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-Ayano-

-Lamento la demora, pero tengo noticias importantes.

-¿Qué clase de noticias?

-Escucha con atención y no hagas preguntas.

-Esta bien.

-Baja al primer piso, a donde siempre, tiraré unas cosas que utilizarás en la fuente del este en aproximadamente 5 minutos. Tú sabrás que hacer con el laxante pero te tengo que explicar que harás con el otro frasco con jugo de limón y la lata de atún que te dejé.

-Entonces dime.

-Primero necesitarás la alta de atún para atraer al gatito que en estos momentos se encuentra llamando la atención del club de literatura, una vez que tengas al animal en brazos y hayas hecho lo del laxante, tendrás que tropezar con la rubia y está demás decir que harás con el jugo de limón una vez que el gatito se defienda contra la chica.

-¿Estas segura de que funcionará?

-Si, y no te preocupes por los delincuentes, ya tengo a alguien encargándose de ellos, además la chica no te podrá hacer nada porque justo cuando termines con ella una chica del consejo estudiantil estará pasando por esa zona.

-Entiendo...

-Comienza, tienes menos de 4 minutos, buena suerte.

Guardé mi teléfono y tomé las cosas que se encontraban ahí. primero el gato...

Si ella me llamó es porque esto realmente es importante, no suele llamarme salvo que sea urgente.

Tal y como lo había informado, el nuevo club de literatura se encontraba observando al felino quien solo jugaba en medio de todos.

-¿Me permiten al gato unos minutos? -pregunté con una sonrisa- estoy segura de que tiene hambre -mostré la lata de atún.

-Por supuesto Yan-chan, el pequeño debe estar hambriento -Akira tomó al animal entre sus manos y lo cargó con delicadeza.

-Ven amigo, es hora de comer~

-Chicos, vayan comiendo, ayudaré a Yan-chan con el gatito.

-No es necesario...

Ella pareció ignorar mi comentario y se despidió de sus compañeros.

Nos acercamos hacia la fuente y nos sentamos en uno de los bancos para alimentar al gatito.

-No sabía que alimentabas a este pequeño, eso es muy noble y amable de tu parte Yan-chan.

-En verdad no lo hago, es la primera vez, que yo tenga entendido nadie lo alimenta y por eso quise hacerlo para que ya no sufra.

-De todas formas me parece algo muy amable de tu parte.

-Es solo una criatura que no puede defenderse, es lo menos que podemos hacer.

-Eso supongo...

La llegada de un mensaje detuvo la conversación.

-Taro está cerca y el gato servirá de distracción, no lo arruines Aishi, todo está fríamente calculado.

Sentí la mirada de mi acompañante en la pantalla de mi celular, dudo que haya visto algo así que le resté importancia.

El felino estaba terminando de comer y yo solo buscaba con la mirada a mi nueva rival, cuyo nombre es aun desconocido, y a Taro, que al parecer venía con ella.

-¿Esperas a alguien Ayano?

-¿Qué...? No, solo no quiero que nadie se acerque y espante al gatito mientras come -es la más tonta escusa que hayas inventado.

-Oh... Supongo que necesita espacio... Bueno, tengo algo de hambre así que me iré primero a menos que desees acompañarme y comer juntas como la otra vez.

-Estoy bien Akira.

-Está bien -sonrió.

-¿Estás alimentando al gatito? -esa voz.

Miré al chico que observaba atentamente al felino, sentí como mi corazón latía cada vez más rápido y como una sonrisa involuntaria aparecía en mi rostro.

-S-si...

Aparté la mirada porque sabía lo que le estaba ocurriendo a mi rostro en estos momentos.

-Es un alivio saber que alguien se preocupó por él.

-¿Por qué lo dices? -preguntó la pelimorada.

-Yo tenía que alimentarlo hoy, pero olvidé la comida porque salí con prisa.

-Entiendo... Bueno, yo ya me retiro.

-Antes de que te vayas... ¿Tú eras la fundadora del club de literatura?

-Estás en lo correcto, siempre será bienvenido un nuevo miembro, con permiso. Mis compañeros me esperan.

Miré de reojo a mi costado, Akira se alejaba con rapidez y Taro se agachó para ver al gatito.

-Te agradezco por alimentarlo Ayan-... Achu~

Al escuchar le estornudo el pequeño salió corriendo dejando lo poco de comida que le quedaba.

-¡No!

Me levanté de mi asiento para perseguir al pequeño, ese animal es parte importante del plan. Afortunadamente no había salido de l todo mal, es un pequeño contratiempo pero puede funcionar.

El felino se había quedado enfrente de aquella rubia y la miraba atentamente, creo que la está examinando.

Me acerqué y levante al pequeño.

-Ven pequeño, aun no terminas de comer.

-Lamento haberlo asustado.

Pasé de largo antes de soltar al gato y que me haga daño a mi, me senté nuevamente y lo observé mientras terminaba de comer.

-Lamento la demora -dijo la rubia.

-No hay problema, me entretuve mirando al gato.

Ambos comenzaron a acercarse al felino pero este se puso a la defensiva.

-C-creo que lo asustaron... -mencioné.

-Amigo, ¿no me reconoces? Soy yo, Taro, te traigo comida los lunes y a veces los jueves.

Me levanté de mi lugar para observar lo que sucedía, Taro intentaba acercarse pero el minino no se lo permitía.

-Ya déjalo Taro, vamos a comer -ordenó la chica.

-Está bien...

Ambos se sentaron y cuando estuvieron a punto de comer el gatito se acercó a Senpai.

-No puedo negarme a esa carita~

Él se distrajo con el pequeño y la chica pareció molestarse con dicha acción, ambos dejaron su comida en sus asientos y yo vi mi oportunidad.

Derramé el laxante en la comida de la chica y me alejé para esconderme detrás de un arbusto cercano.

-Ya jugaste demasiado con él, ahora siéntate y come Yamada.

-No te preocupes, ahora voy, solo quiero... ¿Por qué te alejas pequeño?¿a donde vas? 

-De seguro está buscando a esa chica de cabello negro.

-Tal vez...

La rubia tenía razón, el animalito se paró delante mío y me miro inclinando su cabeza hacia la izquierda.

Rayos... Taro tiene razón, eres demasiado tierno. Tomé al pequeño en mis brazos para estar lista cuando sea el momento.

Ambos comenzaron a comer y fue cuando noté un rostro de asco en la chica, lo extraño es que ella siguió comiendo. Vaya, es fuerte, pero no lo suficiente, tú pequeño gatito serás mi plan B, si ella está aguantando tarde o temprano lo expulsará, y su cuerpo no será capaz de aguantar hasta el baño.

-Osoro... ¿Estás bien?

Osoro... Ya veremos cual será tu suerte.

Taro había notado el disgusto de la rubia hacia el bento que se encontraba comiendo, pero ella solo negó y continuó comiendo.

Ni siquiera yo aguantaría tanto tiempo.

Luego de dos bocados más ella ya no pudo más y vomitó en el lugar. Que asco, creo que vomitaré también.

Cubrí los ojos del felino quien parecía mirar con asco la escena.

El uniforme de Taro había sido ensuciado con el vomito de Osoro, no parecía molesto, ahora el plan B.

Me levanté, aun con el minino en brazos, y comencé a caminar hacia ellos. Veamos si aun sabes actuar Ayano.

-¿Qué sucedió aqu... -el animalito saltó en cuanto me acerqué, creo que el pequeño había entendido el porque lo traía, solo comenzó a atacar a la chica- No.

-¡No!

Taro intentó quitarlo pero el pequeño amenazó con arañarlo tambien, Osoro intentó quitárselo de encima pero el pequeño lo evitó a toda costa y, solo después de dejar un rasguño bastante notorio en el rostro de la rubia, se retiró corriendo.

Osoro se veía molesta pero no pudo evitar vomitar nuevamente, cubrió su boca y corrió lejos.

-¡Osoro! ¡Espérame!

Él solo la siguió y mi vista los perdió.

-¿Qué rayos pasó? ¿por qué ese gato la atacó sí de la nada?

Miré a mi alrededor, un olor me incomodaba, fue entonces en el que me volvía a percatar del vomito.

-Que asco... Llamaré a alguien del consejo estudiantil para que alerte sobre esto, esto es asqueroso.

Estaba a punto de alejarme pero una chica del consejo estudiantil apareció, tal y como lo dijo ella.

-¿Qué sucedió aquí? -pregunto algo desconcertada y confundida.

-Creo que a alguien no le hizo bien su comida, yo tambien me pregunto que pasó aquí.

-¿Viste a alguien cerca?

-Vi a una chica rubia salir corriendo con las manos en la boca, creo que su nombre es Osoro.

-No puede ser... -susurró- Gracias por la información.

Esta vez me alejé del lugar y me encaminé hacia el edificio principal, las clases comenzarían en un rato pero no tengo más que hacer.

-¡Yan-chan! 

Miré hacia atrás encontrándome con el rostro de Akira.

-Akira, ¿Qué ocurre?

-Quiero... ¿Podemos hablar?

-Si, creo que si. ¿De qué quieres conversar?

-¿A ti... Te gusta Taro?

-... ¿Por qué lo preguntas?

-Es que... Bueno, no te alteres pero yo vi lo que le hiciste a esa chica.

-No comprendo a que te refieres -mierda, solo hazte la desentendida.

-Aishi -su rostro reflejó seriedad- No vengas a fingir, vi como derramabas algo sobre la comida de esa delincuente.

-...

-No te preocupes, no se lo diré a nadie si contestas mi pregunta, ¿te gusta Taro Yamada?

-... Si...

Su sonrisa regresó a su rostro y solo me miró.

-Lo sabía... No se lo diré a nadie, con una condición.

-Habla.

-Quiero saber porqué lo hiciste.

-No es obvio.

-No termino de comprender la razón.

-Tú misma lo dijiste, me gusta él.

-Eso no responde mi pregunta, el hecho de que una persona te guste no es escusa alguna para que le hagas daño a otra persona a menos de que seas...

-¿Una yandere? No estoy tan loca Fumiko, solo alejaba la competencia, no la maté ni le hice nada.

-¿Y ese rasguño en su rostro?

-Lo hizo el gato, yo no hice nada más que cargar en brazos al animal. Deja tus tontas teorías y déjame retirarme a mi clase. Además ¿qué clase de loca mataría a alguien por "amor"?

Vaya, estoy sonando tan hipócrita.

-Tienes razón -bajó la mirada- solo una persona sin cordura y completamente loca haría algo así -su voz sonaba algo triste.

Si no supiera que yo soy la asesina, juraría que ella fue la causante de todas las muertes. Ahora mismo ella se ve tan sospechosa.

-Olvídalo, solo me pareció algo extraño, aunque de cierta forma yo también hubiera optado por algo similar... Después de todo, todos hacemos estupideces o "locuras" por amor, ya no te molesto más, ve a tu clase.

Eso sonó tan... Ella en verdad luce triste, ¿habré dicho algo malo o solo cambio su humor de repente?


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Aquí, tarde como siempre.

Gracias por leer 💖













































































































































































-¿Estás con ellos?

-Si, vamos a comenzar la charla.

-Bien, ella está a punto de ir.

-Bien, dime donde está Taeko.

-¿Por qué?

-No le dije que estaría haciendo esto así que supongo que está buscándome y no quiero que vea lo que hará Ayano.

-Bien, me encargaré de mantenerla ocupada, aunque creo que ya está suficientemente ocupada.

-¿A qué te refieres?

-No es algo que debas saber, no ahora, solo concéntrate en lo que estas haciendo a menos que quieras que más personas salgan lastimadas.

-Está bien. Hablamos luego.

-Así es.

-Joven Masuyama, por favor deje su teléfono, comenzaremos con esto.

-Lo lamento, era algo importante pero ya terminé.

-Dé comienzo entonces.

-Si. Una vez más les agradezco por venir y regalarnos este tiempo, gracias por aceptar este pequeño tratamiento y lo más importante, gracias por darle una nueva oportunidad a todos nosotros.

-Gracias a ti por la oportunidad.






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