Capítulo 78
Cada momento e instante que compartían juntos era mágico, se complementaban de formas inimaginables pero, cuando estaban en la cama, esa era una dimensión totalmente diferente donde no existía nada y nadie más a excepción de ellos. No importaba el momento o planeta, cada vez que se unían, todo desaparecía.
Sólo con un roce o con un beso por parte de su luniano, él podía vibrar perdiendo todos los estribos. Una caricia lo transportaba a otros cosmos con meteoritos como si fueran burbujas burbujeantes en cada órgano de su interior. Podía experimentar tantas sensaciones y emociones con un solo ser que iluminaba cada parte de su vida desde el momento en el que entró en ella.
Disfrutaba de la vista que tenía entre sus piernas, su esposo haciéndole una felación era imagen más erótica y estimulan que pudiera existir. Sostenía con fuerza el cabello de su príncipe, quería poder ver su rostro mientras devoraba toda su hombría, cortas mechas se pegaban a su frente y eso lo hacía aún más sensual. Sus belfos presionaron con fuerza la corona de su glande, acariciándolo también con sus dientes para finalizar con una obscena succión que lo hizo arquear la espalda y echarse hacia atrás.
— Dinksee! — Exclamó al sentirse llegar con tanta facilidad. — ¿Cómo puedes ser tan letal en cada cosa que haces?
Tiró a Kook con fuerza del cabello hasta unir sus labios en un impúdico pero delicioso beso en el cual el terrestre pudo saborearse en su totalidad. Era un tanto adictivo ese indescifrable sabor, así no era como regularmente él sabía.
— L-Lor... — Rió debido a las leves cosquillas que su torso recibía de los suaves dedos del luniano. — ¿Qué ese ese nuevo sabor que tengo? Es a causa de mi nuevo estado, ¿no es así?
— ¿Sabes que ahora mismo estás hablando solamente en luniano? Me encanta oírte hablar en mi idioma pero en momentos así, — apretó su trasero descendiendo sus besos por el cuello hasta llegar a sus clavículas — me calientas demasiado.
Con la boca entreabierta casi sin ser dueño de sus actos, Taehyung asintió, luchando por contener esas corrientes que podrían terminar en un orgasmo. Las palabras que resonaban en su oído lo hacían temblar, solamente con eso sabía que podía terminar.
— Eres tan hermoso, tan perfecto... — Sus dedos desesperados e intrépidos dígitos se perdieron en las profundidades del interior de su terrestre.— ¿Cómo puedes estar tan caliente incluso aquí cuando no eres del todo luniano? Quisiera en estos momentos crear a otro frijolito, — rió — pero me voy a contener, quiero enloquecerte, disfrutar con tu perversidad causada por la lujuria.
No se le borraba esa sonrisa lasciva de su algo azulado rostro. Como si tecleara la más dulce melodía en el más prestigioso piano, tocó a diferentes tonos la tecla más profunda de su interior. Oh sí que eran deliciosas las notas que entonaba la garganta de Taehyung.
— D-Detente K-Kook.. — Le costaba hablar, porque de su boca no salían más que sonidos procaces, altos y constantes. — No más dedos, no m- ¡Mierda!
Se retorció al sentir como ambos dedos presionaron su próstata como si fuera una fruta jugosa, sin embargo, perdió totalmente los estribos cuando sintió que iba más allá, sus paredes estaban más sensibles y receptivas, tanto que sabía que solamente le faltaban segundos para acabar. Contempló el visual de su esposo antes de cerrar los ojos y dejarse llevar por lo que fuera que su cuerpo estaba sintiendo.
Arqueó su espalda sintiendo como toda la sangre de su cuerpo se acomodaba para drenarse por un solo lugar. Se aferró en aquellas sábanas como si su vida dependiera de ello, abriéndose un poco más de piernas para sentirlo mejor.
— Toma mi miembro amor, necesito... Ahora...
— ¿Quieres liberarte, amor? — Se inclinó de forma provocativa, dejando su lengua tomar la directiva y control sobre la virilidad que tenía al frente. — Nunca lo has necesitado. — Sonrió internamente frente a sus pensamientos y tras succionar una única vez, se apartó.
Quiso alejarse pero una mano que tiró de su cabellera fuertemente haciéndole caer hacia adelante. — ¿A dónde vas? O-Odio que me dejes así... — Jadeó — Jungkook quitó lentamente la mano ajena de su cabeza y besó cada centímetro de esta, se centró en su palma para luego continuar descendiendo hasta perder sus labios en los ajenos.
— Sabemos que al final siempre te hago sentir mucho mejor, déjate hacer, hermoso.
Taehyung arañó fuertemente su espalda, dejándola en carne viva que se regeneró segundos después una vez que su luniano se situó correctamente entre sus piernas y besaba su cuello con frenesí.
Su cuerpo se restregó contra al del mafa de su hijo, quería ir más allá pero cada sensación junto a su alma gemela fuera de Tellus era tan nueva, tan potente y estremecedora que no quería perderse nada. Quería disfrutar todo porque no tenía idea de cuándo volverían a experimentar algo así. Estaban viviendo y sintiendo todo al máximo por eso ninguno ten control total de la situación. Porque si bien él se había graduado en el arte de la cama, jamás lo hizo con su alma gemela, era algo igual de desconocido para él aunque tuviera toda la teoría aprendida en su cerebro.
Quiso solamente jugar en esa entrada que le pedía que finalmente pasara, aguantó mientras acariciaba la inmaculada y perfecta piel de Tae pero, como si de un embrujo se tratara, simplemente se dejó llevar.
Dos gemidos roncos y ahogados se desprendieron desde lo más profundo de sus interiores, arquearon sus espaldas y unieron sus manos durante cortos segundos. Eidon pudo jurar que se encontraba quemándose por las llamaradas de Sirio, esa estrella tan inmensa y brillante como el sol que conocían los terrestres. Estaba ardiente, el interior de su pareja quemaba pero le gustaba, sí que le gustaba.
Sus movimientos fueron suaves, seguían un compás marcado o al menos el primer minuto lo fue, tras eso, su caderas comenzaron a moverse rítmicamente, él no las controlaba del todo. Estaba hipnotizado por Taehyung y el momento que estaban compartiendo. Cada pierna del terrestre descansaba sobre sus muslos y sus manos se aferraban brutalmente a los mismos, causando heridas con sus uñas que el luniano ignoraba porque, lejos de dolerle, se sentía más motivado, le gustaba.
Aferró sus manos a cada lado de la cadera de aquel suculento, armonioso, valioso y hermoso cuerpo que yacía en la cama, ayudándose en sus profundas penetraciones. Los gemidos caían como lluvia de mayo, sin descanso y continuos. No sudaban, al menos no el típico sudor humano, era más espeso y actuaba como si fuera un gel corporal que suavizaba y hacía brillar más sus pieles.
— ¿Qué tan cerca estás? — Sabía la respuesta a su pregunta pero extrañaba al Taehyung que se dejaba ir diciendo incoherencias, este era igual de exquisito y perfecto pero quería experimentarlo todo.
— ¡Cerca! — gritó sin premeditación.
— No te vengas todavía. — Colocó su dedo meñique en la hendidura de su miembro mientras congelaba sus testículos.
— ¡Dios! — No sabía que sus bolas congeladas pudiera sentirse tan bien. Kook usaba de vez en cuando sus poderes en él pero nunca había congelado ninguna parte de su entrepierna. — ¡Ah, Eidon!
No era tan romántico como otras veces pero no podía quejarse de esa fiera que lo estaba literalmente martillando en su interior sin piedad. Porque pese a su fuerza y potencia, no dejaba de sentirse amado y bien tratado. Le gustaba ese Jungkook que se cegaba ante el placer y lo hacía llegar a la cumbre de mil maneras y ninguna repetida.
Aumentó la velocidad a un extremo que el terrestre no había experimentado antes porque la fuerza de gravedad en la tierra se lo dificultaba, para una vez que vio las lágrimas en los ojos de su castaño, volver a disminuirla llenándolo de toques circulares en su pubis e ingles.
— Mierda, te ves tan hermoso así Tae. — Musitó moviendo sus caderas casi de forma imperceptible, acariciando sus labios. Este último enrolló sus dedos con su lengua y los llevó hasta lo más profundo de su garganta para chuparlos sensualmente y dejarlos llenos de saliva. — Eres un maldito perverso.
— Tu... Perverso... — Habló pesadamente sintiendo su boca morder con fuerza arrebatadora cada parte de su cuerpo, sintiendo su fría lengua en sus pezones. Podía asegurarse mentalmente que de no tener congelada aquella parte baja, ya se hubiera venido incontables veces pero, no, su cuerpo temblaba por el placer pero no podía correrse.
— ¿Se siente bien?
— Mejor que nunca. — Perdió sus manos entre los cabellos ajenos sintiendo como aquel meneo y vaivén de cintura ajena lo volvía a catapultar en emociones.
Taehyung gemía desenfrenadamente pero su esposo no se quedaba para nada atrás, las manos del terrestre le quemaban un poco la piel pero eran estímulos extras que estaba adorando. Cada vez que chocaba su pelvis podía sentir el contraste frío del hielo, una balanza poderosa entre el frío y el calor. Los lubricantes que el castaño ahora sí liberaba por cantidades inimaginables los hacía perder en el obsceno sonido del chapoteo que creaban.
— Mierda, amor... A-Ahora soy yo el... el que está muy cerca.
— ¡Aguanta! Si no es juntos, n-no lo haremos hoy.
Jadeaba sintiéndose cerca de perder sus censores, no se podía sentir tanto y permanecer bien. Simplemente no era posible.
— In-Intentaré no correrme aún.
Era una divinidad que todo lo que estaba ocurriendo en aquella habitación no pudiera sentirse incluso si estaban parados detrás de la puerta. No es que les fuera importar mucho que eso ocurriera, después de todo eran los señores no de ese lugar, sino del planeta en general pero era un buen punto a favor de la flamante tecnología y posibilidad que le brindaba el lugar.
Las piernas del terrestre se situaron un poco más altas, exactamente sobre los hombros de un Jungkook que parecía un loco atrayéndolo más y más hacia él mientras inclinado se movía y besaba al mismo tiempo.
— ¡Ah! Es tan jodidamente bueno...
Nunca tuvo un solo encuentro sexual con Jungkook que no rebasara la media y fuera perfección. Ellos siempre compartían más que solo la unión de sus cuerpos, cada vez sus mentes, sus almas, sus corazones y sentimientos estaban conectados, se entregaban en cuerpo y alma para fundirse en el otro, siendo la acción una extensión del amor que ellos se tenían. Un amor expresado en miles de posiciones, lugares y enfrentamientos diferentes.
— Dinksee! — Le estaba costando demasiado al peli-negro contenerse. — Creo que me voy a venir, hermoso.
No era que ellos dejaran de sentir, se debilitaran o sus miembros se tornaran flácidos una vez que alcanzaban a eyacular pero la extensión del momento, ese momento maravilloso en el que lograban hacerlo después de la larga espera, les daba la mejor recompensa.
Sin embargo, el terrestre no lo iba a dejar salirse con la suya tan fácilmente. Se llenó de fuerza y en un movimiento súbito, hizo caer a su esposo en la cama, situándose él en el mandato. No quería penetrarlo, al menos no en ese momento, pero sí quería llevar el liderazgo de sus movimientos y tener bajo su control al cuerpo de su luniano.
Como si estuviera realizando la danza más sensual, osciló su cuerpo apoyado en el pecho de Jungkook, alejarse un solo centímetro de su piel. Las manos mágicas que recorrían cada parte de él con la mayor dulzura, su cabello algo más largo pegado a su rostro, su oscurecida y frenética mirada llena de amor, sus labios que quedaban libre segundos antes de ser apresados nuevamente por sus dientes, todo era el conjunto perfecto que frente a la vista de Tae, hacía a este perder el control.
Guiado por esas manos frías que se aferraban ahora a su cadera, comenzó a descender y ascender por la extensión, castigando a ambos varios segundos cada vez que decidía sacarlo completamente, para luego gemir a gusto cuando el de abajo lo empalaba ferozmente.
— Ahhh, K-Kook, creo que me desmayaré si no me dejas correrme ya. — Arqueó su espalda buscando estabilidad ahora en eso voluptuosos y macizos muslos.
La única respuesta que obtuvo fueron sus gemidos, sus ávidas manos jugando a voluntad con sus pezones y un te amo inaudible. Se retorció en su lugar, mas el luniano retomó el control moviendo aceleradamente su pelvis haciéndolo caer hacia adelante y aprisionarlo contra su pecho en un abrazo. Mordió y succionó su cuello sin dejar de cavar gustoso en el interior de su esposo.
Este frenó para martirizar al castaño y controlar su liberación pero solamente tuvo éxito por medio segundo antes de que el otro comenzara a moverse. Jungkook subió algo más sus piernas, ofreciendo sus muslos como espaldar para que su terrestre se apoyara y moviera con comodidad.
— Krob! Gime más, me matan y calientan tus gemidos. — Exclamó Jungkook nalgueándolo. — ¡Así!
Tae sentía como sus pieles resbalaban siempre que se saludaban debido a los líquidos de ambos, todo su interior temblaba y comenzaba a sudar frío de una forma en la que antes no lo había hecho. No podía soportarlo más, no quería ser la bella durmiente que una vez más se desmayaba al finalizar el encuentro, quería disfrutarlo al máximo. Llevó una de sus manos a sus testículos y liberando un poco más del calor que ya había, quitó la fina capa que los congelaba.
— Dinksee, tur dorkia! Lored!
—D-Dionysus, Vart! — Gimió aferrándose al cuerpo del terrestre. — Maldito seas Tae, ¡para!
Taehyung no se detuvo, al contrario, sin importarle que por momentos perdía la coordinación de sus movimientos, él continuó hasta liberarse y sentir su interior como se llenaba de su esposo. Vibraban y temblaban por los espasmos que llegar al clímax les produjo. Se abrazaron en silencio, acompasando sus respiraciones, llenándose de tiernas y llantas caricias.
— ¿Se puede saber de qué te ríes, Eidon?
— De lo perturbador y sexy que te veías gimiendo creo más que nunca. — Taehyung golpeó su pecho pero sus manos fueron aguantadas. — No tienes que avergonzarte, a estas alturas entre nosotros eso sobra, además, sabes que lo amo. Creo que no existe cosa más erótica en todo el universo. — Apretó fuertemente su trasero dándole un beso algo dominante de su parte, mismos que fue suavizando a medida que pasaban los segundos.
— Entonces creo que, para ser justos, yo debería hacerte gemir a ti ahora de la misma manera. ¿No lo crees?
El luniano se incorporó rápidamente saliendo de la cama y hechando a correr, perseguido por su pareja en una desnudez tan hermosa como la suya propia. Taehyung intentaba agarrarlo y él se desprendía con facilidad, haciendo que una vez más este fuera en su búsqueda.
— Después, juro que después te dejo hacer lo que quieres pero deberíamos ir a comer algo. — Espetó tratando de sonar fuerte y serio pero lanzando una carcajada cuando su esposo apretaba su trasero sin prudencia.
— ¿Ahora quieres ir a comer? Si siguieras clavándome tú en la cama no te acordarías de santa comida. No me vengas con esas Eidon, te conozco. Yo también quiero sentirte ahora que estamos aquí.
— En serio que no creo que sea una buena idea. Podremos hacerlo después pero con cuidado porque podría terminar yo cargando un frijolito también. Que no se te olvide que estamos fuera de Tellus y aquí somos mucho más fértiles. Tú no puedes estar más embarazado de lo que ya estás pero yo, bueno, yo si puedo quedarlo.
Al escuchar aquellas palabras el castaño se detuvo. Realmente había olvidado que ambos tenían la posibilidad de llevar a un niño en sus vientres pero, por alguna razón aunque interesante, eso seguía pareciéndole raro. Por más que miraba a su esposo no se hacía a la idea de un Jungkook embarazado. No era que sus cuerpos cambiaran muchos, además, él mismo no se imaginó estar pasando por eso pero, no se terminaba de hacer a la idea de dejar embarazado a Kook.
— Bueno, nosotros no tenemos que seguir las tradiciones. Podemos quedarnos con un solo niño. Ustedes tienen muchos hijos únicos y en Tellus también los hay.
— Pero a mí también me gustaría ser mafa en un futuro. Quiero que Esir tenga un hermanito. Somos almas gemelas que tenemos la posibilidad de tener dos hijos.— Entrecerró sus ojos extrañado por el comentarios de su esposo pero se sentó en la cama para mirarlo.
— Tu padre no tuvo dos hijos con Jimin, tus abuelos tampoco a pesar de ser alma gemelas. Kore después de todo no es hermana de Min Yoongi. No creo que sea un problema si nosotros no hacemos lo mismo.
— Taehyung, — pronunció algo incómodo y molesto — si mis padres no tuvieron otro hijo fue porque no pudieron. Aunque lo intentaran, ya fuera en Luna Dorada o Tellus mi mafa no puede embarazar a mi fada. Y mis abuelos, ellos si tuvieron otro hijo pero lamentablemente murió en una batalla. No sé por qué estás diciendo esas cosas. ¿No quieres que yo sea mafa como tú? Creo que eso es algo egoísta.
No sabía que su suegro había tenido otro hermano, se sentía más por tocar ese tema, igual el de sus suegros. Era cierto que ellos no estaban en igualdad de condiciones y por un momento lo olvidó. Suspiró con pesar y se arrodilló a lo que era aquella cama que parecía también estar levitando ahora que la miraba bien.
— Lo siento, no quise incomodarte. Sé que no puedo privarte de vivir lo que en Tellus le llamamos maternidad porque es algo egoísta, no quiero hacer eso. Sin embargo, aún tenemos tiempo de sobra para ello, primero tengamos a Esir y más adelante hablamos del tema. Simplemente no creo que sea el momento oportuno.
— Pero es que yo no te dije a ti que quería tenerlo ahora. Por eso te dije que teníamos que andar con cuidado si querías entrar en mí, no sé siquiera por qué estamos hablando de esto ahora. — Agitó su cabello y se puso de pie caminando hacia lo que Taehyung creía que era un baño.
— Eidon...
— Voy a ducharme Taehyung. — Respondió un tanto seco, no era su intención pero su respuesta simplemente salió de esa manera. — S-Si deseas te me puedes unir, así te muestro como funciona porque no es igual como en la Tierra.
El castaño sonrió aliviado de verlo esforzarse por sonreírle a pesar de su evidente molestia. No entendía el motivo de sus estúpidos pensamientos, por segundos un estúpido prejuicio se plantó en su cerebro. Entre ellos no había un pasivo o un activo, los dos eran hombres que exigían su papel como tal aunque la mayoría del tiempo fuera el quien fuera penetrado por su esposo. ¿Por qué debía haber pensado algo tan superficial como aquello? Además, quitando todo, ellos eran dos seres que en todo el universo, estaban bien lejos de ser normales, eran tan únicos como su relación y unión.
— ¿Vienes?
Enarcando una ceja miró a Tae quien parecía haberse perdido en sus pensamientos, mismos que desde que salieron de Tellus no podía escuchar. Vio aquella hermosa sonrisa salir de sus labios y de esa forma tan sencilla, su incomodidad por algo tan tonto que quizás solo estuvo en su mente, desapareció. Le extendió una mano que el terrestre tomó sonriente y caminaron abrazados torpemente hasta el baño.
https://youtu.be/jC_3ZwsFW90
¡Hola mis lunianos bellos que tanto extrañé!
Después de varios días entre mis viajes, el trabajo y el cansancio finalmente pude actualizar esta historia.
No nos queda mucho, no puedo decirles un número exacto de capítulos porque siempre terminan haciéndose más de lo planeado, — imagínense que según yo Amor Lunar no excedería los 40 capítulos 😂 — por eso no puedo decirles. Sin embargo, viendo las bases de los capítulos ya escrito puedo decirles que espero no lleguen a los 100🙈
Como siempre espero que les haya gustado y nos vemos en el próximo. 😘😍
Pd: Ya me han reportado muchas de las fotos que subo así que ya no pienso publicarlas más 🙈 Quiero evitarme que me borren la historia y mi cuenta por eso pienso revisar y eliminar cualquier imagen que mis lectoras puedan sentir que son inapropiadas en todas mis historias y removerlas. Así que ya saben 🤔😘🤷🏾♀️
💜💜💜LORED💜💜💜
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