En la penumbra del estudio de ensayos, las luces iluminaban tenuemente a los aspirantes que esperaban su turno para impresionar a los jueces. Entre ellos estaba Kim Namjoon, un chico con cabello desordenado y una mirada cargada de determinación. No destacaba como los demás; su rostro carecía de la estructura afilada que la industria adoraba, y su complexión no encajaba en el ideal etéreo que dictaban los estándares. Sin embargo, Namjoon estaba allí, aferrándose a su sueño de ser un ídolo, una estrella brillante. Estaba junto a otros chicos en la final para decidir su destino.

-Les toca a ustedes chicos- decía uno de nuestros encargados

-Estoy asustado Nam- observe por un breve momento a mi compañero y le dedique una sonrisa

-Estaremos bien, lo harás increíble

Mis palabras estaban llenas de confianza, aunque por dentro era un manojo de nervios, después de todo estábamos en las últimas etapas aquí se decidía todo

Narrador

Cuando llamaron su nombre, su corazón se aceleró. Dio un paso al frente bajo la mirada crítica de los jueces. Interpretó una apasionada composición hecha por el mismo, imprimiendo en cada movimiento la esencia de su lucha interna. Sin embargo, cuando terminó, lo que recibió no fue admiración, solo critica.

—Tienes energía, pero... ¿qué haces aquí? —dijo uno de los productores, cruzando los brazos. Otro suspiró y anotó algo en su tableta.

—Tu apariencia no es... comercial. Deberías considerar algo más —comentó otro, haciendo que Namjoon solo bajara la cabeza y apretara los ojos para controlar las lágrimas.

Antes de que pudiera hundirse por completo, escuchó un murmullo de aprobación cuando se llamó al siguiente aspirante. Era Kim Seokjin, el chico cuya belleza había captado las miradas desde el momento en que entró al estudio. Tenía el rostro perfecto, la postura impecable y el encanto innato que Nam parecía no poseer. Se quedo para ver al chico que entro y lo dejo impresionado al escucharlo cantar, tenía una voz encantadora que parecía hipnotizar a los productores y a los otros por su encanto, cuando terminó su presentación, los productores lo llenaron de elogios, afirmando que "el éxito lo esperaba".

Fuera del estudio, mientras Namjoon recogía su mochila intentando no pensar en las palabras crueles, una voz lo detuvo.

—Oye, ¡espera! ¿Estás bien?

Era Jin, jadeando ligeramente tras haberlo seguido. Namjoon, sorprendido, apenas pudo asentir.

—¿Cómo pueden decir cosas así? —dijo Jin, frunciéndole el ceño al suelo como si quisiera recriminar a los productores directamente—. Es injusto.

Namjoon intentó sonreír. —Gracias, pero está bien. Estoy acostumbrado.

—No deberías estarlo —insistió, con un destello de ira genuina en los ojos. Fue la primera vez que alguien lo defendía, Nam sintió una oleada de calor recorriéndole el pecho.

Luego de eso los productores después de unos días les habían dicho que fueron aceptados en la empresa y desde ahí todo comenzó como un camino dirigido

A partir de aquel día, Namjoon comenzó a buscar excusas para coincidir con Jin en los pasillos de la empresa o en las salas de práctica. Jin era amable, carismático y siempre dispuesto a echarle una mano cuando algo no salía bien. Cada sonrisa suya parecida a la luz del sol hacía que el corazón de Nam latiera con fuerza.

Lo admiraba, pero también lo idealizaba. En su mente, Seokjin no era simplemente una persona; era un sueño andante, la personificación de todo lo que Namjoon deseaba ser. "Él es lo que nunca alcanzaré", se decía, pero también pensaba que, si podía estar cerca de él, tal vez un poco de su magia se le contagiaría.

Pasaron semanas, y las evaluaciones continuaban. Los productores eran cada vez más duros con Namjoon. Una tarde, tras una jornada particularmente agotadora, Jin le ofreció acompañarlo a casa.

—Deberías descansar. Te esfuerzas demasiado —le dijo, sonriendo—. Eso me gusta de ti.

Namjoon sintió un vuelco en el corazón. "¿Gustar? ¿Él gusta de algo mío?", pensó, ignorando el hecho de que las palabras de Jin podían ser solo una cortesía.

Sin embargo, cuanto más tiempo pasaba, más evidente se hacía que los gestos amables de Jin no significaban lo mismo para ambos. Jin seguía siendo cordial, pero también era así con otros. Esa brecha, la de los sentimientos no correspondidos, comenzó a desmoronar las fantasías que Namjoon había construido.

Durante una sesión de entrenamiento nocturno, Jin comentó sobre la posibilidad de tener un solo debut si era elegido.

—Estoy emocionado, pero también me preocupa decepcionar a los fans que ya esperan de mí algo perfecto —dijo, pensativo.

Nam lo miró, queriendo decir algo, cualquier cosa que borrara su preocupación. Pero todo lo que pudo hacer fue mirarlo con la adoración de quien observa una estrella en el firmamento, demasiado lejana para tocarla.

La admiración de Nam no tardó en convertirse en una fijación. Después de cada ensayo, se quedaba a practicar más tiempo, emulando los movimientos de Jin. Intentaba alcanzar esa gracia natural, esa facilidad con la que él bailaba y sonreía, pero cuanto más lo intentaba, más conscientes se hacían sus defectos. Su cuerpo temblaba de agotamiento, y la frustración crecía como un nudo en su garganta.

Una noche, tras un ensayo particularmente intenso, Jin encontró a Namjoon aún en el estudio con su libreta, con el cuerpo empapado en sudor y los ojos cerrados por el agotamiento.

—Nam, ¿por qué haces esto? —susurro, sentándose cerca de él. Había una genuina preocupación en su voz.

—Quiero ser como tú —respondía entre balbuceos por el sueño—. Quiero... ¿cómo lo haces? Todo parece tan fácil para ti.

Jin suspiró al escucharlo y solamente se retiró de ahí para poder descansar.

Esa noche, cuando Namjoon se había despertado se retiró del estudio, caminó solo bajo las luces de la ciudad. Miró al cielo y se preguntó si algún día brillaría tanto como las estrellas. Pero lo que no podía negar era que, mientras perseguía su sueño y convivía con Jin había comenzado a descubrir que su corazón latia de manera desenfrenada cada vez que estaba cerca de su compañero, el cree que esto podría ser amor lo que nace dentro del pero como se fijaría en el si no está a su altura; aún así un deseo se instaló en su corazón sin el permiso de Nam ser suficiente para que Jin lo viera, solo se conformaría con poder ser suficiente para ser compañero de Jin.

El rapero le mostraba canciones románticas que había escrito pensando en Jin, que a su dupla le gustaron mucho así que son perder el tiempo se pusieron a practicar.

Con el tiempo y las interacciones el macknae desarrollaba sentimientos extraños, tal vez era la canción o como habían hecho la coreografía, lo mucho que admiraba el trabajo se Nam, sus expresiones rústicas que le daban un toque varonil único o como este lo defendía cuando otros le decían a Jungkook que solo era un niño bonito.

- Estoy nervioso hyung- decía Bambi con nerviosismo

- Lo harás bien Bambi, se tu mismo

Respondió el mayor con su sonrisa de hoyuelos, haciendo que el menor terminará de caer a sus pies, era la primera vez que Nam sonreía de esta forma o al menos para alguien mas que no fuera Jin ¿sería esta una señal del destino para Jungkook?

Jeon espero con paciencia a que todo terminará, ambos esperaron paciente no sólo ante las críticas y miradas de los productores sino que también a la decisión de quién se iría; y en esa espera infinita un atisbo de valor se instaló en Jungkook

- Nam- el corazón parecía que se le saldría del pecho en cualquier momento- es que solo te quería decir que fue un placer trabajar contigo y además de que.....yo....pues yo

- Lo siento Jungkook, pero tengo que hablar con Jin

Namjoon se despidió amablemente de Jeon, para irse corriendo a ver a Jin y que verlos el menor entendió que por más amor que este tuviera hacia Nam, este nunca lo vería del mismo modo, en los ojos de Nam solo Jin ocuparía el primero lugar en su corazón y Jeon dejo de insistir, dejaría que sus sentimientos fueran algo que solo él debía conocer Y esa resolución solo le partía el alma , más al darse cuenta que su querido rapero estaba corriendo por alguien que no lo amaba, no como Jungkook lo amaba.

Mientras que el querido rapero intentaba llegar a Jin, quería confesarle su amor aunque una parte de él le decía que Jin jamás podría amarlo otra muy grande ya había fantaseado su primer beso, su primera cita y toda una vida juntos; ahora solo faltaba atravesar la multitud de aprendices que rodeaban a Jin como una luz que todos querían alcanzar, y Kim se sentía como un pez nadando contra corriente , entre más se acercaba más se alejaba Jin de él y cuando ya estaba por alcanzarlo, cuando sólo le faltaba unos centímetros más Jin se fue llamado a la oficina junto con un ejecutivo.

- Si espero un poco, tal vez pueda decirle

Dijo Nam para si mismo un tanto ser positivo, porque tal vez podría estar ante su gran amor y no podía rendirse, al menos no tan fácil

- Eres bueno Jin, pero ya sabes lo que necesito- el rapero se acercó un poco más para escuchar

- Sabes que no podemos hacerlo aquí si alguien nos escucha será la ruina para ambos- Jin parecía estar a la defensiva

- Vamos, nadie se va a entrometer y si lo hacen estarán en problemas

La imagen de Jin teniendo relaciones con parte del personal devastó a Nam ¿por eso es que era tan bueno? ¿El trato  que recibía Jin era solo por esto? La mente de Nam no dejaba de torturarlo, una una y otra vez sin parar algo que otros notaban, pasaba más tiempo en el estudio que de costumbre, sus ojeras eran enormes, se aislaba de todo, siempre parecía tener mal humor y lo más importante ignoraba a Jin, evitaba cualquier contacto

-Tal vez es hora de rendirme- pensó para si mismo- yo no pertenezco aquí

Lo que Nam no sabía es que uno de los chicos lo había escuchado y no dejaría que eso pasará, Jimin había admirado a Nam en silencio por mucho tiempo y no dejaría que su hyung se alejará de él, mucho menos su música

- Oye Hyun- se acercó tímidamente casi pidiéndole permiso para hacerlo

- ohhh ¿escuchaste eso?- Él asintió

- yo no quiero....la verdad yo....- Nam se iba dar la vuelta- yo te admiró desde hace mucho, me pareces un gran artista y la verdad Jin-hyung esta ciego para no ver lo genial que eres

- Gracias pero no me conoces- esas palabras enfurecieron al pequeño

- Si lo hago, ensayas desde que te levantas hasta las 3 am, escribes música cuando estas comiendo, sueles juntar la ceja cuando te concentras, cuando dicen que no eres suficiente se enciende tu mirada como si te retaran, tus hoyuelos aparecen cuando te ríes pero no siempre y cuando te enojas apretar la mandíbula y goloeas el interior de tus mejillas con tu lengua lo cual te hace ver sexy

- perdón yo... no se que decir es la primera vez que me pasa, no esperaba que

- Soy un desubicado, por decir eso perdón, es mi culpa, solo no quiero que te vayas

Si quieren ver la parte 2 tienen que ir al perfil de  @BunnyKookzhi y les recomiendo seguirla  buena escritora y sin ella esto no sería posible