4.
Tres de la tarde... Otra vez me pasé de la raya. Si no me hubiera pasado la noche dando vueltas, probablemente me hubiera levantado antes. No importa. Hasta las nueve tengo tiempo de sobra.
Arranco con mi ritual y pongo música, así puedo despertarme con un poco más de tranquilidad. Necesito despejar mi mente porque, apenas levantada, mi corazón ya está golpeando como un loco. Después de tomar mi café, voy a mi habitación a ponerme un sweater. Abro la puerta del balcón, recibiendo en mi rostro la brisa fresca de la tardecita. Está nublado, parece que esta vez sí va a llover. Dejo la puerta abierta y también abro la del comedor, necesito orear la casa aprovechando que el polvo fino está bajo en el día de hoy.
Conecto mi celular a los parlantes y abro Spotify. Una lista de pop de los 90's me parece ideal para hacer una buena limpieza en el departamento. El volumen de los parlantes está a término medio. Si bien mi vecino de al lado no se encuentra porque trabaja durante todo el día, no tengo ganas de que ningún otro vecino venga a tocar el timbre para quejarse. Me hago un rodete despeinado y tomo mis artículos de limpieza.
— Empecemos por los muebles —le digo a la nada misma.
Suena "We've got it going on" de los Backstreet Boys y allí voy, revoleando el trapo por los aires mientras con la otra mano, bajo los adornos de los muebles. Nada mejor que bailar y limpiar a la vez.
Los 90's: aquellos buenos viejos tiempos, donde las boy bands eran la regla y no la excepción. La que no suspiró por los BSB, N'sync o Five cuando era adolescente, probablemente viviera en otro planeta. BTS es una boy band moderna, pero sigue las mismas reglas. Hombres apuestos, buenas voces, rap y súper coreografías.
Corea no sólo copió el modelo de Estados Unidos, lo perfeccionó y lo convirtió en una máquina de hacer dinero. Diría que la mayor exportación de Corea es el K-pop y yo, doña nadie, estoy a punto de recibir en mi departamento, a una de las personas que hace las veces de cajero automático para su país. Si me hubieran dicho que algo así me iba a pasar, me hubiese reído hasta desmayarme.
https://youtu.be/kHBXPoJhnHQ
Un par de horas después, con la limpieza terminada, noto que tengo el pelo repleto de polvo. La parte superior de los muebles es algo que me olvido de limpiar, la mayoría de las veces. Mejor me doy una ducha, antes de ponerme con el postre...
Llevo la música a todas partes, así que el celular está sonando dentro del baño. Suelo ponerlo dentro del lavatorio, para que haga de amplificador (life hacks). Elijo una lista de Ella Fitzgerald y dejo que su voz resuene angelicalmente mientras preparo la ducha. En medio de mi relajante momento, el tono de llamada interrumpe una de mis canciones favoritas. Una video llamada de Jimin. La dejo pasar, no puedo atender ahora. Vuelve a sonar con insistencia, me seco la mano y atiendo, dejando el teléfono apuntando al techo, con el sonido del agua de fondo.
— ¿Jimin ssi, pasó algo urgente? Me estoy duchando en este momento —le digo con un dejo de fastidio en la voz.
— Oh perdón, Victoria ssi, sólo tengo una pregunta y tiene que ser ahora porque estoy en medio de las compras. Noté en el restaurante que no habías ni siquiera tocado nada que contuviera carne, es por eso que te llamaba. Quisiera saber si eres vegetariana o algo así, no quiero comprar algo que no comas y dejarte con hambre.
«Bueno, eso sí suena como una urgencia. Una urgencia culinaria», pensé sonriendo. A pesar de que me llamó en un momento bastante inoportuno, agradezco su preocupación. Sí que me estuvo prestando atención para darse cuenta de ese pequeño detalle.
— Estás en lo cierto, soy vegetariana — contesto sonriendo, aunque él no puede verme— Gracias por preguntar, Jimin ssi. Ahora, si no te molesta, voy a terminar de ducharme. Hace frío para estar con medio cuerpo afuera del agua...
— S-si... Perdón Victoria ssi. ¡Nos vemos en un rato! ¡Hasta luego!.
— Hasta luego, Jimin ssi...
Termino mi ducha y me visto. Elijo un pantalón de lanilla de color gris y una sudadera negra. Nada de andar pareciendo desesperada. Para el maquillaje, sólo crema hidratante con un poco de base mezclada, para dar una apariencia más natural, algo de rímel y mi bálsamo labial de cereza. El pelo lo dejo suelto, para que se seque al aire libre. Cuando una tiene rulos, el secador hace que el cabello parezca el de un león, así que no lo uso.
Cierro las puertas del balcón y empiezo a buscar los ingredientes que necesito. Como ya dije, me encanta cocinar, así que siempre tengo ingredientes de sobra para hacer lo que quiera. Además, me encantan las cosas dulces. Me decido por un Lemon pie, es fácil, es rápido y es delicioso.
Dejo todas las partes listas para ensamblarlo cuándo todo se enfríe, tomo una taza de café y me siento en mis almohadones. Son las siete de la tarde, ya tengo casi todo listo, me puedo relajar un rato.
Estoy mirando a la nada cuando mi teléfono vuelve a sonar. Otra video llamada de Jimin. Me pregunto qué querrá. Acomodo el celular para que sólo se vea mi cara y atiendo. El hermoso rostro de Jimin aparece en primer plano. Estoy rezando que no se note lo nerviosa que me pone...
— Victoria ssi, necesito ayuda con algo —tiene un aire de emergencia en la voz.
— ¿Qué necesitas? —pregunto haciéndome la desentendida.
— Es que... esta noche voy a cenar con una mujer que me gusta mucho y no sé qué ponerme...— se aleja de la cámara sólo para aparecer con el torso desnudo, sosteniendo una percha en cada mano.
No puedo más que observar la perfección de su cuerpo, se nota que lo trabaja y no es para menos, su trabajo lo requiere. Ahora, su técnica para llamar la atención está funcionando a la perfección. No puedo sacarle los ojos de encima, lo que provoca que me pierda por completo de la conversación.
— Victoria ssi, no te distraigas, ¡es importante! —me dice, poniendo cara de circunstancia.
— ¡No estoy distraída! —MENTIRA. En las perchas que sostiene hay un sweater color mostaza y otro color rosa pálido. Tiene puestos unos jeans negros y arriba... pues nada. No sé qué tan ilesa voy a salir de la cena de hoy —Mmmm, el rosa pálido me parece que va mejor.
— ¿Crees que a ella le va a gustar? —pregunta divertido. «Ay Jimin... a ella le gustarías, aunque te pusieras una bolsa de arpillera»
— Creo que sí, ese color se ve muy bonito en ti —sonrío.
— ¿Y abajo del sweater? —saca otras dos perchas, una con una camiseta de manga larga color blanco y otra de color negro.
— La blanca —Contesto resuelta. Lo estoy vistiendo yo, para mí misma. ¿Qué tan extraño se puede poner esto?
— ¡Ok! Espero gustarle mucho cuando me vea. Gracias por tus consejos Victoria ssi. Por cierto, te ves preciosa— sonríe pícaro— ¡Hasta luego!
Así como así, la imagen de un Jimin medio desnudo desapareció de mi vista. Después de esa escena, no sé cómo voy a hacer para mirarlo a los ojos cuando aparezca por la puerta...
Las cosas para el Lemon pie ya deben estar frías, mejor me pongo a eso. Me levanto el pelo en una cola de caballo, ahora que ya está seco, dejando que mis rulos caigan en cascada sobre mi espalda.
Le doy una probada al merengue y a la crema de limón, están exquisitos. Ensamblo la tarta y la dejo en el refrigerador. Ya son las ocho. Jimin debería llegar en una hora. Tomo mi teléfono para enviarle mi ubicación, seguida de un "Departamento 10B", termino el mensaje con un emoji de carita sonriente y me acomodo en mis almohadones otra vez. Ahora sólo resta esperar.
A las nueve en punto suena el timbre. Miro por la cámara del portero eléctrico y todo lo que veo es un barbijo negro y una gorra con visera del mismo color.
— ¿Sí?— pregunto desconfiada.
— Victoria ssi, soy yo...— claro, que estúpida. Este hombre no puede andar por la vida mostrando la cara como si nada.
— ¡Oh! ¡Perdón!— coloco el código de la puerta. El chirrido metálico de la puerta al abrirse, hace que los nervios se me pongan de punta. — Recuerda, 10B.
Cinco minutos después suena el timbre de mi puerta. Voy a abrir para dejarlo pasar y ahí está el. Campera de cuero, jeans negros rasgados que dejan ver la hermosa forma de sus piernas y el sweater rosa pálido, que deja entrever la camiseta blanca. Al entrar se saca el barbijo y la gorra, antes de proceder a sacarse los zapatos. En la mano lleva una bolsa de papel grueso y ,cruzada sobre su pecho, una cartera de hombre. En el preciso momento en el que su cara se despeja y lo tengo cerca, no puedo evitar mirarlo embobada, es tan lindo... Esos aretes largos que lleva, enmarcan sus finos rasgos, como si fueran parte de una obra de arte.
— Buenas noches Victoria ssi. ¿Qué tal me veo después de tus consejos?— su sonrisa de costado hace su primer aparición de la noche.
— Buenas noches Jimin ssi— le sonrío tímidamente. No quiero sostenerle la mirada mucho tiempo. — Te ves... muy guapo— Puedo sentir el fuego en mis mejillas en este preciso instante.
— Oh gracias, tú también te ves muy guapa en ropa de andar por casa. Parece que cualquier cosa que te pongas te hace ver preciosa—dicho esto, me entrega la bolsa que llevaba en su mano— Aquí está nuestra cena.
Este es un buen momento para darme vuelta para que no me vea. La vergüenza y los nervios se están haciendo demasiado evidentes. Le doy las gracias mientras le hago señas para que me siga.
— ¡Qué bonito apartamento tienes! Tienes muy buen gusto para la decoración, además de para la ropa— sonríe burlón, mostrando todos sus dientes perlados a la vez— ¿Puedes mostrármelo?
— ¡Claro!— dejo la bolsa en la mesada de la cocina y detrás de mí viene Jimin— Esta es la cocina, claro está. Si miras hacia atrás tuyo ese es el living, comedor y recibidor de visitas —Asiente como si le estuviera explicando un cuadro, con su mano bajo su barbilla —Es un apartamento pequeño, pero para mí está perfecto. Ven, sígueme y te muestro el resto.
Paso por delante de él, para dirigirme al pequeño hall que lleva a las otras habitaciones y Jimin me sigue.
— A su izquierda, mi oficina; al centro, el baño; a su derecha, mi habitación— hago señas como si fuera una aeromoza, provocando la risa de Jimin.
— ¿Te molesta si husmeo?
— Claro que no, pero primero dame tu campera, no es necesario que la tengas puesta aquí dentro —en lo que me estoy dirigiendo hacia el perchero de la entrada, escucho a Jimin decir "WOOOW". Está en mi oficina en este momento.
— Victoria ssi, tu oficina es increíble. Nam se moriría si ve la cantidad de libros que hay aquí y...— se interrumpe solo— ¿es eso lo que creo que es?— se dirige hacia mi sector especial de la oficina, donde tengo figuras y posters de mi anime favorito— Cada minuto que pasa me sorprendes otro poco, también soy fan de este anime. Cuando era niño quería ser espadachín como él. —señala una de las figuras— Fue por eso que me dediqué a las artes marciales. Todo gracias a esto.
Mis ojos se abren de par en par con admiración. Artes marciales... Eso explica su capacidad de dar saltos como los que vi en el video.
— Es Victoria ssi. Tenemos más en común de lo que parece.
— Eso aparenta, Jimin ssi. Qué bueno descubrir que tenemos algo tan importante en común— mi sonrisa es tan amplia que siento que se me van a rajar las comisuras de los labios.
Salgo de mi oficina y abro la puerta del baño.
— Aquí está el baño, para cuando lo necesites.
— Conozco el techo—dice divertido.
— ¡Cierto!— nos reímos juntos, mientras paso a su lado para abrir la puerta de mi habitación.
— ¿Aquí es donde sucede la magia?— el comentario más cliché del mundo acaba de ser dicho.
— Si por magia te refieres a dormir cómodamente, pues si...
— Habrá que enseñarte algunos tipos de magia nuevos— me guiña el ojo, pasa rozándome y se va hacia la cocina dejándome atrás. Mejor así, el calor de mis mejillas es insoportable.
Toma la bolsa que había dejado arriba de la mesada y saca dos Contenedores.
— Esto es kimbap. Lo hice con la ayuda de Jin. No soy muy buen cocinero pero mi hyung sí, así que con su colaboración hice esto para ti. Es vegetariano, tal como dijiste. Y... Esto es Japchae, viene de parte de Nam, a quien también Jin ayudó a cocinar. En palabras de Nam: es la primera vez que me ve así por una mujer, así que quería darme algo especial para esta noche— ahora es él quien se sonroja, por primera vez desde que llegó. Ya empezaba a pensar que Jimin era un total desvergonzado.
— Ohhh, muchas gracias Jimin por tomarte la molestia de cocinar para mí. Ya le daré las gracias a Namjoon también, apenas tenga la oportunidad— aparentemente, Jimin también cree que el camino al corazón, es a través del estómago.
Tomo de la alacena dos fuentes y dos bowls para comer. Jimin acomoda la comida en las fuentes, mientras me dirijo a la mesa para acomodar los bowls y los cubiertos. Coloco nuestra vajilla enfrentada. Sé que si me siento a su lado, la tentación de acercarme va a ser terriblemente fuerte.
— Victoria ssi. ¿Podrías poner nuestras cosas una al lado la otra, en lugar de enfrentadas?— dice, sin sacar los ojos dela fuente.
— ¿Eso es por algo en especial?
— Porque...— se toca las mejillas con el dedo índice, mientras habla afinando la voz — quie-ro es-tar cer-ca de ti— escucharlo hablar así, acaba de sacarme la carcajada del siglo. Lo que sea que quiere inventar, está funcionando. Que usara Aegyo me resulta extraño, pero me resulta aún más extraño, que suene tan natural en él.
Intento sobrepasar el momento derivando el tema a la bebida. Prefiero saber que quiere tomar, a tener que escuchar algo así de nuevo. Me hace mal este hombre, de verdad.
— Lo que sea que tomes tú.
— Yo tomo agua, no tomo alcohol salvo en navidad. —parece sorprendido por mi declaración, pero el alcohol es algo que no soporto— Pero tengo para ofrecerle a las visitas así que ¿Qué prefieres? Tengo Soju, cerveza y vino tinto.
— Vino tinto está perfecto. ¿Por qué no bebes?
— Mmmm... Simplemente no me gusta, creo...
— ¿Pero lo has probado alguna vez?
— Si. Lo intenté, pero no hubo caso conmigo. Tú bebe tranquilo, ya te traigo las cosas —girando sobre mis talones, me volví a la cocina.
Tomo una de mis mejores botellas de la vinoteca, la descorcho rápidamente y la llevo a la mesa junto con una copa. Llevo también dos vasos, con una botella de agua. Jimin mira atentamente la botella de vino.
— Este vino es excelente, uno de mis favoritos. No tomas ¡pero sí que sabes elegir y descorchar!
— Muchos años sirviéndole a mis invitados, algo tenía que aprender— por invitados, me refiero a mis pocas amigas. Son mas ebrias que un monje, pero saben perfectamente lo que les gusta.
Me siento a su lado, acurrucándome sobre los almohadones para empezar a comer. Trato de mantener la distancia, aunque sea un poco... Honestamente, no quisiera dar falsas ideas.
En el preciso momento en el que estoy a punto de llevarme un bocado a la boca, una tormenta endemoniada se desata afuera. El clima ideal para una cita, ¿verdad?.
Opiniones? Teorías? Críticas constructivas? Deje su comentario aquí.
Abrazo violeta!
Noona ♥
Jiminie usando el Aegyo en nuestra contra. Así no se puede señor!!!!!
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