LOCURA DE AMOR


DAI*

Me despierto tranquilo sin dejar de pensar en esos labios delgados, esos ojos de cielo en esa mujer que me ha dejado enamorado tan repentinamente, preparo mi desayuno un omelette de huevo, queso y jamón.  

Si, los hombres también sabemos cocinar, más cuando hemos vivido solos.

Hoy voy a buscar a Melanie para terminar mi "relación" con ella, aun cuando nunca tuvimos nada serio, no entiendo porque las mujeres se toman todo tan enserio, el amor, la vida, deberían sufrir menos y divertirse más. 

Melanie es una mujer obsesiva, celosa, manipuladora, no sé cómo diablos me enrede con ella. Si lo recuerdo, solo por sexo fácil. 

Pero Ai me interesa de verdad, aun cuando como todas las mujeres fáciles se dejó besar, pero sentí una magia recorrer todo mi cuerpo cuando correspondió mis besos, algo que no sentí con ninguna otra, tal vez con otros no se bese tan fácilmente. 

Yo también fui algo atrevido, solo se me ocurrió, y ella pensara que lo hago con todas las que me gustan. 

Salgo a mi trabajo.

Llego al consorcio de mi padre, una gran agencia de modelos, donde me deleito la pupila con tanta mujer tan hermosa, pero la mayoría son fácil de tener, tan solo por ser el futuro heredero de la dinastía "Pro-Mujer" una de las mejores agencias de modelos internacionales, ubicada en la frontera. Si, esta no se encuentra en Nueva York, Los Ángeles o París.   

—Martha buenos días, comunícale a Melanie que necesito venga a mi oficina a la primera oportunidad que le sea posible, por favor.

—Con gusto, señor Dai.

Suena el teléfono de mi escritorio.

—Dime Martha.

—La señorita Melanie me pide le avise que en una hora viene a verlo.

—Gracias Martha, una petición más... 

—Dígame señor.

—Haz una reservación para el 15-3-2015 en el hotel ventanas al paraíso en los Cabos Baja California Sur.

— Sí señor, ¿Para cuantas personas?.

—Para dos.

—Le aviso señor cuando esté confirmada la reservación.

—Gracias Martha.

¿Porque me siento tan seguro que mi Ai venga conmigo a este viaje? No sé si ella tiene novio, pareja, pero algo dentro de mí me dice que es la mujer de mi vida, el amor verdadero. ¡Que ojos azules! Pero qué forma de mirarme. 

Me encanta como ama la naturaleza, me parece una mujer sencilla, perfecta para mí, solo para mí. Ahora mi duda es... ¿Acudirá a la cita al café? Espero y deseo que si.

Melanie interrumpe mis pensamientos. 

—Dime mi amor, ¿Necesitas ayuda en algo? O ¿Quieres darme una sorpresa? La veo entrar con su traje sastre gris ceñido a su escultural cuerpo, claro algo mejorado.

—No Melanie, necesito hablar de nosotros, ven, siéntate en el sofá. 

—Me asustas ¿No me darás un besito? 

—No, solo escúchame, quiero ser honesto como siempre lo he sido, conocí a una mujer que me impresionó bastante, no solo su belleza física, fue más su esencia espiritual, no quiero continuar con nuestra "relación" por así decirlo, tú sabes que no hay nada formal...

—¿Cómo te atreves a tratarme como una mujerzuela? ¿Dime cómo es posible que no tomaras en serio nuestra relación? Nunca me dijiste en el pasado nada igual, o cuando tenemos intimidad. ¡No lo acepto!

—No tienes que hacerlo, puesto que no hay nada entre tú y yo y le estoy poniendo "FIN" a nuestros encuentros, no quiero perjudicarte al tener que hablar con mi padre y te despidan, no sería ético de mi parte, pero si me causas problemas no dudes que lo haré.

—¡Que insolente eres Dai! 

—No Melanie, soy honesto,  siempre hablo con la verdad, lo siento si te gusta la falsedad, a mí no y lo sabes muy bien. Dejemos nuestros encuentros en el pasado como un buen recuerdo nada más, nunca hubo amor, solo deseo y pasión en la cama, eso no es suficiente para ser feliz, NO en mi caso, no es lo que quiero en mi vida.

—Pero te hice feliz, lo disfrutabas tanto como yo, tanto tiempo juntos... Casi dos años Dai ¿Por quién me estás dejando?

—Entiende que nunca te considere como una relación, no tengo nada más que decir, sal de mi oficina por favor.

Pero ella insiste y me bombardea con preguntas.

—¿Tus padres están de acuerdo?...

¿La conocen?...

¿Es una mujer culta?...

 ¡Diablos! 

Solo dime ¿Que la hace mejor que yo?

—Sal de mi oficina Melanie, ¡ahora!.

—¡Te arrepentirás!

Sale aventando fuertemente la puerta de vidrio de la oficina.

Vaya fue más fácil de lo que imagine, ahora ya no tengo problema alguno, puedo cortejar a Ai, e iniciar una relación seria a su lado.

Salgo de mi oficina, emocionado, decidido.

—Martha no regresaré el resto de la tarde, si hay algo importante o urgente me llama al celular, de lo contrario que espere para mañana.

—Sí señor, que disfrute su tarde.

—Eso pretendo Martha.

Tomo mi auto BMW negro y voy rumbo al café, estaré antes de la hora, por si ella va antes de nuestra cita evadiendo la hora de nuestro encuentro.

—Buenas tardes.

— Buenas tardes señor, ¿Cómo está? ¿Qué desea hoy?

—Dame un frappe de oreo, y dime ¿Ha venido el día de hoy la joven de ayer? 

—No, ella viene más tarde. ¿Sabes si vive por aquí cercas?

—No creo que sea prudente le informe de algo tan personal de la joven, discúlpeme señor.

—Lo entiendo, pero eres hombre, ¿Nunca has encontrado a esa mujer que te cautive, que te haga perder la cordura y sientas que estás enamorado desde el primer encuentro?

—No señor, no me pasado aun.

Siento alguien detrás de mí pero no volteo.

—Ahora le entrego su frappe señor.

Ai está justo detrás de él, pero no se percató de su presencia y ella escuchó toda la conversación,  esta vez siendo su cómplice el joven barista.

—¿Que va a querer señorita?

—Lo mismo que él.

Volteo a ver a ese oriental loco, enamorado como yo.

¡Ai! Se acerca feliz a mí y me abraza, al tiempo que nos besamos. 

Nos separamos al escuchar el mmm y tos  del barista para entregarnos nuestros frappes, sonrío algo apenada, pero me siento feliz de estar con él.

—Dígame señor Dai ¿Qué hace aquí tan temprano?

—Fíjate señorita que imagine que usted me jugaría chueco y decidí venir antes de la hora de nuestra cita, y vaya casualidad, acerté en mi sospecha.

—No lo creo, a veces vengo dos o quizá hasta tres veces al día,  tengo una cita a esta hora.

—No me diga eso, ¿Con otro hombre? ¿Tengo que preocuparme?

—No lo creo, usted es el único con el que me beso sin ser nada mío. 

—Esa es una gran noticia, ¿Qué le parece si me da otro beso?

—Sí, mis labios están muy dulces, necesito compartir mi dulce sabor.

—Ven a mis brazos mi Ai.

Sus besos podían hacerme sentir en un mundo inexistente, en una vida genuina de amor y felicidad espiritual.

—Sabes que siento algo extraño contigo, fuera de broma Dai.

—Lo se, me sucede lo mismo, siento que te conozco de una vida sin vivirla, del amor de mi vida sin haberlo vivido aún. Tengo que decirte algo Victoria...

— ¡Victoria! Me llamaste por mi nombre, te escucho Dai.

—¿Quieres ser mi pareja?

—Querrás decir ¿Tu novia? 

—No mi novia, quiero que seas parte de algo más para mí, mi pareja, ¿Quieres vivir conmigo? 

—¿Cómo crees Dai? No te conozco, no sé quién eres, no podemos dejarnos llevar solo por un sentimiento repentino, tal vez solo es un gusto momentáneo, no lo sé. Vivir juntos es algo muy serio, es un compromiso, una responsabilidad.

—Solo dime si te atreverías a venirte a vivir conmigo, dime... ¿Lo deseas?

—¡Estás loco! Esto es una verdadera locura.

—Solo respóndeme Victoria ¿Quieres? Mientras sostengo sus cálidas manos blancas y veo sus ojos azules.

—Sí quiero, pero no debemos. 

—No se hable más, dime  ¿Con quién vives? ¿A quién voy a pedir permiso?

—Noooo, vivo con mi mejor amiga, soy hija única, tengo a mi padre que es herrero, trabaja en casa, es una locura Dai, ni siquiera nos conocemos.

—No me hace falta conocer a tu familia para sentir lo que siento por ti, no me hace falta saber qué color te gusta, cuál es tu platillo favorito, porque lo iremos descubriendo juntos.

—Solo tengo que confesarte que soy sonámbula, ronco, tengo pesadillas y grito dormida, ¿Aun así te atreverías?

—Seré sonámbulo para seguirte y cuidarte dormida, aprenderé a roncar y me obligare a tener pesadillas para gritar contigo.

—Bésame Dai, y vivamos esta aventura. Solo no le diré nada a papá, no estará de acuerdo.

—No mi vida, vamos hablar con él, haremos lo correcto, quiero conocerlo y se entere que yo cuidare lo más valioso de su vida que eres tú y ahora eres mi vida.

—No sé si estoy soñando Dai, pero no tengo miedo, ¡Siento felicidad!. 

—Llegó mi entrevista de trabajo  ¿Me permites un momento a solas?

—No es necesario que trabajes, estarás conmigo y no te faltará nada.

—No me gusta depender de nadie, nunca lo hice con mi padre, menos lo haría contigo.

—Está bien, respetare tu decisión, espero con el tiempo cambies de parecer.

Cuando la vida te presenta una locura de amor y sientes con el alma que es felicidad, atrévete a vivir esa locura de amor, la vida es tan corta para vivir sin locuras.

Si el amor te hace sentir felicidad es amor de verdad, si ves con los ojos de tu interior.

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