•Capítulo 5• Editado


Sasuke

Estaba frente a su puerta, hacia minutos que esta hay parado sin hacer nada, me decidí y presione el timbre, espere unos segundos y una pelirosa, en medias y una sudadera que le quedaba enorme abrió la puerta, al verme quedo inmóvil.

-Debo decir que ese atuendo es inapropiado para recibir a la gente.-solté.

-No esperaba visitas.-su cara se había tornado roja como un tomate.-Pasa, enseguida vuelvo.

Subió las escaleras y después de unos minutos bajo vistiendo unos pantalones de gimnasia y una remera blanca.

-¿Qué te trajo a aquí?-me toma de mi sudadera y me arrastra a la cocina.-Me agarraste justo cocinando.

Tome asiento en una de las banquetas de la isla y ella el rodeo para seguir haciendo lo que hacía.-La verdad no lo sé.

-A perfecto, ¿Ya cenaste?-me pregunta dándome la espalda.

En mi cabeza la respuesta se había formulado con un *si ya lo hice* y literalmente era verdad, pero mi boca dijo lo opuesto.-La verdad es que no.

-Bien, pues cocine de más así que estas de suerte.-giro y me sonrió.- ¿Puedo hacerte un pregunta?

-Si claro.

-¿No nos conocemos de antes? Es que me eres extrañamente familiar.

-No lo creo.-estaba ahí y su fragancia me era insoportablemente exquisita.-Me disculpas, olvide que tengo que hacer una llamada.-salí del departamento antes de que ella se diera cuenta.

Tome el ascensor y baje, salí al recibidor y luego del edificio.

Sakura

Estaba terminando de cocinar cuando Sasuke me dijo que tenía que hacer una llamada, la verdad no se en que momento salió del piso.

Cene sola, lo espere durante una hora pero nada, me fui a mi habitación y me comencé a preparar para dormir, hice mi tarea y no se en que momento abre quedado dormida.

No entendía muy bien lo que estaba pasando, pero reconocí al que usaba armadura era Sasuke.

Entre jadeos me desperté pronunciando su nombre.-SASUSKE.-me tape la boca con ambas manos.

Me talle los ojos y por un momento me parece que alguien me observaba. Me levante y baje a la cocina por un vaso de agua, en el reloj de la sala marcaba cuarto para las tres, me percate que la puerta corrediza del balcón estaba entre abierta, me acerque y la cerré.

Volví a mi cuarto y tome mi celular, extrañamente tenía un mensaje de un número que no reconocía.

Nos veremos pronto...

Borre el mensaje y me volví a tirar en la cama para lograr dormir, la verdad aunque el mensaje daba algo de miedo, no le di la mínima importancia, alguien se podía haber equivocado y me lo mando por error.

Sasuke

Era tarde en la noche y estaba revisando mis pergaminos y otros libros para entender un poco de todo, cuando me pudo la curiosidad y por poco me agarran.

*Si el perro de Claus anda en los alrededores, eso quiere decir que supo de mi llegada*

Necesito tranquilizarme y entender más de esto y necesito hacerlo lo más rápido.

Nada como un paseo nocturno para ordenar mis ideas, tome mi chaqueta y Salí del depto.

Olor a sangre eso es lo que trae el viento, todos mis sentidos se pusieron alerta, lo sentía, sabia que él estaba cerca.

Más de lo que me esperaba.- ¿Qué pasa Sasukito?

-A mi nada, ¿Ya te cansaste de correr de un lado a otro?

-Pues, te voy a contar un secretillo.-de pronto lo tengo a mis espaldas como aquella vez.-Encontré un juguete que había perdido hace mucho tiempo.-me susurro.

Lleve mis manos hacia su cabeza en un intento de agarrarle.-Pero que pasa Sasuke, de verdad entrenaste tanto en esa mierda para hacer esto.

-Lamentablemente en este caso jugar con espadas no haría la diferencia.-doy un giro para quedar frente a él.

Claus levanta la pierna para dar una patada la cual esquivo.-Te falta odio Sasuke.-recibo un golpe con su palma que atraviesa mi pecho y caigo de rodillas.

Claus se coloca a mi altura.-Sabes disfrutare esto y cuando me canse del gato y el ratón.-pegándose a mi oído.-Te matare.-saca su mano de mi pecho y caigo al suelo.

Lo último que recuerdo es a Claus yéndose. Tiempo después me despierto con mi herida ya sana.

*Hijo de p*t* tenia verbena*

Ya comenzaba a amanecer y tenía que volver a mi departamento.

Cuando llegue me metí en la ducha, al salir me prepare para mi segundo día de instituto, estaba saliendo de mi depto. Para tomar el ascensor y Sakura se encontraba en él.

-¡Buenos días!-digo.

-¡Buenos días! Sasuke.-se inclina.- ¿Podría llevarme hoy? Es que Bee no ha llegado y yo no tengo vehículo para ir, ¡¡Por favor!!

-Está bien, vamos que si no llegaremos tarde.

Cuando llegamos Naruto me está esperando en el estacionamiento, aparco el auto y Sakura se baja.

-Gracias, Sasuke-kun.-se acomoda el uniforme y se va.

-No estoy rompiendo las reglas, ella sigue viva.-digo.

-Pero un hombre anoche no.-dice serio.

-Espero pensar que no me estés acusando mí.

-Estaba muy cerca de donde vives Sasuke, ¿Sabes lo que eso significa?-su mirada no era misma que la de ayer, esta era amenazante.-Creí haberte explicado muy bien lo que pasaría si cazabas en nuestro territorio.

-Yo no lo hice perro, apuesto que el cuerpo esta cercenado.-no me dejaría intimidad por él. Pero la diferencia es que soy yo el que está en su territorio y no al revés.

-¿Cómo lo sabes?-pregunto el rubio.

-Esa es la firma de Claus, después de un tiempo se canso con solo dejarlos sin vida que ahora tiene que cercenarlos, es como el destripador, anoche tuve una pequeña visita de él.

-No tengo manera de comprobar si lo que decís es verdad, así que te estaré vigilando chupasangre.-se dio medí vuelta y se encamino hacia el interior del instituto.

Sakura

Mi teléfono empezó a sonar, faltaban 5 minutos para que las clases comenzaran, cuando revise el remitente, vi que era mi padre.

Llamada

-¡Hola pa! ¿Cómo estás?

-De salud me encuentro bien, pero en estos momentos tengo una mala noticia.

-No me asustes, ¿Qué paso?-preocupada.

-Bee.-su voz se entre corta.-Bee falleció anoche hija.

-¿Qué? ¡No puede ser!

-Si esta mañana, me llamo la policía, parece ser que lo atracaron de camino a casa.

-No papa.-llanto.-No puede ser verdad.

-Estoy haciendo todos los arreglos necesarios para su funeral, llegare mañana a Japón.

-Está bien pa.-secándose las lágrimas.-Debo comenzar las clases.

-¡Nos vemos!

Fin de la llamada.

Me dirijo hacia los baños, cuando llego me miro al espejo y lavó mi cara, cuando levantó mi cara, una chica pelirroja estaba a mis espaldas.

-Sabes, te pareces mucho a ella, hasta diría que son la misma persona.-dice.

-Discúlpame, no sé de qué me hablas y además no te conozco.-seque mi cara y tome mi morral.

-Pero yo sí y veras.-se acerca y la toma del cuello.-Y la verdad no me agradas.

Intentando soltarse de su agarre, mientras ella le pasa la lengua por un costado de su cara y la suelta.- ¡Nos veremos!

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