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Luego de aquella charla, Taeko agradeció y se retiro con angustia en su corazón. Ayano había confirmado su mayor temor.
Koun trabajaba junto a Budo, ambos eran compañeros e incluso amigos.
En ese momento solo un montón de dudas inundaban su cabeza, no lograba comprender algunas cosas y eso la frustraba.
No sabía porqué Budo nunca mencionó a Koun.
No sabía porqué Koun no dudaba de Budo.
No sabía porqué Budo parecía no saber nada sobre la relación que ella alguna vez tuvo alguna relación con Koun.
Y mucho menos sabía qué debía hacer en ese baile.
Todo era tan complicado y difícil de asimilar en estos momentos.
Tomó sus cosas y se dispuso a salir del instituto, solo quería recostarse y no despertar. Para su mala suerte, sus planes se vieron interrumpidos.
Un agarré en su muñeca seguido de un apretón en la misma. Taeko no deseaba voltear, quería alejar a Koun y salir corriendo pero una vez más su temor le ganó y volteó a ver a aquel chico pelinegro.
-Déjame acompañarte a casa.
Sabiendo que el chico no aceptaría un "no" por respuesta, ella solo asintió y ambos comenzaron a caminar en silencio.
-No luces muy animada por el baile.
-Solo estoy algo cansada, pero no te preocupes. Estaré lista para cuando vengas por mi.
-Sonríe ¿sí?
Ella quería suspirar, pero decidió no hacerlo y solo sonreír tal y como él le había pedido. No quería estar en medio de un escandalo provocado por el chico si ella no obedecía.
-Así me gusta, te ves más linda cuando sonríes.
Luego de esas palabras, Taeko, comenzó a ignorar la voz de su acompañante. Sabía que él estaba hablando de su vida y cosas así, no era nada importante para ella y solo se limitaba a asentir con aquella sonrisa forzada en su rostro.
¿Cómo había llegado a estar así?
¿No se suponía que ese chico a su lado era su chico ideal?
No.
Ahora ella estaba segura de que no era así.
Intentó pensar en algo más o mejor dicho en alguien más. Budo Masuta.
De alguna forma logró animarse con ese nuevo pensamiento en mente y no se dio cuenta de que ya se encontraban en su casa.
-Sé que estarás preciosa hoy.
-Yo también se que estarás muy lindo hoy.
-Verás que si.
Taeko estaba con sus llaves en mano a punto de abrir la puerta y terminar con la pesadilla que estaba viviendo en ese momento, pero su hermano salió de casa antes de que ella pudiera ingresar.
-Hanako...
Sonrió sinceramente al ver a su pequeño hermano menor.
-Taeko, pensé que llegarías más tarde...
El menor sin duda estaba algo nervioso, él planeaba salir a pasear un rato y regresar antes que su hermana y hacer como si nada hubiera pasado.
-¿A donde crees que vas pequeño diablillo?
Hanako se asustó ante esas palabras pero luego de unos segundo intentando evitar la mirada de su hermana, notó a un chico alto de cabello negro parado detrás de Taeko.
-¿Quién es él? Se me hace conocido pero no sé de donde...
Taeko, había olvidado por un momento la presencia de aquel chico. Soltó un suspiro y se dispuso a presentarle ese "misterioso chico" a Hanako.
-Él es...
-El novio de Taeko. Mucho gusto, soy Koun Saikou por si lo olvidaste.
Hanako quedó congelado ante aquel respuesta. Esperaba de todo menos esas palabras.
-¿Novio...?
Taeko se asustó ante la respuesta de su hermano, miró con preocupación hacia Koun y su miedo aumentó. Estaba en grandes problema.
-Si, novio. Lamento no habértelo dicho antes Hanako pero es que tú... Amm... Tú sabes, no te gustaba hablar del tema y eso...
Luego de unos segundos Hanako reaccionó y pretendía decir lo que pensaba sin haberlo pensado antes, pero decidió callarse al ver la preocupación y miedo en Taeko. Él recordaba perfectamente a Koun, pero lo que lo sorprendió más fue escuchar su apellido.
-Comprendo... No te preocupes Taeko. Fue un gusto volver a verte Koun.
Koun no mostró expresión alguna y solo dio unas últimas palabras antes de retirarse.
-No te tardes demasiado preparándote para el baile.
Taeko asintió e ingresó con prisa a su casa junto a su hermano. Cerró la puerta y por fin pudo respirar con tranquilidad.
-Taeko... ¡¿Tú nunca aprendes verdad?! ¡¿No se supone que te alejarías?!
-Yo...
-¡Primero Budo y ahora este! En verdad te gusta sufrir.
Hanako estaba molesto. No comprendía porqué su hermana seguía tras aquellos chicos que la habían hecho llorar en más de una ocasión. Intentó respirar para calmarse y no alterar más a su hermana.
Él creía que incluso podía aceptar nuevamente a Budo, él era mil veces mejor que Koun. Y ahora resulta que ese maldito había regresado con su amada hermana.
Taeko por otra parte estaba a nada de llorar. Hanako tenía razón. Ella debía haberse alejado desde la primera vez que ambos chicos la hicieron sufrir, o al menos debió haberse alejado de Koun quien no tenía justificación alguna.
Budo... Justo ahora, él, era otra historia.
-Hey... -volvió a hablar el menor- Lo siento, es solo que... Me preocupas mucho hermanita.
Ambos se abrazaron y comenzaron a consolarse con pequeñas caricias y palmaditas en sus espaldas.
-Tranquila hermanita, la próxima semana estaré junto a ti en Akademi y te defenderé de ese bastardo.
Taeko sonrió y rio en lo bajo ante las palabras de su menor. Sin duda su hermanito había sido lo mejor que le pasó alguna vez.
-Gracias Hanako.
-Aun no agradezcas Taeko, no aun... Y... Ten mucho cuidado hoy. Estoy en contra de esa salida pero... Sé que no tienes muchas opciones justo ahora.
-Lo siento por eso.
-Deberías decírselo a mamá y a papá.
-No lo entiendes Hanako... Yo... Yo no puedo hacer eso... Ahora debo ir a prepararme.
Taeko se alejó y subió a su habitación dejando a su hermano con dolor y preocupación en el corazón.
-Hermanita... ¿en que te has metido?
Hanako suspiró y tambien se encaminó a su habitación, estaba preocupado y solo quería pensar en como ayudar a su hermana.
Taeko, por otra parte, se encontraba sentada en su cama viendo con tristeza el vestido que había decidido usar. Ya tenía permiso de sus padres para ir a la gala, lo único que le faltaban eran ganas para asistir.
Se recostó y acarició la tela del vestido, cerró sus ojos y dejó escapar una lágrima.
Ella solo quería un poco de felicidad y amor, ¿era mucho pedir?
Se levantó para comenzar a preparase, se dio una ducha y comenzó a vestirse.
Se paró delante del espejo e intentó sonreír. Había olvidado cuanto le gustaba ese vestido, decidió usarlo porque era lo único que la mantendría tranquila durante aquella tortura llamada baile.
-Serás feliz Taeko -se dijo a si misma- Eres muy bella e inteligente, saldrás de esto y alcanzarás la felicidad que tanto deseas... Solo debes ser fuerte... Solo aguanta 48 horas más... Ya eres mayor de edad, puedes denunciarlo y acabar con esta tortura.
Sonrió luego de haberse dado motivación. Admiró su imagen una vez más y se sintió más segura que antes.
El baile no era tan malo, después de todo, había sido organizado por la familia más poderosa de Japón.
Se sentó y comenzó a maquillarse y arreglar su cabello.
No dejaba de pensar en aquella frase que Budo le dijo alguna vez.
"No hay mal que dure 100 años"
Ella estaba decidida a acabar con ese mal en su vida, mal que llevaba de nombre Koun Saikou.
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Sé que tal vez no es lo que esperaban pero... Pues no sé xd
Gracias por leer :3
Espero de corazón que les haya gustado.
Nos leemos luego~
Luego de que Taeko ingresara a su casa, Koun, se dispuso a retirarse hasta que escuchó un grito proveniente del interior de la casa.
Se detuvo y dio marcha atrás.
Se acercó lo suficiente y escuchó con atención cada palabra proveniente del otro lado de la puerta.
No creía lo que escuchaba. O mejor dicho, no quería aceptarlo.
Él sabía que existía la posibilidad de que Taeko en verdad lo haya estado engañando con Budo, pero hasta ese momento él solo creía que no era más que un estúpido rumor.
Respiró e intentó calmar su ira, justo ahora quería atravesar la puerta y hacer que Taeko confiese toda la verdad.
Respiró una vez más al no escuchar más palabras.
Se alejó sin expresión alguna en el rostro.
Mientras caminaba comprendió una cosa.
Debía cobrar venganza.
No podía permitir ser traicionado de esa manera por, el que creyó era, su mejor amigo.
Koun no entendía porque Budo sedujo a su amada Taeko, pero estaba dispuesto a obtener respuestas.
Aun se negaba a entender, le aterraba la idea, no soportaba pensar en que tal vez... solo tal vez... Taeko fue quien se acercó a Budo.
Koun Saikou, no planeaba aceptar la realidad, por más cruel que le parezca. Y si en alguna circunstancia lo hacía... Solo le quedaba intentar alejarse y ocultar lo más que pudiera, la persona quien verdaderamente era...
Un Aishi.
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