Capítulo 23
Sin poder concentrarse en el trabajo, Taehyung decidió salir a la terraza del local para coger un poco de aire. Desde esa tarde había estado molesto, no le importaba lo que Jungkook hiciera o dejara de hacer con su vida pero que quedara con él en algo y después hiciera otra cosa sí lo irritaba completamente. Debido a que decidió marcharse con su compañera de clases tuvo que ir a trabajar en autobús.
Sí, sabía perfectamente que su compañero no tenía ninguna obligación de llevarlo a todas partes, no era su chofer personal pero si le había dicho que lo llevaría mínimo tendría que haberle avisado antes y no cuando ya le tocaba irse.
Además su repentino interés en ayudar a Hara era confuso, nunca ayudaba a nadie, bueno, excepto a él, Jungkook lo ayudó mucho. El caso era que no entendía por qué ayudarla precisamente a ella. Ni siquiera sabía por qué seguía pensando en eso... ¿Qué le importaba lo que hacía Jeon Jungkook con su vida si ellos no eran más que un anfitrión y su huésped temporal? Con la única diferencia de que siempre lo estaba provocando, se besaban e incluso tocaban.
Miró al cielo, viendo como el sol le ponía fin a su día después de trabajar duro y pensando como su jornada aún no llegaba a su fin, a penas estaba comenzando. Suspiró recostándose a la pared y los recuerdos de Jungkook llevándolo allí para besarlo se agolparon en su mente. La imagen de su boca mandándole besos le sacó una sonrisa tonta que le hizo reaccionar. Estaba bueno ya de pensar estupideces, tenía que regresar a trabajar.
— Me informaron que la princesa de Eris casi enloqueció cuando se enteró que usted tuvo que huir de Luna Dorada, fue incluso a desafiar a Hedas pero no hubieron consecuencias ya que él no estaba en condiciones de tener problemas con ese mundo. Su interés es hacerse de aleados, así que no debe de preocuparse por su prometida. — Habló pasándole el telescopio por el que andaba mirando Luna Dorada desde el IPIAM.
— ¿Prometida? No me haga reír señor Choi, todos sabemos que nuestro compromiso a pesar de todo era una falsa y si te soy sincero ni siquiera la recordaba. Nuestro matrimonio era para unir alianzas y sería algo temporal, yo no era su alma gemela ni ella la mía. Lo que suceda con Nana me tiene sin cuidado. Mejor dígame, ¿por qué no entrenaremos o nos veremos por un tiempo?
— Tengo que hacer una misión encomendada, no es usted mi última obligación. — Respondió serio acariciando su bolsillo.
— ¿De qué se trata, necesitas ayuda? Yo realmente necesito algo para distraerme. — Notó como su guardián seguía acariciando el bolsillo de su bata.
— Tengo que encontrar a alguien pero es algo que debo hacer solo, no se me permite traerlo conmigo. Mejor concéntrese porque cuando venga para acá a realizar sus prácticas y pasantía deberá comenzar hacerse cargo de este instituto, después de todo es suyo.
— Yo todavía no entiendo como es que mi padre tenía todo esto aquí en Tellus, como si tuviera una vida de repuesto organizada, como si se preparara para vivir en ambos mundos. — Vio como Esir apretó con fuerza el bolsillo de su bata al escucharlo y no se pudo contener.
Esperó a que se volteara y volviera a mirar por el telescopio para meter la mano en su bolsillo y sacar lo que ahí se encontraba. Esir intentó arrebatársela con nerviosismo pero no pudo. Era peligroso que descubrieran eso, podía ser considerado como traidor. Supo en ese instante lo estúpido que fue tener siempre esa foto con él.
Jungkook observó esa foto con determinación. Un hombre rubio que estaba parado de espalda, con la cabeza ligeramente volteada dejando ver sólo su mentón. A pesar de lo poco que se lo podía ver se notaba su finura y elegancia, llevaba un atuendo que entreveía que era alguien de la realeza. Aunque nunca antes había visto ese traje, sí sentía que lo había visto en algún lado.
Agitó la foto estudiando la reacción de su protector pero su semblante le preocupo. — ¿Esta es tu misión y estás así porque no la puedo saber? ¿O acaso está así de nervioso porque me está escondiendo algo?
— Está pensando cosas que no son y, no puedo ni quiero responder a ninguna de sus preguntas. ¿Puede devolverme la foto, su alteza?
— Oh, esta foto debe ser realmente importante cuando me llamas así, — rió — de acuerdo. — Le dio una última mirada a la fotografía y se la regreso. Definitivamente sentía que conocía a quien fuera que estuviera en esa foto pero era solamente eso, una tonta conjetura.
— Muchas gracias. — Tomó la foto con delicadeza y la colocó de regreso a su lugar inicial. — Me pondré en contacto con usted en cuanto regrese de mi misión.
...
Era difícil contener sus ganas de salir a buscar a Taehyung cuando sabía que estaba lloviendo y él debía salir de trabajo pronto. Se levantó de aquel sofá, donde por primera vez tuvieron un encuentro que fue más allá de los besos y caminó hasta la ventana, acarició el telescopio y se quedó observando como la lluvia caía.
Ese era un fenómeno hermoso que no se veía en su mundo, la lluvia. Se puso a pensar en lo ocurrido la noche anterior, como Tae terminó abrazado a él mientras dormía y como se despertó a su lado. Todo se veía tan bien que, una vez más pensó que las cosas con él mejorarían pero no.
Para él simplemente se trataba de un juego, nada de lo que ellos estaban viviendo tenía significado alguno, eran simples amigos complacientes. Debía aprovechar esa oportunidad y finalmente tener puro sexo para desahogarse pero con Tae no podía hacer eso, no podía separar el placer de los sentimientos que despertaba en él.
Frente a él se volvió a reproducir la imagen viva y nítida de Taehyung besando aquella mujer con fiereza, con pasión, lo mal que se sintió el instante en que lo vio. Huyó, un príncipe como él huyo de la persona que lo estaba... No podía decir que engañando del todo ya que había puesto las cartas sobre la mesa antes de que ocurriera nada pero, justo así se sentía. En su mundo las personas tampoco tenían apego al no ser que se tratase de su alma gemela o de alguna persona que se enamorara y no fuera correspondido, aunque también esos eran los menos. Sin embargo como Esir bien le dijo, él dejaba salir sus emociones como un humano.
Se rió de si mismo al recordarse huyendo como una fémina que era rechazada, llorando como un imbécil escalera abajo hasta que ese dolor lo volvió a corroer. ¡Eidon! Sí, había escuchado su nombre pero eso bien podía haber sido una imaginación debido a lo que estaba ocurriendo ahí, él no vio a nadie, aunque al parecer el profesor Park estaba ahí en ese momento. Pero ese era un terrestre como otro cualquiera y claramente no conocería su nombre luniano.
Agitó su cabeza para espantar todas esas ideas de su cabeza y observó la hora. Ya su compañero debía haber llegado a casa pero nos había rastros de su presencia. La lluvia caía con más intensidad, apenas se lograba ver hacia afuera... ¿Podía Taehyung conseguir un taxi y llegar a casa bien con ese tiempo? Si ese idiota tuviera un auto se preocuparía un poco menos y podría controlar mejor que estuviera bien, pero, ¿cómo le daba uno así sin más? Eso dejaría claramente visible que estaba demasiado preocupado por él.
— ¿Qué mierda me estás haciendo Kim Taehyung, residente de Seul y habitante de Tellus? ¿Qué demonios me estás haciendo?
— ¿Qué se supone que te estoy haciendo? — La voz en su espalda lo sobresaltó.
— ¿Cuándo llegaste? — Preguntó mirando hacia afuera para ignorar la pregunta y ver si veía alguna luz de un taxi, volteándose después para ver bien a Tae. — No vi ningún taxi llegar.
— Parecía no haber taxi debido a la alta demanda que hay a estas horas con esta lluvia por lo que tuve que aceptar que mi compañero me trajera al menos hasta la avenida y después vine caminando.
— ¿Viniste mojándote bajo esta lluvia? El cuerpo del ser humano es muy débil bajo la lluvia, ven acá.
Fue hasta él y lo tomó del brazo, llevándolo hasta su propia habitación para comenzarle a quitar la ropa mojada.
— ¿Qué crees que estás haciendo?
La voz de Tae era firme pero algo quebrada por el frío que estaba sintiendo, cosa que no era muy normal, él casi nunca se enfermaba y los resfriados se iban rápidamente pocas horas después.
Jungkook lo observó casi temblar y continuó desvistiéndolo a pesar de las quejas y protestas de Taehyung, enfrentando su fuerza con más fuerza e ignorando todo lo demás, solamente estaba concentrado en que ese idiota no se fuera a enfermar debido a su negligencia hacia su propio bienestar.
— No eres irresistible Taehyung, así que no pienses que te estoy desvistiendo porque quiero hacer algo contigo porque no es así. Regresa a la realidad y mira el estado en el que te encuentras.
El terrestre se disgustó un poco por el tono de Jungkook pero no dijo absolutamente nada. Sintió el empujón que le dio hacia la ducha y lo vio abrir el grifo, lo siguiente que sintió fue el agua caliente corriendo por su cuerpo. Una deliciosa sensación de alivio recorrió su cuerpo y se perdió en ella cerrando los ojos y dejándose hacer. Pocos minutos después, sintió que aquella deliciosa agua cesaba de caer.
Todo era tan nuevo y extraño, fuera de su padre cuando era niño nadie lo bañó o siquiera se duchó con él, ni siquiera sus conquistas, el baño era su momento de relajación. El lugar que utilizaba siempre para olvidarse de todo, jamás pensó dejarse bañar por Jungkook, estando totalmente consciente.
Abrió sus ojos de golpe y vio al luniano con un rostro estoico que no dejaba ver el mínimo gesto p pensamiento que pudiera estar teniendo. Los ojos de Taehyung recorrieron su cuerpo y no pudo contener aquella típica lamida en sus labios para humectar los mismos y una leve mordida sobre ellos para calmar sus impulsos.
Al parecer, mientras bañaba a Taehyung como si fuera un niño indefenso o estuviera gravemente enfermo, Jungkook había terminado también empapado de agua. Trasluciendo su perfecto físico a través de esa camisa blanca pegada el cuerpo y sus buenos dotes, ya nada ocultos, en su pantalón. Aquel pijama blanco de seda, mojado, era tentación divina para el terrestre.
— Creo que será mejor que te seques y vistas con lo que te dejaré en mi cama por tu propia cuenta y después sube a la cocina, voy a preparar eso que me mostraste con agua caliente. — Le lanzó una toalla sin cuidado y salió de la habitación
Taehyung miró hacia abajo y se avergonzó al percatarse de su erección. ¿Se había excitado solamente de ver el cuerpo traslúcido de Jungkook? Seguro por eso se había ido, viendo su vergonzosa erección en el momento menos oportuno.
— ¡Ahhh, Taehyung! De verdad que tú.... Agggg.
Se apoyó contra uno de los cristales y se decidió a secarse, no sin antes darle alivio a esa tortura que tenía entre sus piernas.
Cuando subió a la cocina notó que Jungkook también se había cambiado de pijama, ahora llevaba uno justo igual que el anterior, solo que en negro. Té, sonrió al ver lo que hacía su compañero. Así que eso era lo que él había hecho con el agua caliente. Caminó despacio hasta sentarse viendo su torpeza pero a la vez su excelente imagen.
Era como mirar un comercial televisivo pero en vivo. Definitivamente no sabía de a dónde había salido ese hombre que no sabía ni siquiera decir que estaba haciendo té, pero le agradaba tenerlo cerca. Un amigo que podía funcionar como salvapantallas, para refrescar su vista con la mejor imagen y utilizar cuando no estuviera en uso.
Se levantó de su sitio y se acercó sigilosamente hasta él y, aunque Jungkook lo sintió acercarse, no le puso cuidado, no hasta que sintió como sus manos rodeaban su cintura. Detuvo lo que estaba haciendo y por breves segundos disfrutó ese toque pero se separó y se volteó para observarlo. ¿Él creía que las cosas con él eran así de fácil?
Tae miró sus ojos, esta vez mostraban un raro color púrpura. La condición de Jungkook era increíble, nunca había visto nada igual y seguía emocionándose cada vez que notaba sus iris cambiar de color, era como estar viendo deferentes ojos con la misma penetrante e intensa mirada. Subió su mano para recorrer con sus pulgares aquellos apetecibles labios y delinear la marcada mandíbula para relajarla.
Lentamente, desviando constantemente su vista de los labios a su mirada y viceversa, fue eliminando la distancia que tenía entre los dos, observando como su compañero parecía que no iba a poner resistencia. Era claro que le gustaba y que por eso no se resistía, cosa que le alegraba. Quería mantener esa relación, sin temor a perderla para siempre.
Jungkook sintió como sus labios estaban siendo recorridos por la lengua ajena, haciendo que todo su cuerpo reaccionara frente a este simple acto. ¡Kim Taehyung! ¿Por qué hacia eso? Actuar como si sus labios tuviera déficit de atención, sin poder estar tranquila de boca en boca. Lo besaba a él luego a cualquier otra persona y luego nuevamente a él, era un juego en el que él no se iba dejar vencer.
Llevó su mano a la cabeza de Tae y la presionó, fundiendo aún más sus labios, profundizando en su lengua y atacándola sin tregua, sintiendo como éste comenzaba a perder el control de sus acciones entre sus brazos. Mordió su labio inferior y lo separó, observando su encantadora mirada para fracción de segundo después reanudar el beso con más fuerza. Apretando su cuerpo contra el suyo, acariciando por corto tiempo su espalda baja, agarrarla con firmeza haciéndole soltar un gemido ahogado por su boca y después lo volvió abrazar por la cintura .
Taehyung estaba ido, quería más, necesitaba tocar su piel, sentir que tocaran la suya. Deseaba perderse entre sus brazos y amanecer en ellos una vez más. Sintió como su compañero frotaba y presionaba su abultada entrepierna con la suya y gimió nuevamente en su boca. Llevó sus manos a su cabello, quería más, sin embargo sintió una extraña brisa en sus labios, dejándole saber que el beso se había detenido.
Abrió sus ojos y miró confundido a Jungkook pero este solamente lo miraba con el mismo rostro estoico con que lo miró en la ducha.
— ¿Qué sucede?
— El té ya está listo, debes tomártelo ahora para que recibas algo caliente también en el interior.
— Mi interior ya se calentó con estos besos tuyos, no necesito nada más. — Sonrió con mirada pícara e intentó acercársele nuevamente pero Jungkook solamente se giró para tomar las tazas que tenía en su mano y llevarla hasta la isla. — Es extraño que no tengas deseos hoy, siempre has estado bien receptivo en nuestros encuentros. ¿Goo Hara te dejó tan desanimado o cansado esta tarde que estás así?
Mordió su lengua y cerró los ojos por su estupidez. ¿Por qué había mencionado a su compañera de clases cuando no venía al caso? Además, si hicieron algo o no no era de su incumbencia, hablar de ello estaba demás. Sin embargo, desde que los vio marcharse juntos, y ver incluso como ella no perdió tiempo en publicar en sus historias que estaba estudiando, pero enfatizando más a su compañía que a sus estudios no pudo dejar de pensar en eso.
Jungkook enarcó una ceja observando al hombre que frente a él mostraba una amplia sonrisa mirando su bebida. Quería saber qué estaba pasando por su mente en esos momentos...
— ¿Puedes llevarme mañana a la escuela? Estoy muy cansado y me gustaría poder dormir un poco más, si me voy por mi cuenta, no podré dormir siquiera tres horas porque ya son pasada las dos de la mañana.
— De acuerdo, mañana puedes irte conmigo.
— ¿Para dónde vas? — Vio como Jungkook se levantó y llevó la taza al lavaplatos.
— A dormir, como bien dijiste ya es tarde y tú deberías dormir. En caso de que te sientas mal solamente debes utilizar el iPad que tienes para hablarme. Yo vendré a verte, tápate bien y por favor no duermas con la ventana abierta. Si necesitas cualquier cosa, ya sabes que estoy en el piso de abajo. ¡Buenas noches!
Su amigo Jin siempre se preocupó por él junto a sus padres, Seojoon, todos le mostraron su apoyo pero ninguno lo sintió tan cálido como las simples acciones que hacía Jungkook por él. Desde la noche que lo llevó a su casa, dándole un techo, hasta esas últimas palabras que había pronunciado. Vivir junto a alguien que se preocupara por él, por su estado, se sentía tan irreal pero bien a la vez...
...
— ¿Cómo te sientes hoy? — Preguntó Jungkook mientras desayunaban. — Mandé a pedir gachas porque dicen que es lo mejor para cuando alguien está enfermo.
— Yo no estoy enfermo, tus cuidados de primeros auxilios no lo permitieron, simplemente me mojé con agua de lluvia pero estoy perfectamente. — Sonrió mirándolo fijamente, le parecía sumamente tierna su preocupación. — Pero te agradezco mucho que te preocuparas por mí, gracias por todo.
El luniano asintió y no volvió hablar. Tae lo seguía todo el tiempo con la mirada, distrayéndose de vez en cuando con su caminar, su trasero, piernas o físico en general per regresando a sus cabales sin entender la frialdad que éste estaba mostrando hacia él.
Como siempre seguían el camino a la universidad, con algo de música en el fondo y total silencio, sin ninguna interacción por parte de alguno de los allí sentados, cosa que sí era raro. Siempre hablaban de algo o Tae tarareaba alguna canción, se dedicaban miradas fugaces o simplemente rozaban sus manos lentamente En cambio esa día no ocurría nada de eso.
— ¿Por qué te estás desviando? Nunca sueles ir por este camino a la escuela.
— Debo pasar antes por un lugar.
Tae lo miró sorprendido y a la vez molesto cuando llegaron al lugar por donde debía pasar Jungkook. Rodó sus ojos y le dedicó una mirada intimidante a su compañero que fue totalmente ignorada, pues éste se había bajado para saludar y abrirle la puerta trasera a Hara. Los coreanos no saludan como los occidentales, menos sin tanta confianza por lo que ver como la chica apoyaba las manos en sus brazos y lo besaba efusivamente en sus mejillas hizo que se le encrespara la piel.
— ¡Oh, buenos días Taehyung! No sabía que vivieran cerca. ¿Cómo estás, listo para las clases de hoy? — Asintió con una sonrisa, tratando de mantenerse educado y con modales y posó su mirada a lo que sea que pasaba fuera de la ventanilla.
¿Cuán cercanos eran esos dos como para que Jungkook se tomara la molestia de pasar a recogerla sin siquiera decirle antes? Lo miró de soslayo para luego re-acomodarse en su asiento.
https://youtu.be/jC_3ZwsFW90
IPIAM: Instituto Privado de Investigación Aeroespacial Min.
¡No sé qué me están haciendo mis lunianos que no me permiten quedarme sin entregarles un capítulo! ¡Realmente no lo sé! ¿Qué me están haciendo?🙈😂
🌕LORED🌕
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top