❣️105❣️


Budo no había podido dormir aquella noche, estaba angustiado y se sentía culpable por no asistir al velorio de Taeko debido al daño que tenía su cuerpo.

Debía asistir al funeral para ver una ultima vez a Taeko y para poder pedirle perdón por no protegerla como había prometido.

Se encontraba en su habitación frente a un espejo mientras intentaba anudar su corbata, no pudiendo hacerlo debido a la falta de concentración.

Salió de su habitación algo frustrado para buscar a su mamá.

La mujer, que estaba vestida con un kimono negro con algunos detalles de color blanco, lo miró con una sonrisa triste y le ayudó con la corbata, no esperaba que Budo asistiera a otro funeral de alguno de sus amigos en menos de un año.

Sabía que debía ser muy duro para su hijo quien siempre ha demostrado proteger y querer mucho a las personas cercanas a él.

Acarició con ternura la mejilla derecha del chico haciendo que este la viera.

-Hiciste todo para protegerla, no te culpes más.

-No puedo dejar de culparme... Pude evitarlo y... y fui débil.

-No digas eso, mi amor, no fue tu culpa.

-Pero siento que lo fue...

Budo escondió su rostro en el espacio entre el cuello y hombro de su madre, la abrazó con fuerza e hizo lo posible por guardar sus lágrimas de impotencia y dolor.

Recibió caricias y palmadas suaves en su espalda en forma de consuelo.

Se alejó y miró a su mamá a los ojos agradeciéndole con una reverencia.

No sabía que sería de él sin el cariño y apoyo incondicional que siempre le brindaba su querida progenitora.

El sonido de un teléfono resonó en la silenciosa habitación, Budo tomó su celular y sonrió levemente al ver quien era quien lo llamaba.

-Yan-chan... Buen día.

-Buenos días... Disculpa preguntar, pero... ¿En verdad soy bienvenida en el funeral de Taeko?

-Sí, su familia quiere agradecerte por haber intentado salvarla.

-Bien... gracias. Supongo que te veré allí.

-Sí, nos vemos más tarde Yan-chan. Cuídate, por favor...

-Tú también. Hasta luego.

Budo iba a dejar de lado su teléfono, pero se dio cuenta de que tenía un mensaje de alguien a quien había extrañado por mucho tiempo.

Caminó hacia la puerta principal y luego de soltar un suspiro la abrió encontrándose con aquella rubia que le haría compañía los siguientes días.

La chica hizo una reverencia y sonrió levemente al encontrarse con la mirada de Budo.

-Buenos días Budo senpai.

-Buen día Kiyoko, deja las formalidades por favor.

-Está bien, es un gusto volver a verte. Sé que no son las mejores circunstancias y que a penas sí hablamos en la fiesta, pero...

-Está bien. Pasa por favor, llamaré a mi mamá para irnos.

La rubia solo asintió e ingresó al hogar del pelinegro.

Budo se retiró de la habitación dejando a la chica admirando cada detalle del lugar en el que se encontraba. 

Kiyoko notó en una de las fotografías enmarcadas en la pared a quien parecía ser un Budo de aproximadamente 13 años, a su lado una chica de cabello plateado y un hombre que reconoció fácilmente, era Ichirou Saikou. 

Suspiró al recordar su misión, de alguna forma lograba comprender porque el hombre le había pedido aquello. Comenzaba a creer en la posibilidad de una futura "relación" entre ambos, en aquella foto ambos niños se veían felices y muy unidos. Además, el baile que presenció en la gala hace algunos días solo le daba más razones para creer que verdaderamente existiera un interés romántico entre Megami Saikou y Budo Masuyama.

-¿Nos vamos? -volver a escuchar la voz del pelinegro la sacó de sus pensamientos y apartó su mirada de las fotografías.

-S-sí... Buenos días señora Masuyama -saludó con una reverencia al percatarse de la presencia de la madre de su amigo.

La mujer respondió amablemente y los tres subieron al auto que los llevaría al lugar en donde se realizaría el funeral de Taeko.

(...)

La ceremonia principal ya había terminado y ahora se encontraban a espera de la cremación del cuerpo.

Budo apretaba los labios con fuerza mientras intentaba contener su llanto. En las palmas de sus manos se veían marcas de sus uñas que habían surgido debido a la fuerza que tenía al apretar el puño a causa de la impotencia.

Ayano, desde la distancia, miraba atenta las acciones de Budo. Sabía cuanto significaba Taeko para él.

Ella se acercó al féretro y vio por última vez a Taeko, no sentía nada. Aquella chica no la había tratado de la mejor manera, pero tampoco quería culparla. Quiso sonreír al saber que no estaría en su camino, pero tampoco pudo hacerlo, algo dentro de ella se lo impedía. Soltó un suspiro y dejó un pequeño ramo de calas blancas* con el fin de quedar bien con la familia Yamada.

Taro fue el siguiente en acercarse junto a su hermana menor que no había podido contener sus lágrimas. Ambos dejaron ramos de claveles de color blanco y rosa*. El chico abrazó con fuerza a su hermana mientras intentaba consolarla.

Hanako, el hermano menor de Taeko, se le acercó a Budo. Sabía lo que estaba sucediendo así que comenzó a hablar.

-Ella no descansará si alguien importante en su vida no se despide.

Budo se quedó en silencio.

-Sé que ambos no tuvimos la mejor relación pero... Intentaste salvarla y no podré agradecerte lo suficiente por eso.

-Debí haberla salvado.

-...

-Y yo... Yo no pude... -finalmente, después de haber resistido tanto tiempo, Budo comenzó a dejar que lagrimas comenzaran a caer.

-Entonces ve y discúlpate con ella.

Hanako habló sin pensar y luego se retiró intentando ocultar que sus lagrimas también habían hecho presencia una vez más.

Budo suspiró intentando calmar su llanto. Apretó con fuerza el ramo de rosas blancas* que tenía en su mano derecha y comenzó a caminar hacia el féretro.

Y ahí la vio. 

Taeko estaba vestida de un kimono blanco que tenía como detalles bordados de pétalos de cerezo decorando la prenda, su cabello negro se encontraba peinado como de costumbre y su piel se veía más pálida al ya no tener vida.

Budo cerró sus ojos e intentó calmar su respiración.

-Perdóname, por favor perdóname... -comenzó a susurrar.

Con lágrimas en los ojos dejó con suavidad el ramo de flores y contempló una vez más a Taeko. Sintió un fuerte dolor en su pecho y un nudo en su garganta. Kiyoko se acercó para ayudarlo y ambos se alejaron lentamente.

La familia Yamada anunció que la cremación se realizaría y que solo ellos deseaban quedarse para poder llevar el féretro a la cámara de cremación.

Algunos de los invitados comenzaron a retirarse para regresar dentro de una hora y media.

Budo estaba por retirarse, pero fue detenido por la familia Yamada, más exactamente por Hanako.

-Debo darte algo y sé que tú también quieres darle algo más a mi hermana.

El mayor asintió con algo de temor y suspiro dejando ver una pequeña sonrisa en su rostro. Se acercó a su madre y ella le entregó lo que estaba guardando.

Budo tomó del tallo aquella flor y comenzó a acercarse lentamente al féretro. Sabía que sobre él estaban las distintas miradas de la familia Yamada, pero tenía que hacerlo ahora o nunca.

Acomodó aquella rosa roja* entre el ramo de rosas que había dejado antes. Suspiró una vez más y sonrió mientras pequeñas lágrimas se deslizaban por sus mejillas.

Hanako apretó levemente su hombro y sin mirarlo le entregó un sobre que lucía algo maltratado.

Budo lo sujetó con sorpresa y lo examinó detenidamente, su corazón comenzó a acelerarse mientras una punzada se apoderaba de su pecho y un nudo comenzaba a formarse en su garganta. Para ese punto el menor ya se había alejado.

Sus manos temblaban al estar sujetando lo que él reconoció como una carta de amor. Tuvo miedo de ver dentro del féretro, pero tenía que hacerlo.

Apegó aquel sobre a su pecho y miró el rostro de Taeko.

Su madre se acercó y lo abrazó con delicadeza. No comprendía del todo que era lo que estaba pasando, pero sabía que su hijo la necesitaba en ese momento.

(...)

Ayano se había quedado pensando, aun estaba a la espera de que la cremación del cuerpo de Taeko terminara para poder continuar con la siguiente parte de la ceremonia, pero algo la inquietaba.

Ella había sido una de las últimas personas en retirarse y había notado que Budo se había quedado junto a la familia Yamada.

No comprendía que pasaba y deseaba saber.

Taro, quien se encontraba cerca, notó que Ayano se había quedado quieta. Ella parecía estar esperando a que Budo saliera.

-Él va tardar -dijo y notó como la menor se tensó en su lugar.

-¿Qué...?

-Tiene algo pendiente. No te preocupes, de seguro vendrá pronto.

Ayano se limitó a asentir. Aunque estaba cerca a Taro y su corazón había acelerado su ritmo no se sentía como antes, supuso que era debido a la situación en la que estaban en ese momento.

De pronto apareció una joven pelinegra que sujetó con fuerza el brazo de Taro.

-La extraño mucho -dijo Hanako mientras intentaba contener su llanto.

-Yo también lo hago... -susurró Taro y abrazó a su hermana menor.

La más joven miró a Ayano e intentó sonreír, le estaba agradecida por intentar salvar a una de sus mejores amigas.

Se apartó lentamente del abrazo de Taro y envolvió a Ayano entre sus brazos.

-Gracias por intentar salvarla.

Ayano se había sorprendido por el repentino gesto de Hanako, no esperaba ser abrazada por alguien que, en ese momento, era una completa desconocida. Sabía que Taro tenía una hermana menor que era muy apegada a él, pero no esperaba que ella la abrazara de forma tan inesperada.

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Significado de las flores en un funeral.

Cala: Reconocimiento y simpatía hacia el fallecido, representan la belleza y la fortuna.

Claveles blancos: Condolencias a la familia del difunto. Representa paz, pureza, respeto y vínculos muy estrechos con quien se ha ido.

Claveles rosas: Representa aprecio, agradecimiento, cariño, afecto y amistad a la persona fallecida.

Rosas blancas: Representa la pureza y esperanza. Simboliza el nuevo comienzo y brindan condolencias a la familia del difunto.

Rosa roja: Respeto y amor sincero. Se entrega cuando la relación con el fallecido fue romántica o de gran afecto.

Hol... -le tiran una piedra.

Sí, ya sé, demoré demasiado.

No esperaba que la inspiración también se fuera de vacaciones, tampoco que mi laptop se malograra y que mi familia viniera de visita tan repentinamente.

Aun así sé que no es excusa 😅

Literalmente estuve así: 

Pospuse demasiado tiempo este capítulo :/

Y aun así quiero hacer más historias a pesar de tener muchas pendientes :v  (luego daré un anuncio sobre eso).

A veces ni yo me entiendo, tampoco es como que este del todo bien mentalmente, pero meh (por ahora :3).

Volveré a poner el horario de actualización porque si no, no actualizo xD

Sé que dije esto muchas veces pero esta vez debo cumplir, tengo mis motivaciones :'D

Gracias por leer y por tenerme tanta paciencia, es algo que aprecio mucho :3

Nos leemos en un próximo capítulo.

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