Capítulo 20
Tras la partida de su esposo, Jimin pensó que al estar consciente de le que ocurriría desde el momento que lo invocó que todo estaría bien para ambos, que él sobrellevaría todo a pesar de su tristeza, en cambio nada fue lo que pensó. Se quebró por completo, nada más que Min Yoongi fue abducido por aquella luz.
Cayó en una crisis existencial y depresión, preocupado por la salud de su rey, sobre cómo se acercaría a Jungkook y en cómo se desarrollarían las cosas a partir de ese momento. Eso fue lo que le dio toda la fuerza que necesitaba para pasar ese mal episodio, saber que tenía a su hijo cerca, que podía conocerlo mejor, finalmente volver a tenerlo entre sus brazos.
Sin embargo, no podía simplemente llegar y decirle. — Hola Eidon Jeon Jungkook, mi nombre ya lo conoces pero no soy solamente tu profesor, soy Atemin Park Jimin, quien te abandonó cuando tenías tres años. — Por esa razón pensó que la mejor opción era acudir a Taehyung e irse acercándole lentamente, ganarse su confianza pero, de todos los escenarios posibles que imaginó, jamás pensó que en el momento que se acercara a Tae él estaría allí.
Era inevitable que sus lágrimas no se le salieran al verlo entrar, tantas emociones y sentimientos juntos que lograron sobrepasarlo. Su bebé había crecido tan bien, tan alto y tan guapo, inteligente y al parecer de carácter idéntico a su padre. ¿Cómo fue que no lo reconoció desde el primer día en que lo vio? ¿Cómo pudo confundirlo con Taehyung cuando era más que evidente su conexión?
Al sostener su mano vio como la infancia del chico pasaba frente a sus ojos, nuevamente los recuerdos de cuando lo tuvo en el vientre, su carita llorosa. Recordó sus manitas alzadas cuando pedía que lo tomara en sus brazos o incluso lo majadero que era para comer. Era siempre muy quisquilloso y solamente se comía la comida que preparaba él o la nana que él contrató. Le gustaba también comer en la cocina y compartir su comida con el hijo de ella. Todo, todos los recuerdos que tenía de él se avivaron y expandieron por su cerebro más rápido que un incendio forestal por gasolina derramada.
— ¿Qué le sucede al profesor? — Musitó Jungkook observando a Tae, ambos viendo como Jimin no dejaba ir su mano y lloraba con más ahínco.
Tae se encogió de hombros y se levantó a buscar un poco de agua para su maestro, dejándolos solos. Al príncipe no le gustaba que lo tocaran sin su autorización y cuando era solamente necesario pero no podía decir nada al ver an la forma que lloraba Jimin. Dudó algunos segundos pero al final se agachó para quedarse viéndolo, extendiendo su mano y abrazándolo.
Ese gesto produjo en Jimin una ola de felicidad que solamente hizo que su llanto aumentara, Jungkook se asustó e intentó alejarse pero su profesor solamente lo abrazó más fuerte y él correspondió a su abrazo. Todo su cuerpo le decía que lo consolara, aún sin saber por qué razón simplemente se dejó llevar.
Un minuto después regresando con el vaso de agua Taehyung permaneció mirando aquella escena con un nudo en el pecho. Su mente estaba confundida porque, una parte acompañaba a Jimin en su tristeza ya que le tenía mucho aprecio pero por la otra no quería que Jungkook estuviera abrazándolo de esa manera. Aún así el no tenía derecho a decir o hacer nada por lo que permaneció en silencio esperando a que ambos decidieran separarse.
Varios minutos después que se sintieron como años el mayor finalmente recobró la conciencia . Abrió sus ojos y se separó, notando como Jungkook también lloraba. El menor se secó sus lágrimas sin entender cómo habían llegado sus lágrimas hasta sus mejillas, realmente parecía haber simpatizado en demasía con ese hombre.
— Y-yo, lo siento mucho. No quería que presenciaran este estado tan precario mío. — Jimin intentó disculparse rápidamente cuando miró ambos rostros, principalmente el de Tae, quien lo miraba con una rara mueca.
La imagen de ellos en el aula vino a su mente y casi sintió deseos de reír, posiblemente esa era la razón por la que lo miraba de esa manera, esa era la mirada de alguien celoso o incómodo con algo.
— No se preocupe profesor Park, todos tienen días malos. — Sonrió Jungkook sentñandose junto a él.
Jimin no podía dejar de mirarlo, verlo tan grande cuando la última vez que lo vió tenía cuatro años parecía un sueño, uno de los hermosos. Sus primeros pasos, "mafa" su primera palabra, sus primeras frases... Presionó sus ojos con fuerza para evitar que nuevas lágrimas salieran y les regaló una sonrisa a ambos.
— Por favor, estamos fuera de la escuela, no hay necesidad de ser tan formal. Puedes, es decir, pueden llamarme... — ¿Cómo podrían llamarlo? Cualquier cosa que dijera sonaría raro, señor Park era igual de formal, Jimin solo se sentía algo raro si venía de Tae o su hijo pero hyung tampoco, ya que no eran tan cercanos. — Llámenme como deseen fuera de la escuela, solamente no me digan profesor Park, me hace sentir extraño.
— ¿Puedo llamarte Jimin?
— ¡Jungkook! — Exclamó Taehyung. — No puedes llamarlo así...
— Puedes llamarme como deseen los dos, eso sí, solamente fuera de la escuela. — Kook sonrió satisfecho y Tae simplemente rodó los ojos.
— ¿Qué van a beber?
— Para mí vino de arroz. ¿A ti qué te gusta beber Jungkook? ¿Te gusta el vino de arroz? — Moría por ir conociendo sus gustos.
— Pues aún no lo he probado pero hoy lo acompañaré con uno si me insiste. — Guiñó su ojo a Jimin.
Taehyung los miró a ambos con una molestia que él mismo no entendía, se dio la vuelta y fue a buscar la orden de esos dos. Jungkook día que él regalaba muy fácil sus labios pero tenía cara de tampoco quedarse atrás. Los observó de soslayo y los vio platicar y sonreír animadamente, tomó dos botellas y se las llevó a la mesa sin decir una sola palabra.
— Ya casi terminas y no hay nadie, ¿por qué no te sientas con nosotros? — Preguntó Kook tomando a su compañero de la mano quien abrió los ojos como planetoides y se soltó rápidamente.
— Aún tengo algunas cosas por hacer, c-cuando termine vendré a sentarme hasta mi hora de salida si no hay más clientes. — Realizó una leve venia y se retiró nervioso.
El incómodo momento de sus alumnos no le pasó desapercibido. Miró a los ojos a su hijo y notó su expresión, Tae para él era algo más que alguien para liberarse. Conocía a Taehyung y eso lo atemorizaba, no quería que su hijo tuviera un amor no correspondido y verlo morir rápidamente, sin poder hacer nada.
No podía inmiscuirse en su relación aunque fuera su padre, él debía escoger su propio camino, mismo si esto lo preocupara a muerte. Si fuera un humano cualquiera no se preocuparía tanto porque de amor nadie se moría realmente pero él era un luniano, las cosas no funcionaban de esa manera tan fácil para él. Soltó un suspiro y le dio un sorbo a su bebida.
— Sabes, a veces las personas necesitan ser un poco persuadidas. No te apresures en tu relación con Taehyung, dale un poco de tiempo y date un poco de tiempo a ti. Vayan uniéndose poco a poco, conquístense mutuamente.
— Nosotros no, no... — ¿Había sido tan evidente? — No tenemos ese tipo de relación todavía.
— Pero a ti realmente te gusta, se te nota. No tienes que preocuparte porque eso no tiene nada de malo, simplemente debes darle su tiempo, sin dejar de persuadirlo y conquistarlo. — Así como lo había hecho su padre con él; la comisura de sus labios se elevó al recordarlo.
— Gracias Jimin, por tu consejo. — Jimin asintió y alzó su vaso para brindar, sonriendo feliz cuando vio la sonrisa de su niño. — ¿Entonces, te gusta el vino de arroz?
— Oh sí, es delicioso, probé algo parecido una vez. — Nafla, pensaron los dos a la misma vez.
La primera vez que lo probó en Luna Dorada también los relacionó por eso se imagina que su hijo los estuviera asociando de la misma manera. Le hacía feliz al menos saber algo del pasado de su hijo y conocer parte de lo que con tanto recelo guardaba. No le debía ser fácil aunque lo hubiera estudiado en su mundo.
Jungkook se percató con la mirada llena de ternura que le daba su profesor y no supo qué hacer, se sentía incómodo pero tranquilo con ella. Tocó sus oreja, arrugó su nariz y Jimin no pudo evitar echarse a reír, ese eran gestos que hacía desde niño y todavía prevalecían. El menor no entendía su risa pero se contagió de ella y le siguió la corriente. No se estaban riendo de nada, era como si la risa de una aumentara la del otro.
Enarcando una ceja ante aquellas personas que parecían haberse emborrachado con una sola botella de vino arroz, se acercó lentamente. Se sentó al lado de Jungkook y le sirvió lo que quedaba en el fondo de la botella. — ¡Dame las llaves de tu coche!
— ¿Para qué? — Kook no entendía el pedido de su compañero.
— Esta noche conduciré yo, has bebido por lo que no podrás hacerlo.
— No es necesario. — La verdad era que lo que había tomado había sido digerido rápidamente y el alcohol salía a una gran velocidad de su sistema por lo que esa pequeña cantidad le había hecho el mismo efecto que una botella de agua natural. — Además, tú no sabes conducir...
Taehyung lo miró serio, entrecerrando los ojos con cierta molestia. — Que no tenga auto o dinero no significa que no tenga licencia de conducir y no sepa cómo hacerlo. Así que dame la llave.
Jimin observó como su hijo testarudo iba a contestar y con una sonrisa decidió entrometerse en la conversación.
— Perdonen si me meto donde no me llaman pero pienso que Tae tiene razón, deberías dejarle la llave para que maneje aunque te sientas en perfectas condiciones Kook. — Su hijo lo miró sonriente y asintió.
— De acuerdo Tae, toma, aquí está la llave del coche. Creo que después de todo Jimin tiene razón. Pondré mi vida en tus manos literalmente. — Comenzó a reír guiñándole un ojo a Jimin y Tae le arrebató la llave de la mano.
— Profesor Park, ha sido un placer verlo.
Jimin entendió que lo estaban despidiendo y asintió, levantándose luego de darle un último sorbo a su bebida. Le había ido mucho mejor de lo que esperaba, no tenía quejas. — Espero que nos encontremos fuera de la escuela en otra ocasión.
— Profesor Park... ¿Qué era eso que tenía que hablar conmigo? — Tae lo miró expectante.
— Solamente venía a visitarte y a pedirte que me ayudaras en una investigación, si tenías tiempo, claro. — Inventó aquello en el aire, no tenía investigación alguna en mente pero siempre se le podría ocurrir algo.
— Oh, eso sería increíble, pero mejor lo conversamos en otro momento, ya es tarde.
Caminaron juntos hasta fuera del restaurante cuando Tae se despidió de su compañero. Se despidieron tranquilamente y cada quién tomó por su camino.
...
Taehyung entró a la casa seguido del dueño de la misma, quien nada más entrar lo abrazó por la espalda, sorprendiéndolo una vez más. Con una sonrisa en su rostro Jungkook se refugió en su cuello y aspiró con fuerza su aroma. Ni si quiera las hora que pasó trabajando le quitaba esa tranquilizante fragancia natural que desprendía su cuerpo. Plantó suaves besos causando que el cuerpo del terrestre se sacudiera instantáneamente.
Agarró sus caderas y le dio la vuelta para besarlo pero la mano de Tae lo interrumpió. — ¡Eyyyyy! Detente ahí colibrí... Deja de estar estirando tu piquito todo el tiempo. Primero tenemos que hablar.
— ¿Ahora? — Tae asintió. — De acuerdo, pero primero regálame un beso, lo necesito. — Nuevamente fue la mano de su compañero la que beso. — ¡Maldición! Está bien, hablemos.
— Primero tomemos cada uno una ducha en nuestras respectivas habitaciones y nos encontraremos en la sala de cine del segundo piso, necesitamos un terreno neutro. — Sonrió y se retiró a su habitación dejando a Jungkook con una mueca en el rostro.
Según su mente no había motivos para estarlo pero el luniano se sentía sumamente feliz y entusiasmado, de sola saber que podía tener una relación con Tae y como le dijo Jimin, conquistarlo poco a poco, tenerlo siempre cerca. Aunque no fuera su alma gemela estaba seguro que si tuviera que pasar la vida con él no iba a ser un sacrificio en lo absoluto. Podía embarazar a cualquier mujer que su esposo y él escogiera y eso sería todo. Cumpliría con su reino y... ¿Cómo iba a gobernar teniendo a Taehyung en Tellus?
Cerró con fuerza el grifo como si el agua que caía en su cabeza no lo dejara pensar con claridad. Respiró profundo y escurrió el agua que corría por su cara y cabello. No tenía que adelantarse a los hechos, aún no sabía cuánto le faltaba para regresar a Luna Dorada, podrían ser años antes de que eso sucediera. Además, si cuando eso ocurriera estaba con Taehyung solamente debía encontrar una solución a sus problemas pero, para eso había suficiente tiempo aún.
Volvió abrir la ducha para terminar de bañarse rápidamente, no quería perder demasiado tiempo y hacer esperar a Taehyung. Rememoró todo lo que había ocurrido entre ellos y no pudo evitar reírse. ¿Por qué se reía solo como un idiota? Tal vez ser idiota no estaba tan mal. Sacudió la cabeza ante sus pensamientos sin sentido y se comenzó a reír.
Tae por su parte estaba sumamente nervioso pero sabía que no podía dejar que eso lo consumiera, mismo si era nuevo sintiendo ese tipo de cosas con alguien no podía dejarse llevar. Como él mismo ya había pensado, no tenía caso adelantarse a los acontecimientos, lo más probable era que después de tener sexo todos esa tensión que existía entre ambos desapareciera. Sin embargo, no tenía ni puta idea de qué hacer.
Salió aún mojado de la ducha y corrió atravesando el salón para buscar su móvil y regresar de la misma manera, goteando, al baño. Parado en la ducha comenzó a buscar en algunos sitios para adultos videos de hombre teniendo relaciones sexuales. Nunca antes había mirado ese tipo de video porque le daba asco solamente pensar en ello pero ahora sentía que le hacía falta.
Navegó por varias páginas pero ninguno de esos videos pornográficos le agradó, hombres extra musculosos perforando sin piedad a otros. Algunos no tenían besos, mucho menos esas caricias y juegos previos que tuvo con Jungkook días atrás. No veía nada que le pareciera real y no tan dolorosos. Aunque sí había una cosa que tenía claro luego de esos videos y era de que él no iba a ser el pasivo, eso parecía demasiado para él.
Comenzó a deslizar su dedo por la pantalla pasando videos sin abrirlos hasta que regresó a uno que le llamó la atención. Ese no era un video profesional con modelos o actores escogidos para grabar una película porno y ya. Era un video casero que solamente duraba dos minutos y que tenía a chicos de la complexión física de Kook y suya. Oh, eso definitivamente era diferente.
Podía notar como ambos realmente disfrutaban lo que estaban haciendo, sin posturas extravagantes y movimientos toscos, incluso el pasivo parecía estarlo disfrutando y sintió alivio por Jungkook. Si lo hacían, él no sufriría tanto, ya sabía que había mejores opciones, aunque no lo fueran hacer esa misma noche porque sólo iban hablar, era bueno ir aprendiendo.
Comenzó a ver otros videos hechos en casa hasta que sintió como su entrepierna comenzaba a palpitarle, miró hacia abajo y se quedó atónito al ver como se había evitado viendo esos videos. Volvió a poner un corto video de aproximadamente tres minutos y se tocó viéndolo. Movió su cuerpo al mismo ritmo del activo y terminó junto con él, los gemidos del chico que estaba siendo penetrado lo agitaron mucho y cuando lo remplazó por la imagen de Jungkook se corrió al momento.
Era normal masturbarse viendo videos para adultos pero venirse viendo un video gay y poniéndole la cara de su compañero en el acto era vergonzoso para él. Chasqueó su lengua y dejó su teléfono en el lavamanos. Volvió a imaginarse a Jungkook gimiendo bajo él y abrió de sopetón la ducha pero esta vez la puso para la parte fría, necesitaba enfriar sus pensamientos.
...
Taehyung entró a la sala en forma de cine que tenía Jungkook con cuidado, observándolo acostado en ese gigante sofá negro en total silencio, con las luces tenues. Tragó saliva parado por unos segundos y caminó hasta él. Jungkook ya lo había sentido por lo que lo esperaba con una gran sonrisa.
Se sentó a su lado y permaneció en silencio, esperando que Jungkook dijera algo pero este solamente lo observaba poniéndolo nervioso.
— ¿Qué te parece si pongo algunos videos para amenizar el ambiente? — Fue su frase para romper aquel incómodo silencio. — ¿Cómo conecto mi teléfono a la pantalla? ¿Cómo la enciendo?
— ¡Aria, prender televisor!
— Cierto, debí imaginármelo, en esta casa todo es por control de voz, no había visto tanta tecnología en mi vida. — Dijo riendo mientras desbloqueaba su celular.
— Esto no es nada... — Tecnología la de su mundo. — Activa tu Bluetooth y conéctalo con Aria.
Varios videos, con distintas temáticas se comenzaron a reproducir mientras que ellos solamente se miraban sin decir una palabra.
— Y bien... ¿Qué querías decirme antes de permitirme darte un beso?
—No quiero que confundamos las cosas Jungkook. Nosotros somos amigos y, si te soy sincero a mí no me gustan los hombres a pesar de que me siento atraído hacia ti. — Llevó una de sus manos a su cabello.
Jungkook se sentó al escuchar sus palabras con una mueca dibujada en su rostro. No entendía lo que Tae le estaba diciendo, pues para él, lo que estaban teniendo sí había significado algo.
— Estoy consciente de todo lo que ha ocurrido con nosotros y sé que nuestros cuerpos están anhelando encontrarse pero, veámoslo como un juego entre amigos.
— ¿Así se juega con los amigos Taehyung? Porque yo no juego con Namjoon de esa forma. — Aquellas palabras lo estaban molestando. Cuando escuchó a Tae decir que tenían que hablar no fue eso lo que se le pasó por la mente. Pensó que le exigiría algún compromiso o algo así pero había sido todo lo contrario.
— Fue un simple acercamiento entre amigos, es normal que los amigos hagan ciertas cosas juntos, ver videos para adultos, masturbarse, salir, beber, muchos incluso se consuelan sexualmente, justo como lo hicimos nosotros pero eso no significa que vaya a tener una relación contigo. No puedes estarme buscando todo el tiempo de esa forma, es decir, provocándome sexualmente, ni estarme besándome a cada momento como si fuéramos una pareja porque no lo somos. No tengo problemas con que en algún momento juguemos y terminemos teniendo sexo pero eso sería todo, yo no quiero tener una relación, ni contigo ni con nadie.
Aquel insoportable zumbido y dolor de cabeza le llegó a Jungkook de repente, haciéndolo apoyar la cabeza en el sofá. Tae se asustó de pensar que tal vez estaba llorando debido a lo que le había dicho por lo que rápidamente lo movió y esto alivió el malestar de su compañero.
Esas palabras le habían dolido, estaba siendo rechazado de una forma algo ilógica para colmo. Solo sexo, como si fuera una de esas personas que le asignaban para liberarse y nada más. Resopló molesto y se incorporó para mirarlo. Quiso adivinar qué pasaba por la cabeza de ese hombre para decirle algo así.
— ¡Jungkook! ¿Qué dices a lo que te dije, estás dispuesto aceptar que no somos nada más que amigos que pueden complacerse en algunas ocasiones?
¿Amigos complacientes? Sí que inventaban cosas en Tellus. Las cosas solían ser más fáciles en su Mundo. Amigo era amigo, su alma gemela y, a quien se cogían pero que no guardaban ningún lazo de afecto, casi como una masturbación acompañada de otro cuerpo sin besos o caricias innecesarias. O eran todo o no eran absolutamente nada.
Suspiró apoyando su cabeza entre sus manos, iba a decirle que podían irse a la mierda él y su complacencia pero las palabras de Jimin vinieron a su mente. Quizás era eso lo que debía hacer, darle un poco más de tiempo, persuadirlo y conquistarlo lentamente, aunque no supiera cómo se hacía eso exactamente.
Miró a Taehyung y asintió. — Amigos complacientes, me queda claro.
Tae lo miró como si sus palabras y pensamientos no fueran de la mano pero lo ignoró, lo observó correrse hacia atrás en ese enorme sofá y lo siguió. Se acostó justo a su lado mirando los videos que pasaban en la pantalla.
— Cuéntame más de tu vida, no sé nada de ti. — Habló Tae dándole una mirada fugaz. — ¿Qué hay de tus padres, de tu mamá?
Jungkook empuño su mano derecha y contestó sin mirarlo. — Mi mamá murió cuando yo tenía cuatro años.
Tae se mordió su labio pidiendo que la tierra lo tragara. No debió hacer esa pregunta, con tantas cosas que había para preguntar y esa fue la primera cosa que se le vino a la mente. Su maldita fijación con sus padres. Sin embargo supo que tenían algo en común, eran huérfanos de madre.
— Lo siento mucho yo...
¡Ahhh! — La habitación se llenó de gemidos y los dos posaron sus ojos en la pantalla. Uno de los videos que él había estado mirando en el baño se estaba reproduciendo en aquella pantalla. ¿Cómo demonios llegó eso a su teléfono si él no descargó nada? Cerró los ojos avergonzado y se apresuró para buscar su móvil pero Kook lo detuvo.
— ¿No acabas de decir que esta es una de las cosas que hacen los amigos? Veámoslo.
Mafa: Vendría siendo la palabra mamá pero de la forma en que se le llama en Luna Dorada a los hombres que dan a luz.
Hallo meine Lunianos!
Ya sé que mucho de ustedes deben estar durmiendo porque aquí recién son las 6:00 a.m pero aquí les dejo el capítulo, no logré terminarlo antes. 🤷🏾♀️ Leider...
***
Me gustaría pedirles también disculpas porque algunos lectores se han quejado de que repito muchas palabras. Desde hace 11 años que apenas hablo español con mi madre o familia cuando los veo. Siempre hablo alemán o inglés y por ende perdí bastante vocabulario y olvidé palabras que no suelo usar regularmente, por lo qué puede verse reflejado en la historia.
Lamento mucho si esto les causa muchos inconvenientes, a través de la lectura y escritura he estado practicando, espero mejorar pronto por mí y por supuesto para que se sientan más a gusto leyendo mis historias. 🥺 Espero que esto no sea motivo para que dejen de leer mi historia pero si lo hacen los comprenderé. Intentaré superarme.
!LORED LUNIANOS!
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