Un jueves en la tarde las clases en la preparatoria Ebott estaban por finalizar, Sans le habló a la castaña sobre la conversación que había tenido con undyne el día anterior. Cuando este le mencionó que ambos irían a su casa el fin de semana Frisk se llevó una gran sorpresa que hasta se le cayeron algunos libros que llevaba en sus brazos.

- Frisk: ¡¿Que?! ¡¿Que vayamos a su casa, este sábado?!

- Sans: ¿Por qué te sorprendes? No me digas que tienes algo planeado para el sábado -dijo mientras leía un libro y sin prestarle mucha atención-.

- Frisk: No, es que... -soltó un ligero suspiro- A chara no le gusta que salga los fines de semana, mucho menos sola.

- Sans: No vas a estar sola, yo iré contigo.

- Frisk: Pero ella no te conoce, y desconfía de casi todo el mundo.

- Sans: Tu hermana necesita dejar de ser tan desconfiada.

- Frisk: -tomó los libros que se le habían caido- Veré qué le digo para que pueda ir.

- Kumiko: ¡Frisk!, ¡¿por qué tardas tanto maldita sea?! ¡Trae los libros de una puta vez! -gritó enojada-.

- Frisk: ¡Ya voy! Nos vemos mañana Sans.

La castaña se despidió dándole un corto abrazo y luego entró al salón del consejo estudiantil para empezar aquella reunión. Sans por su parte regresó a casa para darse un baño, hacer sus deberes y trabajar un poco; el trabajo de Sans era un tanto peculiar, pues este trabajaba nada más y nada menos que en un puesto de perros calientes. Estos son famosos por lo deliciosos que eran.

- Sans: Bueno, por suerte esto nos da el dinero suficiente para la comida.

El ojiazul empezó su jornada laboral y le fue como siempre; Ni bien, ni mal.

- Chara: No.

- Frisk: ¡¿Que?! ¡¿Pero por que?!

- Chara: Ya hiciste muchos trabajos sola, puedes hacer este también -respondío indiferente-.

- Frisk: No chara, no puedo hacer eso después de decirle que lo haría con el.

- Chara: Pues triste, no irás y punto. -suspiró- Es más... Mientras más rápido termines tu amistad con el, mejor.

- Frisk: ¿Por qué? ¿Que tiene de malo que Sans sea mi amigo? Ni siquiera lo conoces. -le reclamó-.

- Chara: No me hables con ese tono jovencita.

- Frisk: Chara, se que no quieres que nada malo me pase, pero en serio tengo que ir el sábado a casa de Sans para hacer ese trabajo.

Entre esa discusión entró el señor Dreemurr a ver qué era lo que estaba pasando.

- Asgore: ¿Que está pasando aquí?

- Frisk: Tengo un trabajo que es para el próximo més, y lo haré con Sans, me iré a su casa para empezar a hacer el trabajo. Pero chara no me quiere dejar ir.

- Chara: No irás y punto, fin de la discusión -dijo fastidiada-.

- Asgore: Escucha chara, si Frisk tiene que hacer ese trabajo déjala. Si quieres que ella sea exitosa entonces deja que estudie y no le prohíbas tener amistades. Tu madre y yo nunca le prohibimos a Asriel que hablara con ustedes o las cuide, y ahora las ama como si en verdad fueran sus hermanas de sangre.

- Chara: Este caso es diferente, ese tal Sans no me da buena espina.

- Frisk: Deja de ser tan desconfiada, y te lo vuelvo a decir por si se te olvidó NI SIQUIERA LO CONOCES.

- Chara: Pero... -suspiró pesadamente- Bien... Te doy permiso Frisk... Pero te quiero aquí antes de las siete.

- Frisk: Gracias hermanita -sonrío victoriosa- Y gracias papá.

Rápidamente llegó el fin de semana y la castaña fue a la estación de tren a encontrarse con el peli blanco, este se encontraba recargado en la pared mirando su celular y al notar la llegada del tren; lo guardó en el bolsillo de su chaqueta y entró en el vehículo. El ojiazul se sentó al lado de su amiga aprovechando que había un asiento vacío al lado de ella.

- Sans: ¿Entonces tu hermana al final te dió permiso?

- Frisk: Si, al principio se negó pero logré convencerla -respondío tratando de ocultar su nerviosismo, pero le fue imposible-.

- Sans: ¿Estás nerviosa por lo de hoy? -la miró curioso-.

- Frisk: Pues si... No sé que vayamos a hacer o de que vayamos a hablar.

- Sans: Tu solo relájate ¿Si?.

El tren continuó su trayecto hasta llegar a la ciudad de las cascadas, al llegar ambos bajaron del tren y para su sorpresa; vieron a la peliroja recargada en la pared de la estación y al verlos esta se levantó y se fue hacía ellos.

- Undyne: Pensé que no vendrían.

- Frisk: Esto es serio, si no hacemos nada los asesinatos continuarán -dijo firme-.

La ojiamarilla vió la determinación de la castaña y esta sonrió.

- Undyne: Me agrada tu determinación, espero que siga así de encendida.

- Sans: Basta de charla, vayamos a tu casa para hablar esto con más calma.

Los tres se fueron directo a casa de undyne la cual no quedaba muy lejos, y el sitio se veía más tranquilo que la misma ciudad, casi ya no se oían el sonido de las cascadas; pero lo que más le pareció extraño a Frisk es que al llegar a la casa de la peliroja, su casa tenía una forma extraña pues esta era... ¿Un pez?.

- Frisk: ¿Esa es tu casa? -preguntó incredula-.

- Undyne: ¿Algún problema? -enarcó una ceja-.

- Frisk: No, solo que... Me parece extraño, nunca había visto una casa así.

La peliroja confundida miró a Sans disimuladamente y este le devolvió la mirada.

- Undyne: ¿Casi no sale cierto? -le susurró-.

- Sans: No, su hermana es muy sobreprotectora con ella -susurró igual-.

- Undyne: En fin, vamos a entrar ya... Hay mucho de que hablar -dijo mientras abría la puerta-.

En cuanto la puerta de abrió, inmediatamente se oyeron ladridos y algo correr hacía la entrada de la puerta, el cuál era nada más y nada menos que Toby, este al ver undyne se lanzó sobre ella para lamerle la cara.

- Frisk: Que perro tan lindo.

- Sans: ¿Conservaste a la bola de nieve con pulgas? -dijo indiferente-.

En cuanto Sans dijo eso, la castaña lo miró con una cara de confusión y algo de coraje.

- Undyne: No seas cruel, estaba pequeño e indefenso; no podía dejarlo solo.

- Sans: Pero alguien más podía verlo y adoptarlo.

- Frisk: No hay tanta gente buena en el mundo, Sans.

El albino se mantuvo callado por unos instantes ante aquel comentario por parte de Frisk y luego soltó un ligero suspiro.

- Sans: ... Solo mantenganlo alejado de mí -Dijo para después entrar a la casa-.

- Frisk: ¿Pero que le pasa? -dijo confundida- Nunca lo había visto así.

Undyne: A Sans no le gustan los perros, una vez un perro lo mordió en la pierna cuando era pequeño -Hizo una pausa tratando de evitar reirse- Pero, le gusta los gatos; a veces suele darle de comer a los gatos de la calle.

- Sans: ¡¿VAN A VENIR O NO?!

Ambas respondieron con un si para luego entrar en la casa de la peliroja. No se veía muy grande que digamos, había un piano, una cama para perros el cuál tenía el nombre de “Toby” escrito, la mesa tenía dos sillas, la cocina estaba limpia, en el fregadero había una taza en forma de pez, al lado de la mesa había una especie de espada hecha con cartón y al lado de la cocina se encontraba una habitación.

El ojiazul y la ojimarrón tomaron asiento en las dos sillas para después tener la charla de lo que harían.

- Sans: Undy, ¿Y el abuelo Gerson?.

- Frisk: ¿Abuelo Gerson?.

- Undyne: Lo de siempre, fue a su tienda a vender sus viejos cachivaches -Rió ligeramente- Me sorprende que la gente compre esas cosas.

- Frisk: ¿Tan antiguos son? -preguntó incredula-.

- Undyne: Muy antiguos, incluso la mayoría de ellos es basura -Hizo una pausa- Bueno, hablemos de que haremos.

Los tres chicos se centraron en que acuerdo llegar para poder detener aquellos asesinatos de gente inocente.

- Frisk: Los tres queremos detener esto, pero undyne no quiere perder a sus estudiantes.

- Undyne: Y sans no quiere perder a las personas que ama.

- Frisk: Tiene que haber una forma de detenerlos siendo nosotros tres.

- Sans: No creo que nosotros tres podamos contra ellos, son demasiados -dijo serio-.

Todos se mantuvieron silencio por mucho tiempo, nadie decía nada apenas si oían las respiraciones de los tres, la castaña no sabía que decir ni en que pensar; pues este era un tema muy difícil de tratar.

- Sans: ... creo que la única alternativa es hacer la opción de Undy -dijo desanimado-.

- Undyne: Si, no veo otra opción, no quiero ver morir a mis estudiantes -Hizo una pausa- Pero hey, daremos lo mejor de nosotros la mayoría de nosotros sabe luchar.

La ojicafé bajo la cabeza sin decir nada y empezó a juguetear con sus manos en forma de pena.

- Sans: ¿Que te ocurre, kiddo? -levantó una ceja notando el comportamiento de su amiga-.

- Frisk: ... Si les digo creo que me van a dejar de lado... -dijo con vergüenza-.

- Undyne: No sabes luchar, ¿verdad?.

La castaña solo suspiró y igualmente permaneció callada, Sans y Undyne al notar su silencio y su comportamiento se cruzaron de brazo y dijeron al unisoro: “Lo imaginamos”. Al albino no parecía sorprenderle ya que el sabía que eso se debía a la sobreprotección de su hermana; la peliroja por otra parte se emocionó tanto que golpeó la mesa haciendo que se rompiera acompañándolo con un grito extraño, la castaña se asustó por aquel acto que un escalofrío pasó por su espalda y su piel empalidecío, el ojiazul solo suspiró pesadamente para luego poner una mano en su frente.

- Sans: Ya es la quinta mesa que rompe -dijo fastidiado-.

- Undyne: -Toma las manos de Frisk con los ojos brillantes- ¡Entonces yo te entrenaré!.

- Frisk: P-pero... Mi h-hermana... M-mi hermana... -tartamudeó tratando de calmarse, pero le fue inútil-.

- Sans: Tiene una hermana sobreprotectora, solo la deja salir para ir a la escuela -dijo mientras sacaba de su chaqueta una pequeña botella de ketchup-.

- Undyne: ¿A si? -Miro a Frisk con curiosidad- ¿Y por qué?.

- Frisk: Mis padres biológicos murieron en un accidente cuando era pequeña, y desde ese momento ella se volvió muy sobreprotectora conmigo, ella se comporta como si fuera mi madre; pero... Nos adoptó una familia un poco prestigiosa.

- Undyne: La familia Dreemurr, ¿no? -ella asintió-.

- Sans: Pero el problema es que tenemos que buscar la forma en la que su hermana la dejé salir.

- Frisk: ... O puedo pedirle que ella me enseñe a defenderme, ella práctica artes marciales.

- Undyne: Oh, entonces esa sería otra alternativa.

- Sans: o le dices que vas a ir a inscribirte a un dojo.

- Frisk: mm, no sería una mala idea, el tema es que me deje.

- Undyne: Muy bien, entonces dile lo que sans propone y si no te deja le pides que enseñe.

- Frisk: Bueno, no se pierde nada con intentar -dijo para luego sonreír-.

De ese modo los tres amigos llegaron a un acuerdo y después de una hora ambos ya se encontraban en casa, la castaña aprovechó de ir a consultarle a su hermana si le dejaría entrenar para así aprender a pelear. Esta se fue a su habitación, pero al principio lo dudó; pues no sabía cómo su hermana reaccionaria.

- Frisk: “¿y si me dice que no?”... “¿Y si no quiere enseñarme?” ... ¿Y si...?”- Miles de pensamientos y preguntas empezaron a agobiarla, hasta que pensó en todas las vidas que se podían perder si no se solucionaba nada- “Vamos Frisk, tu misma lo dijiste no se pierde nada con intentarlo, estás determinada a acabar con esto ¿No?, Entonces vamos” -se motivó a si misma y esto pareció funcionarle- Muy bien, aquí vamos.

La castaña respiró hondo y muy firme tocó la puerta de la habitación de chara de la cual esta salió comiéndose una barra de chocolate.

- Chara: Hola hermanita, ¿Que necesitas?.

- Frisk: Chara... Quería preguntarte si me dejas inscribirme en... Un dojo -dijo tratando de no sonar preocupada-. Y si te preguntas por qué pues... Tu siempre te preocupas de que algo malo me pase, más por los asesinatos en serie que están ocurriendo y creo que es mejor que yo misma aprenda a defender porque uno nunca sabe.

La mayor miró a la menor con un poco de duda y solo permaneció en silencio, Frisk estaba un tanto preocupada por como sería la respuesta de su hermana, la tensión se podía sentir y era muy incomoda.

¿Le diría un si?, ¿Le diría un no?, ¿La regañaría?, ¿La abofetearía?. Todo se sentía en un ambiente muy serio y nada bonito, chara cambió su mirada sería a una sonriente y con una de sus manos tomó a su hermana del hombro, Frisk no pudo evitar ponerse nerviosa ante eso.

- Chara: No sabes cuánto deseaba que me pidieras esto -dijo un tanto contenta- Te doy permiso, pero ¿sabes en dónde te inscribirás? ¿Es cerca de aquí?.

- Frisk: Amm, algo así... Está a treinta minutos de aquí.

- Chara: Está bien, ah por cierto. Si se te dificulta hacer alguna tecnica de combate, dímelo, estaré encantada de enseñarte -dijo orgullosa-.

- Frisk: Muy bien, gracias hermana -dijo para luego abrazar a la oji carmesí felizmente-.

Después de aquel día, Frisk después de clases se iba a waterfall para poder entrenar con Undyne, la verdad ella era muy buena con la esgrima y el combate de cuerpo a cuerpo; pero esta era un tanto agresiva con el calentamiento y con la forma de atacar, pero la castaña debía acostumbrarse porque quizá los asesinos eran más agresivos que ella. También le pedía un poco de ayuda y algunos consejos a chara; con esto ella en tan solo un mes logró mejorar en su combate y aprender a manejar un arma, pero aún no era suficiente; le faltaba más por aprender.

Un día después de clases se encontraba entrenando con la peliroja, estás usaban una espada de esgrima junto con la máscara, undyne daba tajos rápidos los cuales Frisk lograba esquivar con mucho cuidado, ella se defendía de los golpes y patadas que esta le daba, incluso lograba evadir algunos ataques sorpresa que la peliroja le hacía; así estuvieron hasta una hora. Las dos se encontraban cansadas.

- Undyne: Haz mejorado bastante -dijo entre jadeos-. Pero hay que seguir practicando la defensa.

La castaña asintió para luego sentarse en uno de los bancos de la academia y beber el agua que le quedaba en su botella, se encontraba muy cansada y un descanso no estaba mal para un momento como ese, la ojiamarilla se sentó a su lado y hizo la misma acción que Frisk.

- Undyne: Sabes Frisk, me siento feliz de que los Dreemurr te hayan encontrado a ti y a tu hermana.

- Frisk: ¿A si? -la miró curiosa- ¿Y por qué?.

- Undyne: Ellas son las personas más amables y nobles de todo Underground, incluso todos los han llegado a considerar monarcas. De hecho; el abuelo Gerson me a contado mucho sobre el, Incluso lo llegué a conocer. Fue cuando los institutos más importante de Underground fueron fundados y todos los alumnos estrella estaban ahí como modelos a seguir, yo era una de ellos y ahí conocí a Sans y a mi mejor amiga.

- Frisk: ¿Tu mejor amiga?.

- Undyne: Se llama Alphys, ella vive en Hotland, desde ese día se me ocurrió hablar con ella y nos hicimos grandes amigas. Incluso llegó a estudiar en la secundaria de aquí, conmigo, pero no podía inscribirse en la prepa, por lo que se quedó a estudiar en la de Hotland y desde la graduación no nos hemos vuelto a ver.

- Frisk: ¿Y desde cuánto tiempo no se ven?.

- Undyne: Dos años, estoy segura de que tú le habrías agradado si te llegara a conocer -Hizo una pausa- ¿Sabes que?, Cuando se me presente la oportunidad de visitarla, te llevaré conmigo.

- Frisk: Ehhh... Pero no quiero incomodar.

- Undyne: ¿Por qué lo harías? Necesito que mi mejor amiga conosca a mi nueva amiga.

La castaña al oir aquellas palabras se quedó helada y no podía creer lo que acababa de escuchar, al principio pensaba que se trataba de un sueño pero no lo era.

- Frisk: ¿tu nueva amiga?.

- Undyne: Tu por supuesto, todo el tiempo que estuviste entrenando conmigo me caiste bien. Ya veo que lo que Sans decía no era mentira.

- Frisk: ¿Sans?... -dijo incredula- ¿Que te dijo el?.

- Undyne: Muchas cosas lindas de ti -la miró con una sonrisa pícara- ¿Por qué te interesa?.

- Frisk: Amm... Por nada, solo me sorprendió que el te hablara esas cosas sobre mi.

- Undyne: Oye a mi no me engañas, yo sé que Sans te gusta.

La castaña se sonrojó a mil al oir eso, era imposible negarlo y ella lo sabía; pero tenía miedo de que se lo fuera a contar y la noticia se esparciera como plaga.

- Frisk: Pero no vayas a decir nada, por favor... El aún no debe saberlo.

- Undyne: Tranquila pequeña Punk, tu secreto se queda a salvó conmigo -dijo sonriente-.

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Uf! Este es el capítulo más largo que he escrito, espero no se vayan a aburrir o si les gustaría que los caps sean más largos.

Cualquier sugerencia, voto, comentario o cualquier tipo de apoyo se agradece.

Adivinen quién viene en el próximo cap

Muchas gracias por leer, hasta la próxima ^^