Capítulo 10

¿Por qué estaban los satélites de Marte, Deimos y Fobos actuando de forma tan extraña? Estaban en la órbita de Luna Dorada, actuando casi como satélites de la misma lo que tenía a Jungkook confundido mientras miraba por el telescopio del ático. Tenía tantas preocupaciones con respecto a su reino que no podía dormir tranquilo y cada noche pasaba horas en vela, contemplando hasta el más mínimo cambio que pudiera haber alrededor de su mundo.

Apoyó su cabeza en la parte atrás del asiento y suspiró con pesar. Quería irse cuanto antes de Tellus pero no podría hacerlo hasta no recibir orden de su padre cosa que lo estresaba el doble. Recordaba cuando solía desear viajar por todos los mundos que pudiera incluyendo ese donde se encontraba, era uno de los que más llamaba su atención pero ahora que estaba ahí no había nada que le atrajera, todo era tan simple, vacío, que no despertaba emoción alguna en él.

Observó la hora y se percató que ya eran las tres de la mañana y aunque no necesitara las horas de sueños seguidas de un ser humano tenía que dormir para que no se le acumularan tantas para su tiempo de recuperación que ya se estaba acercando, si no iba descontando horas de su sueño podía terminar durmiendo por tres días seguidos como la última vez, justo antes de que empezara la universidad.

Tomó el ascensor para descender y salió en la cocina, necesitaba un poco de zumo de caqui antes de irse a la cama, eso se había tornado casi una costumbre desde que Namjoon le dio un poco la primera vez que fue a su casa, le había gustado tanto que siempre lo bebía, de hecho, solamente bebía zumo de caqui, extracto de limón puro y zumo de kiwi que habían sido las que mayor parecido tenían con algunas frutas de su mundo aunque los sabores fueron totalmente diferentes, de los cuales se enamoró inmediatamente.

Se encontraba en la oscuridad de la cocina disfrutando su jugo cuando sintió ruidos en su casa, las pisadas eran fuertes pero a la vez parecían intentar no hacer ruido. Si Taehyung a esa hora estaba durmiendo y nadie más tenía acceso a esa propiedad la única opción que quedaba era que hubieran intrusos. La alta tecnología y seguridad que tenía su casa solamente podía ser violada por expertos de su reino, nadie en Tellus sabría tratar con ese tipo de avances que parecían sencillos pero no lo eran.

Dejó de respirar completamente, activando el modo respiratorio que solía usar en Luna Dorada, agudizó sus censores, vista y oído permaneciendo totalmente quieto. Bajó las escalera a una impresionante velocidad en la que no se le sentía y esperó en la primera planta a que entraran. Sus armas aún no estaban listas pero siendo solamente uno al que ya podía sentir con claridad, no tendría problema alguno para derrumbarlo y sacarle información.

Cerró los ojos para que no notaran sus ojos brillantes aún y se dejó guiar por el oído, comenzando a contar los pasos que faltaban para hacer contacto en su cabeza. Diez pasos de distancia... seis... tres...

Estiró su mano alcanzando el cuello del intruso para levantarlo en peso y luego incrustarlo contra el piso con una fuerza descomunal. Abrió sus ojos para identificarlo y quedó totalmente confuso frente a la imagen detallada que le daba su vista, con una mueca de dolor y sus ojos totalmente cerrados Tae se retorcía de dolor en el suelo.

— ¡Mierda! — Dejó escapar adolorido.

Jamás se imaginó que después de tener una noche tan excelente con Eunha llegara a la casa para quedar inmovilizado en el piso de esa manera. Había intentado hacer el menor ruido posible para no despertar a Jungkook, incluso no prendió ninguna luz pero al parecer nada de eso había sido suficiente. Sentía como si un centauro lo hubiese golpeado repetidamente hasta pisotearlo en el suelo dejando todo su peso encima de su cuerpo. ¿Qué demonios tenía tanta fuerza?

Intentó abrir los ojos y moverse pero no pudo notar absolutamente nada. Sin duda alguna había sentido el fuerte agarre en su cuello pero no quién o qué lo provocó. ¿Se habría quedado inválido? No podía moverse en lo absoluto, todo le dolía.

Jungkook volvió a normalizar por parte todos sus sentidos y respiración para después cuidadosamente encender la luz. Un humano podía sufrir graves consecuencias si él lo enfrentaba con la fuerza que hizo, por lo que no pudo evitar palidecer cuando Taehyung tosió y vio su sangre correr, una sangre bien oscura de hecho.

— ¿Jungkook? — Preguntó sorprendido y confundido cuando logró estabilizar esa imagen borrosa que veía. — ¿Qué mier-

— No hables, te llevaré a tu habitación. — Caminó hacia adelante, se agachó y lo tomó en sus brazos.

Definitivamente era más pesado de lo que suponía, un humano de su estatura y masa corporal, aparente pesaría mucho menos. — Abrir puerta. — El ascensor abrió las puertas y él entró cargando a Taehyung que había perdido el conocimiento.

Podía haberlo matado. Jungkook no dejaba de pensar en eso preocupado, si no era porque sus signos vitales parecían estar bien y estables lo hubiera tenido que llevar al hospital, teniendo que responder después incómodas preguntas como la vez que golpeó a un señor dos meses atrás cuando pensó que lo estaba siguiendo, el señor casi muere de un solo golpe suyo. La neumotórax que causó su golpe casi se llevaba a ese terrícola.

Respiró profundamente luego de dejar escapar un suspiro y pudo sentir que ese humano había tenido una larga noche poniendo en práctica el arte de la cama, podía sentir ese olor que desprendían las personas cuando lograban liberarse, sin embargo la de él era el triple de fuerte, señal de que lo había hecho varias veces. No pudo ocultar la mueca que se creó en su rostro.

— Por andar copulando y llegar a esta hora casi mueres. ¡Idiota! — Le dijo con una mirada asesina que por suerte no lo podía matar. — No desprendes el olor de quien lo hizo enamorado pero aún así te acostaste con alguien.

No sabía por qué estaba molesto pero lo estaba, quería dejarlo caer al suelo pero después de lo ocurrido podía terminar muriendo de verdad y no quería cargar con esa culpa. Salió del elevador contemplando sus largas pestañas y cada una de las facciones de su rostro. ¿Cómo podía dejar que cualquiera besara esos labios? No lo entendía, debía darle mejor valor y uso a sus labios y no ir entregándoselos por ahí al primero que se cruzara en su camino.

Suspiró algo enojado mientras terminaba de colocarlo en su cama.

— Apagar luces... cerrar ventanas.

Iba a salir de la habitación pero su mano era agarrada con fuerza, dirigió su vista a Taehyung y lo vio mirándolo fijamente.

— No te vayas, por favor no te vayas. — Sollozó sin percatarse de lo que estaba diciendo. — Quédate conmigo, duerme a mi lado, duele, por favor...

¿Dormir junto a un terrícola? ¿Dormir junto a alguien? Nunca lo había hecho, ni siquiera al lado de su padre aunque se había quedado dormido en su cama muchas veces o este velaba su sueño hasta que se durmiera en su habitación. Nunca estuvo acostado antes junto a ningún otro ser viviente y de no ser por la culpa que sentía se hubiera negado rotundamente a dormir al lado de ese hombre pero su llanto... Sus lágrimas lo debilitaban.

Mordió su labio inferior fuertemente. — Espero no estar cometiendo un error, una persona de la realeza no debería dormir al lado de cualquier ser viviente, no quiero que repercuta de forma negativa en el futuro. — Pensó antes de cerrar la puerta, bordear la cama y lentamente entrar en ella.

Se sentó recostado al espaldar pero la fuerte mano de Taehyng a pesar de su estado lo hicieron acostarse a su lado. Su cuerpo parecía un cadáver o una momia que no podía moverse, había dejado de respirar de la forma regular de la Tierra pero también como un luniano. Estar tan cerca de Taehyung o más bien la forma de cercanía, lo ponía incómodo, nervioso.

Intentó relajarse pero cuando pensó que ya el adolorido se había dormido este se volteó dejando escapar un quejido y lo abrazó. Su cuerpo entero tembló y luego se paralizó frente a su tacto. Taehyung restregaba su cabeza y rostro contra su pecho como si fuera un cachorro de gato, llenándolo de lágrimas.

— Mamá... Papá... — Murmuraba una y otra vez entre sollozos. — No te vayas.

Comenzó a llorar como un niño desconsolado y esto hizo que Jungkook finalmente se relajara un poco, colocando con cautela y algo tembloroso su mano sobre su cabello. Este gesto calmó el llanto de Taehyung instantáneamente y cuando el chico de la luna comenzó a acariciarlo lentamente sus sollozos también se detuvieron y él se aferró aún más a su pecho.

Una sonrisa se dibujó en la mirada de Jungkook mientras lo acariciaba, era la primera vez que acariciaba algo que no fueran sus mascotas o las manos de su padre, sin embargo no era tan raro como él solía pensar, le agradaba ese sentimiento. Quedándose inmerso en el mismo sin percatarse cuándo o cómo se quedó dormido.

...

Cuando Taehyung despertó al día siguiente se sintió renovado a pesar de que le doliera todo su cuerpo, había dormido como hacía quizás años que no lo hacía, sin pesadilla, sin despertarse llorando por sus padres o abrir los ojos cada una hora o dos. Había descansado y se sentía extrañamente bien, renovado y hasta feliz.

Quizás su cuerpo le agradecía haberle dado mantenimiento el día anterior aunque era raro, a pesar de que solía darle bastante mantenimiento no se agotaba lo suficiente como para dormir bien, mucho menos se sentía totalmente satisfecho aunque ayudaba mucha a sobrellevar sus necesidades masculinas.

— Abrir ventanas. — Dijo desde su cama remoloneándose para levantarse.

Un momento... Se quedó mirando a su alrededor y a él mismo. Aún tenía puesta la misma ropa que llevaba y él ni siquiera borracho iba con ropa a la cama o se acostaba en pijama, ropa interior o simplemente se quedaba totalmente desnudo, nunca con ropa tan gruesa.

Recordó llegar a casa en la madrugada y chocar con algo que no vio pero desde ahí no recordaba más, no sabía como había llegado hasta su cama. Rascó su cabeza confundido y se levantó quejándose por los dolores para ir al baño y tomarse una ducha para ir a la universidad, debía apresurarse si no quería que Jungkook lo dejara.

Se desvistió y duchó en unos diez minutos. Comenzó a lavar sus dientes pero cuando alzó la cabeza y miró al espejo dejó caer la espuma producida por la pasta dental, deteniendo todo movimiento. Tenía su cuello con la marca morada de una mano que lo cubría casi completo, llevó su mano hasta aquello que parecía un enorme hematoma y lo rozó con cuidado. ¿Qué demonios era eso? Eunha no estuvo tan salvaje como para causarle ese tipo de marca, tampoco tenía la fuerza necesaria pera crearla. Permaneció contemplándola en silencio durante algunos minutos hasta que cayó en punta que debía apurarse.

Tenía que agradecer que ere invierno y que afortunadamente con cualquier cosa que tapara su cuello se libraría de responder preguntas incómodas de las que ni siquiera él tenía respuestas. Se vistió rápidamente y tomó su móvil.

—¿Es en serio? — Exclamó al ver que se había olvidado cargarlo y que solamente tenía un diez por ciento de batería. — ¿Ya es mediodía, cómo es posible que haya dormido tanto? Por supuesto, Jin...

"¿Me vas a seguir evitando y por eso no viniste a la escuela?"

"Quiero que sepas que te voy a montar guardia en tu lugar de trabajo o contraté un detective pero de que te encuentro y obtengo respuestas, eso es un hecho"

"Kim Taehyung, respóndeme"

Suspiró frente a todos esos mensajes de su amigo. No quería ni siquiera imaginarse como iba a ser una vez que hablara con él.

Era claro que Jungkook no estaría en casa, después de acordar de que se irían diariamente juntos llega él y se quedaba dormido. Sin embargo cuando llegó a la segunda planta las puertas del elevador se abrieron.

— Come algo antes de que salgamos para la escuela. — Trató de parecer lo más tranquilo posible pero la verdad era que se avergonzaba de verlo.

No solamente lo había golpeado y lastimado, sin que también habían dormido juntos. Cuando abrió sus ojos en la mañana revivió todos los eventos de esa madrugada pero no solo eso, ver como Tae lo abrazaba, sus labios entreabiertos, su respiración, párpados, todo en él en esa mañana habían hecho su cuerpo reaccionar de forma automática, haciéndolo huir de su habitación antes de que este despertara y lo viera allí.

Taehyung salió del elevador extrañado de ver que Jungkook tampoco estaba en la escuela. Pestañeó confundido pero se sentó como le indicó sin apartar la mirada de él.

— Si nos apresuramos podremos llegar a la primera clase de la tarde. Pedí comida para ti pero no sé si te guste. — Se encogió de hombros sentándose a beber su sopa.

No entendía el comportamiento de Jungkook, siempre era tan distante y cortante sin embargo a veces lo sorprendía con ese tipo de cosas, cuidando de él. Asintió y comenzó a comer, amaba el bulgogi y ese estaba mejor que cualquiera que hubiera probado antes en algún restaurante porque como lo hacía su padre y él aprendió no había nadie que lo supiera cocinar así.

...

Jin estaba sentado en el patio de la universidad conversando con la encargada de cuarto año de su facultad de administración, una de las tantas que se le acercaban intentando concertar una cita con Taehyung a través de él, cerca del estacionamiento, cuando vio llegar el auto de Jungkook. Iba a voltear su cabeza a ignorarlo pero cuando vio descender de este a Taehyung no se lo puede creer.

— Lo siento Sun Hee, nos vemos más tarde. — Jin interrumpió a la chica que estaba hablándole sabía Dios de qué tontería para ir al encuentro de su amigo.

— ¿Pero le diras a Taehyung, cierto? — Gritó la chica para que Jin la escuchara.

— Sí, sí... — Respondió aún sin saber lo que le había dicho.

Caminó apresuradamente viendo como estos dos se dirigían juntos al interior de la facultad científica.

— ¡Kim Taehyung, más te vale que te detengas en estos momentos! — Exclamó el mayor cuando estuvo a punto de alcanzarlos.

Taehyung maldijo para sus adentros y se disculpó con Jungkook para que este lo dejara solo para hablar con su amigo. Sin embargo cuando vio a Jin tan molesto Jungkook no quería dejar solo a su compañero.

— Es mi mejor amigo, así que no te preocupes. — Le calmó Tae como si leyera sus pensamientos a lo que este asintió y se alejó, bajo la fiera mirada de Jin.

— ¿Ahora le das explicaciones a eso con el que no te llevabas? — Replicó el mayor luego de presenciar la escena. — Como cambian las cosas en pocos días.

— ¿Quieres que hablemos o no? — Jin asintió sin dejar de ver a su amigo, estudiándolo para ver cómo se encontraba.

Caminaron hacia el exterior del edificio, alejándose hasta la pista general de entrenamientos sin decir nada. Taehyung trataba de organizar en su cabeza todo lo ocurrido para poder explicárselo a su amigo de forma que este no se molestara más de lo que estaba.

— ¿Por qué no me avisaste del desalojo Tae? La última vez que estuve en aquel apartamento contigo me dijiste que lo tenías todo controlado y yo confié en ti. Tuve que enterarme por ese hombre que te habías sacado de ahí y me preocupé mucho, no sabes como me puse intentando adivinar dónde podías haber estado.

— Tenía vergüenza. — Respondió después de algunos minutos bajo la fuerte mirada de su amigo. — Sabía que si te decía intentaría pagar como otras veces y no quería abusar más de nuestra amistad. Eran mis problemas y debía enfrentarlos solos.

— ¿Vergüenza conmigo? Hemos sido amigos durante años y parece que aún no sabes que yo haría lo que fuera por ti. — ¿Cómo no hacer todo por su amigo y la persona de la que estaba enamorado desde hacía tanto tiempo? — Entre nosotros no hay ese tipo de problemas, jamás te he pedido que me pagues lo que te doy porque lo hago de corazón, como un amigo, porque sé que soy todo lo que tienes.

— Precisamente por eso, es demasiado todo lo que ya has hecho por mí y te estoy infinitamente agradecido pero no quería que siguieras haciéndolo, por eso no te dije, además sabía que eras capaz de dejar a tu padre que casi nunca lo ves para venir corriendo ayudarme y al final aunque le pagáramos una parte a ese hombre él se las arreglaría para pedir más y nada se hubiera solucionado.

— Aún así Taehyung, podía haberte brindado mi casa al menos. Mis padres no se iban a molestar por tenerte ahí unos días.

— Pero yo sí me iba a molestar porque no quería causarles más molestias, además, al final tendría que marcharme y unos días no harían la diferencia.

— Por su puesto que si hubiera hecho diferencia porque incluso yo hubiese salido de casa y hubiese compartido piso contigo, pudimos haber buscado un apartamento untos ahora que finalmente no tenías ese lugar del cual no te querías ir. Ya te lo había propuesto antes y dijiste que te lo pensarías.

Taehyung agachó la cabeza entre suspiros, sabía que iba a ser así, lo sabía y no quería que ocurriera.

— Todo eso pasó Jin. No quería hacer eso y te pido disculpa por no decirte pero ahora no me arrepiento. Sin embargo puedes estar tranquilo, conseguí un muy buen lugar para vivir. — Sonrió. Porque de verdad nunca había estado en un sitio que fuera mejor que ese.

— ¿Qué lugar es ese? Quiero la dirección para ir a visitarlo, necesito saber donde te estás quedando porque como van las cosas hasta no ver no creer. Cuando viene a ver estás durmiendo debajo de un puente o peor mientras que me dices que todo está perfectamente.

La verdad que tenía pensado vivir en un lugar parecido, aquellos vagones abandonados al menos tenían cuatro paredes que lo cubrían pero se sentía igual de triste, solo y desamparado que dormir debajo de un punte. En cambio no estaba en un sitio así, gracias a Jungkook no lo estaba.

— No puedo darte la dirección. Aún así puedo asegurarte que no estoy durmiendo en un lugar así, todo lo contrario, estoy muy bien.

Engurruñando su nariz por la sorpresa de la respuesta de su amigo Jin se quedó mirándolo confundido.

— ¿Cómo que no me puedes decir? Dices que soy tu mejor amigo pero no puedo tener ni siquiera la dirección de tu casa, eso es algo muy contradictorio. ¿Lo sabías? — Se dio la vuelta pasando las manos por su cabello antes de plantársele delante. — Mira Kim Taehyung, o me dices en este momento a dónde te estás quedando o sabrás de lo que soy capaz cuando quiero saber algo. Así tenga que mandarte a seguir día, tarde y noche.

Taehyung abrió aún ,más sus ojos y se le quedó viéndolo atónito.

— Dime...

— Yo... — De acuerdo, ahí iba. Suspiró esperando que su respuesta no empeorara las cosas. — Estoy viviendo con Jungkook y no te puedo dar la dirección porque una de de las pocas reglas que puso era que no quería a nadie más en su casa, menos desconocidos para él.

El mayor abrió y cerró la boca varias veces sin dejar de observarlo. No sabía como sentirse o sí lo sabía bien. Dolido, decepcionado y traicionado. Así se sentía.

— ¿Quiere decir que no quieres aceptar la ayuda de un amigo tuyo por años pero sí pudiste aceptar la de un completo extraño que apenas conoces? — Asintió varias veces con sus manos en la cintura antes de darse la vuelta para alejarse.

— ¡Hyung! ¡Jin! — Corrió tras él para detenerlo. — Por favor no te pongas así. Dame tiempo, te prometo que hablaré cuanto antes con Jungkook para que puedas ir a la casa.

Jin lo miró con el rostro neutro y asintió. — Puedes hacer lo que te de la gana como siempre. Tengo clases y estoy tarde.

Movió su brazo haciendo que Taehyung lo soltara y se alejó en dirección al edificio de su facultad que quedaba en la dirección contraria que la de su amigo. El menor se quedó parado, viendo como su amigo se alejaba lentamente y luego corrió a su clase.

Cuando llegó el profesor Park ya había comenzado su clases y Jungkook lo miraba algo curioso, suponía que quería saber lo que había sucedido con su amigo pero no iba hablar de ellos, por lo que solamente se sentó prestando atención a lo que decía su maestro.

Minutos después su móvil vibró y era un aviso de su jefe en el que le decía que no tenía que presentarse a trabajar. Quizás a final de la quincena se lo sintiera pero definitivamente en ese momento era feliz de no tener que ir a trabajar.

— Kook... — Llamó a su compañero tomándolo por sorpresa ya que nunca había utilizado una abreviación se su nombre antes. — Me acaban de avisar que no tengo que ir a trabajar. ¿Me puedo ir para la casa contigo?

Jungkook asintió, tendría que cancelar sus entrenamientos con su guardián pero a parte de eso no tenía nada más que hacer y sabía que estaría lloviendo para cuando terminaran las clases ese día y Taehyung no había llevado nada para cubrirse. Así que asintió para que supiera que sí lo llevaría.

Jimin los miraba confundido, sabía ahora con certeza que Taehyung no era hijo suyo pero no por eso dejaba de sentir ese cariño que sentía por él, en cambio con Jungkook, la atracción y deseos de conocerlo eran cada vez más fuerte. Disimuló su mirada cuando estos le volvieron a prestar atención y continuó con su clase.

Cuando todas las clases de la tarde terminaron los alumnos suspiraron alegres. Finalmente era viernes.

— Iré un momento al baño. — Le informó Jungkook a Taehyung, recogiendo sus libros y dejando su portafolio en la silla. — Cuando regrese nos vamos. — Culminó diciéndole antes de que todos los compañeros que se estaban acercando a su puesto llegaran. No le apetecía hablar con ninguno.

Le avisó en el baño al señor Choi que hoy no practicarían, aceptó sus reclamos durante algunos minutos y después se regresó a su salón. Sin embargo cuando llegó Taehyung se estaba besando con una chica.

Miró en silencio desde la puerta durante algunos segundos como esa chica sonrojada mordía los labios de Taehyung. ¿Por qué ese idiota dejaba a cualquiera besar esos labios? Esa chica no desprendía el mismo aroma que el acompañante de la noche anterior por lo que estaba seguro que era alguien diferente. Caminó hacia ellos para tomar las cosas, interrumpiendo el momento y se retiró.

Tae se despidió apresuradamente de la chica luego de darle un último beso y se dispuso a seguir a su compañero. Cuando llegó al estacionamiento ya Jungkook estaba en su auto por lo que fue abrir la puerta pero no pudo, tenía seguro. Golpeó la ventanilla para darle aviso de que le abriera pero Jungkook lo ignoró, cosa que hizo que golpeara más fuerte.

Aliviado observó como la ventanilla descendía y su compañero lo observaba serio.

— Lo siento por tocar tan fuerte la ventanilla pero tienes el seguro puesto, no puedo entrar. — Sonrió y Kook posó sus ojos en esa amplia boca sonriente.

Inmoral que le permitía a cualquiera hacer uso de esa boca, de esos labios. Apretó fuertemente el timón y lo miró. — Ya sé que el seguro está puesto.

— Ábreme, si no lo quitas no podré irme a casa contigo.

— No te irás a casa conmigo, te irás solo, a mí me surgió un imprevisto. Puedes tomar un paraguas en la tienda de conveniencias de la universidad e ir con cuidado a casa. — Mordió su labio inferior con algo de fuerza volviendo a centrar su mirada en el volante. Definitivamente eso de ir con cuidado había sobrado. Suspiró y arrancó el auto, salpicando a Taehyung con el agua que ya se había acumulado por la lluvia.

— ¿Pero a este imbécil que coño le pasa? — Vociferó.

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