"-¿Por favor?
-No
-¿Porque no?
-Por que ya somos adultos, eso es cosa de niños, adolescentes y uno que otro tipo raro
-Oh vamos Nick... Solo será un solo día ¿No te gustaría sentirte como un niño de nuevo?
-Skye, linda, te lo diré de la manera más sutil... No iré disfrazado y no pediré dulces"

***

Cierto zorro rojo recordaba aquella discusión, ahora estaba en una tienda de disfraces junto con su amada novia, tenía una cara de pocos amigos ¿Cómo terminó en esto? Fácil, tanto su novia y su mejor amiga empezaron con el gran poder femenino: la persuasión.

Ahora tenía que buscar un disfraz para Halloween, en la estación había un programa, donde los policías salían a la calle a pedir caramelos con un grupo de niños (idea de Judy) por lo que al zorro no le cayó del todo bien, desde que era niño jamás le gusto disfrazarse, o más bien en su adolescencia.

-vamos Nick, escoje un disfraz

-Skye esto es ridículo, no entiendo cómo fue que me convencieron una descolorida y una pelusa andante

-vas a divertirte ya lo verás

-si claro, pedir dulces y golosinas con un montón de mocosos será muy grato

-¿A caso el gran Nick Wilde tiene miedo? ¿O quizás es que eres muy amargado para celebrar?- Ahí estaba de nuevo, Skye ponía a prueba su ego, tenía dos opciones: renunciar y dejar que su novia se lo reprochara o, proteger su honor y su orgullo masculino...

_____

La noche de Halloween por fin había llegado, los niños corrían de puerta en puerta pidiendo sus apreciados tesoros azucarados, en las calles principales se veía a un grupo variado de infantes seguido de dos zorros, uno de ellos tenía una actitud malhumorada, mientras que otro denotaba felicidad: Nick y Skye. La vulpina había vuelto a hacer de las suyas, convenció a Nick de que se vistiera de pirata, ella en cambia estaba disfrazada de una bruja, ahora que él lo piensa siempre accede a cuanto capricho es impuesto por aquella "manipuladora" hembra, vaya que sabe jugar sucio.

-te vez adorable cielo

-dilo por ti... los demás oficiales no opinaron lo mismo

-¡Nick! que bien te vez- dijo la coneja policía al ver el grupo donde estaba el vulpino

-calla Zanahorias... ¿que se supone que eres?

-¿no es obvio? Soy un vampiro 

-pensé que eras un murciélago

Bueno, al menos el no era el único disfrazado y también no seria el único al que le harían burla sus compañeros, ahora entendía el mañoso plan de ellas... ¡NO QUERIAN HACER EL RIDÍCULO SOLAS! aunque debía admitir algo, parte de los dulces obtenidos esta noche también serían para ellos. Tramposas suertudas.

Un poco corto pero aquí esta nuestro drabble número 26, quiero agradecer a todos por el apoyo ¡incluso a los fantasmones! los adoro mucho, sin ustedes este reto no se estaría cumpliendo