Capitulo 3

Fuutarou sentía una presión abrumadora que le oprimía el pecho, como si un peso invisible lo aplastara. Desde aquel momento, la culpa se convertía en un compañero constante, un eco implacable que resonaba en su mente y lo mantenía atrapado en un ciclo de autorreflexión tortuosa. Lo que había ocurrido entre él e Itsuki no era algo que pudiera olvidar fácilmente. No importaba cuántas veces intentara desviar sus pensamientos o distraerse con la rutina diaria; la imagen de aquel momento seguía grabada en su memoria.

Sus cuerpos desnudos, el como él de divertía con el cuerpo de su hermanastra, el como disfrutaba escucharla gemir del placer mientras gritaba gritaba su nombre una y otra vez.

Aquella noche había comenzado como cualquier otra. Una cena familiar, risas, y copas de vino que fluían como si fueran agua. Sin embargo, Itsuki no controlaba bien el alcohol que entraba en su cuerpo, la atmósfera se volvió más ligera, más cargada de tensión.

Las miradas de ambos se encontraban con una intensidad desconocida, y las palabras, antes familiares, adquirieron un tono más profundo, más significativo. Cuando todos estaban despistados, Fuutarou e Itsuki se encontraron solos, y fue en ese momento que el deseo, oculto bajo capas de normas y expectativas, emergió con fuerza.

El instante fue electrizante, un cruce de miradas que prometía más de lo que la razón podía justificar. Lo que había comenzado como una atracción inocente se convirtió en un torrente incontrolable de emociones. Sin embargo, en lo profundo de su ser, Fuutarou sabía que había cruzado una línea. En lugar de proteger a Itsuki, de mantenerla a salvo de sí misma, se dejó llevar por sus instintos. Ella estaba en un estado vulnerable, desinhibida por el alcohol, y él se había aprovechado de esa fragilidad. Esa realidad lo carcomía por dentro, como un veneno que se filtraba lentamente en cada rincón de su conciencia.

La culpa era un monstruo que lo acechaba a cada paso. Cuando se encontraba en la misma habitación que Itsuki, el aire se volvía denso y cargado. Se esforzaba por actuar con normalidad, pero sus miradas se esquivaban, como si un abismo se interpusiera entre ellos. Recordaba el brillo en sus ojos y la risa que había compartido, pero todo eso había quedado ensombrecido ¿Cómo podía pretender que todo volviera a ser como antes? ¿Cómo podía enfrentarse a ella después de haber cruzado esa línea, de haber arruinado su relación?

Cada vez que sus caminos se cruzaban, un torrente de emociones invadía a Fuutarou: la tristeza por lo que había perdido, el miedo a perderla por completo, y la desesperación de no saber cómo redimirse. Se sentía como un intruso en su propia vida, un traidor en su propia familia. En sus momentos de soledad, la culpa se intensificaba. Se preguntaba si Itsuki podría perdonarlo, si alguna vez podría mirarlo sin recordar lo que había sucedido. Esa carga se volvía más pesada con cada día que pasaba, y la distancia que él mismo había creado entre ellos se sentía como un abismo insalvable.

Había noches en que se despertaba empapado en sudor, atormentado por sueños en los que revivía aquel momento, pero esta vez, en lugar de la pasión, lo invadía un sentimiento de desesperación. Las imágenes de Itsuki, vulnerable y confiada, lo perseguían. No podía evitar pensar en cómo se había sentido en esos instantes, en la mezcla de confianza y deseo que la había llevado a abrirse a él. Pero también sabía que había jugado con fuego. Se había dejado llevar por el momento, ignorando las consecuencias que podrían surgir de su decisión.

Cada vez que pensaba en ella, recordaba su risa y su bondad. Itsuki había sido siempre una luz en su vida, alguien a quien respetaba y admiraba. Pero ahora, su luz parecía haberse apagado, oscurecida por su propio egoísmo. Se preguntaba si ella lo veía de la misma manera, si había comenzado a sentir una repulsión hacia él, o si el dolor de su traición había creado una herida que nunca sanaría.

Por más que Itsuki le haya dicho que estaba feliz, Fuutarou no podía sentirse en paz con aquella respuesta. Ambos eran prácticamente hermanos y ese lazo había sido quebrado por lo sucedido esa noche.

La presión de la culpa se convirtió en un recordatorio constante de su error, un lastre que le impedía avanzar. En su mente, Fuutarou sabía que debía enfrentar lo que había hecho, que debía hablar con Itsuki y asumir las consecuencias de sus acciones. Sin embargo, el miedo a herirla  lo mantenía inmóvil ¿Qué podría decir? ¿Cómo podría explicarle que solo había sucumbido ante la tentación y no la veía de la misma manera?

Mientras los días pasaban, Fuutarou se dio cuenta de que la única forma de encontrar la paz era enfrentarse a la verdad. Debía ser honesto, no solo con ella, sino también consigo mismo. La culpa, aunque pesada, también podría ser el primer paso hacia la redención. Así que, aunque su corazón palpitaba con temor, decidió que debía hablar con Itsuki, que debía pedirle disculpas y, sobre todo, explicarle cómo se sentía. Solo entonces, quizás, podría empezar a sanar.

La había citado a su habitación en un momento en el que nadie estuviera en casa para escuchar esa conversación. Era el momento perfecto para que ambos pudieran hablar y aclarar todo esto a solas sin interrupciones de algún tercero.

Pasados los minutos ella entró a la habitación, ella vestía una falda larga y una camisa blanca. Se sentó al borde de la cama estando a tan solo unos centímetros de Fuutarou.

— Taro-kun ¿Qué te sucede? — Itsuki pregunto — Has estado raro estos días —

— Yo... Tenia que hablar contigo Itsuki, quiero hablar sobre lo que pasó entre nosotros — Fuutarou respondió — Perdoname... Nunca quise aprovecharme de ti en ese estado, se que ya lo hablamos pero..... —

— Taro-kun, entiendelo, yo te amo de verdad — Itsuki dijo con un tono de voz bajo — No me entregué solo por estar borracha, en ese estado estaba siendo más sincera conmigo misma —

— ¡Itsuki, tu debes entender que solo somos hermanastros! — Fuutarou exclamó — ¡No podemos seguir con eso! —

Itsuki se había vuelto más cariñosa y pegadiza a el, en ocasiones le besaba las mejillas y buscaba siempre tener momentos a solas con él, que por cierto Fuutarou siempre evitaba.

— En el momento que hicimos el amor no te molesto que fuéramos hermanastros. No tenemos la misma sangre —

— Pero Itsuki... Solo debes estar confundida, tienes que pensarlo bien —

— Solo tu me haces sentir de esta manera, solo contigo mi pecho va a mil... Te he amado todos estos años ¿Qué te cuesta entenderlo? ¿Qué te cuesta creer que fui la chica más feliz al entregarte algo tan preciado? Es más, el haberme sentido correspondida me hizo sentir que por fin ya no me veías como tú hermana...—

—  Ni si quiera lo recuerdas y yo...—

Ella suspiró, algo cansada de lo terco que estaba siendo Fuutarou.

En un momento Itsuki decidida,se acercó determinada a Fuutarou,  sus rostros estaban cada vez más cerca y podían sentir la respiración del otro.

Fuutarou estaba en shock y de alguna manera no buscaba detenerla. Cayendo lentamente en la tentación al ver como el rostro de la chica se acercaba lentamente al suyo.

— Si no sientes nada por mi, detén esto — Itsuki dijo suavemente, cada vez acortando la distancia de sus labios — Si rechazas esto, olvidaré todo y me rendiré —

Fuutarou por alguna razón fue incapaz de detenerla, y los labios de ambos se conectaron forzando un beso apasionado.

Fuutarou al principio estaba desorientado y asustado, pero poco a poco empezó a ceder y corresponder el beso, mientras acariciaba suavemente las mejillas de Itsuki.

Duraron dos minutos hasta que se separaron, pero sus labios aún estaban unidos por un pequeño hilo de saliva.

— Itsuki... —

— Debes ser más sincero contigo mismo — Itsuki sonrió satisfecha — Si no sientes nada por mi ¿Por qué no me apartaste? —

— Yo... No lo sé, tal vez sea obvio pero me cuesta aceptar que puedo verte con otros ojos —

Itsuki sonrió y se sentó encima de él, lo empujó sumamente hacia la cama.

— S-Sabes... Y-Yo.. . — Itsuki estaba sonrojada y empezó a jugar con sus dedos nerviosamente — T-Taro-kun.. A pesar de que no me arrepiento de lo que pasó... Me hubiera gustado recordar nuestra primera vez...—

Fuutarou pareció entender a lo que iba Itsuki, su entrepierna empezó a levantarse al sentir el tacto del culo de itsuki que estaba encima de él.

— Eres una pervertida —

— ¡Y-Yo.... yo no quería... KYAAAAA! — Itsuki gimió al sentir como la mano de Fuutarou entraba por debajo de su falda —  Aaaahh~T-Taro-kun ¿Q-Qué haces? ~ KYAAA —

Él no respondió, y metió uno de sus dedos en la vagina de Itsuki para empezar a estimularla. Mientras que con la otra atrajo el rostro de la pelirroja para besarla con total lujuria.

— Si tanto quieres vivir la experiencia de nuevo, entonces hagámoslo —

— Aaahh~S-Se siente m-muy r-rico~Hmmmm —

Fuutarou desabrochó la falda de Itsuki y la tiró en el suelo, luego con sus dos manos empezar a frotar el culo de la chica mientras la besaba con un deseo creciente.

La vagina de Itsuki empezó a mojarse rápidamente, dejando una mancha en sus bragas de color rojo.

— Veo que alguien ya se mojó...— Fuutarou sonrió con picardía para luego soltarle una fuerte nalgada — ¿Esto lo provoque yo? —

— ¡AAAHHHH~ DIOS! — Itsuki pegó un gemido fuerte luego de la fuerte nalgada — T-Taro-kun P-Por favor N-No te detengas —

Fuutarou arrinconó a Itsuki, ahora cambiando de posiciones estando el encima de ella, teniendo una vista completa de la hermosa chica, que tenía un rubor adornando sus mejillas y estaba sacando su lengua del placer que estaba sintiendo.

El rápidamente con fuerza y anhelo despedazó su camisa, dejando a vista sus pechos apenas cubiertos por su sostén rojo. Este rápidamente se lo quito y lo mando al suelo para empezar a besar y frotar sus pechos con desesperación.

— Me encantan tus tetas Itsuki, no podía dejar de pensar en volver a tocarlas — Fuutarou dijo de una manera muy perversa, para luego plantear un beso y pequeños mordiscos alrededor del cuello de Itsuki — Te haré sentir mucho mejor que la primera vez —

— Hmmm~ Aaah~ S-Si~ H-Hazme sentir muy bien —

Itsuki mientras recibía atención, bajo su mano y abrió la cremallera del pantalón de Fuutarou, bajo un poco su boxer y su pene salió. Así que lo empezó a frotar lentamente.

Fuutarou continuo jugando con el pecho de Itsuki mientras ella acariciaba su pene, ambos estaban entregados completamente a la lujuria pero ahí no iba a acabar.

— ¿Qué pasa Itsuki? — Fuutarou se preocupó un poco al ver como ella empezó a apartarse — ¿Quieres parar? —

— T-Taro-kun... Mi vagina se siente muy caliente — Ella le mostró su culo mientras bajaba sus bragas dejando al descubierto su vagina — P-Por favor... V-Ven y H-Hazme sentir bien —

— Te golpeare con mi polla para que sientas la verdadera... Esencia —

Fuutarou se acercó rápidamente y penetró la vagina de Itsuki, su pene entro fácilmente por lo mojada que estaba. Ella empezó a gemir de placer mientras era embestída una y otra vez.

— ¡Hmmm~Aaah~Hmmm! — Itsuki mordio la almohada para contener sus gemidos — ¡S-Se siente increíble~ Aaah~ Mi vagina se siente de maravilla! —

— Tu vagina me apreta mucho ahí abajo — Fuutarou dijo con una voz ronca, mientras se entregaba completamente al calor del momento — ¡¿Como se siente Itsuki?! —

— ¡M-Me encanta que tu~Aaah ~ Pene ~ Aaah ~ Penetre mi vagina! —

— ¡DILO MÁS FUERTE! —

— ¡ME ENCANTA TU PENE ~AAAAAHHH! —

Fuutarou eyaculo dentro de la vagina de Itsuki y cayó en la cama rendido.

A la vez Itsuki también tuvo un orgasmo y de su vagina salían los fluidos de ella y Fuutarou por montón, sin embargo, esto no era suficiente para ella.

— ¡¿I-Itsuki?! — Fuutarou se impresionó al ver como ella empezaba a chupar su pene — Aaah ~ Se siente muy bien —

— A-Aun no quiero acabar... Quiero que sigas usando mi vagina para satisfacerte — Itsuki se metió el pene de Fuutarou en su boca, comenzando a hacerle una felacion para motivarlo un poco más — HMMMM —

Y así por unos dos minutos Itsuki continuo jugando con el amiguito de Fuutarou, hasta asegurarse de que estuviera completamente duro de nuevo.

Ella se puso encima de él e introdujo nuevamente el pene de Fuutarou en su vagina, empezando a cabalgar encima una y otra vez.

Fuutarou empezó a jugar con sus pechos mientras la chica lo cabalgaba, tenía una vista increíble de su rostro ruborizado, sus tetas rebotando mientras eran manoseadas por él.

— ¡M-Más, más! — Itsuki había perdido completamente la razón, sacaba su lengua en señal de lujuria mientras era penetrada por el pene de Fuutarou — ¡Aaah~Mas duro! ¡Házme~ sentir loca! —

— ¡Aquí tienes! —

Fuutarou volvió a eyacular dentro de la vagina de Itsuki, ella pegó un fuerte gemido mientras caía rendida encima de Fuutarou.

— ¡Aaaahhh~Hmm! — Itsuki respiraba agitadamente — Jeje... Te corriste mucho... Mira como tú semen sale de mi vagina....—

Nota del creador del sexo (El autor osea yo)

Por fin volvió su fic degenerado. Y vemos que Fuutarou anda más inseguro que niña de 14 años.

Pero por azares del guión ambos se volvieron a encontrar en un momento muy íntimo, pero ya con sus pensamientos en orden.

¿Fuutarou lidiará con la responsabilidad de haberlo hecho con Itsuki y aceptará sus sentimientos?

¿Qué pasara con las demás?

¿Como reaccionaran el ser más humilde del planeta y Rena?

¿El autor es muy cabron por andar con estas cosas en septiembre?

Nunca lo sabremos.

¿Qué les pareció?

¿Les gustó?

¿Estuvo rico?

Ahí tienen su dosis pinches generados 🤬🗣️

Y ya se la saben si quieren actualización, aunque se que les tomara su tiempo llegar a la meta jajajajajajajajaja.

Sin más que decir les doy un abrazo psicológico y nos vemos en próximas actualizaciones.

Chaaaaaaao!

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