención, así que como un último intento, tocó ligeramente la mano del que alguna vez fue su novio para así poder hablar.
—Nosotros... jamás debimos separarnos cariño— decía Perséfone ya algo ebria.
—¿De quién crees que es la culpa?— preguntó Hades seriamente, también ya algo tomado.
—No fue mi culpa— dijo Perséfone quitando su mano para colocarla en la mesa —Simplemente... cedí ante los coqueteos de Adonis porque pensé que nunca ibas a verme... hic... Y ahora... ese niño, mnnn... ya está muy lejos de nosotros...— aquellas palabras hicieron chistar a Hades.
—Tu misma rompiste la relación— dijo él seriamente —Así que no intentes hacer como si nada hubiera pasado— aquellas palabras hicieron lanzar un quejido lastimero a Perséfone.
—Pero yo... aún te amo Hades...— decía ella acercándose hasta estar apoyada en el hombro del detective.
—En verdad tú...—
Sin embargo, aquel momento fue interrumpido por un mesero muy juguetón.
—Aquí tiene su bebida, señorita~— decía Qin mientras le daba una taza a la mujer.
—Yo... no pedí eso— mencionó Perséfone tratando de recordar si lo pidió o no.
—Oh, pero... el bartender dijo que sí— respondió Qin y esto hizo enojar a Perséfone.
—Ahora... hic... vuelvo cariño— dijo ella tambaleándose mientras se levantaba de su asiento.
El detective simplemente no dijo nada, así que la vio irse de la mesa y una vez de que ella se fue, miró seriamente a Qin.
—Dilo— demandó Hades viendo seriamente a Qin tomar de su copa y dejarlo en el carrito.
—Aún no obtengo mi beso— dijo Qin cercando su rostro al detective.
A Hades le fastidio su actitud arrogante, así que con algo de fuerza, sostuvo su corbata y lo jaló de esta para así iniciar con otro beso apasionado, de esos mismos que le gustaban al ladrón.
—Mnnh... Mnah~ de eso hablahba~...— mencionó el ladrón acercándose más al detective y empezando a cerrar sus ojos.
Qin disfrutó plenamente del beso hasta que se dio cuenta de que alguien venía, así que alejándose con un último corto beso y una leve mordida al labio, se acomodó un poco la corbata y miró con una sonrisa a la señorita que venía detrás de él.
—Déjeme ayudarla con sus bebidas, joven dama— se ofreció Qin algo que Perséfone negó.
—Descuide, no es necesario— dijo ella antes de dejar una bebida colorida frente a Hades y otra bebida al frente de su silla antes de sentarse y estar al lado de su ex.
—Bien, si me necesitan, estaré cerca~— con aquello último dicho, el ladrón se fue de aquella mesa, dejando sólos a aquella pareja.
—No tienes porqué traer tantas bebidas— regañó Hades un poco fastidiado por lo que había pasado.
—Jejeh... es para ponernos en ambiente— contestó Perséfone sorbiendo de su bebida.
El detective no dijo nada, así que simplemente se dedicó a tomar de su bebida, no obstante, aquel líquido le pareció extraño y ciertamente algo áspero. Es así que entonces, las alarmas en su cabeza se activaron y empezaron a sonar demasiado, dando como resultado que rápidamente y sin dudarlo, deje la bebida en la mesa.
—I-Iré a refrescarme— dijo Hades antes
de levantarse de su asiento.
—¿Qui... Quieres que te acompañe?— preguntó Perséfone levantándose de su asiento al ver a Hades tambalearse un poco.
Pero fue entonces que el mismo detective alzó su mano para detenerla y así mirarla antes de hablar.
—Iré sólo, no es necesario que me acompañes— avisó Hades aguantando los mareos que venían a su cabeza.
—E-Está bien— contestó Perséfone resignada a esperar en la mesa.
Hades no era tonto, por bajar la guardia y dejarse llevar, había bebido algo extraño, así que fue rápidamente al baño para vomitar el contenido de lo que sea que había bebido.
Una vez dentro del baño, las arcadas en su garganta no se hicieron esperar, sin embargo, no pudo abrir la boca ya que cierta mano se colocó encima de esta.
—Será mejor que no lo vomites— ese era Qin —O sino será mucho peor— advirtió mirando al detective por el espejo.
Hades estaba confundido, no entendía las intenciones del ladrón, pero al ver un vaso con agua frente a su cara, no dudó en tomarlo.
—D-Dime ¿qué es lo que me dio?— preguntó enojado el detective al retomar algo de su compostura mientras que el ladrón quitaba su mano.
—Droga— contestó Qin —Y una dosis muy potente— remarcó siguiendo viendo al detective —Juhm... si no fuera farmacéutico, entonces ahora estarías convulsionando en el piso— respondió Qin algo serio mientras veía a Hades comenzando a beber del agua.
—¿F-Farmacéutico?— preguntó incrédulo el detective después de haber tomado más de la mitad del vaso.
—Tal parece que necesitas saber más de mí~— respondió Qin mientras lo atraía hacia él —Sé que es bajo lo que te hago, pero te di algo de afrodisíaco en este vaso con agua— señaló y eso enfadó mucho a Hades.
—¡Eres un...!— no obstante, Qin colocó sus dedos en los labios del detective para silenciarlo.
—Sshhhh... Tranquilo...— mencionó apoyándose en el pecho contrario —Era necesario para contrarrestar el veneno— finalizó sujetando y dejando el vaso a un lado, antes de alejarse y quitarse frente a los ojos de Hades el traje de mesero para así de sorpresa revelar otro debajo de ese —Tengo todo lo que necesitas, así que... ven conmigo— pidió tranquilamente Qin algo que a Hades le hizo dudar.
Los minutos pasaban en ese baño y ellos aún seguían sin moverse, así que ya aburrido, Qin suspiró y tomó a Hades de la mano para irse de ahí con él, pero de cierta manera había resistencia por parte del detective.
—No te preocupes... no soy como ella— luego de decir aquello, Hades no opuso ninguna resistencia y fue con el ladrón hacia el ascensor cercano, en dónde una vez sólos, comenzaron a besarse.
Luego de salir del ascensor, Qin guío al detective hasta la puerta de una habitación, en el cual de la nada sacó una tarjeta de su bolsillo y sencillamente abrió la puerta de aquella habitación ante los ojos dudosos de Hades.
—¿Cómo puedes...?— preguntó el detective, sin embargo, no dijo nada al ver la sonrisa del ladrón.
—Agradecele este regalo a tu ex y descuida, todo lo que ella pidió lo pagué con su tarjeta de crédito— aquello hizo reír burlonamente a Hades, así que algo ido por las copas de bebidas, acompañado al ladrón hasta entrar en la habitación.
Una vez adentro, Qin a besos se encargó de desvestirlo y guiarlo hasta el baño, para así separarse tranquilamente y darle un baño a Hades mientras que este aún estaba perdido en sus pensamientos.
El detective, a pesar de ser tratado con gentileza, de vez en cuando recibía besos por parte del ladrón, cosa que lo permitió, así que no se quejó mucho por eso.
Luego de aquel baño, Qin lo guío hacia la cama, dónde lo sentó y se colocó encima de él para así ser abrazado por la cintura.
—Esto... será hasta que el afrodisíaco desaparezca— advirtió Hades sintiendo su gran falo palpitar.
—De acuerdo, Hades-xiang~— contestó el ladrón antes de comenzar a besarlo, pero de una manera más apasionada.
Es entonces que ambos, comenzaron una guerra interna por tomar el control de la situación, pero ninguno se acercó a la meta.
Debido al afrodisíaco, ambos por su lado comenzaron a actuar rudamente.
Qin quería tener el control absoluto de las acciones del detective, en cambio Hades, sólo quería someterlo.
Así que con algo de prisa, Hades comenzó a rasgar la poca ropa que llevaba el ladrón, cosa que Qin sólo se dedicaba a marcar y arañar la gran espalda de su amante.
—No... ah... hay condhones...— advirtió Qin en pleno beso mientras veía de reojo los cajones de la habitación.
—Crees... ¿qué me importa?— mencionó enfadado el detective viendo una crema de manos encima de una mesa de noche, así que lo tomó —Con ah... esto... será suficiente— dijo antes de empujar a Qin a la cama y lanzarle la crema de manos aún costado.
—Oh...— mencionó el ladrón encantado por la idea —Esto será realmente excitante~— finalizó mordiéndose ligeramente los labios.
A Hades no le importó las expresiones del ladrón, así que con el calor presente, abrió la crema de manos y colocó una cantidad considerable en su parte íntima y una gran cantidad en el apretado culo del ladrón.
—Por favor~... sin piedad~— rogó Qin encantado de ver otra vez la gran excitación del detective mientras sentía los dedos de este jugar en su interior.
—Eres... una perra— dijo amenazante Hades antes de poder alejar sus dedos y adentrarse de una estocada en el ladrón.
—¡SÍÍÍíí!— exclamó muy emocionado Qin mientras sentía lo rudo que se movía el detective con sus estocadas —¡Hades-xiaaaang~!— exclamó sonriendo el ladrón mientras se dejaba llevar por la euforia del momento.
—Quédate... quieto...— gruñó Hades tratando de sujetar fuerte de la cadera de Qin mientras que este gemía sin control alguno.
A pesar del sexo rudo que tenían, Hades no paró de gemir, el interior de aquel ladrón lo estaba enloqueciendo, no sabía si el afrodisíaco estaba haciendo su trabajo o él mismo por lo caliente que se encontraba, así que en cierto punto, dejó de pensar en eso para comenzar a disfrutar de las acciones de aquel ladrón.
Las posiciones cambiaban constantemente debido a las luchas de poder que ambos tenían, aún así el primero en correrse fue Hades y Qin lo disfrutó gritando su nombre, sin embargo, aquello estaba muy lejos de parar y ambos lo sabían muy bien.
—Haades~— llamó Qin seductoramente dándole la espalda mientras le abría las piernas y miraba juguetonamente a un agitado detective.
—Tch... no seré responsable de tus actos— advirtió Hades acercándose nuevamente a Qin y retomar su posición para poder continuar con el sexo.
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Después de dos horas, un cansado Qin comenzó a rogar.
—Ha-Hades-xi... ¡mgh!... ¡MGgh!, e-estoy llenoooo, ahn... muy~ lleno~— se quejó el menor mientras estaba besando la cama y con los brazos bien sujetados fuertemente por un descontrolado Hades.
—E-Es... mgh... tu culpa— dijo el detective sin dejar de embestirlo —Sigo caliente por tu a-afrodisíaco— Qin dio un alarido al sentir cómo Hades llegó con otra de sus embestidas a su maltratada próstata —A-Así... qué simplemente... mgh... Te daré lo que pediste— las palabras frías del detective hicieron temblar al ladrón.
—Se amable, e-Es... Mi prIMerA... ¡Vez~!...— pidió temblorosamente el ladrón, antes de morder nuevamente la cama por lo rudo que Hades comenzó a tratarlo.
—Jumh... Men-ti-ro-so~— susurró Hades con una sonrisa en el oído del ladrón antes de que este logré correrse por el aliento cálido del detective —Bien~, continuemos...— mencionó el mayor antes de voltear al ladrón y continuar con el sexo rudo.
Mientras más avanzaba la noche, la respiración de Qin, se basaba en puros gemidos o lamentos, hasta que después de algunas horas, Hades terminó con su tortura, para finalmente besarlo tranquilamente y correrse otra vez en su agitado e inundado interior.
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La mañana había llegado para estos dos y un muy relajado detective fue el primero en levantarse en aquella cama.
Este no recordaba muy bien lo que pasó anoche, pero al ver a alguien a su lado, los recuerdos vinieron a él de golpe.
—No otra...— sin embargo, sus pensamientos estaban equivocados —v-vez...— dijo Hades sin poder creerlo.
A un lado suyo, se encontraba aquel ladrón durmiendo plácidamente, iba a despertarlo, pero en eso, mientras el sol aparecía, pudo apreciar las marcas que dejó en la piel de aquel ladrón, mordidas, succiones de varios colores y el estampado de sus dedos en su cadera, fue lo que Hades admiró por un par de minutos, sin contar con el rastro de semen que había dejado por varios sitios de su cuerpo.
Ciertamente esto lo frustró al detective, ya que estaba dejándose llevar por el momento.
En eso, mientras que se sienta en la cama, escucha su teléfono móvil sonar, su sonido en esos momentos era fastidioso, así que dejando sus pensamientos de lado, fue a tomar su teléfono móvil de aquella mesa de noche y empezar a ver y leer el qué le habían mandado a estas horas.
Al encender la pantalla del teléfono, vio con admiración más de 250 mensajes junto a 1003 llamadas pérdidas y casi todas de Perséfone.
Sin perder el tiempo, abrió los mensajes para leer el qué le había enviado su exnovia.
Entre estos mensajes, comenzaban con un "Hades, ¿dónde estás?", "Cariño, me estás asustando", hasta finalizar con mensajes insultantes que le decían algo como "¡DESGRACIADO!, ¡ME ROBASTE TODOS MIS AHORROS!", "TE QUITARÉ TU TRABAJO, ESTÁS MUERTO".
Además, en medio de todos esos mensajes habían algunos que pertenecían a Adamas y estos comenzaban con un "¿En serio saliste con esa bruja?", hasta otros que eran de burla como uno que decía "Ja... Ella se lo merecía" u otro dónde decía "De acuerdo hermano, tienes que venir rápido, la bruja esa está hostigando a Poseidón".
El total de la mayoría de llamadas eran de su ex, pero al ver entre estos, encontró una llamada de Poseidón a las 4 de la mañana y esto lo extrañó, aunque pudo suponer el porqué de esa llamada.
Sin embargo, antes de poder hacer algo, una mano acaricia un poco de su cadera, comenzando así a voltear a ver en dirección al ladrón, que en ese instante, mantenía los ojos cerrados.
—Buenos... días... Hades-xi...— para Qin en esos momentos, hablar se le dificultaba un poco, pero la sonrisa en su rostro, no se la borraba nadie.
—Buenos... días...— respondió Hades dejando su teléfono móvil a un lado.
El detective no sabía que decirle, a pesar de las cosas que le hacía el ladrón, jamás pensó en estar en una situación así.
—Jeje... Lindo~— mencionó Qin susurrando antes de estirarse un poco sin abrir aún los ojos.
Hades se sentía incómodo y algo nervioso por su comentario, así que para calmarse suspiró y se levantó de la cama dejando a Qin en ella.
—Iré a tomar un baño— fue lo último que escuchó Qin, antes de oír los pasos de su amante alejarse.
Luego de un baño refrescante, Hades salió con una toalla en la cintura, no sabía cómo iniciar una conversación con el ladrón, pero antes de darse cuenta, él ya se encontraba sólo en aquella habitación.
—¿Qin Shi Huang?— llamó el detective, pero nadie contestó.
Hades buscó con la mirada al ladrón hasta que vio una nota encima de la mesa de noche, justo debajo de su teléfono móvil, así que sin apuro comenzó a leerla.
"Me gustó mucho la noche, 8 de 10, como sea, la próxima lleva condones, ya que te daré varias mamadas, por cierto, gracias por participar en el video casero de nosotros dos teniendo sexo, creo que lo subiré a alguna página porno, en fin, nos vemos Hades-xi, con amor, tu admirador secreto~ 7w7".
Aquella nota enfadó mucho a Hades, así que antes de poder realizar algo, rompió la hoja y comenzó a cambiarse rápidamente antes de poder salir de aquella habitación.
El día comenzó animado para un sonriente expectante que veía al detective irse de aquel hotel-restaurante, pero por otro lado y en otro lugar, un enojado hermano, veía la situación que se dio anoche por las cámaras de seguridad de aquel hotel dónde se hospedó el detective y su acompañante.
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Bueno, aquí les dejo otro CAP mi gente, espero que les halla gustado mucho y si fue así, no olviden dejar sus estrellitas y/o comentarios, nos vemos en el siguiente capítulo, que tengan un buen día mi gente (。・ω・。)ノ♡
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