No sabía muy bien qué era lo que estaba mirando, Era como estar en la cúspide de una montaña viendo colinas más pequeñas rodeando un infinito río o lago. Un cielo rojizo con destellos de color anaranjado, sin una brisa y realmente frío.

Minutos atrás no había podido respirar pero tras recibir una especie de filtro de parte de Jungkoook para colocarlo en su nariz y ojos, pudo respirar con naturalidad y admirar esa hermosa y única vista. Parecía que había entrado a una pintura por la belleza y el silencio absoluto que allí reinaba. Su corazón latía a mil por horas y todo su cuerpo comenzaba a sentirse diferente.

Su esposo le había dicho que habían abandonado el planeta tierra y aunque sus pupilas confirmaban sus palabras, él seguía sin poder creérselo. En un minuto estaba abrazando a su esposo en el portal de una pequeña casa en uno de los pueblos de Ulsan, listos para ir hacia algún sitio y al siguiente estaba separándose de su cuerpo en algún lugar de Titán. Que lo pellizcaran si estaba soñando.

Siempre soñó con viajar al espacio pero no se imaginó que fuera tan fácil y rápido. O sea, no pudo ni ver el trayecto, se imaginaba ver el espacio, las estrellas y otros cuerpos celestes pero nada de eso ocurrió. Aún así, podía literalmente brincar en un pe de felicidad y emoción. Estaba tan emocionado que estaba tieso sin poder moverse.

— ¿S-Satelles?

— Sí amor, estamos en Satelles. Un mundo en el que aparentemente no hay vida ninguna y que le pertenece a Luna Dorada. Este es el refugio de la realeza, o mejor dicho, de la familia Min. Muchos han querido entrar a este mundo pero a la vista de todos, carece de valor, porque eso es lo que refleja gracias nuestras tecnologías.

— ¿Un refugio? — Contnuaba preguntando sin entender muy bien todo, perdido en la oscuridad que comenzaba a substituir el cielo rojo que hasta hace un momento allí estaba. — Explícame.

— Tendremos una semana para explicarte y mostrarte todo pero ahora mismo no.

— ¿Una semana? — Miró sorprendido a su esposo por primera vez desde que había quedado ensimismado con la peculiar vista. — ¿Por qué ahora mismo no.?

— Serán veinticuatro horas en la tierra pero, según el tiempo de aquí, transcurrirán siete días. estaremos de regreso en Tellus a la misma hora del día siguiente a nuestra partida. — Tomó su cuerpo entre sus brazos y lo cargó. — Y no te puedo explicar todo ahora mismo porque es solo cuestión de tiempo antes de que tu lado erisiano y luniano comiencen hacer presencia en ti. Siempre has estado en la tierra y aunque se han manifestado, no han salido totalmente y es probable que ocurra dentro de pocas horas. Debemos apresurarnos e ir al palacio.

— ¿P-Palacio?

Todo se estaba volviendo demasiado real, siempre se imaginó cómo sería Luna Dorada, esos palacios de altas tecnologías, los seres de esos mundos y ahora que estaba allí, una parte de él quería correr y huir. La otra, bueno, la otra quería brincar como loca, ver y conocer todo en un día.

Sintió casi morirse cuando vio que Jungkook levitaba en vez de caminar, correr o saltar. Estaba pacíficamente volando con él en los brazos como si tuviera el peso de una pluma. Miraba hacia el suelo pero no podía identificar qué era lo que se encontraba en la superficie. No había rastros de civilización, parecía imposible que por allí pudiera haber algún tipo de palacio o vivienda alguna.

El luniano miraba alegre a su pareja, el asombro de sus pupilas le daban un lindo y diferente color a sus ojos, a su piel. Cuando fue flechado por ese terrestre jamás creyó posible la idea de sacarlo del planeta, su genética no se lo hubiera permitido pero, ahí estaban. Una vez más barriendo hacia un lado todos los "no" para darle paso a los "sí se puede."

Para poder abandonar la Tierra con él tuvo que usar uno de las viajes menos convencionales que solamente surtían efecto si se trataba de llevarlo a su refugio. No le era posible llevarlo a su mundo porque el viaje mediante las esferas ponían en riesgo su embarazo y aunque pudieran sobrepasarlo con éxito quedaba la amenaza de Hedas sobre ellos. Ahí en Satelles no los encontrarían rápidamente, sin embargo, no podían permanecer allí aunque quisieran. Eran demasiados los riesgos pero ahora no quería pensar en nada de eso, ahora estaban de vacaciones. Ahora estaba cumpliendo los deseos de su Ato.

Taehyung sintió como su esposo lo dejó regresar a la superficie, recibiendo una fuerte ráfaga de frío puro. No podía ver nada más allá de las estrellas en el cielo y a Jungkook. Su vista estaba más que desarrollada en ese momento, pese a la oscuridad notaba las cosas a distancia como otras montañas y algo parecido a los árboles, sin embargo, eso era todo. No veía nada más.

— Ya llegamos. — Susurró el luniano en su oído. — Estás temblando, ¿tienes frío?

— Sí tengo frío pero eso es lo que menos importa. ¿A dónde llegamos? No puedo ver absolutamente nada. — Su voz temblaba por las bajas temperaturas pero Kook parecía no enterarse de ellas, estaba feliz y campante, tirando de su esposo para abrazarlo? — ¿Qué estás haciendo?

— Observa...

A sus pies comenzó a sentir extraños movimiento que periódicamente fueron escalando en magnitud. Era como un seísmo del que estaba siendo parte y no sabía hacia dónde huir. Se aferró con fuerza a los brazos de Jungkook y este lo sostuvo risueño, grabando para él las imágenes inolvidables de ese día. Frente a él todo comenzó a dar vueltas como torbellino y lentamente notó como eran rodeados por un nuevo cielo y superficie.

Era extraño, era como tener en el cielo arena y tierra rojiza mientras que a sus pies tenía un agua en la que no se podía sumergir ni hundir. Como dos mundos que se fusionaban dejando que cada uno se quedara con una parte de Titán. Luces como la Aurora boreal o austral comenzaron a emerger como destellos de magia a su alrededor dejándolo sin palabras.

Una capa de lo que él asociaba con humo y luces azules , como una neblina, se esparció dejándolos sumergidos en ella hasta las rodillas. Todo lo que parecía borroso frente a él comenzó a disiparse y algo de un tamaño mayor al de cualquier rascacielos que hubiese visto antes quedó a su vista. ¿Qué era esa edificación tan gigantesca? Quiso acercarse pero fue retenido por los brazos de Kook y, justo cuando iba a protestar, del edificio comenzó a brotar una luz que se volvía más y más intensa hasta llegar al punto donde explotó.

Aquella ola de energía que batió contra ellos como si en ella estuviera concentrada toda la luz del universo era de las cosas más hermosas e inexplicables que había experimentado en su vida. Era como la luz propia que irradiaba el sol pero fría y blanca. Mucho más hermosa, al menos para él.

No quería siquiera pestañear con el temor de perderse algo si lo hacía, todo era demasiado increíble como para perderse un solo detalle. Vio la intensa luz mermar hasta llegar a desaparecer, permitiéndole ver lo que detrás de ella se encontraba. Su boca se abrió a medida que golpeaba el brazo del luniano incrédulo. ¿Qué altura podrá tener ese palacio blanco con paredes tan trasparentes que parecían cristal?

Miró el camino de cristal que se iba formando hasta llegar a ellos y no se atrevió a inmutarse cuando vio que finalmente estaba delante de sus pies, esperando porque caminara sobre él. ¿Era todo eso un sueño? Si era así quería aventurarse más y no despertar jamás. Su volteó en búsqueda de los ojos de su esposo y allí los encontró, sonriéndole con la misma intensidad que sus labios.

— ¿Q-Qué es esto, este lugar?

— Bienvenido a su palacio en Satelles, Dionysus Kim Taehyung, Atojeon de Luna Dorada y Satelles, heredero al reino de Eris. — Jungkook hizo una reverencia frente a él y besó su mano. — Si me permite, me gustaría llevarlo adentro.

— Es-Espera un momento. Hasta donde tengo entendido tú solamente eras el príncipe de Luna Dorada. ¿Cómo es posible que yo sea el Atojeon de Satelles?

— Porque absolutamente nadie, más que la familia Min sabe de esto. Nadie sabe que a parte de ser la raza de lunianos más fuerte, por nuestros cuerpos corre desde hace siglos genética Satelleana. Fue algo que se produjo por un experimento que realizó lo que ustedes llaman pentabuelos. Los abuelos de mis tatarabuelos, cuando descubrieron los tesoros que este mundo ocultaba y lo valioso que era. Sin embargo, este mundo está casi deshabitado, solamente la familia real y sus caballeros negros han conocido de lo que ocultamos en Satelles. Es nuestro refugio para si un día las cosas no salen correctamente.

— ¿Algún día terminaré de saber todo lo referente a ti? — Negó con su cabeza sin querer profundizar más en el tema. — Tienen muchos secretos, muchas cosas por las que temer y cuidar, por las que tienes que ser responsable de príncipe, mucho más cuando seas rey.

— Tae...

— Amor, m-mejor entremos. — Sonrió para alejar sus pensamientos y temores, tomó su mano y le indicó que lo guiara.

Jungkook intentó escuchar sus pensamientos pero tal parecía que que habían desaparecido, como si hubiera una barriera que no se lo permitiera. Suspiró algo decepcionado pero tomó la mano ofrecida y caminó lentamente con un Taehyung maravillado con cada cosa que veía a su alrededor. Sonreía con una inocencia abrumadora que lo hacía sonreír también como una infección de felicidad que se apoderaba de su cuerpo.

— Si te vinieran cayendo atrás y tuvieras que esconderte creo que te agarrarían en un segundo. Esto es demasiado para poder entrar a un palacio.

Jungkook no pudo contener la carcajada frente a las palabras de su esposo.

— ¿De qué te ríes? Es cierto, en lo que llegas, que el castillo se descubre, que caminas hasta él y entras, te mató un ejército, te revivió y te volvió a matar. Debería ser más práctico.

— Lo es, amor. Es mucho más práctico porque yo puedo transportarme directamente hasta el interior del castillo pero como vengo contigo y es tu primera vez, quise mostrarte todo. Estoy alardeando de forma humilde lo que tengo.

— Se alardea o se es humilde, las dos cosas a la vez no funcionan. — Miró a Kook y no pudo evitar carcajearse él también.

Estaba tan entretenida jugando de mano con el padre de su hijo que no notó cuando las puertas principales desaparecieron frente a él, dándole entrada al palacio.Tampoco se percató del pequeño ejército y personal que habían ido a recibirlos hasta que la voz del guardián principal del palacio, el antiguo caballero negro de sus abuelos.

— ¡Príncipe Eidon Jeon Jungkook, caballero dorado y heredero al trono de Luna Dorada así como de Satelles, sea bienvenido a su palacio junto a nuestro Atojeon Kim Taehyung! Altezas, sean bienvenidos... — El hombre hizo una reverencia y tras él todos los demás presentemente imitaron su acción al unísono.

Taehyung brincó por la sorpresiva voz que parecía salir de un altoparlante a dos centímetros de su oído pero, su sorpresa fue aún mayor cuando miró alrededor, como todo los presentes ya sabían quién era él. Tenía tantas preguntas que hacer que ni siquiera sabía por donde empezar.

— Su alteza... — Habló el sujeto arrodillado frente al terrestre que lo miraba atónito, recordando el día en que vio a Namjoon arrodillarse de la misma forma frente a su suegro y a su esposo. — Vili, caballero negro de Luna Dorada y Satelles para servirle a usted en todo lo que necesite. Me pongo a sus órdenes.

¿En qué clase de historia fantasiosa había entrado? ¿Por qué todas esas personas pese a no mantenerle la mirada no dejaban de mirarlo? ¿Eran esos seres sus súbditos? ¿Por qué le decían, su alteza, si todavía no se habían casado? Todo eso era tan... Raro.

— ¿No que aquí no era tu esposo? — Preguntó susurrando al oído de Jungkook.

— Usted es el Ato, su alteza. Como prometido oficial de nuestro príncipe, usted también forma parte de la familia Min y por consecuencia de la misma forma se le trata. Reitero que tanto yo, como todos los presentes, seguiremos sus órdenes. — Seguía arrodillad frente a Taehyung y este no sabía qué hacer para levantarlo.

Había olvidado la excelente forma auditiva que todos esos seres tenían por lo que el susurro se sintió como un grito para ellos. Entendía ahora cuando Jungkook le decía que era incómodo que él lo llamara "su alteza." No hacía nada que habían llegado y lo habían llamado así no más de tres veces y ya estaba asustado de ello. Vivir así tantos años debió haber sido asfixiante para su esposo, ahora lo sabía a ciencia cierta.

— M-Muchas gra- — Iba hablar pero todas las personas se giraron hacia él en espera de las primeras palabras que les dirigiría a ellos y se quedó perplejo sin saber qué decir o cómo actuar.

Le había sido tan fácil hablar siempre con Jungkook que había realmente obviado por mucho que lo supiera, toda esa parte de él que desconocía. Varias veces había perdido la paciencia con el actuar de su esposo sin pensar en lo difícil que todo le tendría que resultar a él. Porque si bien era también mitad humano, estuvo toda su vida viviendo de esa forma en Luna Dorada y por lo que veía, en Titán también. Lleno de responsabilidades y obligaciones, ahora creía que ni siquiera su graduación en el arte de la cama debió haber sido placentero para él o al menos no era como él se lo había imaginado. Es que todo era totalmente diferente a la Tierra.

— Muchas gracias. — Habló con fírmese recibiendo una reverencia por parte de todos. Miró a su esposo en busca de apoyo pero Jungkook solamente se mordía sus labios para no reír.

— ¿Tienes todo listo como les ordené?

— Sí su alteza, todo está justo como lo pidió. — Respondió Vili acercándose para guiarlos por el recorrido que darían por el pasillo.

El terrestre intentó seguirlos pero sin tener tiempo para reaccionar toda su vista se nubló y terminó perdiendo el conocimiento cayendo al suelo. Todos reaccionaron preocupados por su estado pero el príncipe no dejó que nadie lo tocase. Tomó a su esposo en los brazos y corrió seguido por el caballero negro.

— ¿Estás seguro que ese cuarto contendrá la explosión de su cuerpo sin que llegue su señal a cualquier lugar fuera del palacio?

— Sí príncipe Eidon. El poder de su Ato no lo conocemos, tampoco me ha dicho a detalles de qué se trata pero de todos, escogí el más seguro. Además, contamos con triple protección, recuerde que nuestro castillo y Satelles también están ocultos. — Habló abriendo la puerta.

— Sí pero si las ondas de energía salen de este planeta, van a dar con la ubicación aunque no sepan de qué o quién  se trata, intentarán escarbar más en este mundo. Así que más nos vale que esto funcione. Ahora váyase de aquí, recuerde que nadie puede pasar por aquí si no quiere perder su vida cuando la explosión ocurra. 

— Pero usted también puede correr peligro, su alteza. — La mirada de Eidon le indicó que ya estaba estorbando en demasía.

— Retírate de una vez. — Vili asintió, tras una reverencia cerró las puertas y se alejó de allí a pasos apresurados.

Tanto su esposo como hijo, estaban sintiendo y dejando salir por primera vez su lado no-terrícola que tenían en ellos. Sus genéticas eram demasiado fuertes y el único que podría sobrevivir a la metamorfosis de ambos cuerpos si estaba cerca, era él. Nadie más viviría para contarlo.

Codificó todas las ventanas y puertas para luego correr al lado de su esposo, sentarse y sostener su mano mientras lo acariciaba. Su temperatura iba en aumento, el color de su cabello comenzaba a desaparecer y eso solamente significaba que pronto estallaría toda su energía mezclada con la de su frijolito.

Los minutos fueron pasando y con ellos el cuerpo de Taehyung fue cambiando, Eidon podía notar como el flujo de su sangre se descontrolaba, sintiendo la preocupación de su bebé, tranquilizándolo mientras acariciaba el vientre de su Ato. Sentía el calor de su mano aumentar y poco a poco la luz comenzó a emanar de su cuerpo. Cerró sus ojos una vez que el final se acercaba y aferrándose a él, sintió la oleada de calor recorrer todo su cuerpo. Quemaba, pero era soportable.

Junto con su familia; esposo e hijo, el príncipe Eidon cayó en un profundo sueño. A partir de ese momento, los tres habían potenciado y aumentado sus poderes pero también, compartían genética porque, aunque Jungkook no sabía, más allá de la genética compartida mediante la unión de ambos, ese acto provocaba que ellos compartieran genética "casi" a partes iguales. En el momento que ellos abrieran los ojos, se iban a dar cuenta de todos los cambios a los que se enfrentarían.

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Hola mis lunianos del alma.
Aquí les dejo un nuevo capítulo. Una vez más al desarrollarlo se me hizo demasiado largo así que todo lo demás lo dejaré para el siguiente capítulo. Puede que sea un poco ambiguo pero espero que les guste.
Nos vemos en el próximo con muchas cosas lindas y 🍋🍋🍋 Aviso para quienes se lo quieran saltar.
LORED
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