Capítulo 32
— ¿Ya te sientes mejor bebé? — Jimin acariciaba la cabeza de su hijo que finalmente había dejado de llorar sentados en el mismo lugar donde había descubierto la verdad.
No hablaron mucho por toda una hora, simplemente sonrieron y se fueron calmando mutuamente. Salieron de la habitación de Jimin para que este pudiera darle un té de Nepeta a su hijo, un sedante herbáceo que era muy parecido a uno que crecía en Luna Dorada y el cual podía surtir buen efecto en lunianos, su sistema no lo limpiaba rápidamente como todos los demás, ya fueran químicos o no, era algo que había aprendido en sus años de investigación.
Ya había amanecido en su totalidad y allí permanecían los dos sentados en aquel sofá. Jungkook trataba de acostumbrarse a su padre llamándolo bebé, ni siquiera cuando fue uno lo llamaron de esa forma, bueno... Cuando vio los videos se dio cuenta que Jimin siempre lo había llamado de esa forma pero él no recordaba del todo ese tiempo y al crecer con todas las personas a su alrededor respetando su rango y estatus, nadie le hablaba informalmente, solamente su otro padre, el rey Min.
No obstante, no le molestaba del todo, mientras más lo escuchaba más le agradaba, la voz de Jimin llamándolo así, era tranquilizante. Como si no tuviera la responsabilidad de billones de seres, de todo un mundo en sus hombros, era nuevamente un niño pero sin tener que comportarse como el pequeño príncipe que recibía más lecciones que cualquier otra cosa, incluso cariño o mimos reales, no esos que eran dirigidos a él solamente por ser quien era.
De soslayo observó a su padre, era hermoso, se sentía raramente orgulloso de que ambos padres fueran tan atractivos y que fueran almas gemelas. Su unión era indiscutiblemente extraña, tenía muchas dudas que ahora que estaba frente a su progenitor podía aclarar poco a poco, si alguien tenía respuestas ese era Jimin.
— Yo... Lo investigué cuando creía que era algún infiltrado de Hedas, perdone. Pude notar que usted es totalmente humano.
— Disculpa que te interrumpa hijo, — le regaló una sonrisa al notarlo confundido — me he acostumbrado a que me trates con respeto pero sin usar tan formales honoríficos, por alguna razón me hace sentirte más lejano, así que no te diré como debas llamarme, eso debe nacer de ti pero sí me gustaría pedirte que no uses el idioma tan formal conmigo, no estamos en Luna Dorada. Ahora, respondiendo a lo que estabas diciendo sí, soy totalmente humano y entiendo que me hayas investigado, no me molesta.
Confuso, esa era la palabra que describía lo que estaba sucediendo, su mente se enredaba a la hora de nombrar al ser que le dio la vida y por alguna razón también se sentía incómodo hablándole de usted pero, por el simple hecho de que no era solamente un profesor sino también el Atemin de su reino y su padre todo cambiaba un poco, era realmente confuso para él.
Sonrió tímidamente y aclaró su garganta. — Lo intentaré m-mafa. — Jimin no pudo ocultar la felicidad de su rostro al escuchar a su hijo llamarlo nuevamente así. — ¿Cómo pudo concebirme? ¿Cómo llegó a Luna Dorada?
— Hace más de siete año cuando yo tenía, según el tiempo de la Tierra veintitrés años, formaba parte de un equipo científico patrocinado tanto por la NASA como por JAXA que se estaba preparando para ir más allá de la atmósfera terrestre, en el espacio exterior. Teníamos como destino la luna, — primera vez que hablaría de lo sucedido.
Los recuerdos de aquel tiempo lo inundaron haciéndole soltar una lágrima. Bebió un poco del té que había preparado para él, menos fuerte que el de su hijo y suspiró. Sus manos temblaron hasta que el tacto de su hijo lo relajó. El menor apretaba su mano como señal de apoyo y eso tranquilizó su corazón, volvió a sonreír más calmado tras un último suspiro.
— Teníamos como destino la Luna, la que es nuestro satélite, claro está. Nuestra astronave tripulada contaba con cinco astronautas, incluyéndome a mí. La ISS nos dio total seguridad para enfrentar lo desconocido porque, aunque todos relativamente creíamos ser expertos y genios la verdad era que poco conocíamos del universo en aquel entonces. Ni siquiera yo que con la edad que tenía encabezaba la lista de un genio que terminó su universidad con dieciséis años y con una muy extensa gama de conocimientos.
Se sirvió más té y también le sirvió a su hijo, quien no hablaba absolutamente de nada, permanecía tranquilo sin apartar la mirada de él.
— Fue algo que fue llevado a cabo con la máxima confidencialidad, tanto por parte de las agencias y los gobiernos como de todos los involucrados, ese viaje que realizaríamos ya fuera que resultara un éxito o fracaso no existiría, no iba a existir y hasta el sol de hoy jamás existió. — Rió con cierta ironía. — El día llegó y todos estábamos emocionados por ver de cerca a aquello que veíamos a través de los lentes de los telescopios.
Recordó todas las mentiras que tuvo que decirle a su familia, iban a ser unas simples muestras las que iban a ser tomadas y el tiempo máximo no excedería los seis meses, por lo que no quiso preocuparlos demasiado. No veía el riesgo en lo que estaba haciendo, tampoco se imaginó que ese viaje cambiaría completamente su vida y no precisamente por lo que se había imaginado.
— El despegue fue un suceso y todo iba bien hasta que sin poderlo esquivar entramos en un agujero negro. Sabíamos que era una región finita del espacio en cuyo interior existía una concentración de masa lo suficientemente elevada y densa como para generar un campo gravitatorio tal que ninguna partícula , ni siquiera la luz , podía escapar de ella. Por lo que todos entramos en pánico al pensar que moriríamos allí, sin embargo los dos pilotos intentaron maniobrar sin un punto al que dirigirse y por alguna razón un día notamos como finalmente habíamos salido de ese lugar pero...
El nudo en su garganta se cerró al revivir ese momento tan claro en su cabeza, según su propia línea de tiempo eso había ocurrido hacía casi veinte años, pensó que no le afectaría si no hablaba nada de ello y lo olvidaba pero no había sido tan sencillo. Sus lágrimas se volvieron a expandir y Jungkook lo abrazó con fuerza. Nunca tuvo necesidad de contarle todo a Yoongi puesto que él lo supo todo gracias a su sistema de seguridad, ahora, decirle a su hijo, reabría esa grieta que jamás cerró completamente.
— La nave chocó contra algo que nadie pudo ver, en pocos segundos los gritos comenzaron a llegar, todo se empezó a desmoronar, pedazos de la nave volaban, yo que estaba jugando con una de las máscaras que usaríamos no tuve problemas pero mis compañeros automáticamente comenzaron a ahogarse con el hidrógeno y a sufrir quemaduras por la radiación electromagnética, vi a uno caer al vacío, los dos pilotos fueron arrastrados junto con la cabina y tanto yo como otro de mis acompañantes nos abrazamos fuertemente. No sentí cuando atravesamos los campos de protección de Luna Dorada, los mismo que la mantenían invisible. Cuando abrí los ojos, Min Yoongi estaba acariciando mi cabello mientras me observaba fijamente.
— ¿Mi padre te rescató y te cuidó él mismo? — Jimin asintió y el menor no se lo podía creer. Sí, su padre era un excelente ser pero no se hubiera hecho cargo personalmente de nadie, lo hubiera mandado a rescatar y cuidar por cualquier persona y luego lo hubiera interrogado sin descanso o investigado hasta saber que no era una amenaza. — No me lo puedo creer.
— Yo tampoco me lo creía, pensé que todo había sido un sueño y que estaba en la Tierra, mirando una de las caras más atractivas y hermosas del mundo. Nuestras miradas se cruzaron y me perdí en aquellos ojos grises, casi blancos que me miraban fijamente y respondí a la sonrisa que me dio aún sin tener una remota idea de quién era, no pude resistirme. — Sonrió al ver la mueca en el rostro de Jungkook. — ¿Qué sucede?
— Me erizaste la piel al escucharte hablar así de él, tu cara, tu sonrisa, cambiaste por completo mafa. — No quería decirlo pero su padre parecía un tonto hablando así. ¿Así se veía él cuando hablaba de o con Taehyung?
— Digamos que es algo que no puedo controlar. — Ambos bebieron del té. — En respuesta a tu otra pregunta, mis órganos mutaron al estar en Luna Dorada y también casarme con tu padre. Como bien sabes la anatomía de cualquier humano de sexo masculino como yo no permite concebir en este mundo, sin embargo allá todo cambia. Fue por eso que a pesar de ser humano pude concebirte en Luna Dorada.
Un extraño y tranquilo silencio volvió a situarse entre ambos. El mayor podía notar como su hijo debatía en sus pensamientos, quería decir algo de lo que no se atrevía a soltar. Se acercó más a él y tomó sus manos, apretándolas con fuerza.
— Puedes preguntarme lo que desees, no tengas reservas o temor conmigo que yo te voy a responder con la verdad siempre. — Kook asintió y le regaló una sonrisa ladeada.
— ¿P-por qué te fuiste?
—Tu padre me obligó a irme para salvarme la vida, bueno, salvárnosla, a pesar de la alta tecnología de allí, de que tengan cura para casi todo, no había nada diseñado para salvarle la vida a un humano que no podía adaptarse por completo a esa atmósfera. Aunque lentamente gracias a los filtros que utilizaba, los químicos naturales de Luna Dorada me estaban afectando y por alguna extraña razón parecía que te contagiaba cuando estaba cerca de ti.
— ¿A mí? — ¿Su padre se había alejado de él para protegerle la vida a ambos? Como estúpido creyó lo peor de él en el momento que se enteró que estaba vivo. Jimin no había querido dejar Yoongi, se vieron obligados a estar separados. Sintió sus lágrimas deslizarse por sus mejillas pero su padre se las limpió con ternura y besó su frente. Dios que imbécil había sido.
— Eres un luniano porque tu padre lo es, naciste ahí y eres por derecho su heredero pero también eres humano Jungkook. Puedes sentir y padecer muchas cosas que nosotros también sentimos, con la única diferencia de que siempre te tocará un mínimo por ciento de ello debido a que, por alguna razón del Cosmo eres un ser con características únicas. Eres especial, ni siquiera tu padre y abuelos saben cuánto. Supongo que también por eso Hedas teme tanto de tu existencia. Sé que tu padre no me dice con exactitud lo que está pasando pero siempre estuve enterado de que él era el enemigo número uno del reino.
— No estoy seguro de haber comprendido lo de mi mestizaje.
— No se tiene conocimientos de hijos entre humanos y lunianos antes, ningún humano había estado anteriormente allá y los que vienen aquí solamente buscan diversión, casi siempre entre el mismo sexo ya sean hombres o mujeres, hay casi nula interacción entre los opuestos. Eso es algo que no sé bien. En tu caso eres lo que aquí se le llama un milagro, el resultado de la unión de dos especies totalmente diferente aunque fisicamente parezcamos iguales.
— Por eso es que soy más perceptibles o los sentimientos que los demás lunianos. Sé que carecemos de afectos y que solamente nos entregamos realmente a nuestra alma gemela cuando la encontramos, allá hay muchas formas de identificarla antes de tener que copular con ellas y eso hace que muchos se conecten por ese hecho, cosa que aquí en la tierra no puede ocurrir pero yo... Yo tuve sentimientos por Taehyung desde antes de descubrir que era mi alma gemela o intimar con él.
— Así es, pudiste enamorarte de él como se enamoraría cualquier humano, aunque claro, lo de ustedes estará en un nivel completamente diferente, mucho más después de su unión, por eso serás también capaz de no sentir esos celos que he notado que te dan. — Jungkook se sonrojó y bajó la cabeza, haciendo que su mafa riera. — Tranquilo, aquí eso es normal y aunque pueden ser algo negativo cuando son en exceso, creo que todo ser humano en algún momento de su vida siente celos por algo o alguien. — Se paró y estiró su mano para que le siguiera. — Mira la hora que es, te voy a preparar el desayuno. Tenemos tiempo suficiente para hablar del tema que quieras y también te responderé todas tus preguntas.
Jungkook asintió apenado pero feliz de ver a su mafa cerca de él, de tener la oportunidad de probar su comida y de que ambos estuvieran en Tellus, juntos, deseaba recuperar todo el tiempo perdido, quería saber todo de él, estar con él...
...
Taehyung despertó confundido sin reconocer su entorno los primeros segundos. Se tapó su rostro ocultando una sonrisa al recordar todo lo sucedido la noche anterior. Estaba confundido por la actitud de Jungkook, primero todo amor, luego se transformó en una persona totalmente diferente para después ir a su trabajo e incluso decirle amor, haciendo su corazón latir con fuerza.
Se había molestado por su actitud de llegar queriéndolo sacar de su trabajo y decirle incluso que le daría todo lo suyo como una prostituta mantenida pero sabía que esa no había sido su intención, se relajó, más viendo el estado en el que se encontraba.
Toda su molestia se disipó en el momento que lo besó. Como adolescente se giró emocionado bocabajo tapando su cabeza y agitando sus pies con emoción el recordar todo lo sucedido después de ese beso y al llegar a la casa. Si bien no había sido tan detallista y medio romántico como la vez anterior, lo había disfrutado. La urgencia por él, la necesidad y el deseo que vio en sus ojos lo habían dominado por completo, dejándose arrastrar por aquella fiera ola de placer que los envolvió.
Reaccionó al percatarse que Jungkook podía notar lo que estaba haciendo y se destapó lentamente la cabeza para chequear la cama. No había nadie... Se deshizo de las sábanas y tomó la ropa interior que había quedado en el suelo, rodó sus ojos al ver que estaba irremediablemente rota y tiró de aquella sábana negra satinada para envolverse en ella. Fue al baño de la habitación, recorrió toda la primera planta en aquellas fachas, sin zapato y totalmente desarreglado.
La segunda planta también se encontraba vacía, controló las cámaras de la casa sentado en el sofá de la segunda planta desde su iPad y vio que ni siquiera el coche de Jungkook estaba en el garage, había salido sin decirle nada. Miró la hora y vio que eran ya las diez de la mañana, se encaminó a su piso para ducharse y preparar algo de comer para ambos.
Necesitaba saber si se demoraba mucho o si ya había comido algo así que, volvió a bajar en busca de su móvil una vez bañado y acicalado, le marcó en la espera de una respuesta que parecía no llegar, colgó y esperó varios minutos antes de volver a macar.
Jimin quien sintió el teléfono de su hijo se encaminó a tomarlo e iba a colgarlo para que no lo despertara después de que finalmente se había quedado dormido en el sofá hora antes tras concluir el desayuno en sus brazos. Vio el nombre de Taehyung y decidió que era mejor contestarle para que no se preocupara pero al rememorar la escena de celos en su oficina pensó que sería una mala idea.
Si él contestaba el celular del luniano después de que él se le apareciera en su casa de madrugada iba a tener que dar una muy buena explicación que no tenía. Ni diciéndole que era su padre le iba a creer, para todos los padres de Jungkook habían muerto y definitivamente no iba a ser un hombre de treinta años, solamente cinco años mayor, era posible que terminara nuevamente internado por desorden mental.
Además, Taehyung iba a reclamar su sangre, rió en silencio y supo que mismo si no quería debía despertar a su hijo. No había nada peor que una persona celosa, molesta y desesperada. Movió lentamente a Jungkook pero éste solamente arrugó su rostro como hacía de bebé y se volteo. Quiso dejarlo dormir y apagar ese maldito aparato que no dejaba de sonar pero, solamente de pensar que eso le podría traer una discusión con su pareja y que eso lo haría sentir mal insistió hasta que abrió los ojos.
— ¿Qué sucede mafa? Tengo sueño, necesito solamente cinco minutos. — Refunfuñó arrugando sobremanera su nariz.
— Taehyung, tu novio.
El menor se incorporó con rapidez y tomó su celular con una leve sonrisa en su rostro.
— ¿Dónde estás hyung? — La voz de Taehyung sonó como melodía para sus oídos y lo hizo sonreír como bobo, se sintió avergonzado con su padre y se distanció para hablar con algo más de privacidad.
— Hermoso, buenos días... Tuve que salir pero ya regreso a la casa. ¿Cómo dormiste?
— Mmm, dormí bien, — su voz era alegre pero tímida, le había gustado ser llamado hermoso por Kook, ese idiota encantador lo estaba descontrolando. — Voy cocinar y quería saber si te espero o cocino solamente para mí. ¿Ya desayunaste?
— Espérame, creo que en veinte minutos estaré contigo. ¿Deseas que te lleve algo? Dime lo que necesites y te lo busco de camino.
— Te necesito a ti, así que apresúrate. — Se quedaron ambos en silencio sonriendo. — ¿Kook?
— Sí...
— Te mando un beso. — Colgó sin más.
Jungkook miró su teléfono con una amplia sonrisa, su alma gemela estaba más relajada y cariñosa. Le mandó un beso y sabía que estaba sonriendo. Esa encantadora imagen se apoderó de él y se apresuró a buscar a Jimin.
— M-mafa...
— Tu novio te espera, tranquilo. — Sonrió y palmeó su brazo. — Vaya a cumplir con su deber, nosotros tendremos tiempo de sobra.
— Aún no somos novios. — Se sonrojó.
— Ya son algo que va mucho más allá de esa palabra pero... Deberías pedirle oficialmente que sean pareja.
— No está todavía seguro y sé que tarde o temprano lo seremos pero le daré tiempo, no pienso presionarlo. — Hablaba mientras volvía a tomar las armas que tenía cuando llegó. Pensó unos segundos y las dejó nuevamente en su sitio. — Dejaré todo esto aquí, me sentiré más seguro si te dejo con algo con lo que puedas defenderte mejor si vienen hedios o cualquier otro enemigo.
— No las necesito bebé, puedes llevártelas, sé defenderme. — Le agradaba ver como su hijo comenzaba a preocuparse por él.
— Las voy a dejar aquí. — Respondió serio y se acercó para hacerle una reverencia pero no se esperó que su padre lo levantara y lo abrazara luego de darle un beso en la frente.
— Cuídate por favor y visítame cuando desees. En la escuela mantendré mi papel pero puedes venir a mí cuando desees.
Jungkook asintió y Jimin lo vio alejarse lentamente. Miró a su alrededor feliz, puso algo de música en su teléfono a sonar por sus altavoces y comenzó a recoger toda la casa. Comenzaba una nueva vida para ellos.
ISS: International Space Station (Estación Espacial Internacional)
Hallo meine lunianos 👋🏾 LORED 😘
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