Ying'er estaba muerta y eso obligaba a Yan Zhi a asumir el trono que había despreciado por siglos.

Había huido de su tribu al entender que la paz y bondad eran incapaces de florecer en aquel lugar, había deseado jamás volver ahí a menos que ubiese una esperanza de cambiar las cosas, pero el hecho que su sobrina muriera la dejaba sin opciones.

La tribu fantasma necesitaba un gobernante.
Por milenios enteros la tradición consistía en que el primogénito varón asumía el trono, pero Li Jing sólo había podido tener un hijo y había resultado ser mujer, por lo que a la edad de cinco mil años Ying'er asumió el trono, siendo la primera señora fantasma.
Para ello, tuvieron  que abandonar el reino mortal donde se habían refugiado por tanto tiempo y regresar a donde pertenecían.

La salud de la niña siempre había sido estable... ¿Quién diría que al poco tiempo de su llegada al Reino Fantasma moriría?
Yan Zhi estaba debastada.
Había puesto un empeño desmesurado en la crianza de su sobrina.
Ahora ante su tumba, caía en cuenta que estaba completamente sola.
Sus hermanos estaban muertos, su padre y madre también... ¿A quién podría recurrir en caso de problemas?
Estaba sola...

- Mi señora, creo que es momento de regresar. - le dijo uno de sus guardias - Debe prepararse para la ceremonia de coronación.
- Si. Lo sé. - Yan Zhi sonaba triste.

Mientras galopaba de regreso al palacio no podía evitar desear que algo ocurriera que la hiciera evadir sus responsanilodades.
Nunca había deseado el trono, nunca había ambicionado el poder, y son embargo se lo ofrecían en bandeja de plata.

Las relaciones entre la Tribu Fantasma y el Reino Celestial marchaban mejor que nunca.
Aquello al menos era algo que la motivaba; no deseaba y no permitiría que alguna otra guerra devastara a su pueblo o al resto.

Apenas llegar al palacio, las doncellas la recibieron y le ayudaron a prepararse.

- ¿Está lista, señora? - le preguntó una.
- Si. Estoy lista. - respondió con firmeza, aunque en el fondo deseaba salir corriendo.

***

Ye Hua y Bai Qian llegaron tomados de la mano a la ceremonia de coronación, seguidos del pequeño Ah Li que apenas había crecido unos centímetros en todo aquel tiempo.
Lían Song los acompañaba como el niñero personal del joven príncipe  y como principal comunicador del Reino Celestial, ya que estaba decidido a transmitir cada detalle que ubiese notado.

Dong Hua Dijun y Fengjiu iban tras ellos. Él rodeando la cintura de ella con firmeza y cierto aire posesivo, mientras que los brazos de la joven reina estaban ocupados cargando al pequeño Bai Gungun. Ella sonreía coqueta y Dong Hua parecia incómodo por la situación, ya que debía guardar el protocolo de la ceremonia y debía contener el impulso severo de hacerle el amor a su esposa.

Mo Yuan era el siguiente desfilando por la alfombra de pétalos de flores hacia el lugar ceremonial en compañía de Zhe Yan.
Tras ellos desfilaban el resto de los monarcas de otros reinos...

Aquella era una ceremonia sin presedentes. Ying'er había enfermado inmediatamente llegar y por eso no sé había podido llevar acabo la ceremonia de coronación.
Por primera vez el trono lo ocuparía una mujer.

***

Yan Zhi suspiro hondo.

El lugar estaba lleno, no cabía ni una aguja.
No pensó que su coronación resultará algo tan importante y de sumo protocolo.
Todas las deidades importantes estaban ahí presentes.
Se trono los dedos nerviosa...

¿Aún podría escapar?
Era demasiado tarde. No podría.

Comenzó a andar por la alfombra de pétalos de flor casi sin consciencia. El sonido de los tambores y las flautas parecía  lejanas, pero recupero su completa cordura  cuando estuvo frente a los escalones del altar ceremonial.
Subió lentamente y se esforzó por elevar la barbilla para lucir segura de sí.
El vestido negro de encajes resaltaba su cintura, mientras que la capa en negra con forro escarlata le brindarán ese aire ceremonial y elegante que requería su título.

El chamán de la tribu, al ser el más viejo de todos había sido elegido para conferir el título, así que exclamó su discurso, rocio esencia de jade y flores a la nueva monarca y posteriormente la coronó con una tiara de oro y gemas que la reconocía como legítima monarca por línea sanguínea.

Los aplausos no sé hicieron  esperar, aquella coronación parecía reforzar la alianza con el resto de los reinos y tribus.
Yan Zhi intento sonreir, pero solo pudo lograrlo a medias.
Ella no sería como su padre y su hermano mayor, ella no ambicionaria... ella no sería cruel.

En medio del regocijo, tras la multitud en pie que la obacionaba, distinguió una figura blanca Que, al ser sorprendida por la mirada de la ahora reina, se ocultó tras un árbol y desapareció.

El corazón de Yan Zhi se aceleró.

"¿Es él?... ¿Será él que ha venido a verme?... si es... ¿entonces no me ha olvidando?" - pensó para sí.

Y por primera vez en todo aquel tiempo, sonrió ampliamente jasta mostrar los dientes blancos y perfectos.
Todos imaginaron que aquella sonrisa era debido a la felicidad que sentía al convertirse en la nueva monarca, nadie se figuraba que era debído a la esperanza que la joven albergaba en su corazón por un amor mal logrado...

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HOLA MIS AMADAS LECTORAS.
RECIBÍ MUCHOS MENSAJES SOLICITANDO ESCRIBIR ALGO MÁS SOBRE ESTE DRAMA, ASÍ QUE HE AQUÍ LA NUEVA HISTORIA QUE LES TRAIGO.

ESPERO LES AGRADE.
DEJEN SUS COMENTARIOS, SUS ☆ Y NO OLVIDEN CORRER LA VOZ DE QUE ESTOY DE REGRESO.

NOS LEEMOS PRONTO.
■ WriterRosses