Capítulo 41
— ¡Dinksee, di lor! ¡Lored Tae, Lored!
— Sí, mierda mi amor, que rico. ¡Te amo, te amo más!
Era la segunda vez en la noche que Taehyung parecía entender todo lo que él decía con lujos de detalles y pese a que le respondía en su propio idioma se le hacía extraño, ni siquiera el éxtasis de su orgasmo hizo que pasara ese detalle por alto.
Su cabeza apartó veloz mente los pensamientos debido a los continuos movimientos del terrestre. Ambos seguían como si no hubieran acabado de tener relaciones, Taehyung estaba diferente a otras veces, más desenfrenado, sin control. No podía negar que le fascinaba ver esa faceta se su alma gemela pero, no dejaba de ser nueva y algo extraña.
El rubio movía su cuerpo de forma circular apoyado en el pecho contrario, entregado al placer, sintiendo que cada parte de su cuerpo estaba triplemente sensibilizada y estimulada. Quería fundirse realmente en el cuerpo de Jungkook. Aferro una de sus manos a su cuello y se cercó para besarlo con fuerza, como una fiera se aferró a su labio, negándose a soltarlo, incrementando sus movimientos.
— K-kook... — Musitó su nombre, tomando la mano del luniano para llevarla a una de sus nalgas. — ¡Hazlo!
Disfrutó cuando el sonoro impacto hizo eco en la habitación, obligándolo a liberar sus jadeos que subían nuevamente el volumen, armonizando con los gemidos de Kook. Sonrió frente a los espasmos que lo estaban haciendo temblar. Era delicioso llevar el control del momento, sentir como su pareja disfrutaba de él bajo su cuerpo. Mordió su labio inferior y lo observó con una mirada victoriosa en su rostro, escuchando las súplicas de su novio.
— T-tae... Detente. — El rubio hizo todo lo contrario y agilizó sus caderas. — D-dinkseee Tae, leka....
— ¿Está delicioso? Mmmm. — Apretó más su cuello. — Ah, entonces muévete conmigo, me voy a venir otra vez.
Ahí estaba otra vez, él se percató que habló en luniano y que su pareja lo había entendido. Los ojos de Tae brillaron para luego volverse rojos, tomando por sorpresa a Jungkook.
— ¿Por qué no te mueves? ¡M-muévete, carajo!
— P-para, para... — Él se estaba corriendo junto a Tae, lo estaba disfrutando pero estaba preocupado.
Su pareja parecía estar perdiendo el control de la situación, se había venido pero seguía moviéndose, sus ojos cambiaban constantemente de color, su marca brillaba, su cabello brillaba y éste no estaba percibiendo nada. Eso no era normal y Kook estaba asustado, el cabello de Tae no podía estar brillando si no estaban casados en Luna Dorada, él era un humano y no podía estar brillando sin él.
— ¡Detente Taehyung, para! — Exclamó intentando detener sus caderas, sentía como en su interior todo se llenaba más de su propio lubricante que por alguna razón sentía quemarlo. Intentó tirar de él para salirse pero fue fuertemente golpeado, con una fuerza que no pensó sentir en Taehyung. — ¡Tur! — Refunfuñó controlando su furia. Volvió hacer el intento de detenerlo. — Dinksee tur Taehyung! Vart Na! — Gritó golpéandolo para hacer que se recompusiera pero el terrestre automáticamente perdió el conocimiento.
Jungkook asustado, temiendo haberlo golpeado demasiado fuerte controló su estado al salir de él. Sus manos temblaban por el nerviosismo, no sabía exactamente qué hacer. Cargó a su alma gemela entre sus brazos y corrió con él hasta la bañera, lo colocó, abrió la ducha y comenzó a rociarlo con agua fría.
El terrestre tosió, dejando claro que estaba vivo y el castaño suspiró dejando caer en el piso con lágrimas en sus ojos. ¿Había sido demasiado para su novio? Estaba consciente que de los lunianos, genéticamente él era el más fuerte, pese hacer hijo de una mezcla de especies pero, no pensó en ello cuando se unió a Taehyung. Todo había estado bien en todas las veces que hicieron el amor, las marcas reaccionaron por la unión con anterioridad. ¿Entonces, por qué recién en esos momentos sucedía eso?
Secó al rubio y lo acostó en la cama, tras cubrirlo bien, tomó su teléfono y llamó a Jimin, procesando a detalle todo lo ocurrido para contarse. No Existía nadie más que estuviera unido a su alma gemela y que fuera humano, nadie mejor que su padre para pedirle consejos, solamente él podría entenderlo.
— ¿Kook? — Se escuchó una voz somnolienta del otro lado. ¿Qué sucedió que me llamas a esta hora? ¿Todo bien? — Preguntó ahora ya más consciente, sentándose en su cama para escuchar a su hijo.
— M-mafa, se trata de Taehyung, perdió el control él, no sé no sé que hacer, está sin conocimiento y no sé que hacer.
— A ver, cálmate para que puedes explicarme qué pasó. — Podía sentir la respiración contenida de su hijo. — Eido sug, atbre, mafa mer da... Eidon hijo, respira, mafa está aquí.
Jungkook miró a su pareja y se alejó de ella, caminó hasta el salón más lejano dentro esa habitación y se sentó en uno de los sillones, agitando su cabello un tanto desesperado. La voz de su mafa, hablándole por primera vez en luniano lo tranquilizó el doble, dándole la fuerza pasividad para pensar en lo que estaba pasando.
— Esta noche me percaté de que Taehyung entiende luniano.
— ¿Cómo fue? — Alzó su voz.
— Todo comenzó cuando estábamos... — Pensó en qué palabra utilizar para describirle el acto a su progenitor.
— ¿Copulando?
Tosió, — no. Haciendo el amor como dice Tae me gusta más. — Jimin sonrió al escucharlo y asintió aunque éste no lo viera. — Estábamos en eso y él comenzó a entender las frases que a mí se me fueron en luniano, respondía en coreano pero entendía todo. Mientras más se movía más quería, no era nada nuevo pero por alguna razón fue diferente, es como si estuviera desesperado o algo malo se estuviera apoderando de él.
Jimin procesaba cada dato que su hijo le daba en silencio.
Sus ojos comenzaron a cambiar de colores a cada segundo, brillaron al igual que su cabello y marca. No me escuchaba, se puso violento y me golpeó tuve que hablarle fuertemente en luniano y golpearlo de igual manera para que reaccionara. Después de eso se desmayó como si nos hubiéramos acabado de unir pero ya nosotros nos habíamos unidos en su totalidad.
— ¿Ya fueron versátiles? Yo pude ver tu unión pero no cuando él se unió a ti, eso es algo que solamente lo hubiera podido ver su mafa si él fuera luniano, cosa que no es.
— Sí, cuando se fue la seguridad del heredero él también, eso... Ya sabes.
— Pero según tengo entendido siempre habían usado protección, ¿no es así?
— Oh cierto, esta noche por primera vez no usamos esa cosa insoportable. — Por un momento lo había olvidado.
El mayor suspiró aliviado, ahora todo estaba más que claro para él. Soltó una pequeña risa y los recuerdos de su unión con Yoongi llegaron como rocío a la mañana. Fue una experiencia única e inolvidable.
— No tienes de qué preocuparte bebé. Ustedes se habían unido pero no intercambiado sus genes internos a través de la consolidación de la unión como esta vez. Eso era lo único que les faltaba. Cada unión es diferente, yo recibí algunos poderes al unirme con tu padre pero entre ellos nos estaba la habilidad de dominar el idioma de Luna Dorada. Tú eres un ser único por lo que tu unión dará muchas cosas que algunos desconocen. Sin embargo, debes controlar las cosas que dices en luniano antes que Taehyung tome consciencia de eso. Otra cosa, su apetito sexual aumentará enormemente durante un buen tiempo así que les aconsejo aprovechar que terminarán sus clases y se tomen unas vacaciones.
— Tenía pensado decírselo de todas formas, no quiero que trabaje más. — Suspiró pensando en cómo tocarle el tema más adelante a su pareja. — ¿Entonces crees que todo esto es porque finalmente nos unimos en su totalidad?
— Así es. Solamente hay una cosa que no entiendo, la marca de ustedes me intriga demasiado. Yo tengo esa marca pero jamás reaccionó, que tú la tengas es normal pero, ¿Taehyung?
El terrestre comenzó a volver en sí y Jungkook lo escuchó quejarse. Se puso de pie y miró hacia la cama, viéndolo incorporarse mirando a su alrededor.
— Ma, mi novio se despertó, voy a ver como estaba y cuidarlo. Cuando regrese a Seul nos encontramos y hablamos tranquilos. Hay muchas cosas que necesito conversar contigo.
— ¿No estás en la ciudad? ¿Andas de luna de miel sin casarte?
— Mafa, no me haga ninguno de sus comentarios por favor. — Escuchó a Jimin reírse del otro lado y él no pudo aguantar también una risa, eso le dejaba saber que había acertado, si no lo hubiera detenido su padre le hubiera soltado una de sus modestas bromas.
— De acuerdo pequeño príncipe, su Atemin ya se va a dormir. No hagan nada que no harían tus padres.
Jungkook rodó sus ojos con una sonrisa y terminó su llamada. Suspiró más aliviado de saber que su alma gemela no estaba sufriendo a causa suya, no se hubiera perdonado dañarlo de algún modo.
— ¿Qué haces aquí hablando a escondidas por teléfono? — Interrogó abrazándolo, apoyando su mejilla en su espalda desnuda. Amaba eso.
— No estaba escondido hermoso, simplemente no quería despertarte, al parecer fue demasiado para ti, mi incansable novio salvaje. — Bromeó volteándose para abrazarlo.
— No recuerdo muy bien lo que sucedió, pero me duele muchísimo el rostro. ¿Tuviste una sesión de sadomasoquismo conmigo mientras estaba inconsciente? No te conocía esos gustos, depravado pervertido. — Carcajeó besándolo.
— Puedo someterte de otras formas, hermoso y si lo fuera hacer, estarías bien consciente pero no, no me va el sadomasoquismo. ¿Vamos a dormir?
...
El aire fresco batía, ondulando levemente los blancos manteles de las mesas de esa amplia terraza del Kensington Hotel Seorak. El resplandeciente sol calentaban sus cuerpos mientras ellos desayunaban, disfrutando de la hermosa vista de las montañas que los rodeaban.
No les importaba ser visto dándose muestras de cariños, jugando con su comida como si fueran niños, alimentándose mutuamente para recargar las energías que habían estado gastando desde el día anterior y esa mañana.
La vibración del teléfono del rubio lo hizo sacar de ese momento mágico. ¿Cómo era posible que tuviera señal en ese lugar? Realmente no quería saber de nada o nadie más hasta que no regresaran a Seul. Con pesar desbloqueó la pantalla y vio nuevamente un mensaje extraño, de esos que ya lo estaban aburriendo.
"¿Están unidos, se unieron?"
¿Quién es el o la intensa que no deja de molestar? Obvió el mensaje como si no lo hubiera recibido para finalizar su bebida, embelesado con los mismos que estaba recibiendo en la palma de su mano y brazo.
— Mi precioso, ¿qué planes tenemos para hoy?
— Pues aprovecharemos que estamos realmente cerca del Parque Nacional de Seoraksan para disfrutar las sendas, vistas y vidas silvestres del lugar. Regresaremos en el Cable car y de ahí podremos irnos para el centro de la ciudad e ir a Younggeumjeong Pavillon. ¿Qué te parece?
— Si es a tu lado no me importa si nos vamos a la luna. — Jungkook sonrió ante la ironía de la vida, él no podía llevarlo a la Luna Plateada, esa que los humanos podían ver desde la tierra, pero podía darle toda Luna Dorada.
— Entonces terminemos de comer y vayamos a la habitación. — Taehyung miró de forma un tanto pervertida y éste enarcó una ceja ladeando su sonrisa. — A prepararnos para irnos a salir.
— Claro, claro, a prepararnos. — Repitió en tono jocoso.
...
Eran turistas en una ciudad que aún les era desconocida pero que se había grabado en el corazón de ambos. Un nuevo lugar especial donde solamente ellos dos existían.
Caminaron apreciando la valiosa belleza natural, flora y fauna de esa gran reserva que era una de las atracciones más populares para los amantes de la naturaleza en Corea. Fue una larga caminata entre los riscos, extensas escaleras y otros artefactos culturales las horas iban pasando. Se adentraron al templo Sinheungsa, un lugar pacífico que le recordaba el amor que su padre tenía por lugares así.
No pudo evitar rendirle tributo a él, pidiendo que estuviera bien en donde quiera que se encontrara ya fuera que estuviera vivo o muerto, así como lo hizo por el alma de su madre. Lágrimas inundaron su rostro, mismas que fueron secadas por las mangas de la sudadera de Kook antes de darle un fuerte abrazo y continuar su camino.
Cuando llegaron a una de las entradas, ambos de quedaron observando el Buda de Seoraksan, recordando aquel que contemplaron en Hong Kong, el día que el luniano llegó a la Tierra.
Siguieron todo el recorrido que Jungkook planeó, entreteniéndose y disfrutando la gastronomía callejera de varios quioscos con los que se encontraron en el camino. Para cuando llegaron a Younggeumjeong Pavillon el atardecer ya adornaba las costas del lugar.
— Es simplemente hermoso. Amo la brisa del mar, si pudiera extendería este día para que no acabara jamás. — Tae hablaba contemplando al horizonte, viendo como el sol que se desvanecía por allá, donde el cielo se unía con el mar, se terminaba nuevamente su larga jornada de trabajo.
— Sí, es realmente hermoso, aunque no tanto como tú. — Contestó Kook abrazando a su pareja. — Este día ha sido maravilloso como cada uno que hemos compartido juntos y como muchos más que compartiremos.
— Así quiero que sea amor, no quiero que lo nuestro termine jamás.
— Mi amor por mí no acabará jamás, es difícil que algo dure para siempre pero, mis sentimientos por ti perduraran toda la eternidad. — Besó su hombro y Tae sonrió, nunca creyó en ese tipo de palabras, no las creía pero quería creer en ellas. Sonaban tan reales y sinceras en los labios de ese hombre que deseaba con todas sus fuerzas que eso fuera cierto.
— Sabes... Tú y yo nunca nos hemos tomado una foto juntos. ¿Por qué no nos hacemos una?
— Claro, tomémonos una. — Sonrió sacando su móvil.
— Mejor con el mío, espera... — Se alejó de su pareja, caminando hacia una chica que iba pasando por el lugar acompañada de una amiga y bajo la extrañada mirada de Kook, les pidió que les hiciera una foto, a lo que ellas aceptaron sonrientes. — Ven amor, acércate a mí.
Tomaron aquella foto con el infinito mar de testigo, plasmando en ella el recuerdo de un día único, cargado de emociones, sentimientos y risas. La primera foto que ellos se hacían juntos.
Para cuando regresaron al hotel ya era tarde en la noche, decidieron comer fuera y esto hizo que el regreso se prolongara más. Se ducharon juntos, como la noche anterior y esa mañana no habían hecho, disfrutando de unos cariñitos extras para después meterse en la cama juntos. Tae prendió el televisor de la habitación y se acurrucó en el pecho de su novio.
— Me gusta como estamos ahora, lástima que ya mañana regresemos a la realidad. Nuevamente la escuela, el trabajo, ya el sábado debo empezar nuevamente debido a que los días libres que me dieron por la universidad se acabaron y el comienzo de nuestras pasantías, la mía al menos en tu centro de investigación.
— Mmmm, no tiene por qué ser así amor. — Tae lo miró confundido. — ¿De qué sirve que te mates trabajando nuevamente en ese sitio? No lo necesitas, además, no me gusta que siempre estés rodeado de todas esas chicas con las que solías enredarte.
— ¿Celoso precioso? — Rió y lo besó frente a la mueca de Kook. — Te juro que no tienes por qué, todos mis días de casanova quedaron atrás y la verdad es que no me interesa retomarlos. Me siento el hombre más feliz y afortunado contigo a mi lado y no pienso estragar eso por noches vacías que ni siquiera me darán placer, eso solamente me lo puedes dar tú también. No debes preocuparte por eso.
— No estoy celoso, aún así no me gusta eso, no lo necesitas. Pronto comenzarás a trabajar en el IPIAM y aún como pasante, tendrás un buen sueldo, mucho mejor que el que actualmente tienes. ¿No sería mejor que disfrutáramos los pocos días libres que tendremos sin escuela o cualquier otra obligación hasta que empecemos la pasantía?
Taehyung se quedó pensativo frente a las palabras de su novio. De cierta forma tendría razón, lo máximo que le quedaría trabajando en ese sitio serían dos semanas y realmente deseaba disfrutar esa nueva etapa de su relación. Su mayor incentivo para trabajar tan desmesuradamente y sin descanso era pagar sus deudas, cosa que ya estaba solucionada gracias a Jungkook. No tenía sentido negarse a ello, después de todo pronto tendría otro trabajo.
Abrazó a su novio y lo besó tierna y profundamente, acariciando su torso y cabello, respirando el embriagante aroma que desprendía.
— Está bien, acepto su propuesta señor Jeon, mejor dicho, su alteza real Príncipe Jeon Jungkook. — Bufó.
— Abstente de decirme alteza, no seas insoportable. — Fingió molestia aunque realmente estaba incómodo cada vez que era llamado así, más por él. Le recordaba la mentira que le estaba diciendo o las cosas que le estaba ocultando y eso lo hacía sentirse mal.
— Ves como sí pareces un príncipe malcriado y cascarrabias... — Kook lo penetró con su mirada y como un cachorrillo el terrestre se restregó en su pecho sonriente. — Como usted ordene. — Volvió a besarlo. — Ya no le diré más Su alteza, su alteza.
El luniano rodó sus ojos e hizo el además de levantarse de la cama pero su pareja lo abrazó fuertemente, casi inmovilizándolo, mirándolo con cara de súplica.
— Ya amor, lo siento, solamente estaba jugando contigo. No te molestes y te vayas, quédate aquí conmigo. — El puchero de su boca le sacó una sonrisa a Kook, quien lo abrazó y besó su frente.
— No me voy, solamente me pararé a buscar una de las botellas de vino que tenemos en el bar, regreso pronto.
— Oh sí, vino... Que sea tinto, ese hace que se me encienda la sangre. — Mordió sus labios.
— Creo que para ti mejor conseguiré hielo, para que no provoques un incendio. — Bufó levantándose para ir por la botella y dos copas, regresando casi al instante una vez que descorchó la botella. — Toma, sostén tu copa.
Bebieron toda la botella mientras jugaban algunos juegos en el celular de Tae y bromeaban de cosas sin sentido, compartiendo algunos besos y caricias de vez en cuando.
— Amor, quiero otra foto. — Comentó acurrucándose nuevamente en el pecho de Kook. — Haz una con mi móvil, ya que lo tienes en la mano.
— ¿Otra? — El rubio asintió. — De cuerdo hermoso, ven, — abrazó a su novio y tomó la foto.
"En otras noticias la NASA informó algunas horas sobre un asteroides que se está acercando a gran velocidad hacia Tierra. Mismo podría causar graves e irremediables daños en caso de que este colisionara en el planeta. Sin embargo, ya se han tomado las medidas pertinentes para evitar esta catástrofe natural. Planean estrellar en las próximas horas, una nave automática que podrá desintegrar este fenómeno sin ocasionar agravios mayores. Esta es una noticia de la noche, presentada por Hon Yukmoon."
El luniano apartó la vista hacia la pantalla para observar lo que estaban anunciando. Abrazó fuertemente a su pareja mientras maldecía en su interior.
— Amor, amor... ¿Qué sucede?
— ¿Ah? No, no sucede nada amor, simplemente estaba atendiendo la noticia. Sabes que todo ese me interesa mucho.
Eso no era un asteroide y eso, él lo sabía perfectamente.
He colocado la traducción de las frases como una repetición de la misma en español pero por si acaso, aquí les dejo el vocabulario luniano del capítulo 😂
Tur: Maldito
Sug: Hijo
Atbre: Respirar
Da: aquí
Mer: Ser/Estar
Bien mis queridos lunianos, eso ha sido todo por hoy, espero que disfruten el capítulo y nos vemos en el próximo...
LORED
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