Cap. 14
Los minutos pasaron hasta que...
—B-Bastah~— pedía con otro gemido el ladrón no pudiendo ya respirar.
Hades con el ceño fruncido se separó del ladrón, en dónde al final pudo apreciar, cómo este se encontraba debajo de él, respirando muy agitadamente y con los labios levemente morados, acompañado de ligeros temblores que daba a entender su agotamiento después de ser besado. Aún estoico, el detective apartó la mirada ante aquello y la llevó al collar que aún sostenía el ladrón, así que sin perder el tiempo, llevó su mano a este, pero antes de jalarlo fue sujetado firmemente por el ladrón, no queriendo aún soltar para nada el collar.
—Suéltalo— advirtió Hades viendo de manera enojada al ladrón.
—No... puedo...— decía Qin aún respirando agitadamente.
Fue entonces, que ambos iniciaron otra pelea mientras rodaban por el suelo, sin embargo, Hades se cansó de pelear y sin importar el estado del ladrón, lo sentó en su cadera colocándose así nuevamente sentado contra la pared, pero con la diferencia de que él ladrón le daba la espalda.
—De acuerdo, entonces no me dejas otra alternativa— dijo el detective llevando sus manos dentro del pantalón del ladrón, alarmando a este en el proceso.
—Hades-xi, espe...— sin embargo, Qin no pudo decir nada más, ya que un grito de alarido salió de su boca, al sentir, que su parte íntima estaba siendo ahorcada por la mano ajena.
Qin intentó golpearlo, pero Hades fue rápido y sin problema alguno atrapó la mano que sostenía el collar con su mano libre, sujetando así la muñeca del ladrón.
—Jump... ¿así que ya te has excitado?— preguntó burlón el detective antes de escuchar al ladrón bufar molesto.
—Cállat...— sin embargo, Qin no pudo decir nada, ya que un va y ven demasiado rápido por parte de la mano del detective, lo hizo callar —¡D-Deten-te!...— gemía el ladrón —E-Es m-uy... ¡rápido!— decía Qin doblando sus piernas e intentando liberarse mientras apretaba con su mano libre la mano del detective que se encontraba estimulando su parte íntima.
—Tu mismo querías esto, ¿no?— decía seriamente Hades a pesar de sentir al ladrón arquearse contra él —Entonces tómalo maldito— gruñó él mayor para continuar haciendo la masturbación.
Qin gimoteó y lloró cuando se corrió, pero la masturbación que Hades le otorgaba no paró, así que intentó liberarse con su mano libre, no obstante, Hades al sentir aquello, agarró el collar y rápidamente envolvió con este ambas muñecas, para así apresarlo y continuar con lo que sea que estaba haciendo.
El ladrón no podía parar de gimotear y doblar las piernas por el doloroso placer, así que como un último vano intento por liberarse, empezó a dar cabezazos hacia atrás, pero el resultado fue penoso, ya que en vez de alejarlo le dió más comodidad a Hades para seguir masturbándolo.
Una o dos corridas más, no fueron suficientes para parar la velocidad de masturbación del detective, así que Qin cansado, simplemente comenzó a llorar mientras movía su cadera para hacer fricción con la parte íntima del detective, esto a Hades le hizo reír y cómo si fuera su último regalo, lo besó, para así soltar la parte íntima lastimada de Qin y ver cómo este se corría con tan solo un beso.
Luego de aquel beso, el ladrón dejó de sujetar el collar y su cuerpo automáticamente calló adelante, dejándolo ver todo tembloroso mientras tenía el pantalón mal acomodado y la venda de su cabeza algo suelta.
—Listo, adiós— dijo el detective levantándose de su lugar y sacudiendo sus ropas con su mano limpia.
Hades a pesar de no arrestarlo, quería que el ladrón pagará por todo lo que le hizo pasar hasta ahora, si este quería violarlo, entonces él lo confrontará o eso es lo que en ese momento pensó, sin embargo, él no entendía muy bien sus pensamientos de ahora, se encontraba confundido y agotado, así que suspirando, simplemente caminó lejos del ladrón, para así volverlo a ver una vez más antes de apartar la mirada, no obstante, después de ni siquiera dar unos pasos, su tobillo fue repentinamente sujetado y él al voltear, pudo ver al ladrón arrastrarse por el suelo hasta sujetar temblorosamente de su cintura.
—¿Ahora qué quieres?— preguntó seriamente Hades viendo al tembloroso ladrón bajar sus manos, recorriendo su pelvis, y abrir el botón de su pantalón.
—E-Esto aún... no acaba...— dijo Qin en forma retadora mientras aún respiraba algo agitado.
—Como digas— dijo Hades con un brillo competitivo en los ojos, comenzando así a bajar el cierre de su pantalón y a este mismo junto a sus boxers hasta la altura de sus rodillas —Veamos quién súplica a quién, Qin Shi Huang— para ese momento, los pensamientos coherentes de Hades se esfumaron y solamente quedó en él los pensamientos competitivos.
Qin rió ante la nueva fase descubierta del detective, así que simplemente abrió su boca y lo dirigió al semi-despierto falo del detective comenzando así a lamerlo.
A pesar de los ruidos de pasos de varias personas, ambos, detective y ladrón, comenzaron a competir. Por una parte, Qin comenzó a succionar fuertemente el falo del detective, pero por otro lado, Hades comenzó a empujar sus caderas mientras sujetaba firmemente los cabellos del ladrón, ambos estaban sumergidos en el placer y el premio estaba justo en sus manos.
El placer que ambos se daron fue tanto que al final terminaron por correrse juntos.
—Aún... no— dijo Hades volviendo a empujar de regreso su parte íntima a la boca del ladrón.
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A pesar de los arroñes y pequeñas heridas en sus piernas, Hades ganó la competencia, dejando así a Qin aturdido en el piso mientras babeaba semen por su boca y respiraba calmadamente, ante la escena, él se retiró subiéndose el boxer y colocándose muy bien su pantalón, dando por finalizado su participación.
Tras aquella pequeña competencia, Hades tranquilamente pasó a un baño del edificio, en dónde se mojó un poco la cara y eliminó con un pañuelo húmedo con jabón, cualquier rastro de sexo y olor sospechoso que hicieran dudar de sus acciones a cualquier persona, incluso a sus hermanos.
Apenas había pasado una hora, así que sin esperar más, comenzó a buscar por el edificio hasta encontrarse con su hermano Adamas.
—¡Hey Hades, aquí!— llamó este creyendo que por fin lo encontró —¿Encontraste alguna pista del ladrón?— preguntó el menor viendo cómo su hermano negó.
—No, el escapó— fue muy cretino de su parte decirle aquello, pero eso ya no lo quería recordar —Aún así, logré arrebatarle a último momento el collar— el detective se sintió culpable al ver la sonrisa de victoria de su hermano, así que sin decir nada, ambos salieron del lugar encontrándose así con Poseidón.
Después de dirigirse algunas palabras, los tres hermanos se encaminaron a entregar está vez el collar al mismo propietario de Beelko, llamado Beelzebub, uno de sus amigos, que se encontraba afuera del edificio junto a las patrullas.
Una vez que los tres se alejaron de su amigo, los periodistas comenzaron a juntarse para que ellos hablarán sobre lo que había ocurrido adentro del edificio Beelko. De no ser por el profesionalismo de Poseidón, la rueda de prensa jamás acabaría, así que cuando terminaron, los tres hermanos subieron a la patrulla de Adamas para salir de aquel lugar, mientras que otros oficiales de policía se quedaron para hacer su trabajo.
En el viaje por la carretera, a Poseidón le pareció extraño haber escuchado un comentario raro de algún oficial de policía, que caminó cerca de él mientras buscaba al ladrón, así que con algo de inquietud, decidió hablar.
—Me sorprende que fueras el único en quitarle las cosas a ese ladrón— dijo Poseidón iniciando el tema de conversación en la patrulla mientras miraba por el espejo retrovisor a Hades.
—Si... ese sujeto está loco— respondió Hades tranquilamente —Además, descubrí que pelea como si fuese un soldado— dijo Hades apartando la mirada de la insistente de Poseidón, haciéndole creer que estaba pensando.
—Pufff... eso quizás sea cierto, pero tú eres el mejor en combate cuerpo a cuerpo— decía Adamas feliz por otra victoria de su hermano mayor —Antes, jamás creía poder atrapar a ese desgraciado o simplemente poder verlo por más de 2 segundos— continuó hablando Adamas con animosidad —Pero ahora, gracias a tí hermano, recuperamos más fácilmente los objetos robados y todo gracias a tus expertas estrategias— mencionó feliz el pelirrojo.
Esto al detective lo incómodo, así que sonrió de una forma extraña, algo que no dejó pasar Poseidón.
—Si... gracias a tí— Poseidón comenzó a sospechar algo, sin embargo, sus pensamientos se inclinaron a favor de la inocencia de Hades, así que simplemente soltó un suspiro agotado y comenzó a seguir viendo por las calles de la ciudad dejando esas pequeñas dudas atrás, pensando así en que no debió escuchar a ese oficial de bajo rango —Sigue así— fue lo último que dijo Poseidón antes de cerrar los ojos para así empezar a descansar un poco.
Hades simplemente comenzó a ver las oscuras calles de la ciudad y tras aquello cerró los ojos también, esperando poder así llegar rápido al cuartel.
Una vez en el cuartel, sólo Hades y Poseidón bajaron de la patrulla mientras que Adamas se despedía antes de seguir con su camino junto a la patrulla.
Ninguno de ellos se dijo nada y pasaron tranquilos hasta sus oficinas, como era de noche, las actividades de las personas de la ciudad habían disminuido, así que la noche fue tranquila hasta la salida.
El detective, a pesar de que ya tenía que irse a su casa, no quería abandonar la oficina, se encontraba confundido, enojado y frustrado consigo mismo, ya que hizo algo, que rompía con todos los parámetros de ser policía.
No se encontraba orgulloso de aquello, pero habían pasado tantas cosas ese día, que no pudo diferenciar, lo que en verdad era correcto.
Besó y violó al ladrón, hizo cosas que no eran buenas y lo peor de todo, es que no atrapó al ladrón a pesar de que se había prometido ponerlo tras las rejas, también había mentido a sus hermanos y en verdad... todo eso lo hacía sentir frustrado, era tedioso en estos momentos para él aclarar sus pensamientos, ya que de cierta manera, se culpaba por hacer esas cosas por estar triste. Así que suspirando, sujetó su abrigo y fue a su vehículo para irse a su departamento, no quería sentirse así de frustrado, así que se daría un baño con agua fría antes de seguir con su rutina monótona, si... aquello sería igual a antes, pero tenía que regresar a la realidad y no dejar que sus ilusiones rotas lo gobiernen, no nuevamente.
Fue así... que se prometió atrapar al ladrón la próxima vez que lo vea.
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Una vez que Hades estuvo en el piso de su departamento, comenzó a abrir la puerta, sin embargo, otra puerta se abrió rápidamente, dejando ver a un vecino con el cabello rojizo alborotado y con una sonrisa en sus labios.
—Hades-sama— llamó roncamente el joven Lee y esto a Hades congeló.
—Si, hola— saludó Hades calmadamente continuando en abrir su puerta —Perdón, vengo algo cansado— comentó viendo su puerta abierta —Por ahora iré a descansar— le dijo Hades al joven Lee con una sonrisa calmada —Descanse bien, joven Lee— se despidió con una sonrisa antes de continuar entrando a su departamento.
—Espe-re Hades-sa...— sin embargo, Hades no pudo escuchar nada más, ya que cerró su puerta detrás de él.
El detective se quedó en su puerta y miró seriamente el suelo de su hogar, ¿qué había pasado?¿qué había hecho?, no lo sabía, pero estas fueron sus preguntas antes de comenzar a caminar hasta su dormitorio.
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A la mañana siguiente, Hades escuchó su timbre sonar, así que como pudo se levantó y fue aún con un poco de sueño a abrir la puerta, encontrándose así con el joven Lee.
—Buenos días, Hades-sama— saludó el vecino de manera amena —¿c-como se encuentra el día de hoy?— preguntó el joven Lee algo nervioso.
Hades simplemente sonrió y abrió más la puerta.
—Si, hoy amanecí tranquilo— mintió el detective tratando de mantener la sonrisa en su rostro —Por cierto, linda chica— internamente Hades quería acabar con aquella conversación.
—Oh... bueno... dis-disculpe por aquella escena de anoche— dijo Lee aún nervioso —no quería incomodar a ningún vecino por esto— mencionó él mientras se avergonzaba.
—Descuida— el detective no quería preguntar nada más, pero tenía que ya pisar tierra —Por cierto, ¿quién es?— preguntó ya sabiendo la respuesta.
—Oh, jejeje... bueno... ella es mi... novia— aquellas palabras lastimaron a Hades, así que veía a su vecino hablar mientras las últimas palabras se repetía en su mente.
—¿Hades-sama?— preguntó el joven Lee preocupado viendo la mirada perdida del detective.
—Ah, lo siento, recién me levanto de la cama, pero aún así felicidades, parece ser una gran chica— dijo feliz viendo a su vecino sonreír.
—Si... ella es única— mencionó feliz el joven Lee.
Ambos hablaron un rato más, para que luego el vecino se despidiera diciendo que se iba a la universidad, Hades asintió ante aquello y lo último que vio de él, fue verlo subir al ascensor antes de desaparecer.
Los ánimos del detective, en esos momentos, no eran muy buenos, así que, una vez dentro de su hogar, dejó de sonreír y se dedicó a hacer su rutina diaria, pero con algo más de calma.
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—¡¿Qué tiene novia?!— el primero en gritar fue Adamas.
—Si... así que, por favor, te pido que ya no recurras a él para llamarme— dijo tranquilamente Hades mientras tomaba algo de su café.
Adamas se encontraba confundido, había ido por Hades a la estación de un supermercado cercano por una misión de Poseidón, pero jamás creyó que después de comprarle un café a su hermano, este le contaría sobre la situación y relación que ahora tendría con su vecino Lee.
—L-Lo siento mucho hermano— dijo apenado Adamas no sabiendo qué decir ante la situación.
—Descuida, no es tu culpa, simplemente, al parecer no somos compatibles— dijo Hades tranquilamente mientras tomó otro poco de su café —Si las cosas sucedieron así, ¿que más puedo hacer?, no voy a meterme en su relación, así que no fastidies con esa cara, porque ya se lo que estás pensando— advirtió el mayor viendo a su hermano pensar en algo.
—De acuerdo, te haré caso— dijo Adamas cruzando sus dedos de la mano que se encontraba en el volante de la patrulla.
—Vi eso— mencionó Hades ahora viendo afuera del vehículo —Bien, continuemos observando al sujeto— añadió para luego ver de lejos cómo un señor se reunía con dos mujeres muy bellas y voluptuosas.
Hades miró esto con desagrado, ya que el sujeto, después de conversar y reír con aquellas mujeres, las sujetó colocando sus manos en la cintura de cada una y se fueron de ahí caminando hasta entrar a un callejón, a unas calles más abajo en dónde hablaron.
—Es hora, llama a la segunda patrulla, vamos a interceptarlo en su hogar— dijo Hades bajando del vehículo y caminando hacia la dirección de aquel sujeto.
—Ja..., de acuerdo— mencionó Adamas con una sonrisa mientras veía a su hermano desaparecer —Si ese sujeto se negó a cooperar, entonces lo ayudaremos a hablar— se dijo así mismo el menor mientras encendía su patrulla y llamaba a los agentes de la segunda patrulla que merodeo la siguiente calle.
Hades, tranquilamente siguió al sujeto desde atrás, hace días que se le había citado a ese sujeto para que diera su declaración de los hechos acontecidos con el ladrón Qin Shi Huang, sin embargo, este mismo se negó de forma muy descortés, enviándoles la misma carta notarial que se le mandó, pero destruida junto al mensaje de no molestar y esto claramente enfureció a Poseidón, mandando así su búsqueda antes de que este mismo lograra asesinarlo por su descortesía.
Sin levantar alguna sospecha, el detective caminó hacia una tienda y luego lo siguió por unos cuantos callejones más hasta verlo entrar a un hotel de cuatro pisos, claramente se veía que era un club nocturno, pero no dijo nada, ya que este mismo club era el hogar de aquel sujeto.
Después de un rato, entró al lugar y pagó por una habitación diciéndole al encargado que una mujer detrás de él iba a pasar a continuación, el sujeto asintió sin tomarle algún interés y rápidamente pasó a abrirle la reja que se encontraba en las escaleras, indicándole que su habitación se encontraba en el tercer piso por el pasillo rojo a la derecha. El detective asintió a sus indicaciones y comenzó a subir las escaleras mirando de vez en cuando hacía las cámaras del lugar; la habitación al que quería ir, se encontraba en el cuarto piso, así que en plenas escaleras sacó su arma y lo preparó mientras la guardó rápidamente para seguir subiendo las escaleras.
Al llegar al último escalón, vio una reja más que impedía su paso para llegar al cuarto piso, sin embargo, está se encontraba abierta, así que sin algún problema pasó al piso dejando la reja completamente abierta para la agente de policía que comenzaba a subir las escaleras.
Con cautela, el detective sacó su arma y buscó por el lugar hasta encontrar la habitación del sujeto, en dónde claramente pudo escuchar risas estando detrás de la puerta.
Y sin decir nada pateó la puerta y colocó su arma al frente sorprendiendo a todos los que estaban en la habitación echados en una gran cama.
—¡Pero qué mierda!— exclamó el sujeto sentándose mientras las mujeres se cubrían su desnudez y gritaban por la sorpresa.
—Sr. Taamemon, queda arrestado por ignorar e incumplir una carta notarial de la policía— dijo Hades viendo la sorpresa de aquel profesor en sus ojos.
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Bueno, espero que el CAP de hoy les halla gustado, aún me falta ponerme al día, pero poco a poco lo estoy haciendo, si les gustó mucho el capítulo, dejen sus comentarios y/o estrellitas, nos vemos mi gente y no olviden abrigarse del frío, nos vemos~(。・ω・。)ノ♡
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