Capítulo 67

Unos movimientos repetitivos y algunos quejidos de dolor hicieron que el heredero de Luna Dorada abriera sus ojos instantáneamente. No era la primera noche que esto sucedía pero sí la primera en el que su pareja lloraba también en la realidad pese a estar soñando. Le había preguntado en varias ocaciones sobre esos sueños que lo perturbaban en la noche pero este siempre se negaba hablar, diciéndole que era una simple pesadilla.

No había querido insistir en ello, aún cuando sabía la verdad. Podía enterarse de todo a través de sus pensamientos pero sentía como si estuviera invadiendo su privacidad por lo que no lo forzaba. Contaba con que su pareja se lo contara cuando estuviera preparada para ello. Sin embargo, esa noche su llanto era muy intenso, tanto que no pudo quedarse a esperar que se calmara. Deseaba protegerlo incluso de sus propias pesadillas.

— Tae... — Agitó su brazo para que despertara pero estaba demasiado sumido en lo que fuera que estuviese soñando. — Taehyung, despierta amor. Todo está bien, estoy aquí contigo. Tae...

A pesar de sus intentos por despertarlo, no reaccionaba. Las gotas de sudor mezcladas con las de lágrimas le dejaban saber que su angustia era demasiada; temía que incluso su sueño fuera demasiado vívido y real como para hacerlo diferenciar o despertarse como una que otra vez había hecho con anterioridad. Prefería dejarlo salir de su letargo solo para que no tuviera un enfrentamiento demasiado brusco con la realidad pero, cuando sentía que era demasiado, no podía dejar de interferir.

Notó como las manos de Taehyung se aferraban a su barriga y lloraba por su frijolito, también por él. Podía escuchar como intercambiaba Eidon por Jungkook en varias ocasiones y como incluso el idioma en el que hablaba era el luniano. Hizo un primer intento por acercársele pero un golpe seguido a negativas que gritaba, lo tumbaron a un lado de la cama.

Estaba consciente de que la acción que haría invadiría su privacidad y que quizás al despertarse tuviese una pequeña conmoción por no poder diferenciar la realidad, mas debía arriesgarse. Cerró sus ojos y canalizando la energía producida por la unión de ambos se acomodó a horcajadas encima de él, forcejando con su cuerpo para poder tocar su sien y lentamente, ir absorbiendo su dolor para poder abrirse paso hasta su subconsciente.

Las lágrimas de Jungkook comenzaron a brotar a medida que vivía el sufrimiento de su alma gemela en aquella horrenda pesadilla. Su corazón se le apretujaba y unos increíbles deseos de matar que nunca había sentido se apoderaron de su cuerpo, confundiendo por fracciones de segundo de la realidad y combatiendo contra su propia objetividad.

Podía ver a Taehyung siendo golpeado por varios hedios, estaba claro que estaba dentro de su subconsciente, en su pesadilla, pero no por eso sentía mejor. Corrió en su dirección, saltando encima de los hombros de quien lo tenía ahora agarrado por el cuello y con hábil golpe, atravesó su cuello y lo derribó.

— K-Kook... Estás vivo pero, ¿cómo? Y-Yo te vi, te vi... — Comenzó a llorar mientras los otros hedios se desvanecían en el aire. — ¿Qué sucedió?

— Presta atención, hermoso. — Se arrodilló a su lado para tomar sus trémulas manos y tranquilizarlo. — Nada de esto es real, estás soñando y deberías ...

— ¡No! No es un sueño, mi hijo, nuestro hijo Kook... — Se tocó la barriga y miró hacia el suelo buscando la sangre que hasta hace un momento lo rodeaba. — Yo estaba sangrando, había perdido a nuestro frijolito y...

— He dicho que esto no es más que un horrible sueño del que tienes que despertar. Estamos bien, nuestro hijo y yo estamos bien pero estaremos muy triste si te dejas llevar por esta pesadilla y no vuelves a casa con nosotros. — Se acercó con cautela para unir sus labios contra aquellos temblorosos llenos de lágrimas. — Toma mi mano, salgamos de aquí.

Aunque aún un poco dudoso, el terrestre hizo exactamente lo que su pareja le estaba indicando. Con un poco de trabajo logró ponerse de pie ayudado por el luniano, sin evitar mirar alrededor para comprobar que todo estaba bien. Afianzó el enlace de sus manos y lo obligó a voltearse para luego dejarse caer entre sus brazos en busca de consuelo.

Agitado y con lágrimas en los ojos, Tae abrió los ojos viendo la clara imagen de su salvación delante de él. Se incorporó rápidamente y lo abrazó. Otra vez esa maldita pesadilla había llegado a perturbar sus sueños pero esa vez, por primera vez, Jungkook llegó a rescatarlo evitando que muriera terriblemente en aquel desolado sitio a manos de esos indeseables hedios.

— Todo está bien ahora, hermoso. Estoy aquí, solamente estabas soñando. — Acarició su cabello con morosidad mientras dejaba cortos besos sobre los mismos. — Tranquilo, amor. Vamos a desayunar, creo que es mejor que hoy permanezcas en casa y no vayas a trabajar. Yo regresaré temprano después de organizar los registros de lo que nuestros investigadores creen que es un nuevo descubrimiento de una galaxia enana.

En otro momento hubiese protestado porque a la menor ocasión le sugiriera quedarse en casa pero en esos días la verdad no le apetecía, tampoco podía salir por mucho tiempo sin que su bebé lo hiciera revolcarse del dolor y dejarlo en cama, sin fuerzas o energías. Lo cierto era que sólo cuando se encontraba Jungkook cerca se sentía mejor, como si el frijolito realmente sintiera a su padre y supiera de su presencia.

— Adelántate, yo primero tomaré una ducha para refrescarme y limpiar todo el sudor que corre por mi cuerpo. — Aceptó el beso ofrecido y se encaminó al baño.

Taehyung no pudo evitar sonreír cuando entró a la cocina y pudo ver el desayuno ligero que había sido preparado por su prometido. No podía negar que su culinaria había mejorado considerablemente en poco tiempo, haciéndolo cuestionarse el por qué le costó tanto hacerlo en tanto tiempo.

— ¡Eso se ve delicioso! — Exclamó bordeando la isla para abrazarlo mientras terminaba de colocar las frutas picadas. — Estamos hambrientos.

— No cantemos victoria hasta que no lo hayas probado, se ve bien pero ni siquiera lo he probado.

— ¿Cómo pedes cocinar sin probar la comida? — Rió aspirando feliz su aroma.

— Porque soy un super chef luniano que no necesita de ello. — Bromeó caminando para colocar los platos arriba de la mesa con su alma gemela pegada a su espalda. — Vamos a comer, suéltame.

Con protesta y su labio inferior abultado, Taehyung negó sin apartarse de ese cuerpo que le brindaba seguridad y tranquilidad. A modo de juego Jungkook forcejeó y logró liberarse de sus brazos, apresurándose para sentarse en la silla. El castaño lo miró molesto pero rápidamente cambió el semblante cuando el luniano palmeó sus muslos invitándolo a sentarse sobre ellos.

— Ven aquí, vamos a comer para que así yo pueda irme rápido y regresar pronto del trabajo. No sabía que llevar el IPIAM podía ser tan mortificante.

— ¿Extrañas a Esir? Él se encargaba muy bien de todo.

— Lo voy a extrañar siempre y no por las actividades que realizaba. Era un buen ayo, un ser inigualable. Pero ya dejemos de hablar de eso para ver si yo logro regresar antes del mediodía. Recuerda que este noche tendremos que ir a despedir a mi padre.

El sonido de las puertas del elevador abriéndose de par en par hizo que la conversación se pausara y ambos se giraran para encontrarse con un Hoseok sonriente que entraba a la cocina. Con un pequeño frasco de ginseng rojo en su mano izquierda se acercó hasta la mesa, agitando a su llegada el cabello de su hijo y yerno.

— Bébete esto. — Colocó la pequeña botella delante del embarazado y movió su boca en señal de que se la empinara de una vez. — No puedes dejar de beber esto cada día por la mañana para ti y tu hijo. Es una de las pocas cosas naturales de la tierra que realmente ayudan en tu período de gestación. Mi nieto necesita bastantes energías para nacer saludable, el abuelo debe ser capaz de hacer algo por él.

— Papá, no tenías que preocuparte por esto, con mi príncipe tengo más que suficiente. — Sonrió besando a Kook pero un leve tirón de su cabello lo despegó. — ¡Papá!

— ¿No les basta con no dejarme dormir a ninguna hora del día? Ya deberían habérseles gastado sus labios. — Negó con su cabeza y destapó el frasco. — Al menos espera a que yo me vaya. Termina de beberte esto.

La pareja tuvo un leve cambio de color en sus pieles pasando a un rojo para luego regresar a su estado normal. Sabían que en ocasiones podían ser ruidosos y ser escuchados pero que se lo dijeran directamente a esa hora de la mañana les hacía sentir algo avergonzados. Sin protestar más llevó el ginseng a su boca y lo bebió todo evitando la mirada de su padre.

— Yerno, ¿no irás a ver a tu padre hoy? Yo me iré ahora, tenemos... Algunas cosas que hablar y arreglar. — Le guiñó el ojo a Eidon y este sonrió en respuesta, detalle que no pasó desapercibido por quien estaba fuera de ese intercambio de miradas.

— ¿Se puede saber ustedes dos qué se traen? Los he visto demasiado unidos.

— ¿No puedo ser cercano a mi suegro? — Abrazó con fuerza a Tae y le hizo una seña a su suegro.

— De acuerdo, me voy, los dejaré solos de una vez para que aprovechen la despedida. Muero porque llegue mi nieto y los mantenga al menos el tiempo que esté llorando separados. Parecen una especie de sanguijuela que se chupan el alma constantemente. — Se acercó a besar la cabeza de su hijo para luego despedirse también de Kook. — Nos vemos hoy en la despedida de tu padre supongo. Cuídense.

Ese día sería agridulce para varios, principalmente para Eidon y él lo sabía desde que despertó esa mañana e incluso días antes, desde que supo que el rey Min regresaría al mundo del cual provenían.

Yoongi debía haberse machado desde hacía muchos días atrás pero, debido a las amenazas de invasión, a todo lo ocurrido y a que no quería separarse de su familia que por primera vez estaba totalmente reunida, aplazó lo más que pudo su regreso. Sin embargo, ya no podía hacerlo más, la noche anterior había recibido un llamado de emergencia de sus padres y ya no podía seguir esquivando lo inevitable.

...

La mañana fue sin duda agotadora, odiaba tener que estar rellenando papeles y mucho más pasar tantas horas lejos de Tae. Cuando ambos trabajaban al menos podía verlo a la distancia o siempre con un pretexto mandarlo a llamar o ir hacia él, cosa que no podía hacer cuando uno de los dos estaba en casa. Ahora que finalmente regresaba, solamente quería refugiarse en sus brazos.

Su mente estaba agotada y preocupada con la partida del rey, su mafa que parecía que no lo calentaba ni el sol, su alma gemela junto a su problemático y hermoso bebé. A eso, se le sumaba lo que pudo divisar hoy en el instituto de investigación, nuevamente notó movimiento en Eris y solamente esperaba que eso no significara más problemas para ellos. Se quitó los zapatos en la entrada y se hirió hacia la sala audiovisual donde supo que estaba Taehyung, viendo de seguro alguna película de ciencia ficción o algo que tuviera que ver con la maternidad.

Como en efecto, cuando entró vio que envuelto en palomitas de maíz y gominas, el amor de su vida miraba un documental sobre embarazos. Sin hacer mucho ruido caminó hasta el inmenso sofá y se tiró sobre este sobresaltando a un terrestre lloroso y feliz.

— ¡Finalmente llegaste! — Exclamó lanzándose sobre él para besarlo. — Estaba mirando varios partos naturales y todo el proceso antes de eso desde que se fecunda el óvulo. Me alegro no tener que haber sufrido las nauseas matutinas o en el resto del día. Tampoco tuve ese exceso de cansancio, bueno, algo sí. — Rió acomodándose entre los brazos de su luniano. — El embarazo terrestre realmente es diferente, como me dijiste.

— Sí, te dije que para ti no sería así. Nuestros embarazos son diferentes. ¿Por qué no has hablado con mi mafa sobre eso en vez de ver tantos documentales que poco te van aportar para tu embarazo?

Taehyung no pudo evitar hacer una mueca y voltearse para volver a ver la pantalla. Ahí iban nuevamente con el tema de los lunianos y terrestres que tanto le estaba colmando la paciencia ya. No iba a comenzar una batalla, prefería cambiar el tema.

— Amor, he pensado asistir a talleres de embarazo y parto. ¿Qué te parece la idea?

Kook detuvo automáticamente el movimiento de su mano para semi-incorporarse y mirarlo. ¿Acaso Taehyung siempre olvidaba que él era un hombre embarazado en la Tierra? Eso no era normal, no podía simplemente ir a ese tipo de lugares. No solamente los embarazos eran totalmente diferentes, sino que también lo era él. Si se descubría su genética tendrían también que preocuparse por librar una batalla contra los gobiernos y científicos que querrían utilizarlo como conejillo de india para sus experimentos. Suspiró para relajarse y volvió acostarse profundizando más en su abrazo.

— Amor, no necesitas ir a esos lugares, además recuerda que no es posible. No eres una mujer, no eres del todo humano y sus embarazos no son iguales. Ir al-

— Siempre es igual contigo Jungkook. — Interrumpió molesto. — Quiero vivir, experimentar como es la maternidad común en el mundo en que vivimos. He vivido aquí toda mi puta vida y mismo si sé ahora que no soy cien por ciento humano me sigo sintiendo como uno. A veces aún creo que Luna Dorada y todo lo demás es una fantasía. No tengo la más remota idea de como es estar allá pero sí conozco el planeta Tierra. Deseo hacerme los malditos ultrasonidos aunque no los necesite y sea una tecnología prehistórica para ustedes. Deseo comprar biberones en las tiendas para niños y colocarle canastilla humana. Quiero experimentar todo a fondo siendo esta una experiencia, un milagro único que podré vivir solo una vez. ¿Por qué no me entiendes? — Su voz se quebró y no pudo evitar romper en llanto.

El pecho de Jungkook se apretó frente a esto, odiaba verlo llorar y verlo así, mas sabía que era inevitable, eso era algo que era igual que en la tierra, las hormonas del embarazo lo ponían demasiado sensible. Lo acarició y tranquilizó sin decir de momento cualquier cosa que pudiera alterarlo más.

— Te entiendo, hermoso, créeme que lo hago. Sabes perfectamente que hago lo que sea para que estés feliz, literalmente puedo llevarte a la luna si así lo quieres pero debes intentar ser un poco más racional. Puedes comprar lo que quieras pero no puedes exponer tu estado a quienes no comprenden eso. Al doctor que te dio tus primeros resultados simplemente le borramos la memoria pero no quiero verme en la obligación de matar a cientos de humanos si se les ocurre experimentar con ustedes. Tú y mi hijo son lo más importante para mí, debemos ser cuidadosos. No pienses que es porque no quiero complacerte o te estoy cohibiendo.

— ¿Puedo comprar lo que quiera? — Preguntó entre sollozos.

El luniano sonrió frente a la dulce imagen que tenía delante de él y lo beso. — Si te limpias esos mocos que tu llanto sacó sí, puedes comprar lo que quieras.

El terrestre lo miró complacido para después limpiarse el rostro, incluyendo su mucosidad con la camisa de su pareja.

— ¡Taehyung! — Gritó poniéndose de pie sobre el sofá contemplando su camisa. — ¿Cómo pudiste hacer eso? ¿Cómo puedes ser tan puerco? — Arrancó la tela de su cuerpo de un tirón y la lanzó al suelo. — Debería haberte hecho lavarla.

— No puedes ser tan mezquino de mandarme a lavar una camisa que jamás volverás a usar. Recuerda que soy el hombre que está cargando a tu hijo en su vientre en estos momento.

— Sí, pero eso no quita que seas tan asqueroso. — Bufó reprendiéndolo con la mirada. — Me voy a bañar.

— Para compensar mi ofensa, lo bañaré su alteza. — Sabía que Jungkook odiaba cuando él lo llamara así pero, debía dejar salir su frustración de algún modo, además, sus expresiones faciales eran únicas, era un desperdicio no hacerlas variar continuamente.

...

Sin el ajetreo de tener que prepararse para ir a trabajar, Taehyung contaba con todo el tiempo deseable para contemplar y ayudar a su prometido arreglarse para el trabajo. Nunca se imaginó que algo así le resultaría gratificante y le gustaría tanto. Cuando debía prepararse él, siempre lo hizo por lucir bien para los demás, para ayudar a cuidar y proteger su imagen intachable e implacable que era lo único que tenía en ese momento. Sin embargo, no fue algo que disfrutó hacer, fue más bien una obligación diaria que se imputó a si mismo desde la secundaria.

Tampoco le pasó por su mente que se sentiría satisfecho y contento ayudando a alguien más con esa tarea, pero ahí estaba. Radiante con una sonrisa que abarcaba todo su rostro terminando de abrochar los botones de la camisa de Jungkook.

— Creo que vas demasiado lindo a trabajar. Tu vestimenta es más de alfombra roja que de trabajo. — Protestaba con falsedad disfrutando de su vista. — No me gusta que vayas tan apuesto por ahí cuando no estás conmigo.

— Pues te vi babear cuando el protagonista de "I'm human too" se arregló para ir a su oficina de esta forma. "Ver a un hombre vestirse así, con ese estilo y elegancia hace que mi corazón palpite a mil." Esas fueron tus palabras.

El terrestre mordió sus labios para contener la risa que el tono de voz y gestos de Kook al decir aquello le provocaban. Demasiado tierno para ser real. Era un contraste maravillo con su aspecto galán y varonil. Sus pantalones negros entallados a su cuerpo sin dejar resaltar los músculos en demasía, la camisa de rayas gruesas azul marino y otras más finas beige, adornado con pequeños vuelos al costado de sus botones y su tan arreglado cabello gris — producto de su estrés y preocupación — lo hacían lucir más espectacular de lo que ya era.

— Pero no te puedes comparar con Seo Kang Joon mi amor, ese atractivo hombre está a otro nivel. — Culminó la frase luchando para no estallar a carcajadas con la expresión dibujada en el rostro contrario.

— Por supuesto que no me comparo. — Lo atrajo fuertemente contra su cuerpo para sostenerlo por toda la extensión de su espalda, hasta la parte más baja. — Él está en un nivel muy, pero que muy inferior a mí. No hay comparación. — Mordió los labios del castaño sin depositar un beso para contrarrestar el dolor.

Se separó dejando a un Taehyung deseoso de algo más y caminó hasta la habitación continua para buscar en uno de sus aparadores un par de gafas a juego con su estilo.

— Vaya, incluso llevarás gafas a la oficina. Me pregunto si realmente irás para allá... Que sepas que te estaré vigilando luniano promiscuo. — La mueca de su cara delató que un por ciento de lo que decía no era una broma, realmente no le gustaba que su pareja saliera tan atractivo y sin él. — Ven acá, al menos dame un beso antes de irte, eso es algo que jamás se te puede olvidar.

— Creo que puedes buscar a tu Androide Nam Shin para que te bese, porque estos labios no piensan posarse en unos que andan alagando el visual de otro hombre. — Se rió ladinamente. — Claro, eso es si no lo encuentran muerto antes de que llegues a él.

— No te atreverías....

— Sigue provocándome y veremos si no sale la noticia de un actor desaparecido misteriosamente de la faz de esta tierra. No lo encontrarán aunque busquen en cada rincón del globo terráqueo un millón de veces.

Tomó su portafolio dejando atrás al embarazado con su boca abierta, mismo que corrió tras él segundos después para despedirse. Se abalanzó sobre su espalda y lo abrazó antes de voltearlo para unir sus belfos en un profundo beso.

— Esta boca que tanto amas podrá hablar y decir que cualquier persona es guapa pero créeme cuando te digo que ninguno es más hermoso que tú. Solamente a ti te amo mi príncipe celoso. Ellos son una ficción y tú eres mi perfecta realidad. Mirar a los actores y cantantes es como un refrescado de pantalla para mis ojitos, nada más.

Kook apretó más su cuerpo contra el suyo y lo besó. — Más te vale que sea así si no quieres que haga desaparecer todas las televisoras de este planeta. — Se carcajeó antes de unir sus labios nuevamente, acto que fue interrumpido abruptamente. — ¿Qué fue eso?

Las alarmas de la casa se activaron junto con sus defensas. Los cuerpos de ambos también comenzaron a entrar en proceso de metamorfosis mientras Jungkook iba averiguar de qué se trataba. Mirando al rededor mientras cubría la espalda de su prometido y lo seguía, Taehyung corría descalzo.

— ¿De qué se trata todo esto¿ ¿Hedios? — Preguntó dirigiendo su mirada al holograma de la entrada, quedándose petrificado con lo que veía. — ¿Qué hace esa maldita perra aquí?

"Sé que están en casa y esto es un asunto urgente, permítanme la entrada, vengo en son de paz"

Fue el mensaje que apareció frente a ellos de parte de Talgionana Im Jinah, la antigua prometida de Jungkook, regente y heredera de Eris. Ninguno pudo ocultar su confusión, sorpresa y preocupación al verla nuevamente allí. Eidon había visto el despliegue y movimiento poco regular de Eris, también supo que ella había estado en Luna Dorada pero en ningún momento vio rastro de que se dirigía a la tierra. No sabía si realmente estaba allí por cuenta propia o había formado una alianza con Hedas, aunque, de haber sido así, todo sería de diferente forma.

— ¡Ve a la tercera planta y activa la seguridad de esta! — Le ordenó a Taehyung.

— No pienso ir a ningún lado mientras esa zorra está aquí. ¿Qué planeas hacer? No te dejaré solo. — Refutó alzando su voz.

— Estaré bien pero necesito saber que tú y el niño se encuentran a salvo. En casa de que algo ocurra, podrás transportarte hasta casa de mi mafa, justo como hicimos en el IPIAM cuando ocurrió lo de Esir. Podrás encontrar armas, algunas son desconocidas pero verás varias de las que ya usaste en entrenamientos. Apresúrate y ve, no puedo ponerlos en riesgo. Yo me encargaré de ella.

— Dije que no iré a ningún lado.

— ¡Taehyung! — Gritó serio pero el nombrado hizo caso omiso a su tono y sin decir más le permitió la entrada a la erisiana con un solo movimiento. — ¿Qué se supone que estás haciendo?

— Terminar de una vez por todas con esta plaga. Si esa maldita perra loca viene con las mismas intenciones o intenta hacernos daños, no me contendré.

Respondió sin mirarlo, atento a la entrada con todo su cuerpo listo para el combate, tanto él como su bebé lo estaban, no se iban amedrentar por la aparición de esa tipa, por muy poderosa que fuese. El luniano iba a rebatir sus palabras pero antes de que pudiera decir algo, la presencia de Nana se hizo presente.

— Juro que no vengo con intención de incomodarlos. — Levantó sus manos en señal de rendición. — Solamente estoy aquí para hablar con mi sobrino.

— ¿De qué demonios estás hablando ahora desquiciada? — Cuestionó Taehyung molesto.

— De ti, he venido hablar contigo.

Hello mis lunianos!
Nuevamente por aquí con un nuevo capítulo. Díganme, ¿en sus teorías entró este final? ¿Qué opinan? 🙈
Espero que hayan disfrutado este capítulo, un besote y nos vemos en el próximo.
😈💜LORED💜😈

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