Capítulo 77

Despertó más liviano, airoso, casi solemne y abrió sus ojos con parsimonia. Había tenido un sueño loco en el que había viajado a Titán y... ¿No había soñado? Miró todo a su alrededor y aunque no sabía exactamente donde estaba, era claro que esa habitación pertenecía al palacio que creyó haber soñado. Intentó incorporarse pero algo se lo impedía. Por un segundo se agitó pero cuando vio a un Jungkook durmiendo plácidamente sobre él no hizo más que sonreír. No estaba solo, su esposo estaba con él.

Podía ver perfectamente pero necesitaba luz, sus ojos aún no se acostumbraba a ello. ¿Cómo encendía allí la luz ahora?

— De acuerdo, ¿qué está pasando aquí? Pensé en que se encendieran las luces y todas se prendieron. ¿Este palacio puede leer mi mente o qué? — Exclamó entre sorprendido y preocupado.

— No te está leyendo la mente, amor. Desde que entraste se conectó a tus sentidos para las necesidades básicas que se puedan hacer sin necesidad de personal. Solamente funciona con los integrantes de la familia, no te preocupes. Todos tus pensamientos pecaminosos están a salvo. — Se arrastró perezosamente hacia arriba y escondió su rostro en el cuello de Taehyung.

Era algo raro que el palacio, su sistema o lo que fuera estuviera al pendiente de sus pensamiento pero no dejaba de ser algo asombroso. Recordaba cuando llegó a casa de Jungkook por primera desorientado y literalmente muriendo de frío luego de dormir en aquel vagón de tren abandonado. Estaba tan anonadado con su tecnología que no pudo evitar jugar como un niño con las luces y ventana. Ahora, estaba en un palacio, no solamente en una tierra desconocida, sino un mundo que ni siquiera la NASA había podido explorar.

Titán, no podía creer que el hombre que estaba adormilado como niño, respirando en su cuello sin moverse, era no solamente su esposo sino literalmente dueño de todo ese planeta, era su regente o casi lo era y él, era el Atojeon de ese reino.

No quería enamorarse ni que se enamoraran de él en aquel entonces porque se le había olvidado cómo amar, sentía su corazón congelado después de tantos sufrimientos. Se encontraba en un lugar donde no había nada, solo sombras y gracias a la vida llegó él a curarle las heridas con su luz. Ese tonto luniano sin aviso llegó a su vida, se adueñó de ella y se quedó adherido a su alma. Ahora, era el ser más feliz, casado y con un bebé en caminó.

Entrelazó sus dedos en la ahora negra cabellera de su esposo con una lela sonrisa, preguntándose si ese color tenía algún significado en especial y en qué momento había cambiado. Antes de perder el conocimiento su cabello aún era platinado pero ahora brillaba como azabache. Detuvo los movimientos de su mano y se quedó pensativo. Cierto, había vuelto a desmayarse.

— Kook... — Agitó las hebras de su pelo. — ¿Qué me ocurrió ayer? Lo último que recuerdo fue el dolor que sentí cuando íbamos caminando para ver el palacio.

Al escuchar su pregunta, el pelinegro se incorporó a gran velocidad, había gastado tantas energías en el viaje y en el evento de transición de Taehyung que terminó durmiéndose muerto del agotamiento. Se le había olvidado que debía controlar el estado en el que se encontraban sus hombrecitos.

— ¿Notas algo diferente? ¿Cómo estás, cómo te sientes? — Preguntó controlando detalladamente cada centímetro del cuerpo de su ahora castaño esposo. Tae amplió su sonrisa y tomó sus mejillas para hacer que lo viera a los ojos. A unos brillantes ojos de iris bicolor, mitad violeta y mitad azul.

— Estoy bien, me siento perfectamente solamente quería saber qué fue lo que ocurrió. Quita esa cara de susto. — Echó el cabello de su príncipe hacia atrás con sus dedos y y unió sus labios en un sutil y tierno roce. — De verdad me siento increíble. Me siento más fuerte, viril y con ganas de comerme al mundo y a ti principalmente.

El luniano negó con su cabeza sonriendo y se acomodó en la cama para sostener su mano. — Tuve que haber estado más al pendiente de ti, amor. Perdóname. — Con un simple besó el terrestre disipó todas las preocupaciones que atosigaban su mente. — Ayer mutaste completamente.

— ¿Otra Vez? ¿Cuántas veces voy a mutar, sufrir metamorfosis o cambiar? Es que la verdad no entiendo. Cuando te uniste a mí, cuando yo me uní a ti, la noche que nos unimos y concebimos a nuestro frijolito, cuando Nana me dio el medallón de Eris. Ya no sé cuántas veces más tengo que pasar por eso. Cambio más que los Power Rangers. — Protestó rodando sus ojos. — ¿Cuántas transformaciones más me quedan? Yo no veo que tú cambies tanto. Ya no sé si me llamo Dionysus o Desmayadizus.

— ¿Por qué eres tan exagerado? Además esa palabra no existe deja de inventar. — Mordió sus mejillas viendo como dejaba una "A" muda salir de sus labios. — Yo también pasé por un proceso de mutación y adaptación cuando llegué a Tellus y cuando nos unimos pero tú eres diferente. Yo era consciente de mi genética y desde que nací me entrené en base a ella y mis poderes, tú en cambio viviste toda una vida con más de la mitad de tu herencia, toda tu genética y parte de tu persona suprimida de forma antinatural.

— Pero ya han sido demasiados despertares como quiera que lo pongas.

— Quizás pases por más, eso no lo sabemos, nadie conoce a ciencia cierta nuestras capacidades, tampoco las conozco yo. Sabía que tus cambios en la Tierra no se efectuaron al cien por ciento porque no tenías el ambiente para hacerlo, la atmósfera de Tellus te lo impedía. Estaba claro que una vez que salieras al exterior pasarías por un cambio completo cuando las característica físicas y atmosféricas de cualquiera de nuestros mundos se afianzaran a tu sistema.

— ¿Volveré a pasar por algo así? — Kook hizo un gesto de asentimiento que lo hizo protestar. — ¿Y ahora por qué volveré a cambiar?

— No lo harás solo tú, también yo un mínimo de tres veces más; al casarnos en Luna Dorada y adquirir todos los poderes de la familia real. Si te coronan en Eris volverás a pasar por ese proceso y cuando nuestro bebé nazca también. Yo pasaré por todas esas transiciones junto a ti aunque a mí me pegue de forma diferente.

— ¿Porque eres un príncipe?

— Se puede decir, sí. No tengo que recibir muchos poderes porque siempre he formado parte de la familia Min, únicamente recibiré los que vienen con mi nombramiento de rey. En Eris, yo no tengo nada que ver, no tengo sangre erisiana recorriendo por mis venas y no recibo pobres directo por nombramiento hasta que no me case contigo y bueno, no soy el mafa de Esir. Los poderes que nuestro mi hijo puede pasar en su nacimiento solamente irán hacia ti por el lazo y vínculo de ambos.

— En resumen. Me pasaré mi vida mutando, solamente queda que digan que tengo ADN de las Tortugas Ninjas y termine poniéndome verde como ellas.

— Terrestre hiperbólico...

Jungkook tiró de su cuerpo y cuando su esposo quizo huir, terminó flotando en el aire. ¿Estaba volando?

— ¡Eidon! E-Estoy volando... — Su sorpresa no lo dejaba concentrarse. — Ayúdame, bájame.

— Hey, mírame. Respira profundo y tranquilízate que no estás volando, solamente estás levitando por el cambio de tu composición física y la gravedad de este planeta. Por sus componentes ambientales pero no pasa nada malo. Solamente debes respirar profundamente para que puedas controlar tu cuerpo y hacerlo descender. Como cuando n la tierra lo obligas a correr o a saltar, es lo mismo. Cálmate.

¿Calmarse? Salió flotando como Matías Perez en su globo aerostático creyendo que desaparecería de la misma forma. Jungkook estaba combatiendo en su interior las ganas de reírse, triturando sus labios para no soltar una risa que le hiciera poner en riesgo su vida, porque estaba seguro que cuando Taehyung descendiera iba querer patearle el trasero por burlarse.

— Hermoso, respira...

¿Cómo podía el techo de ese maldito palacio ser tan alto? Estaba seguro que se había elevado mínimo cincuenta metros dejando al pelinegro casi como una hormiga para él. No podía controlar su cuerpo.

— Tú también puedes levitar, ¿por qué demonios no has subido para ayudarme a bajar? — Refunfuñó algo desesperado.

— Porque tienes que aprender y lograrlo por ti mismo.

— No estamos en Hogwarts y tú no eres Madame Rolanda Hooch, por favor, bájame. — Jungkook intentó recordar quién era la mujer mencionada y cuando se recordó de la escena de aquella película que tiempo atrás habían visto, no pudo controlar la risa a causa de la comparación tan extraña que Tae había hecho. — ¡EIdon Jeon Jungkook!

El luniano aguantó la respiración para poder contener su risa con dificultad. No sabía por qué esa situación era tan graciosa. Nuevos gritos se escucharon de un Ato que maldecía obligando al príncipe a evitar y ayudarlo a bajar.

— Maldito luniano de pacotilla. ¿Qué hubieras hecho si por la impresión me hubiera dado un infarto? Ibas a perdernos a los dos de un solo golpe, idiota. — El castaño arremetió contra su esposo golpeándolo aunque sin mucho fuerza debido a sus trémulas manos. — ¡Eres un tonto!

Lindo. Esa era la única palabra que Jungkook pensó al contemplar el lloroso rostro de su alma gemela. Sus lágrimas no brotaban de la misma forma a causa del cambio de los componentes naturales de su cuerpo, eran más espesas y algo grisáceas pero aún así, el azulado e hinchado rostro de de su esposo le parecía la imagen más tierna.

Forcejeó haciéndole cosquillas por cada golpe que recibía hasta inmovilizarlo totalmente bajo su cuerpo. No podía negar que la fortaleza física del castaño había incrementado brutalmente pero, él seguía teniendo mayor experiencia en combates y conocía perfectamente sus puntos débiles, esos de los que solamente él tenía conocimiento.

— ¿Q-Qué crees que estás haciendo, imbécil? — Fingió molestia al sentir el lóbulo de su oreja ser lamido. — Ni lo pienses que no... ¡Mierda, te odio! — Exclamó cuando la sin hueso recorrió su marca.

Ya no forcejeaba, no tenía ganas ni deseos, lo único que quería era sentir sus brazos libres para poder regresarle cada caricia que estaba siendo dada a su cuerpo. Dibujaba patrones ininteligibles para él por toda su piel y con cada uno de estos su centenares de estímulos iban directo a sus cabezas, sí, a ambas.

Una respiración que hacía que todo su ser se volviera tan cálido como las mañanas de primaveras luego de días de lluvias y fríos invitándolo a salir a jugar. Con Jungkook todo era así, desde su llegada había vuelto su vida más cálida como olas flores de cerezo que florecían en una vía de tren abandonada. Amaba a ese hombre con solo su presencia bastaba para olvidarse de todo. Ese que provocaba que su respiración entrecortara a la suya y que su toque lograra borrar todo rastro de cordura.

Sus labios fueron apresados por los del luniano que con su lengua profundizó en él sin agilizar o agitar el ritmo de sus besos. Seguía besándolo tierna y pausadamente a pesar de ser más profundo e intenso. Amaba poder besarlo sin preocuparse por agotar su oxígeno, poder hacer sus lenguas danzar hasta que ellas quisieran hacer algo más.

Libre, sus manos quedaron libres para aferrarse a ese cuello que dejaba ver unas notables venas azuladas. Tan jodidamente sexy para él. Sus cabellos caían sobre sus frentes entrelazándose de la misma forma que lo hacían sus cuerpos mientras que con sus ojos cerrados dejaban sus besos hablar y expresar todo lo que ellos no hacían verbalmente en ese instante.

Sentía su entrepierna adolorida, primero pensó que era producto del tiempo que llevaba sin intimar con su esposo pero las palpitaciones y dolores aumentaban a medida que aumentaba su excitación.

— E-Eidon... — El luniano solamente gimió a modo de respuesta en su boca mientras acomodaba su cuerpo sobre aquella gigantesca cama. — M-Me duele, se siente extraño.

— ¿Qué sientes extraño?

Continuó con su dosis de besos, anhelante. Estuvo consciente de que extrañaba sentirse de esa forma con Taehyung, hacer el amor era también una parte fundamental en su relación que muy rara vez dejaban de lado. Este había sido el período más largo en el que no tuvieron contacto íntimo pese a dormir juntos cada noche.

— Mi m-miembro... — jadeó — e-espera un momento, es demasiado doloroso. — dicho sto comenzó a partir a un hechizado Jungkook que solamente sabía besar cada parte de su piel expuesta. — Necesito ver por qué tengo ese dolor y escozor en mi m- ¡Santa mierda! — Empujó al luniano quedándose atónito mirando su pene.

— ¿Qué sucede? — Preguntó ahora sí preocupado. — ¿Qué ocurre, amor?

— ¿N-No lo ves? Mira... — Señaló incrédulo aquella carne que se sublevaba frente a él. — Es mucho más grande y mi glande es azul, también púrpura. Mira el fluido, cambió de igual forma. Algo no me debe estar asentando bien porque duele demasiado, observa como las palpitaciones lo hacen mover como si tuviera vida propia.

— Ah... Es eso. — Agitó su cabello y sonrió viendo que no se trataba de nada grave.

— ¿Ah? ¿Es eso? Me puedes explicar...

— Amor, si observas el mío verás que también es diferente y de mayor tamaño que en Tellus. Nuestra forma física aquí cambia. Mi sangre es azul por lo que sabes las zonas que se enrojecen para ustedes en mí toman un color azulino. Por eso mis venas cuando sobresalen son así, y mi glande también, al menos fuera del planeta Tierra. Lo mismo está ocurriendo contigo pero en tu caso llevas varias sangres de varias especies diferentes, por eso está ocurriendo eso con tu miembro. No es nada grave.

Taehyung maldijo por el dolor y también por lo complicado que era todo ese lío de las especies y genéticas.

— Necesito una pastilla, necesito algo para aliviar este horrible dolor. — Llevó sus manos a la entrepiernas pero sutilmente fueron retiradas por su esposo. — ¿Q-Qué haces?

— No necesitas nada de eso, si seguimos con lo que estábamos haciendo, te sentirás en perfecto estado para cuando hayamos acabado. Solamente intenta relajarte, piensa que es igual a cuando me sentías entrar en ti sin lubricar. Será molesto e incómodo algo doloroso pero una vez que te acostumbres todo pasará y te sentirás de maravilla. Lo mejor, es que pasarás por este proceso una sola vez.

Llevó las manos del castaño a su boca y en ellas plantó tiernos y dulces besos que iban acompañados del roce de sus dientes que no llegaban a morderlas. Jugueteó con sus dedos para lentamente ir succionando uno por uno. El cuerpo del terrestre comenzó nuevamente a reaccionar a sus caricias, mismo si el dolor no había mermado en lo más mínimo, hizo lo dicho. Se relajó dejándose hacer y guiar.


El luniano sonrió complacido al verlo recostarse y entregarse a el sin restricciones. Admiraba su rostro único, cada facción del mismo era único, delineó con sus dedos cada una de ellas, deteniéndose más en la línea de su mandíbula. Besaba cada lugar que tocaba y después se quedaba contemplándolo, sintiéndole agitarse bajo su cuerpo con algo tan sencillo como eso.

— Eres tan perfecto, Tae. — Besó su cuello y ascendió con su lengua hasta su mandíbula, sustituyendo a sus dedos por esta. — Te amo.

Quería responderle pero no pudo, su cuerpo lo hacía por él. La presión que el cuerpo del luniano ejercía en su entrepierna calmaba el dolor y sus palpitaciones. Estaba más sensible y sentía todo como si sus censores estuvieran elevados al millar. Siempre se sintió de maravillas en manos de ese ser, desde el primer encuentro, incluso antes de que lo tocara vibraba por él pero como se sentía ahora... Simplemente sobrepasaba todos los niveles.

— ¡Maldito luniano! — Exclamó a modo de queja, sintiéndose frustrado por sus siempre tortuosos juegos previos, haciéndolo anhelarlo y deseando a cada segundo con más intensidad.

Las erectas protuberancias azuladas gozaban del martirio que los dedos y lengua del pelinegro le brindaban. Unos fríos labios pero con tibia saliva succionaron el pezón derecho del terrestre, quien lanzó un grito ronco cuando esta acción se llevó a cabo.

Era estimulante y a la vez torturador para Jungkook juguetear solamente con el pecho de su castaño sin hacer nada más que darle fugazmente algunos besos. Quería enloquecerlo, hacerlo gozar al máximo después de tanto tiempo, quería llevarlo a un nuevo límite pero le estaba costando controlarse. Los gemidos contrarios, sus jadeos, eran afrodisíacos para sus oídos.

— K-Kook... — Jadeó tirando del cabello azabache, necesitaba que dejara sus pezones sino iba a venirse sin haber hecho nada más. — P-Para.

Los dientes de Eidon se ensañaron en ellos, calmándolos después con su lengua y haciéndolos vibrar con sus besos y succiones. Sentía el cuerpo que yacía bajo el suyo agitarse y friccionar cada vez más contra sus caderas. Se separó para no regalarle otro estímulo a su terrestre y jadeó cuando haló con más fuerza su cabello, presionando después su cabeza de forma algo violenta contra la otra protuberancia que había quedado desatendida desde hacía algunos segundos.

— Oh por dio, j-juro que eres increíble, no pares. — Gemía totalmente entregado.

Esos gemidos era como un acelerador para Kook que, con más ahínco los devoraba.

— Dinksee! — Gritó Taehyung explotando en un orgasmo que lo tenía totalmente tensado y aferrado a la cabellera negra que tenía entre sus manos. — Eso, eso fue genial. — Se carcajeó alzando la cabeza de su esposo en busca de sus azulinos labios.

— Parece que alguien está entregado a la sensibilidad de su cuerpo. — Bramó al sentir como clavaban las uñas en sus glúteos. — ¿Te sientes mejor? — Inquirió acariciando suavemente su aún más que erecto miembro.

— Culpa mía no es. — Rió — Y sí, todavía es molesto y algo doloroso pero comparado con minutos atrás, me siento mucho mejor. Gracias. — Mordió sus labios para después besarlo con parsimonia mientras lo abrazaba. — Mmmm, supongo que recién comenzamos a entrar en calor. — Musitó trémulamente al sentir como los dígitos de su esposo presionaban su entrada, abriéndose paso. — Antes que me quites el habla nuevamente quiero decirte algo. — Hizo un sonido gutural con su garganta cuando aquellos dos dedos intrépidos fueron directamente y sin reverencia hasta aquel punto en su interior. — Te amo. Lored, Eidon.

Arqueó su espalda para recibir correctamente. No sabía si era de noche, de día o en qué momento del tiempo se encontraba, lo único que tenía claro era que para ellos dos la faena recién comenzaba. Y eso, lo mantenía expectante y feliz.

https://youtu.be/w5zEAom_5sg

(A quien pueda interesar, tengo otra historia en mi perfil 🙈 Pareja principal: NamMin + Otras: Vkook/KookV, etc)

💜💙💜
Hola mis lunianos!
Aquí les dejo un nuevo capítulo que cambié casi en su totalidad y terminé de escribir rapidito para no fallarles con la actualización de hoy.
Ahora me iré a dormir cuatro horitas que debo viajar mañana, como será de Alemania a Suiza en tren, podré adelantar quizás algo — si no me duermo — para publicarlo en cuánto tenga un chancecito🤦🏾‍♀️🙈
Pd: La escena continúa en el próximo capítulo, así que hasta entonces nos vemos. Espero que haya sido de su agrado 🙈
💙💜💙

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