Capitulo 4

Días después...

Fui a la terraza a lucir mi vestido maternal de color verde oscuro, con bolsillos, de franja blanca. Quería que Joey me viera con el puesto.

Paseé lentamente por aquel mágico jardín y me detuve a mirar la lejana ciudad.

Tomé el collar que colgaba en mi cuello. Aquel corazón, que Joey me había obsequiado y que era todo un tesoro para mí.

Había pasado otro mes y Joey durante aquel tiempo me acompañó y cuidó más que nunca.

Tuve un sinfín de recuerdos mientras miraba aquella lejana ciudad, de los que prefería no recordar y pensando en él, me devolví a la casa para buscarlo y mostrarle mis ocho meses cumplidos.

Entré a la casa y vi a Joey sentado en el sofá con sus lentes para leer. Él me miró y me sonrió apasionado.

_ Sabía que estabas en el patio trasero, así que preferí esperarte aquí

_ ¿Hoy no tienes trabajo?

Siguió mirándome con atención.

_ No, hoy dejé este día solo para ti

_...

De pronto me sentí ruborizar por su intensa mirada sobre mí y sentí una brusca patadita del bebe.

_ Oh cielos...

Me miró alarmado y se me acercó rápidamente.

_ ¿Qué ocurre pequeña?

_... Es que el bebe me acaba de dar una muy fuerte patada

Lo miré un poco asustada y Joey preocupado, acarició mi mejilla.

_ ¿Estás bien amor?

_ Si... eso creo...

_ Ven, vamos a sentarte al sofá

Lo miré amándolo con todo mi corazón y él me apoyó tierno de su hombro y me llevó hasta el sofá.

Me senté con más lentitud de lo normal y Joey solo mirándome hacerlo, espero a que yo me acomodará y se sentó a mi lado.

Yo lo miré aun temerosa de que el bebe volviera a patearme como lo había hecho, puesto que nunca se había movido así tan fuerte y brusco y Joey me miró fijamente y luego miró mi barriga y sonrió.

_ ¿Segura que te sientes bien pequeña?

_ Sí, pero me dolió un poco

_ Debe ser que como ya está más grande, quiere moverse con más libertad

_ No lo sé. Solo pido que esté bien y cuando llegue el momento...

_ Yo estaré contigo, eso no lo dudes

_ Lo sé, pero igual me da susto

Volvió a acariciar mi mejilla.

_ No, no tienes porque tener susto mi vida. No vas a estar sola

_ Te amo Joey

Sonrió apasionado y se acercó más a mí.

_ Te ves muy linda con ese vestido de maternidad. Me encanta que te vistas así solo para que yo te vea Margarita. Me vuelves loco

_ Creí que no te darías cuenta mi Joey

_ Jejeje, me di cuenta desde que cruzaste por esa puerta. Te ves preciosa

_ Oh mi Joey... ¡Ay!

_ ¡¿Qué pasa?!

_... Otra patada. Creo que el bebe quiere sentir a papá

Sonrió tierno y yo lo miré mimada, ansiando que acariciara mi barriga.

_ Trata de recostarte de lado, para allá del sofá ¿Puedes hacerlo? – sonreí –

_ Si, tranquilo...

Me recosté de lado y Joey intenso, se acostó detrás de mí.

_ Te amo

Me susurró, besó mi hombro y acarició suavemente mi enorme barriga, lo que a mí me estremeció y me llenó de felicidad y amor.

Apoyado su mentón en mi hombro, no dejó de sonreír tierno y olió el dulce aroma de shampoo en mi cabello.

_ Qué lindo es esto mi amor, me encanta acariciar tu vientre

Le sonreí un poco apenada.

_ ¿De verdad te gusta como así me veo mi Joey? Me siento enorme

_ Jejeje, te ves muy linda amor y es tanto lo que te encuentro hermosa que ahora te lo quiero demostrar

Me susurró y yo volví a estremecerme y el corazón se me aceleró. Joey me sonrió intenso.

_ ¿Quieres ahora?

_ Sí, siempre quiero...

Me sonrió más provocativo y metió su mano por debajo de mi vestido.

Comencé a suspirar de deseos y él se desabrochó rápidamente sus jeans.

Besándonos sin parar, hicimos el amor ahí en aquel sofá.

Sonriéndonos al terminar, quise enderezarme y él me ayudó hacerlo y nos fuimos a duchar juntos a la bañera.

Tomados de la mano, volvimos a sentarnos al sofá. Joey me sostuvo de sus brazos y me ayudó a sentarme.

Le sonreí toda enamorada y con destellos porque habíamos vuelto a hacer el amor y él me miró y se perdió en mi enamorada sonrisa para él.

_ Más hermosa te ves después de que estuvimos juntos así

_ Eres un romántico peligroso mi Joey

_ Un romántico que te adora mi pequeña y que te hará el amor miles de veces si es posible

_ Te amo

_ Y yo a ti

A punto de volver a besarnos, el teléfono sonó.

Interrumpiéndonos, nos miramos y Joey fue a contestarlo.

_ No podía ser en otro momento. Espera amor

_ Si, aquí te esperamos

Joey tomó el teléfono y sucedió lo mismo de la vez anterior. Solo se escuchaba un ruido raro de la otra línea y nadie contestaba.

Sospechoso, sabía que estaba alguien en el teléfono y solo esperando a que alguien le dijera algo, le cortaron.

Extrañado de aquella llamada, supuso que podría tratarse de la misma persona y solo pensando en aquello, fue a verme al sofá.

Joey me miró y yo noté su seria mirada. Él se me acercó.

_ ¿Y quién era amor?

_ Tomé el teléfono, pero nadie me contestó. Solo se escuchó un raro ruido

_ ¿Un ruido raro?

_ Así es – dijo más serio –

_ ¿Y en qué estás pensando cariño?

_ En que probablemente sea el mismo tipo o tipa de ambas llamadas Margarita

Me preocupé.

_ ¿Piensas que puede tratarse de un psicópata o algo así? – tomó mi mano -

_ No calma pequeña. No te angusties por favor. Quizás solo fue una coincidencia y ya

_ Puede que tengas razón cariño.

_ Esperemos a ver si vuelve a pasar

_ Ojala que no vuelva a llamar, sea quien sea

_ Si vuelve a hacerlo. Iré a delegación. Quizás sea un fan obsesivo o alguien que quiere de verdad molestarnos

_ ¿Y quién podría ser?

_ No lo sé amor...

Días después...

Juntos estábamos regando su bello jardín, como tanto yo lo había ansiado y Joey detrás de mí, me guiaba con cariño con su mano y yo a menudo le sonreía con destellos.

Ambos sin soltar la manguera, nos miramos por un momento y Joey comenzó a besarme.

Riéndonos, íbamos de regreso a la casa, cuando oímos sonar el teléfono...

Lo miré aterrada y Joey serio, fue a contestar.

_ Halo...

_...

No lo toleró más...

_ ¡Mira imbécil si esto se trata de una broma, déjame decirte que no es nada graciosa y si sigues llamando iré a colocarte una denuncia! ¡Me oíste...!

Aquel tipo o tipa no dejó que acabará de amenazarlo y le cortó, tal como lo había hecho las dos veces anteriores.

_ ¡Infeliz!

Me acerqué lentamente hacia Joey y él me miró.

_ ¡¿Pudiste hablar con él?! ¡¿Quién era Joey?!

_ No pude hablar con él amor. El muy desgraciado hizo lo mismo que las otras veces, me cortó

Sentí miedo y Joey lo notó.

_... Oh Joey...

Sentí un pequeño mareo y Joey me sostuvo rápidamente en sus brazos.

_ No, tranquila. Calma mi vida. Esto no es nada grave por favor

_ ¡¿Y qué pasa si lo es?!

_ Trata de calmarte por favor pequeña. al bebe no le hace bien por favor

_...

_ Mira, iré a la delegación a colocar una orden de alejamiento. Sea quien sea, no podrá acercarse, ni mucho menos seguirnos molestando por teléfono

_ Pero y si voy contigo. No quiero quedarme sola

_ No tardaré nada. Te lo prometo. Además no quiero exponerte a que salgas así en el estado en que te encuentras. Cariño estás a dos semanas de dar a luz

_ Lo sé, pero...

_ No tardaré. Te lo prometo.

_... Ok...

_ quédate aquí y no le abras a nadie, a nadie por favor. Llevaré el celular. Llámame por lo que sea, por lo que sea sí

_ Si amor.

_ Perfecto. Estaré aquí en menos de una hora. Te amo

_ Y yo mi vida y yo...

Nerviosa, no dejaba de pensar en Joey, en que regresará pronto de la delegación y sintiendo a nuestro bebe, sonreí y le hice cariño.

_ Calma pequeño. Tu padre regresará pronto para que te haga cariño y nos consienta a ambos.

<< Joey, amor mío, vuelve pronto >>

De pronto sonó el timbre y más me alarmé ya que recordé al instante lo que Joey me había dicho, de que no le abriera a nadie la puerta.

Asustada, el timbre volvió a sonar y entrándome la desesperación, no supe qué hacer.

<< Tal vez es Joey, quien de los nervios olvidó las llaves. Si, él debe ser >>

Me había convencido a mi misma que se trataba de Joey y feliz y relajada, el timbre no dejaba de sonar y torpe abrí la puerta.

De la impresión y susto di un grito y me llevé la mano a la boca. No podía ser verdad.

Mi madrina me sonrió con ironía y sin permiso alguno ella junto con su nueva pareja, entraron a mi casa como si nada. El miedo me invadió por completo.

_ A caso no piensas saludarme queridita sobrinita

_... ¡¿Ustedes que hacen aquí?! Se suponía que nadie, menos usted, sabía de este lugar

_ Tú más que nadie sabe que todo se descubre algún día y tal como te largaste de mi casa, vas a regresar a ser lo que eras, mi empleada ¡¿Me oíste?!

_ No, yo no me voy a ir con usted a ninguna parte. Usted ya no puede controlar mi vida. Soy una mujer casada

Se largó a reír con burlas y luego me miró en seco.

_ No me hagas reír. Estás casada con ese sujeto forrado en billetes y como se supone que él te ama tanto. Nos dará una muy buena suma de dinero a cambio de tu rescate

_ ¡¿Qué?!

Exclame aterrada y solo pensando en Joey, anhelé que regresará y angustiándome, mi madrina y su pareja se me acercaron y yo temí por mi hijo.

_ Bien Stephanie ¿Vamos? ¿O prefieres que le hagamos algo a tu lindo esposo famoso?

_ ¡No! ¡A Joey no le hagan daño por favor!

_ ¡Entonces vas a venirte con nosotros!

Pensé tontamente en huir y asustada, pasé frente a ellos y mi madrina y su pareja me tomaron bruscamente de los brazos.

_ ¡No! ¡Suéltenme! ¡Suéltenme por favor!

_ ¡Cállate ¡Si no quieres que aquí mismo te saque a ese engendro y lo haga desaparecer!

_ ¡No! ¡A mi hijo no! ¡A mi hijo no!

Grité entre llantos y los dos me sacaron a la fuerza de la casa.

Llorando, le suplique a mi madrina que me dejara y esta sonriéndome, ambos me llevaron hasta el auto.

_ ¡Súbete, súbete te digo!

_ ¡No! ¡Por favor!

_ ¡Que te subas te digo! ¡O ya sabes!

Comenzamos a forcejear y su pareja me tomó con fuerza de los brazos y a punto de meterme al auto, Joey llegó con la policía y lo vieron todo. Él rápidamente corrió a salvarme de mi madrina y de su vil plan.

_ ¡SUÉLTENLA!

Gritó violento y se le tiró encima a la pareja de ella y le dio un puñete, que lo noqueó al instante en el suelo y a mi madrina se le escapó un grito.

Yo llorando asustada, Joey me sacó rápidamente del auto y yo lo abrasé fuerte.

_ ¡Mi vida, mi amor!

_ ¡Oh mi Joey, mi Joey!

Me miró preocupado.

_ ¿Estás bien? ¿Te hicieron algo esos infelices?

_... Querían secuéstrarme. Querían alejarme de ti

_ Ya mi vida, tranquila, ya pasó. Te prometí que te cuidaría y eso es lo que seguiré haciendo

_ ¡Eso es mentira! ¡Eres una mala agradecida!

Gritó mi madrina y uno de los policías le colocó bruscamente las esposas en sus manos a ella y a su pareja, por ser cómplice del crimen, que estaban a punto de cometer.

En los brazos de Joey, aún lloraba de miedo y él conteniéndome, miró con odio y desprecio a mi madrina y esta gritando que la soltaran, los policías se los llevaron a ambos detenidos.

Abrazándonos, él acarició mi cabello y yo lo miré perdidamente, con mis ojos cubiertos de lágrimas.

_ Tranquila, yo estoy aquí y jamás permitiré que alguien te vuelva hacer daño. Te amo

_ Y yo a ti

Le dije amándolo mucho más que antes y Joey volvió a abrazarme y me besó.

Tiempo después.

Feliz, él cargaba con cuidado y cariño a nuestro hijo y sonriendo, yo les sonreí a ambos. Joey dejó a nuestro pequeño en el pasto, para que así diera sus primeros pasos.

Lo miramos caminar y Joey tierno lo sujetó de una mano y yo le sujeté la otra y los tres caminamos felices por el inmenso jardín trasero y ambos riéndonos, Joey me miró perdidamente y yo le sonreí.

Tomé a Jack en mis brazos y él riéndose, nos acercamos a Joey y él más que feliz nos abrazó y a mí me dio un tierno y apasionado beso y sintiéndonos inmensamente felices, miramos los edificios de aquella lejana ciudad.


FIN.

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