3. The encounter
Dedicado a todas las personitas que se pasaron a leer.
El destino está encaprichado en joderle la existencia, sintiendo que caía en sus telarañas llenas de artimañas y poniendo su paciencia al límite. Escuchar a los gemelos pelear y que estos cada vez se acerquen más a él, pensando como alejarlos y perderse entre la multitud para no llamar la jodida atención de los guardias.
—Kanda debes estar alerta a toda costa, esta misión es muy importante y fracasar no es una opción.
—Concuerdo con Shion no debes lastimar al humano. —advirtió Kaori.
—No pensaba en hacerle daño —se defendió irritado, tal vez cumpla.
—¡Aja! Como aquella vez que dijiste que no actuarias por impulso y heriste al hombre, cuando regrese el pobre estaba todo golpeado e inconsciente, si no hubiéramos llegado de seguro lo matabas.
Bueno Kaori tiene un punto, pero el sujeto era tan irritante pidiéndole cosas innecesarias e información personal, más las órdenes que le exigía, lo peor fue que lo confundió con una mujer, solo le devolvió el favor y lo ayudo a comportarse.
—El bastardo se lo tenía merecido.
—Bueno, ya dejando el tema de lado. —Shion interfirió entre su discusión.
Chasqueando la lengua se dio la vuelta para irse por su lado, molesto por tener que seguir escuchándolos, no dejan concentrarse en paz. Observando su entorno busco una cabellera albina entre el montón de personas que se iban acumulando, escucho una voz sacándole de sus pensamientos.
—Kanda debes estar concentrado, ya conoces a nuestro objetivo, no los lastimes por favor! Solo mantente en las sombras, y observa todo lo que puedas, si ves a un licántropo no hagas nada, solo síguelo, necesitamos saber donde vive y encontrar respuestas.
Aceptando la sugerencia de Kaori se alejó de ellos sin antes escuchar la voz chillona de Shion llamando demasiado la atención y delatando su posición, molesto se alejó del lugar.
Su instinto seguía inquieto, aún no podía sacarse de su mente esos ojos plateados.
Caminando más por el sector de la boletería y observando su entorno, sintió un ligero aroma dulce, guiado por el aroma, siguió el rastro de este, sin fijarse en su entorno, termino en el suelo por un fuerte empujón dejándolo desorientado, escuchaba unas risas a la lejanía y miles de disculpas, se encontró con una cabellera albina, un rostro sonrojado y nervioso.
—Moyashi, por cuanto tiempo más estarás encima.
Con esas palabras el albino se levantó y alejo de él, buscando algo de aire y tranquilizando su respiración.
—Lo siento, no era mi intención chocar con usted.
Tal vez fue la belleza o la calidez que tenía en su mirada, la mirada plateada del moyashi lo desconcertó, recordando que debía cumplir con su objetivo y teniendo tan cerca al albino era un premio doble, podía usar otra táctica y pedir una compensación. Ansioso es la palabra que definiría sus emociones, desde que se encontró con el albino y el contacto que tuvieron, su instinto no paraba de moverse y gruñir.
—Fíjate por donde caminas moyashi.
La amabilidad no era su fuerte, pero joder la paciencia de otros sí, y ver la duda que pintaba todo el rostro del moyashi, hasta que escucho otra risa a su alrededor. Vio una zanahoria andante parada con el albino y deduciendo por su altura, debía ser un alfa. Genial tenía un problema, el tipo tenía cara de idiota y despreocupado mientras se burlaba.
—Ay mi pequeño Allen, en pocas palabras te dijeron brote de sojas.
—Lavi, no me estás ayudando y en primer lugar fue tu culpa que me tropezara. —el albino tenía el rostro enojado y se notaba que odio el significado. —Ya me disculpé, no tienes que ser tan grosero conmigo.
Observo que el albino se ponía nervioso y buscaba una forma de continuar la conversación, mientras el alfa seguía con una estúpida sonrisa —tentado a golpearlo para que se lo quitara— y escuchando los altavoces de la estación de que el tren estaba por partir y pedían que se retiraran de la plataforma.
—Oh no, Lenalee va a matarnos, acabamos de perder el tren.
El albino se encontraba mirando a los lados, observando una buena cantidad de personas que empezaban a salir de la estación.
—Bueno, me disculpo de nuevo. —nervioso se acomodaba el cabello y con una sonrisa continuo—, Mi nombre es Allen Walker y el de acá es mi amigo Lavi Bookman, un gusto...
—Kanda, mi nombre es Kanda Yuu, moyashi.
Una atmósfera de tensión estaba entre ellos, y se encontraba ante la dificultad de descifrar cómo aliviarla. Es momento, para arrepentirse de no tener habilidades sociales, le está jugando en contra. Hasta que el otro alfa le hablo.
—Espera, dijiste que te llamabas Kanda Yuu. —pregunta confundido el alfa de apariencia extraña.
—Ajá, ¿tienes algún problema con eso?
Vio como este se abalanzaba al moyashi y como este murmuraba con que su abuelo estaría muy feliz con su descubrimiento y como está emocionado de llevarlo con ellos, por lo cual le dijo a Allen que debe invitarlo a ir con ellos. Bien, no necesitaba inventar excusas para ir con ellos, solo debía deshacerse del conejo andante.
—Bueno Yuu, si te gustaría ir con nosotros a tomar un café, aunque debes esquivar al loco de Komui.
—En primer lugar, no me llames por mi nombre estúpido conejo.
Escuchó como el idiota empezaba a reír con fuerza, y el albino solo suspiraba con cansancio, lo entendía tener que soportar a personas escandalosas, agota toda su energía. Olvido por completo su misión y con ello el peligro que se tiene a su alrededor, solo sintió la bala incrustarse en su hombro derecho —posición donde se encontraba Allen—, sin tiempo que perder agarro al moyashi para empezar a correr en busca de un refugio con Lavi siguiéndolo.
Los dos humanos tenían el rostro distorsionado por el shock o el terror de ser cazados, el primero en salir del trance fue el albino que se lo vio buscando desesperadamente en su mochila un pañuelo para detener el sangrado.
—Deja eso, no servirá, debemos salir de acá o terminaremos siendo comida del diablo.
—Si subimos por las escaleras, nos encontrarán de inmediato, por la cantidad y tiempo de disparos, podremos estar rodeados.
Carajo, se distrajo demasiado y no escucho para nada a los gemelos, ningún grito o advertencia, debían evacuar con estos dos o matar a los que cazadores y asustar a los dos idiotas sin sentido de supervivencia. No es buena opción si quiere conocer al abuelo del conejo para entender como reconocieron el apellido Kanda. Agradece que las balas no estén modificadas y solo sean normales, sino que estaría muerto por su descuidada estupidez.
Debía arreglárselo solo y proteger al moyashi, más el otro idiota, si no lo matan los licántropos lo hará su instinto, que no lo deja en paz.
—Necesitamos armas para que se cuiden y un camino por donde escapar.
Lavi reacciono de inmediato y empezó a indicar por donde debían ir y una zona segura para estos casos, pero no era recomendable por ser el primer lugar en buscarlos, decidiendo que irían a la biblioteca de su abuelo que quedaba cerca.
—Bien, me seguirán con cuidado y avanzarán cuando les indique, no desobedezcan a menos que quieran morir.
Mirando a los dos, decidió empezar con el plan suicida y dar por terminado el encuentro desastroso.
Edit: 04/02/2024
N/A: Esta edición sí fue más complicada porque cambie la mayor parte y aumente varias cosas, a Lavi de metiche como siempre, y el encuentro de los tortolos aún no enamorados. Si tiene alguna duda pueden consultar, en los siguientes capítulos serán con la perspectiva de Allen. Estos tres primeros son de Kanda.
Pd: Mi redacción no es perfecta, pero ahí vamos mejorando para que sea entendible.
Gracias por leer, sin mucho más que decir, nos vemos en el siguiente capítulo.
Tengan un bonito día.
アナベル
Anabel
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