Extraño y oscuro amante
Los hombres delante suyo se habían rendido, alzo su celular, estaba cansado – termine el trabajo ¿Qué sigue en mi lista? – pregunto molesto al teléfono. Akutagawa Ryunosuke, el chico de la mafia que no podía matar hasta que terminases los seis meses de abstinencia, estaba molesto todo el tiempo por ello, tan cansado que ni noto al enemigo acercarse por sus espaldas y golpearle la cabeza
...
Despertó adolorido, no sabía dónde estaba, pero si supo de inmediato tres cosas, la primera y más importante, estaba desnudo ¿Por qué la más importante? Por qué no podía usar su habilidad sin ropa, la segunda, estaban sus ojos tapados con una tela gruesa, y la tercera, estaba atados de manos a la espalda. Perfecto juego para inmovilizarlo - ¿despertaste? – escucho.
― Conozco esa voz... ¿Quién eres? – pregunto el azabache
― Na-nadie...
― Suéltame en este preciso instante, porque aunque no me sueltes, te mataré. No mejor aún, te torturare hasta que no puedas más y después te mataré
El silencio fue enorme y el azabache giro su cabeza – ¿sigues allí maldito inútil? – Pregunto pero su respuesta no fue lo que él quería, sintió como su entrepierna era atacada por algo rasposo y húmedo – he-hey e-e-eso – le llamo la atención pero aquella persona se dedicó a hacer una felación de primera boca.
Lo metía en su boca y sacaba ligeramente para después lamerlo completamente, el mafioso estaba excitado, aquello era una sensación excelente, los movimientos se hicieron más rápidos y fue si final cuando las manos del desconocido tocaron sus testículos, logro correr en grande – maldito pervertido ¡libérame! ¡Te mataré! No sabes con quien te estas metieron
― Lo sé bien – respondió – pero no puedo resistirlo más
Hubo un enorme silencio, no había movimientos, el azabache no sentía nada cerca pero a sus oídos, ligeramente lejano logro escuchas – mmhp, aah, mmhp, mmmhp – escucho ligeramente, solo tenía que poner atención a la voz, sabía que podía descubrir quién era pero su orgullo y su mente estaban llenas de enojo para pensarlo lo suficiente. Sin darse cuenta de ello, su secuestrado se acercó acomodando sus piernas fuera de las piernas de él, pudo sentir su cuerpo cerca
― ¿qu-qu-que estás haciendo? – pregunto el mafioso – ni se te ocurra, te mataré, en serio morirás de la peor forma posible y ¡mmg!
Aquel desconocido había hecho al mafioso entrar en él, adolorido, comenzó a moverse provocando a ambos hombres gemir por la sensación, ¿Qué era eso? El gran perro mafioso estaba siendo llevado por sus emociones, sus ganas, su... situación sexual no se veía nada prometedora, sabía que no era una mujer, aquello era la voz de un chico. Pero era jodidamente apretado, haciendo que se sintiera tan bien, escucharlo gemir era otro cantico a sus oídos, simplemente el chico encima de él sabía lo que hacía y esto lo hacía disfrutar.
El perro rabioso era orgulloso, no admitiría que se estaba sintiendo de puta madre, sentía como aquel chico brincaba encima suyo, estaba haciendo suyo a un desconocido y le encantaba.
― Eres un jodido pervertido loco – soltó el mafioso – ¡mmhp! Si querías que te jodieran solo tenías que decírmelo, hubiera hecho que Rashomon te partiera el culo con un palo de púas – mordió su labio, el chico aumento la velocidad – ¡jodido! Juro que estas jodido, te buscaré por cielo y mar hasta hallarte y matarte
― ¡aaah! – escucho aquel gemido fuerte
El desconocido se había corrido y él dentro de él, solo sintió como el chico salió dentro suyo y se marchó – maldición – expreso molesto.
Pasado los minutos, el desconocido volvió y sintió como fue limpiado - ¿me dirás quién eres? – Pregunto mientras el chico le limpiaba – comprendo, tampoco lo diría si sé que me mataran – sintió algo húmedo cerca de sus labios - ¡¿Qué PLANEAS?! – grito molesto hasta que sintió el agua entrar en el – e-era solo agua... - menciono
En eso, pudo escuchar las teclas de un celular, y después una voz de computadora, para ser más específico, era la voz del traductor de google hablando – lo lamento, no quiero que sepas quien soy. ¿Tienes hambre? Preparé algo
― No comeré tu maldita comida de gay – se quejó el mafioso - ¿Cuánto tiempo me tendrás aquí? ¿hablaras por google traductor o me dirás tú?
― Solo será una noche, si me miraras me matarías pero no podía soportar más esta agonía, por favor déjame ser tuyo está noche
― ¡estas jodidamente demente! – grito el mafioso molesto
― Por favor
― ¿Por qué un mafioso como yo tendría piedad contra un violador pervertido como tú?
― Te dejaré libre
― Ya me dijiste que me liberarás esta noche, además ¿crees que le temo a la muerte? Es una bazofia, déjame ir y quizá no te torture tanto
― Por favor, solo quiero hacerlo una vez
― Ya te lo auto hiciste
― No es igual... por favor
― ¿seguirás pidiendo por favor si no accedo?
― Así es
― No
― Por favor
― Que no
― Por favor
― No
― Por favor
― Muy bien – suspiro el mafioso cansado ― dame primero de comer y después hablamos de un trato
― ¡Bien!
Escucho las pisadas salir y al cabo de minutos volver a entrar, olía delicioso debía admitir, aquel chico usaba un tenedor de plástico para infante, definitivamente su secuestrador había pensado en todo para atraparle, ni siquiera podía usar el maldito tenedor para atacarle. El azabache suspiro, estaba siendo alimentaba por un maldito pervertido, aunque admitía que la comida era buena: un jugoso filete de res con puré de papás, arroz verduras y un té de higos para acompañarlo. ¿De dónde había sacado algo así? ¿Preparado? ¿Comprado? El mafioso no lo sabía pero si sabía que era delicioso― ¿Por qué haces esto? – pregunto el azabache una vez que termino de comer
― No podía resistir verte sin ser tuyo – hablo google traductor
― ¿verme? ¿eres de la mafia? ¿un subordinado?
― Subordinado estaría bien – respondió google traductor
― Ya estoy hasta la madre – se quejó ― deja ese maldito aparato de lado y quítame las ataduras, si voy a joderte será viéndote
― No, eso es imposible. No puedes saber quién soy
― ¡te mataré!
― Sé que lo harás un día, pero por dé mientras, no puedes saber quién soy
― Apresúrate, quiero irme a casa
Sintió aquel chico una vez más colocarse encima suyo, el azabache dejo salir una mueva en su boca ― ¿Cómo planeas que me mueva si estas encima mío?, si no me soltaras podrías pasar mi atadura enfrente – menciono molesto.
― No, conozco los trucos de mafiosos
― Tsk – rechino la lengua – bien – dijo molesto mientras se levantaba ligeramente – acuéstate frente a mí y colócame, haré el resto
El desconocido se acostó usando sus codos, sus piernas estaban flexionadas, tomo la cintura del azabache con cuidado para acercarlo, el mafioso estaba molesto pero de igual manera lo hizo, sintió el tacto de aquel desconocido para lograr excitarlo una vez más, sus manos eran suaves y cálidas, no había dificultad para alzarlo con él haciendo el trabajo, el chico coloco el miembro del mafioso en su entrada y esté sonrió entrando de un solo movimiento ― ¡AAAH! – grito el chico y tapo su boca
― Eeeh, así que si puedo torturarte haciendo esto – expreso alegre dándole otra fuerte estocada
― ¡AAH! – volvió a gritar
― Por lo menos disfrutare de tus gritos – menciono alegre
El azabache se movía en el acto de fornicar como si fuese un maestro en el arte de la acuarela, el chico bajo de él era perfecto, podía sentir los espasmos en la piel del chico, su cuerpo temblar y sudar, sus gemidos aunque varoniles, eran sexys. El mafioso sintió el sudor en su rostro y ese intenso cosquilleo por toser, se sentía único e inalcanzable.
El menor siguió recibiendo hasta que el mafioso se corrió en él, cansado y adolorido de las rodillas, volvió a sentarse en el suelo, logro escuchar con la dificultad con la que se levantaba su oponente y se sintió orgulloso de derrotar a su enemigo inclusive en esas condiciones, el chico limpio la entrepierna del mafioso – en 10 minutos serás libre, tu ropa está en el gabinete a tu lado. Podrás irte y no sabrás de mí – escucho una vez más a google traductor
― ¿Qué? creí que seguirías gimiendo, solo sé de ti por gemidos – se quejó el mafioso
― Lo lamento, gracias por todo
Escucho al chico irse y suspiro cansado, 10 minutos y podría alcanzarlo.
Pasaron los diez minutos, sintió sus manos calientes y como un líquido le quemaba ligeramente, pero después de ello se pudo soltar de sus ataduras y lo primero que hizo fue bajar la tela en su rostro, miro alrededor, era una habitación simple de hotel, a su lado, su ropa. Rápidamente la tomo y se vistió, salió de la habitación con gran prisa, queriendo saber la identidad de su captor.
Busco alrededor, los callejones y nada, no había nadie. Era como si la ciudad hubiera quedado vacía.
Pasaron los días y el mafioso cada día se obsesionaba más con el chico misterioso, su recuerdo de los gemidos le hacían tener sueños eróticos todo el tiempo, aun intentando recordar al chico o por lo menos imaginarlo nada era igual a cuando recordaba el sonido de su voz.
Aquella tarde, paseaba con Chuuya cuando su superior miro a su gran mentor, Osamu Dazai - ¡oi! ¡Dazai! – grito con fuerza haciendo al mayor soltar la esquina de un mueble que cargaba y con ello provocar a su nuevo mentor, Nakajima Atsushi caer de boca
― ¡aah! – grito el albino sorprendiendo al azabache
Atsushi se quejó mientras tallaba su nariz – Da-Dazai-san, eso fue
― Ahora no Atsushi-kun, tenemos compañía
El albino volteo a verles y se sorprendió, tenía la mirada del azabache fija en él – pequeña alimaña ¿Qué haces por aquí?
― Ayudar
― ¿ayudar? – pregunto Chuuya
― Es la reanudación de la pastelería favorita de Atsushi-kun, la señora nos invita año con año a hacer partícipes en Halloween
― Tonterías – se quejó Chuuya
― Aam, Da-Dazai-san, ¿po-podemos seguir? – pregunto temeroso al sentir la pesada mirada del azabache
― Claro, continuemos
― Pa, pa, pa – Chuuya tomo el mueble con su mano ― ¿Dónde lo quieren jodidos debiluchos?
― Chuuuya ~ de verdad eres una buena persona
― Deja que termine o te parto la cara
Con ello, Dazai llevo a Chuuya dentro de la tienda, el albino suspiro pero la mirada furiosa y casi felina del azabache le atemorizo, se veía como un felino casando a su presa o más bien, teniendo a su presa – A-Akutagawa, ¿pod-podrías dejar de mirarme?
― Jinko
― ¿s-s-si?
― ¿eres gay?
― ¿e-e-e-eh?
― Contesta
― Ah, yo... e-e-e-e-esto...
― Ven aquí - pidió tomando el cuello de la camisa del chico
― Es-e-espera Akutagawa – pidió pero el mayor lo arrastro a lo profundo del parque, el cual era un pequeño bosque
Tiro al chico en la base de un árbol – ¿A-Akutagawa? – Pregunto y el mafioso puso su pie en la entrepierna del albino - ¡aah! – grito sonrojándose y el azabache sonrió
― Al fin te encuentro, maldito pervertido – sonrió amplio – te lo dije, que iba a encontrarte y joderte
― A-Akutagawa ¿de qu – el mafioso piso más moviéndose a los lados y logrando excitar al albino
― Mmhp ¡aah!
― ¡ja! ¿seguirás negando que eres tú?
Atsushi miro a otro lado avergonzado y el azabache llamo a Rashomon quien lo levanto ― dije que te encontraría
― A-Akutagawa, lo siento es que yo...
Rashoumon lo bajo estrellándolo contra el árbol, Atsushi estaba adolorido y mareado de ello, dejo sus manos sobre el árbol y noto su posición, Rashomon lo tenía atado al árbol y su trasero estaba elevado, sus piernas abiertas en el pasto, y el mafioso mientras se dedicaba a bajarle los pantalones al albino ― ¿qu-qu-que haces?
― Devolverte lo de aquel día – menciono el mafioso entrando sin preparación
― ¡AAAH!
― ¿Qué tal se siente que te lo hagan atado? ¿ah? Jodido pervertido
― ¡Aaah, mmhp, pphm, aaah!
― Escúchate gemir, es más entretenido que no poder ver nada, maldita sea
El mafioso siguió penetrando con fuerza, Atsushi se sostuvo lo mejor que pudo, sus piernas le fallaban no podía resistirlo más. El mafioso termino dejando su semen dentro del albino, el cual salió en cuanto el mafioso salió de él, escurriendo por sus piernas, el mafioso le dejo en esa posición mientras se sentaba en el pasto ― A-Akutagawa, suéltame
― Lo haré en 10 minutos
― M-me duelen las piernas y los brazos
― Lastima. Rashoumon – en cuanto el mafioso llamo a su habilidad esta apretó más al albino en el árbol - ¿mejor?
― Me ca-callaré
― De hecho, quiero que hables
― ¿eh?
― ¿Por qué esa vez dijiste: "no podía resistir verte sin ser tuyo"
― Esto es vergonzoso – exclamo el albino mientras dejaba su cabeza en el tronco del árbol
― Bueno, si no hablas, traeré una soga, te atará y me iré con Rashomon, escuche que esto en la noche se llena de zorros y lobos ¿te cogerá alguno de esos animales? Digo eres un tigre o quizá en la mañana un loco pervertido venga borracho y te lo haga ¿no crees?
― Ya entendí – se quejó el albino y suspiro ― me gu-g-g-g-gu-gu-gus-gus-gus...ta-ta-tas...
― ¿Qué rayos dijiste? No entendí nada
― ¡me gustas! – grito ― me gustas desde hace mucho, me gusta todo de ti, e-eres fuerte, simple y directo, eres responsable aunque un cruel asesino despiadado, eres razonable y todo lo que quieres en la vida es ser reconocido, siento que de tenerlo serias una persona más tranquila de lo que ya eres y ¡aaah!
Grito siendo callado pues Rashoumon lo había apretado ― así que fue por eso... - menciono mirando al albino - ¿Por qué me secuestraste?
― De-desde nuestro último encuentro... so-solía tener la sensación de explotar o una punzada quemándome desde adentro, mis instintos te llamaban y solamente quería tenerte, de-después de lograr hacerlo contigo me calme por completo
― Ya veo... eres un jodido pervertido ¿sabes?
― Lo lamento... n-n-no volveré a hacerlo...
― No, no lo harás
― ¿va-vas a matarme? – pregunto mirando al azabache levantarse
Sintió el cuerpo del mayor encima de su espalda de nuevo, su miembro jugueteaba en el hueco del albino mientras esté se acercó a su oído ― te devolveré todo, Jinko
El mafioso volvió a penetrar al chico, fuerte, rudo, rápido. Jugaba con sus pezones mientras lograba entrar en aquel estrecho hueco, un rápido y certero vaivén estaba haciendo al albino no solo gemir y babear, si no rogar por más. Termino de nuevo dejando al albino suelto y con ello haciéndole caer al pasto de cara al suelo. El azabache puso su pie en la cabeza del albino y este alzo la mirada para ver al mafioso – a partir de hoy seremos amantes, no puedes rechazarme, Jinko
― Pe-pero
― Y nadie puede enterarse
― Pe-pero
― Hagamos que funcione
― Pe-pero... ¡pero! – grito ― Y-y-yo... qui-quiero hacerlo con alguien que sienta lo mismo que yo... - trago saliva – l-lo tu-tuyo fue po-porque ya no lo soporta más
― Jinko hay algo que no estas entendiendo – dijo molesto – si no me gustarás, te mataría, pero si me gustas, te haré mi amante ¿es lógico no?
Atsushi se sonrojo, tapo su rostro con su mano, quito su pie de la cabeza del menor y bajo su mano para ayudarle a levantarse, el albino lo hizo aunque algo adolorido ― a partir de hoy, cuida de mi Jinko
― T-t-t-tu tam-también de mí, Akutagawa – dijo nervioso
No se prestaría a emociones, aun así, se permitió tomar la nuca del agente y acercarlo para besar su frente – recibirás un mensaje para una cita – volteo a verlo molesto – si no llegas te mato
― S-s-si – respondió el albino confundido
Sonrió ligeramente mientras aquel chico se perdió entre los arboles – ahora... somos pareja – dijo alegre ― estoy... realmente feliz, quizá y quizá algún día logres decir "También te amo"
...
Anoche no podía dormir y estaba todo oscuro en mi cuarto, ví mis figuritas de Akutagawa y Atsushi y simplemente se me ocurrio esto, espero les guste
Es cortito pero creo que es lindo <3
¡Gracias por leer!
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