VIEJOS AMORES
Zi Lan no podía dejar de sonreír mientras intentaba que sus lágrimas no afloraran. La había visto. Después de tantos años al fin Yan Zhi había regresado... ¡y de qué forma! Ahora ella era la suprema monarca de la tribu demoniaca.
Su efusividad se cortó de momento; ¿El que ella fuese ahora una reina no la volvía aún más inalcanzable para él?
- Al contrario, eso te beneficia a ti. Serás su príncipe consorte. ¿te imaginas lo que podrías hacer con el poder que eso te conferiría? – la voz femenina era seductoramente profunda, incitante hasta rayar en la locura.
- Sabes bien que no hice esto por el poder. La quiero a ella. realmente quiero poder estar a su lado. – le respondió vehemente. Se giró para mirarla. La belleza de aquella mujer ya no le sorprendió, se había habituado a ella de tal forma que le era indiferente, aunque no pudo negar que cuando la vio desnuda en aquel lago por primera vez, tuvo el impulso de dejar ahí su vida con tal de seguir mirándola.
- Lo sé; tu alma es tan pura que no concibe ese tipo de deseos mundanos. Ustedes los inmortales de Kun Lun realmente son especiales... - le sonrió coquetamente. Llevaba puesto un hanfu de seda rosa semi transparente que incitaba a la imaginación y revelaba más de lo habitualmente permitido. La cabellera negra ondulada y los ojos amarillos como una serpiente realzaban la blancura de su rostro. – ya he cumplido tu deseo, ahora solo resta que lo vivas al máximo, que lo disfrutes, solo recuerda... ve poco a poco... no hagas nada rápido que provoque que este hermoso sueño se rompa...
- Lo sé. Me lo has dicho desde que nos conocimos. – la mujer sonrió. – estaré eternamente agradecido contigo... Mengxiang. – y realizo una inclinación para reverenciarla. Ella le acaricio la cabeza con fraternidad y un brillo de triunfo asomo en sus ojos.
Cuando Zi Lan levanto la mirada, ella se había marchado.
***
Mo Yuan regreso a montaña Kun Lun luego de la ceremonia de coronación de Yan Zhi.
Lo que había iniciado como una buena idea, se tornó en una espina metida en su corazón.
Bai Qian se veía sumamente feliz a lado de Ye Hua. Por quinientos años pudo dominar sus sentimientos e incluso creer que se resignó ante la situación, pero ese día algo pareció aquejarlo con mayor fuerza.
Casi ardió en ira cuando Ye Hua miro con deseo las pupilas de ella; y casi tuvo que salir corriendo de la estancia cuando los vio darse un beso.
No era la primera vez que aguantaba esos arrumacos, pero... ¿no era ya suficiente? Su paciencia quizá había llegado a limite.
Apenas entrar su habitación sintió calor. Se deshizo de la túnica azul rey con grabados de dragón y la dejo caer descuidadamente al suelo. Se quitó la horquilla de la cabeza y su cabellera se liberó a lo largo de su espalda. Se miró al espejo. Si no fuese por esa barba nadie podría reconocer la diferencia entre él y Ye Hua, ni siquiera la propia Bai Qian podría hacerlo, estaba seguro de eso.
De repente, reflejado en el espejo, ella apareció...
Mo Yuan quedo sorprendido ante la visión. Una Bai Qian de mirada dulce, pero mordiéndose el labio inferior lo observaba. El cabello estaba suelto y la ropa ligera que portaba insinuaba a la intimidad. Mo Yuan se dio la vuelta creyendo que se trataba de una visión, pero no, ella estaba ahí. Se acercó a él lentamente, sus brazos se deslizaron por su cintura y le recorrieron la espalda, él no atinaba a hacer un solo movimiento, solo podía observar el rostro de ella.
- Maestro... - susurro. Y Mo Yuan perdió el control.
La sujeto con fuerza entre sus brazos impidiéndole escapar y la beso apasionadamente.
La lengua de ella respondió audaz la provocación y en cuestión de segundos él estaba sin aliento.
Todo paso extremadamente rápido para la lucidez del dios de la guerra. Solo podía estar consciente de algunas escenas que involucraban la desnudez de ella, el vaivén de los pechos en cada embestida, el cabello con un aroma a bosque, la piel tersa... los ojos brillantes a la luz de las velas.
Cuando Mo Yuan despertó a la mañana siguiente estaba completamente solo en su cama. Se preguntó si aquello había sido un sueño, mas, sin embargo, su desnudez le indico que no podía haber sido; lo comprobó cuando encontró una nota en la mesilla auxiliar que decía:
"Lo había deseado desde siempre... ¿Cómo no me di cuenta antes?... ¿es tarde para un nosotros?... por favor... acepte verme de nuevo... suya... Qianqian"
***
Por otro lado, en la guarida de zorro de Qing Qiu, Dong Hua dejaba en su cuna al pequeño Gungun.
Fengjiu dormía apaciblemente, por una extraña razón el vino que había ingerido durante la ceremonia de Yan Zhi habia mermado sus fuerzas y se habían visto obligados a retirarse temprano.
La paternidad era un sentimiento aun nuevo para él, pero lo disfrutaba enormemente. Siempre que podía, cargaba en brazos a ese pequeño ser que prometía ser digno heredero de su semblante.
No queriendo despertar ni a su esposa ni a su hijo, salió sigilosamente al exterior. El aire nocturno le alboroto la túnica, era tan frio que calo hasta sus huesos. Frunció el ceño. El aire de Qing Qiu pocas veces era así de frio.
- ¡Su alteza! ¡Su alteza! – escucho la voz de Mi Gu.
- ¿Qué ocurre? – respondió poniéndose en guardia ante cualquier peligro.
- ¡Mire lo que he encontrado! – la figura de Mi Gu apareció de inmediato, cargando en su espalda un bulto que apenas distinguió entre la oscuridad. – la encontré a las afueras del bosque, parece estar muy herida. Me dio pena abandonarla...
- Entra rápido y colócala en la habitación de visitas, pero no hagas ruido, Fengjiu y Gungun duermen.
Ya dentro de la habitación, Mi Gu fue encendiendo las velas una a una, mientras que Dong Hua se sentaba al borde de la cama para inspeccionar el cuerpo que yacía ahí inconsciente.
Aparto el cabello castaño y revuelto que caía por todos lados, dejando al descubierto unos labios rosos pálido entreabiertos, unas cejas pobladas y una hilera de pestañas oscuras que remataban los paspados cerrados de aquel rostro.
Algo en aquellas facciones lo intrigo; parecían ligeramente familiar.
- Creo que la herida está en la espalda. – lo interrumpió Mi Gu de sus pensaminetos, mientras que intentaba incorporar a la chica para que Dong Hua pudiera ver. Efectivamente, la espalda de la joven tenía dos grandes arañazos que sangraban.
- Descúbrele la espalda y ponla boca abajo, aplicaremos un ungüento de los que Zhe Yan ha dejado aquí.
Dong Hua selecciono cuidadosamente un par de frascos; cuando regreso, Mi Gu ya había desinfectado pro completo las heridas.
- Sus heridas no son tan profundas. – dijo Dong Hua aplicándole la medicina.
- ¿Y toda esa sangre? ¡Su túnica completa estaba manchada! – Dong Hua observo la bola de ropa que estaba sobre el suelo; si, todo estaba impregnado de sangre.
- Probablemente no sea toda de ella. Estas heridas parecen de alguna fiera, quizá ella la haya matado y se ensucio.
- Parece demasiado delicada para pelear. ¿No le parece?
- Fengjiu es también muy delicada... y créeme que es una gran guerrera cuando se lo propone. – respondió haciendo alarde de las virtudes de su mujer. – por cierto, por favor ve a echarles un vistazo. Cuida de ellos, yo iré en un momento.
Mi Gu obedeció.
Dong Hua cubrió con delicadeza cada herida en la espalda de la joven. Mi Gu había sido cuidadoso al desvestirla y ponerla boca abajo, cubriendo de la cintura para abajo su cuerpo con la sábana blanca de algodón, sin embargo, Dong Hua no pudo evitar que sus ojos no pasearan por el contorno de aquellas formas que se asomaban de entre las sabanas, o de la delicadeza de los brazos desnudos...
Carraspeo para obligarse a tomar cordura. Cerro el frasco con el ungüento y se inclinó un poco para cerciorarse que su respiración fuera estable. Lo era. Probablemente al día siguiente podría recuperar el conocimiento.
Ya iba a incorporarse para salir cuando llamo su atención un pequeño dije de madera que pendía del cuello de ella. Dong Hua lo tomo entre su mano y lo observo e incluso leyó lo que decía...
Abrió los ojos sorprendido. No podía ser posible... ¿O sí?
El dije de madera tenía la forma de un pequeño cilindro de bambú en el cual podía leerse el nombre de: Jiheng
Ella era la primera mujer que lo había amado.
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HOLA AMADAS LECTORAS. ¿ME EXTRAÑARON?
¿QUE OPINAN DE ESTA NUEVA HISTORIA?
NO OLVIDEN DEJAR SUS ESTRELLITAS Y SUS COMENTARIOS DE ALIENTO, YA SABEN QUE ME ENCANTA LEERLOS.
RECOMIENDEN LA HISTORIA PARA QUE TENGAMOS MUCHOS FANS DE TODOS ESTOS PERSONAJES.
LES PROMETO QUE SI MI HISTORIA ANTERIOR "LA FUERZA DEL DESTINO" ESTUVO DE PREINFARTO... ESTA ES EL INFARTO COMPLETO. (JAJAJAJA)
NOS LEEMOS PRONTO.
[] WRITERROSSES
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