9.
"Lunes otra vez...", cantaba un famoso dúo argentino en los 80's. Despertarme fue un martirio, el insomnio no dejó de molestarme durante toda la noche. Si logré dormir tres horas, es mucho.
No puedo sacar a Jimin de mi cabeza. Desde que se fue, todo se siente vacío... La cama especialmente. Estoy acostumbrada a estar sola y no tengo problemas con eso, o al menos no los tenía hasta la noche del sábado. De alguna manera, estaba resignada a que así iba a ser mi vida por el resto de mis días. Desde que llegué aquí, no quise estar con nadie. Aproveché mis posibilidades de soledad para evitarlo, pero Jimin se tuvo que cruzar en mi camino para dejarme totalmente confundida acerca de lo que quiero realmente. En este momento no lo sé.
El domingo realmente apestó, si me preguntaran diría que me lo pasé triste como perro sin dueño. No tuve ganas de hacer absolutamente nada. Sólo me quedé mirando el techo pensando en el tremendo desquicio que tengo en la cabeza, la ansiedad volvió a hacer su aparición, a pesar de que ya la creía superada.
En unos minutos debo salir para firmar ese bendito acuerdo y, de paso, almorzar con el grupo. Los dos que me faltan me ponen nerviosa, sobre todo Taehyung, el no pudo conocerme antes de que a Jimin se le metiera en la cabeza que era una excelente idea meterse conmigo, así que no tiene la menor idea de quién soy. Probablemente tenga ideas preconcebidas acerca de mí. Equivocadas, seguramente. Buen momento para conocer al mejor amigo... No sé por qué, pero tengo un mal presentimiento.
En el taxi, de camino a la compañía, me coloco los auriculares (que van conmigo a todas partes) para escuchar algo de música y no tener que pensar en nada de lo que está a punto de suceder. Futurismo, go away. Al llegar, guardo mis auriculares en mi bolso, le pago al taxista y, de nuevo, me encuentro frente a la puerta giratoria. Otra vez dentro del casting.
Me dirijo hacia la recepción. Como un Deja Vu se repiten todas las escenas de la primera vez, ahora sólo resta sentarme a esperar. Miro para todos lados, buscando a Jimin, pero sólo lo reconozco en algunas de las fotos que adornan las paredes. Nada de su presencia por ninguna parte.
La recepcionista me indica que es mi momento de pasar, le muestro la tarjeta de invitado al guardia detrás de las puertas vidriadas y, nuevamente, tengo un encuentro cara a cara con la secretaria modelo que, sonriendo cual Mona Lisa, me deja pasar a la oficina del señor Lee.
— Victoria ssi, bienvenida otra vez— el señor Lee, esta vez se levanta para estrechar mi mano.
— Gracias señor Lee, es un placer— estrecho su mano y al soltarla me indica que me siente, con sólo un gesto.
— Aquí tengo el contrato de confidencialidad ¿Quiere leerlo antes de firmar?— estirando su brazo, me alcanza los papeles. El contrato es larguísimo.
— Si, deme un minuto por favor—le pido. Es como leer los términos y condiciones de las páginas de internet, pero estos son serios y si no los cumplo puedo tener problemas muy reales. Es mejor leer con atención este tipo de papeles legales.
En el medio de la lectura, aparece la famosa cláusula que va a poner mi existencia patas para arriba: "La parte firmante se compromete a no divulgar/publicar/utilizar información sobre la vida privada del interesado, Bangtan Sonyeondan. Si así no se hiciese, el abajo firmante enfrentaría una pena de juicio por difamación y perjuicios"
«En resumen, me tengo que esconder como una criminal», pienso. Un suspiro se me escapa sin querer. Sabía que existe alguna especie de contrato con los grupos acerca de esconder sus citas o relaciones, entiendo el por qué, pero por alguna razón me da escalofríos pensar en vivir debajo de una piedra. En fin, no puedo negarme a firmar esto. Sería sospechoso para el señor Lee y no quiero causarle problemas a Jimin.
El señor Lee me alcanza una birome, pongo mi firma, aclaración y número de documento. «Estoy condenada»
— Excelente, Victoria ssi. A partir de este momento es parte oficial del staff, aunque sea por fuera de la compañía. Espero que trabajemos bien juntos— dice, dándome su mano de nuevo en señal de que me puedo ir. Le doy la mano también. Cuando estoy a punto de irme, agrega— Los chicos están en su comedor privado, pregunta en recepción. Ah, tome esto— me entrega una tarjeta con mi foto (que no sé de dónde sacó, pero está bastante bien, al menos no parezco una presidiaria)— presente esto antes de pasar, a partir de ahora puede ir a donde quiera.
La tarjeta tiene mi foto, centrada en la parte de arriba, debajo dice "BTS Staff" con mi nombre escrito en Hangeul. «OK, que sea lo que tenga que ser»
— Muchas gracias señor Lee. — comienzo a retirarme de su oficina, dedicándole una pequeña reverencia antes de salir.
Caminé unos pasos, sólo para toparme con Jimin esperándome, apenas pasando el escritorio de la secretaria del señor Lee.
— Hola Noona— se acerca a mí sonriendo, cómo si nadie lo estuviera viendo.
— Jimin ¿Estás loco o qué?
— ¿A qué te refieres?— pregunta, totalmente ajeno a la situación.
— A que no era necesario que vengas a buscarme, no podemos dejar que nos vean juntos como si nada aquí dentro- «¿Cómo puede ser que no entienda la situación? Nadie mejor que él debería saberlo»
— Pues... Puedo ser tu guía turístico, Noona
— No me digas Noona aquí Jimin. Mantengamos la formalidad al menos hasta que salgamos de este sector — me está haciendo sentir realmente incómoda en este momento. Cualquiera puede pasar cerca nuestro en cualquier momento y no quiero quedar en evidencia.
— Está bien, está bien... Perdona. Sólo es que estaba ansioso por verte de nuevo así que...
— Calla, Jimin ssi —lo interrumpo sonriendo y, con disimulo, le doy un codazo en el costado.
Caminamos en silencio, al pasar por el lobby todo el mundo nos miraba, o al menos así lo sentía yo. «Maldita sea, Jimin. No necesito ser el centro de atención, sobre todo después de haber firmado ese estúpido contrato». Quizás no nos estuvieran mirando en realidad, pero mi paranoia estaba en su punto máximo, en cualquier momento iba a sufrir un ataque de ansiedad. Lo veía venir.
Pasamos unas puertas dobles de color blanco, detrás de la cual, había apostado otro guardia de seguridad.
— Jimin ssi, gusto en verlo — el guardia lo saluda — ¿La señorita quién es?
Saco mi tarjeta del bolsillo y se la entrego. «BTS STAFF. Pase gratis para salir de la cárcel.», pienso felicitándome por dentro.
— Excelente. Sigan por favor. Que tengan un buen día.
— Gracias— respondimos al unísono.
— A partir de aquí puedo decirte Noona todo lo que quiera. Estamos en nuestro sector privado... Nadie viene por aquí salvo que sea requerido y, en este momento, la única persona requerida eres tú— me sonríe, tomándome por los hombros en el proceso— Cálmate. Entiendo que esto del contrato te haya puesto nerviosa, pero no te lo tomes tan a pecho, siempre hay un agujero legal en todos los documentos. Además... No me importa el estúpido documento, yo también puedo meterme en problemas en todo caso.
— Jimin, eso es lo que no quiero, causarte problemas. Yo puedo seguir trabajando por mi cuenta como hasta ahora, pero no permitiría que arruines tu carrera por mí.
— Noona, ya cállate— apenas girar en la esquina del pasillo me aprisiona contra la pared, besándome al instante muy apasionadamente— te extrañé tanto... No tienes idea. — apoya su frente en la mía cariñosamente— Al fin puedo verte otra vez
— Eres un exagerado, nos vimos ayer — respondo, depositando un pequeño beso sobre su nariz— Aunque... yo también te extrañé. No pude dormir sin ti
— Ni yo... ¿Vamos a que conozcas a los chicos?
— Vamos
Tomando mi mano, me conduce hasta el final del pasillo donde hay una puerta cuyo cartel reza "BTS comedor privado"
Al abrirse la puerta el corazón me da un salto... Taehyung. AUXILIO.
El primero en saludarme es Namjoon, seguido de Seokjin que viene junto con él a recibirme.
— Victoria ssi, que placer verte de nuevo— Namjoon me da un abrazo, no sé por qué razón.
— Ciertamente, es un placer— Recibo un abrazo de Seokjin también.
— H-hola chicos, gusto en verlos Namjoon ssi, Seokjin ssi— respondo tímidamente. No entiendo ni pío.
— Nada de ssi. Por favor dinos RM y Jin, esos son nuestros apodos. Basta de formalidades, al menos aquí dentro — Namjoon sonríe ampliamente, dejando ver sus dientes blancos.
— Ok, RM y Jin serán entonces—respondo, devolviéndole la sonrisa— Ustedes pueden decirme Vicky, simplemente. —acto seguido Yoongi y Hoseok se acercan a mí también.
— En ese caso debemos volver a presentarnos. Puedes decirme J-Hope o Hobi, como prefieras. El apodo de Yoongi es Suga— Hoseok también acaba de patear las formalidades al tacho de basura, esto es bueno. Los dos me estrechan la mano, Suga me sonríe y de nuevo no entiendo nada. «¿Qué información tendrán estos cuatro?»
Detrás de ellos veo acercarse a los dos que no conocía. Uno de ellos con una hermosa sonrisa que deja ver unos incisivos enormes, como de conejo. El otro con una terrible "resting bitch face". Adivinar cuál es Taehyung no es física cuántica.
— Victoria ¡hola! Soy Jeon Jungkook, suelen decirme Kookie pero te perdono si no quieres hacerlo. He escuchado muchas cosas buenas sobre ti— Jungkook estrecha mi mano y le devuelvo el gesto.
— Un gusto conocerte al fin, Jungkook— no creo tener la suficiente confianza como para decirle Kookie.
Taehyung se acerca a mí, hace una reverencia bastante respetuosa antes de presentarse y se me ponen los pelos de punta.
— Victoria ssi, mi nombre es Kim Taehyung. Puedes decirme... pues... Taehyung ssi está bien. Un gusto conocerte— sin mediar otra palabra, me da la espalda y se sienta en su lugar.
«¿Qué le pasa a éste? Sabía que me la iba a hacer ver de colores, va por ese camino definitivamente»
Jimin me indica que me siente y se sienta a mi lado, tomándome de la mano en el proceso. No sé si está queriendo demostrar algo o simplemente está siendo cariñoso en público. Creo que es la primera. Me incomoda la situación, así que con mucha suavidad suelto su mano, apoyando la mía sobre mi rodilla, logrando esquivar un poco el contacto directo.
— Victoria...— suelta Jin, tratando de romper el hielo que, más que hielo, es un glaciar. El aire se puede cortar con un cuchillo en la dirección de Taehyung— Gracias por esa tarta que nos enviaste, estaba exquisita. ¿Podrías pasarme la receta? Quisiera intentar hacerla porque estaba deliciosa y me quedé con las ganas.
— ¡Claro, Jin! En cuanto llegue a casa la traduzco del español y te la paso. Es la misma que uso desde siempre. Anótame tu número para poder dártela— le doy mi celular a Jin para que escriba su número de teléfono. Lo agenda como WWH. Ese sentido del humor, sí se puede ver.
— Dime, Victoria ssi— Taehyung rompe el silencio— ¿Qué tal estuvo el fin de semana? Jimin se olvidó por completo de nosotros...
— Oh, lo siento por eso— «¿Esa pregunta de dónde salió?»— El fin de semana estuvo muy bien, afortunadamente.
— Eso veo— dice, seco como un desierto— Jimin llegó muy contento, parece que se "divirtieron".
— ¿Qué estas tratando de decir Taehyung ssi?— entendí perfectamente, pero hay que ver si tiene las pelotas para responderme honestamente.
— Nada... Nada... — no las tiene, me está provocando por alguna razón.
— Tae, ya para ¿Sí?— Jungkook lo mira con desaprobación.
— Si, mejor calla — inclusive Suga interviene, mirando a Taehyung con cara de pocos amigos.
— ¿Qué? No dije nada malo... Todavía— esto último llega a mí como un susurro, que llego a oír porque eso es lo que Taehyung quiere.
— Perdona Taehyung ssi pero ¿Tienes algún problema conmigo que desconozca?— ni siquiera cruzamos dos palabras de corrido todavía y su actitud pasivo-agresiva me está sacando de quicio.
— Quizás lo tenga...— responde sin siquiera inmutarse
— Taehyung para ya, no sea cosa que digas algo de lo que te puedas arrepentir. No es necesario que...— «Perdón Jimin, pero puedo defenderme sola. Seré insegura, pero jamás voy a dejar que me traten así»
— Deja que diga lo que tiene que decir Jimin, por favor. Que lo saque de su pecho así se queda contento y aclaramos las cosas en primera instancia. Habla, Taehyung ssi.
— Sencillamente no creo que seas la mujer para Jimin— observándome detenidamente, suelta esa oración así como si nada.
— ¿Tienes alguna razón para pensarlo? No me conoces, no tienes idea de quién soy como para decir eso— mi cara debe estar transformándose, porque Jimin me está mirando extrañadísimo. Taehyung me está sacando de quicio, definitivamente.
— Noona...
— Déjalo Jimin, es ahora o nunca—lo interrumpo.
— No necesito conocerte para darme cuenta de lo que quieres. Jimin atrae las miradas de muchas mujeres, sólo con verlo te das cuenta del por qué. Pero si cayó en tus redes, ha de ser porque eres de las más inteligentes.
— ¿TAE QUE ESTAS DICIENDO? — Jimin está comenzando a ponerse más que nervioso. Pero esta no es su lucha, por lo que no voy a permitir que se meta.
— Jimin... Quiero escuchar todo lo que tu mejor amigo tenga para decir, por favor.
— Pero Noona...
— DEJALO. Dime, Taehyung ssi. ¿Qué crees que quiero?
— Fortuna, reconocimiento de alguna clase, quizás solo quieras usarlo como trofeo personal. Es Park Jimin después de todo. En todo caso, de sólo verte puedo decir que no eres digna de él, quieras esas cosas o no.
— ¿QUE NO SOY DIGNA DE EL?— acaba de decir la palabra mágica. Levanto la voz sin siquiera quererlo— ¿QUIEN ERES TU PARA DECIDIR ESO? ESTAS TOTALMENTE FUERA DE LUGAR TAEHYUNG.
— ¿Fuera de lugar? Fuera de lugar estás tú, sentada aquí en nuestro espacio privado como si fueras su novia o algo así. En todo caso, probablemente Jimin se cansará de ti pronto y ya no tendremos que verte de nuevo por aquí. No te creas tan especial, Victoria ssi.
El nivel de crueldad de este tipo me está lastimando seriamente. Pensé que podía enfrentarlo, pero las cosas que dice son golpes bajos uno atrás de otro. Cada palabra es una puñalada más en mi pobre autoestima, la misma que Jimin con tanto cariño había logrado empujar hacia arriba un poco. Este idiota acaba de tirar por la borda mis esfuerzos y acabo de permitírselo.
— Taehyung si vuelvo a escucharte a abrir la boca, me vas a obligar a levantarme— Jimin ya está en plan luchador y tiene serias intenciones de partirle la cara. No quiero eso.
Todos están estupefactos ante la situación. Ni siquiera Namjoon se atreve abrir la boca ante esta escena, lo entiendo perfectamente. Mejor que no se metan. Me levanto de mi asiento, me inclino de frente a Jimin, para besar su frente con cariño.
—Jimin, cálmate ¿Sí? No vale la pena pasar por esto ahora. Es innecesario. Sólo me voy a ir y hablaremos después. Por favor no vengas detrás de mí, ni tampoco empieces una pelea de la que puedas arrepentirte— le digo, susurrándole al oído— Adiós chicos, gracias por recibirme. Debo irme ahora, tengo que empezar a trabajar— les sonrío forzadamente, porque por dentro quiero llorar y gritar a toda voz "¡VETE A LA MIERDA!"
Mis pies se dirigen hacia la puerta más rápido que nunca, las lágrimas se empiezan a asomar.
— NOONA ESPERA...
No le doy tiempo a nada, detrás de mí escucho un alboroto infernal. Espero que nadie salga golpeado de esto, aunque se merecería mínimo un puñetazo en la cara por tratarme así.
Salgo a toda velocidad de la compañía, intentando esconder mi rostro de la multitud que entra y sale. Una vez en la calle, ya alejada del edificio, doblo en una esquina próxima donde no había nadie. El ataque de ansiedad acaba de empezar. No puedo respirar, el poco aire que entra lo hace porque estoy jadeando. Mi corazón late tan fuerte, que puedo sentirlo retumbar en mis oídos. La cabeza se me parte... Siento que no voy a poder salir de aquí sola, siento que me voy a morir. Me dejo caer en el piso contra la pared, mientras repito mi antiguo mantra «Respira... Respira... Es sólo ansiedad.» Trato de tomar aire y cuento hasta cuatro, lo mantengo en siete segundos, lo suelto en ocho... Cuando la respiración se empieza a normalizar, las lágrimas empiezan a caer a mares. No puedo contenerlas. Es inentendible el nivel de maltrato que acabo de recibir de alguien que no me conoce, sólo por gustarle a su mejor amigo sin cumplir sus expectativas. Necesito calmarme y llegar a casa. «Quiero estar sola...»
Me seco las lágrimas con un pañuelo descartable, saco de mi bolso los anteojos de sol y mis auriculares. Conecto todo y empiezo a caminar. «Sólo quiero estar sola»
Voy a paso lento, como un zombi, pero dejo que el sol del primer día de primavera me llene de luz. «Cierto, hoy empezaba la primavera... Mi estación favorita del año, arruinada en sólo cinco minutos. Maldita sea», pensé sintiéndome triste.
El tono de llamada resuena en mis oídos. Oprimo el botón de manos libres.
— Noona ¿Dónde estás? Estoy preocupado por ti. Déjame llevarte a casa— siento una real preocupación en su voz. Jimin es un ángel, pero en este momento no necesito uno.
— Jimin, ahora no quiero hablar. Te lo pido por favor... Estoy bien ¿Sí? Sólo necesito estar sola. Tengo mucho que pensar... — trato de que no se note en mi voz todo lo que acabo de pasar a solas. Mi respiración todavía continúa algo agitada, por estar tratando de contener el llanto mientras le hablo.
— Noona, no te oyes nada bien. ¿Qué tanto tienes que pensar? ¿Acaso vas a hacer caso a todas las cosas que dijo ese idiota?
— No quiero hablar ahora. ¿Puedes respetar eso, al menos? Dame mi espacio, Jimin, por favor— quiero llorar otra vez. «Lo lamento, realmente lo lamento. No tendría que haber venido, no tendría que haberte dejado venir a mi apartamento, no tendría que haberme acercado a ti siquiera. Taehyung tiene razón, no soy digna de ti, por mucho que quieras convencerme de lo contrario»
— Está bien, cariño— es la primera vez que usa esa palabra amorosamente. No sé porque ahora, supongo que quiere reafirmar todo lo que dijo durante nuestro tiempo juntos, pero eso me lastima más— Te dejaré tranquila, al menos por ahora. Te llamaré más tarde para chequear que estés bien... TE QUIERO, NOONA.
— Adiós Jimin...
«Te quiero Noona... No sabe lo que dice...»
Tae me puso nerviosa hasta a mí, mientras estaba escribiendo. Sabemos que en la vida real es un amorcito, pero necesitaba meter un antagonista aunque sea por cinco minutos! Me voy a arrepentir rápido de hacerle esto.
En este renglón tienen el libro de quejas. Úsenlo sabiamente.
Abrazos violetas!
Noona ♥
Tae be like
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