Capítulo 93
— Hoobae, siempre nos rechazas las invitaciones. Es una comida de empresa para celebrar que has logrado cerrar el contrato para la reconstrucción del IPIAM, logró lo que nadie. Eres quien debería encabezar la mesa esta noche.
En noches como esas odiaba tener que conducir tanto hasta casa de Tae donde todavía vivía, el apartamento que compartía con Namjoon le quedaba más cerca pero la soledad y los recuerdos no le permitían estar allí en paz. Estaba cansado, a pesar de haber cerrado el contrato pasó todo el día decaído solamente de recordar ese sitio y todo lo que allí ocurrió. El mundo no tenía la más remota idea de lo que verdaderamente produjo esa explosión, todo el dolor y tristeza que bajo los escombros quedó sepultado.
— ¿No sería mejor si celebráramos mañana? Ya son las diez de la noche y apuesto a que muchos están cansados. — Seokjin no tenía el más mínimo deseo de ir a esa cena a beber hasta que todos perdieran el conocimiento cuando se tenían que levantar al otro día temprano para trabajar. Al menos al día siguiente sería sábado y podía pasar una resaca tranquilo bajo los mimos de Hoseok. — Si vamos mañana las bebidas irán por mí.
Todos protestaron ignorando sus palabras y arrastrándolo hacia uno de los restaurantes más cercanos, caminaron como si hicieran una marcha. No obstante, no pudieron caminar más de diez metros antes de que Jin se paralizara. Vio como aún dudoso aquel hombre que un día simplemente dejó de ver volvía acercarse a él a paso firma y rostro estoico que no le permitía adivinar lo que detrás de este se escondía.
Algunos lo reconocieron de inmediato ya que en sus primeras semanas estaba allí cada mañana y tarde para esperar a Seokjin, mas les resultaba extraño verlo después de tanto tiempo. Hubieron rumores de que habían terminado y Jin los escuchaba pero no podía desmentirlos. Ellos no le pusieron punto final a su relación pero simplemente había ocurrido; motivo por el cual simple y llanamente los ignoró.
Su trabajo había sido un escapa, su refugio, al lugar que iba hasta agotarse antes de regresar para hacerle compañía a su amigo. Eran dos almas en pena que se consolaban mutuamente siempre tratando de no mencionar el tema que sabían que les afectaba, aunque en ocaciones simplemente salían a colación.
— ¡Buenas noches! — Les saludó formalmente con una venia que todos respondieron. El compañero de Seokjin que sostenía sus hombros, abrió las manos frente a la oscura mirada que le era dada y tomó lentamente distancia. — Han trabajado duro, espero que tengan un buena noche y les pido perdón por llevarme a Kim tan repentinamente.
Muecas disfrazadas de sonrisa adornaron los rostros de quienes con lentitud fueron retomando su destino dejándolos solos, pues la tensión era palpable para todos, pese a que solamente ese hombre había hablado.
— Hoobae... — Sandeul, como lo apodaban en la compañía no estaba seguro de dejar a su compañero ahí, so rostro mostraba todo menos felicidad por ver a quien fue su pareja y este tenía cara de muy pocos amigos. Temía marcharse y que le hicieran daño. — Yo no tengo que ir a la cena, así que si lo deseas, puedo permanecer aquí a tu lado. — Se acercó nuevamente presionando sos hombros sin importarle que aquel sujeto lo asesinara con la mirada con su mandíbula tensada y manos empuñadas.
— Estoy bien Lee Junghwan, puedes alcanzar a los demás. — No sabía bien qué hablar con su ex pareja. Quería reclamarle, gritarle pero también estaba tan feliz de verlo vivo y de regreso que no sabía hacia cuál lado de la balanza inclinarse. — Estoy bien sunbae, no se preocupe.
Jin retiró sus manos con delicadeza y palmeó su hombro con una sonrisa para que supiera que todo estaba bien, mismo si este no se lo creía en su totalidad. Él mismo no sabía cómo estaba todo pero si de algo tenía certeza era que Namjoon no lo iba a lastimar. Lo vio alejarse algo renuente hacerlo para una vez que lo vió unirse a sus compañeros de trabajo relajar un poco sus hombros.
No podía estar totalmente relajada aunque quisiera, quería voltearse pero todo su cuerpo temblaba antes la sola idea de estar solo con Namjoon. Estaba molesto, dolido, decepcionado y triste pero, aún así, su amor por él no había disminuido nada.
Namjoon observaba la espalda de su alma gemela con dolor, podía sentir lo mal que se sentía pero no estaba apto para demostrarle lo contrario ya que sabía que la había sacado del estadio con todo lo que hizo, fue como un home run con bases llenas. Mordió su labio para tratar de contener las lágrimas que asomaban fallando en el intento. Sus manos empuñadas distaban de relajarse, simplemente ejercían más presión, una tan fuerte como la que sentía su corazón.
Estaban a menos de cinco pasos de distancia que parecía todo un kilómetro, misma distancia que el luniano acortó lentamente hasta poder rodear a Jin con sus brazos. Lo apegó a su cuerpo y escondió su rostro en su cuello desde la parte trasera, dejando salir completamente sus lágrimas. Todo lo estaba golpeando, la culpa, la felicidad de verlo despierto y completamente bien físicamente después de no haberlo visto más desde que lo internó completamente inconsciente y débil en aquel hospital. Poder sentirlo nuevamente era lo mejor que le podía pasar, por estirar ese momento un rato más, era capaz de dar todo el tiempo restante de su vida.
Un año sin él había hecho estragos físicos que el terrestre no tenía por ser humano, mas, al ser él luniano sufría la ausencia de su alma gemela. Los daños físicos no eran los únicos, mentalmente estaba destrozado y ahí, lamentablemente sabía que Jin lo igualaba en sufrimiento. No podía verle a la cara pero sentía su cuerpo estremecerse con espasmos causados por el llanto interno que no dejaba salir.
Pensó que iba a ser alejado pero permanecieron allí por largo rato en el que ninguno de los dos dio un paso ni intentó alejarse. Descendió sus manos lentamente hasta que se encontró con los puños del terrícola, acarició su dorso y con leves caricias logró que lo relajara antes de darle la vuelta y secar sus lágrimas. Quiso acariciar sus mejillas pero Jin volteó la cara evitando el contacto, lo entendía pero no era menos cierto que le dolía ampliamente.
— ¿Qué sentido tiene hacer esto, Namjoon? No creo que haya necesidad de pasar por esto y arrastrar lo que ya no da para más. — Liberó sus manos y las escondió en su bolsillo, sintiendo el cambio de temperatura al separarse del luniano. — Me alegra saber que a pesar de todo estés vivo aunque gracias a ti incluso inocentes perdieron la vida.
— Jin...
— Sabes, la familia de Minjaee cree que el murió debido a la explosión y que por ello no se encontró más que su reloj. Su pareja, sus conocidos e incluso yo lloramos su pérdida pero me sentía terriblemente culpable. Lo mismo me sucedía con Taehyung, Jimin, Hoseok, con todas esas personas que nos acogieron y brindaron su más sincero cariño, hospitalidad, esas personas a las que también le arrebataste la felicidad. Era cuidado por ellos mientras la culpa y el dolor me mataba a cada segundo, cuando escuchaba a Taehyung gritar y llorar en la noche o a su padre llorando por no poder hacer nada. A quien fue mi profesor sufriendo por ellos, porque gracias a que tú los entregaste en bandeja de plata, hubieron tantas muertes.
— Lo hice por ti, por salvarte. Lo siento, ¿de acuerdo? Siento haberlo hecho y por primera vez me arrepiento sinceramente pero te miento si te digo que si echara el tiempo hacia atrás no lo volvería hacer. Una vez te dije que podía ver el mundo arder si podía salvarte a ti, me dolió y también sufrí pero no como lo hice al saberte en manos de alguien que te estaba dañando. ¡Lo hubiera hecho mil veces más! — Su rostro se volteó con la bofetada que el rubio le proporcionó.
— ¿Cómo carajo puedes estar diciendo todas esas cosas? La vida de todos ellos valen igual que la mía, no puedes decidir dar una vida por otra como si esto fuera un estúpido juego de damas chinas. — Peinó sus cabellos con frustración — ¿Sabes qué es lo peor de todo esto? Ni siquiera te das cuenta del daño que hice.
— Sí lo hago, no pienso volver hacerlo, jamás pensé que todo esto me fuera a doler tanto como lo hacía saberte preso por mi causa. Ahora entiendo todo lo que causé, el daño que le hice a quienes confiaban en mí, incluyéndote. Mas en aquel entonces no me importaba Jin, lo hubiera hecho mil veces porque mi única preocupación era salvarte aunque yo tuviese que morir.
Jin lloraba sin saber qué iba a decir, lo entendía, en una situación así era difícil pensar claramente en las consecuencias de las acciones en el futuro, lo comprendía pero no por eso le dolía menos.
— Actuaste sin decirme, me pediste huir sin contarme nada y no estuve preparado para lo que ocurrió en aquel aeropuerto. Te tragaste todas las amenazas solo, pasaste por eso solo y más que protegerme, me viste incapaz de hacer algo. Quizás es cierto que frente a ustedes yo no tengo mucho que hacer pero como tu pareja, hubiera esperado un poco más de sinceridad. Te lo dije cuando descubrí que eras luniano y te lo repito ahora. ¿No hay confianza en nuestra relación? Por muy inteligente que seas, dos cabezas siempre van a pensar más que una, yo pude al menos haberte dado un consejo. Pude haber evitado que cometieras esa estupidez y quizás así, al menos Esir estuviese vivo.
Golpeaba su pecho sin fuerza, no tenía la habilidad para realmente enfrentarlo. Todo el recuerdo de esos meses se aglomeraron en su cabeza y salieron disfrazados de lágrimas. La fuerza de sus golpes aumentaba levemente, mas Namjoon no se movía de su sitio, simplemente lloraba junto a él, porque sabía que merecía eso y mucho más.
— Si me lo hubieses dicho, hubiéramos hablado con Tae y Kook, ellos nos hubieses ayudado y no hubiese tenido que quedarme callado mientras sabía que te había hecho daño. Quise pegarle a mi amigo cuando me dijo lo que te hizo, saber que incluso te habías marchado y no sabía si volvería a verte así fuera en mis sueños. Eres un idiota que no supo que aunque me salvara, si hubieras muerto a causa de ello yo también lo hubiera hecho, me hubiera muerto del dolor y la tristeza. ¿Acaso no lo sabes jodido imbécil? Quizás físicamente no padezca como ustedes a la ausencia de us alma gemela pero mi corazón dejó de latir en el instante que desperté y recordé tus palabras, en el momento que supe que podías haber muerto, maldito estúpido. Eres, eres...
Namjoon sostuvo sus manos y lo atrajo hasta su cuerpo para abrazarlo fuertemente para después dejar un tierno beso en esos labios temblorosos cubiertos de lágrimas, lagrimas causadas por él y se odiaba por eso. Juntó sus frentes dejando que sus labios se encontraran sin profundizar en un beso.
— Eres un imbécil y me odio por amarte tanto aún sabiendo que tienes las manos manchadas de sangre. — Movió su rostro lleno de lágrimas dejando ese hilo de saliva que sus labios dejaron aún sin haber llegado a utilizar sus lenguas. — Te amo Namjoon y sé que hiciste todo esto por mi bienestar pero...
Namjoon volvió apresar su rostro entre las manos y esta vez sí profundizó en un beso necesitado que fue respondido con la misma intensidad. Sentía los puños de Seokjin intentar alejarlo pero su boca impedía que tomara distancia. Pese a sus pensamientos, estaba totalmente entregado y feliz por volver a sentir a su luniano de esa forma, tan cerca de él. Feliz por saberlo vivo y de regreso. Cerró sus ojos ignorando toda la culpa ese dejó besar y abrazar ahí, en plena calle sin que les importara absolutamente nada.
— No está muerto, lo estuvo pero ya no... — Musitó sobre sus labios con ambas frentes unidas, sin que ninguno de los dos abriera sus ojos. — Creo que deberías saberlo.
— ¿De qué hablas? — Sus párpados se elevaron casi sin ganas. — No entiendo quién estuvo muerto y ya no lo está. Hasta donde yo sé no existe la resurrección y tampoco los zombies... ¿O Sí? Bueno puede ser posible, los extraterrestres existen así que todo es posible, — mordió sus labios — lo siento, estoy desvariando pero la verdad no sé de qué hablas.
— Esir, el hijo del Atojeon y el príncipe Eidon está vivo — Seokjin se separó de golpe mirándolo estupefacto.
— Con eso no se juega Namjoon. — El mencionado intentó abrazarlo pero Jin se alejó agitando sus cabellos con las manos. —No juegues con eso.
— Jamás lo haría... Yo también quedé sorprendido cuando lo supe pero es así, vino junto al príncipe y Kore, Nana también, regresamos todos juntos pero yo he estado esperando toda la tarde aquí mientras ellos están reunidos.
Jin corrió a buscar su vehículo ignorando que Namjoon lo llamara, mas este fue rápido y llegó al automóvil antes que el terrestre.
— ¿A dónde vas? Mira ya la hora que es, puedes verlos mañana, por favor... — Se acercó para apoyar la cabeza en su hombro. — Necesitamos hablar, te necesito conmigo esta noche.
— Hablaremos Nam, lo haremos pero ahora mismo necesito ir a casa de Tae, tengo que verlos. Por favor, compréndeme. Mañana podremos quedar para hablar, prometo que no saldré tarde del trabajo. Ven por mí a las cuatro de la tarde, estaré esperándote.
El luniano asintió vencido, no tenía derecho a pedirle que se quedara con del después de todo. Apretó sus hombros, le abrió la puerta para que se sentara y dio dos pasos atrás para verlo alejarse pese a que no podía ver con claridad. Llevó la mano a su pecho y se volteó para dirigirse a su casa, necesitaba descansar si quería al otro día verse con Seokjin.
El terrestre no sabía por qué su pecho se sentía tan opreso por dejar a Namjoon atrás. Mordió sus labios y miró por el retrovisor para verlo una última vez, al menos por ese día. Sin embargo, al verlo desplomarse en su lugar frenó de golpe asustado, dio marcha atrás hasta llegar a él. Con dificultad se quitó el cinturón de seguridad y descendió para socorrerlo.
— Namjoon, Nam... — Su voz se rajaba y sus manos temblaban asustado sin saber qué hacer. — Por Dios, dime algo, ¿qué hago? Namjoon...
— E-Estoy bien... — Contestó varios minutos después de haber recobrado la consciencia. — Ve a casa, primor... M-Mañana estaré mejor, descuida.
Intentó ponerse de pie pero sus piernas fallaron haciéndolo caer nuevamente. El rubio lloraba algo desesperado pero reuniendo toda su fuerza logró llevar a esa mole que tenía por alma gemela hasta el vehículo. Sabía que pesaba, siempre que le dejaba caer todo el peso encima lo sentía mas en ese momento pesaba muchísimo más. A la velocidad que iba, sabía que si era detenido por la policía o alguna cámara lo fotografiaba por exceso de velocidad como mínimo perdería su licencia pero no le importaba. Lo único que tenía en mente era llevarlo a la casa aunque no tenía claro qué hacer después de lograr esto.
Meditó mucho si debía hacerlo o no pero finalmente optó por hacer aquella llamada, él no tenía ni puta idea de cómo atender a un luniano y estaba claro que no podía simplemente llevarlo al hospital. Una voz algo adormecida le respondió y por un segundo casi se arrepintió, no obstante no tenía caso ya.
— T-Tae... Siento mucho despertarte, no creí que ya estuvieras dormido. — Subió un poco el volumen del altavoz para poderlo escuchar mejor.
— No te preocupes, no estoy dormido, simplemente no quiero despertar a Esir porque se quedó dormido arriba de Kook y lo iba a llevar a su habitación ahora. — Sintió el sonido de una puerta cerrarse y supo que había salido de su cuarto. — ¿Qué sucede Jin? Ya puedo hablar normal.
— Sé que quizás estés molesto pero no tenía a quién más ocurrir. Nam... Namjoon colapsó cuando me vino a buscar, parte de su cabello se volvió púrpura y pierde el conocimiento de tanto en tanto. No sé qué debo hacer si, si se muero yo... — Golpeó el volante para después presionarlo con su labio inferior preso entre sus dientes.
— No me voy a molestar por eso, es tu alma gemela y pese a sus errores, sé que daría la vida por ti, además gracias a él tengo a mi madre también conmigo. — Cierto, Nam le había dicho que Kore también estaba en la Tierra. — Si no me equivoco eso se debe a que ha estado mucho tiempo lejos de ti, también influyen sus sentimientos y la situación en la que están. Sin embargo, todo eso se resolverá una vez que intimen, quizás no baste con una sola vez pero verás cambios notables.
¿Hacer el amor con Namjoon? En esas condiciones cómo lo haría si no sabía siquiera si aquello se levantaría. Además, no pensó que si volvía a estar con su pareja fuera de ese modo.
— Podrás hacerlo funcionar, aún dormido su cuerpo reaccionará a ti así que no te preocupes por eso. Todo estará bien Jin. — Se sobresaltó a sentir a Kook besarle el cuello pero sonrió feliz. — Intenta lo que te dije verás que funcionará y si no lo haces no dudes en llamarme. Tenemos un ejército de seres de otro mundo, alguno hará algo al respecto.
— Muchas gracias, Tae. — Sonrió para nuevamente aumentar la velocidad. — Aguanta luniano imbécil, ya casi llegamos. Si te mueres antes de que yo haga algo juro que te revivo solamente para matarte. — Expresó envuelto en un horrible llanto. — Te lo juro...
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LORED
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