2.


Me despierta un estruendo proveniente de mi celular. Miro la hora: las dos de la tarde. ¡Mierda que estaba cansada! Entre las pocas horas de sueño que llevaba encima y los nervios que me atacaron en el medio de la entrevista, no había lugar más que para dormir. Con los ojos todavía entrecerrados tomo mi teléfono, tenía un mensaje del señor Lee: "Si le parece bien, mañana nos reuniríamos a las 21hs para cenar, ese el único horario disponible para todos. Por favor confirme apenas pueda, para que le envíe los detalles"

«Al fin una reunión que no es a las seis de la mañana y que me da tiempo de hacer mis cosas»

 Presioné el botón de responder: "Por supuesto, no hay ningún inconveniente con ese horario. Espero los detalles entonces. Que tenga un buen día."

Dejé mi teléfono en la mesa de luz, para cerrar los ojos al menos otros veinte minutos. Me cuesta sostener mis párpados separados, pero cuando al fin lo consigo pongo música en mi celular y me dispongo a levantarme. Nada mejor que empezar mi día escuchando música agradable mientras me lavo la cara y me preparo para empezar. Suelo tomarme el momento de despertar, con mucha calma. No me gusta andar a las apuradas y no tener tiempo de que mi cerebro reaccione. Normalmente, me toma un par de horas conseguir que se ponga en funcionamiento. 

Me dirijo a la cocina, tomo una taza del estante y me sirvo un café recién hecho. « Bendito sea el temporizador de la cafetera», pensé en voz alta. Más o menos sé cuántas horas extra voy a dormir, así que soy lo suficientemente precavida como para dejar la cafetera preparada. No hay día bien comenzado, si  no tiene ese condimento inicial. No tengo sillas en mi departamento, sólo unos cuantos almohadones contra la pared y una mesa ratona que uso para todo, ese es mi espacio de "desayuno" elegido para este momento. Mientras la música sigue sonando, sorbo mi café en silencio y mirando a la nada. Acabo de darme cuenta de que ni siquiera pregunté el nombre de la banda para la que tengo que trabajar, pero en fin, ya me enteraré. No es nada grave.

Una hora después de mirar la pared en completo silencio, el café terminado y la voluntad recuperada, decido darme una ducha para terminar de despejarme. En lo que me estoy desvistiendo suena mi celular nuevamente: "Restaurante Flavors, 21hs, le enviaré  la ubicación exacta del lugar. Nos vemos mañana, Victoria ssi"

No tengo más que un escueto "Ok. Hasta mañana, señor Lee" para responder.

La ducha estaba deliciosa... ¿ahora qué hago?, debería ponerme a trabajar pero todavía no tengo ganas, además suelo hacerlo de noche. Probablemente me dedique a limpiar mi casa, ordenar mi espacio de trabajo y salir a hacer algunas compras porque, después de todo, tengo que comer y no puedo vivir en un chiquero.

Después de todo un día de hacer mis quehaceres hogareños, haber cenado y trabajado por unas cuantas horas, es momento de relajarse. Son las tres de la mañana. Un sahumerio, música relajante, un libro interesante y a dormir. Estoy un poco nerviosa por la cena de mañana, me pregunto con quienes trabajaré y si les caeré bien. A pesar de gustarme mi soledad también me gusta llevarme bien con mis clientes. De todos modos, no tiene sentido ponerse ansiosa por eso ahora. Mejor relajarse e intentar descansar, los años de insomnio por culpa de la ansiedad quedaron atrás. Prefiero no recordar eso.

Doce del mediodía, mi alarma suena. Mi rutina vuelve a empezar. Cerrar los ojos 20 minutos, poner música, lavarme la cara, tomar mi café con cara de nada mirando la pared y pensar que hago hoy. Aunque, hay una pequeña diferencia, esta noche es la cena con el señor Lee y los chicos de la banda y NO SE QUE MIERDA PONERME. Es un buen momento para empezar a hurgar en mi ropero porque no sé qué hacer. El instante en el que la pila de ropa empieza a acumularse, es aquel en el que una se da cuenta de que no tiene idea que tipo de reunión va a ser. No quiero ir demasiado formal y pasarme de la raya, nada demasiado llamativo, nada de colores estruendosos... YA SE. El vestido negro suelto a la rodilla, unas botas de taco medio con caña baja y por supuesto, abrigo hasta la cabeza porque todavía estamos en invierno. No me tengo que olvidar de las medias porque las piernas se me van a quedar como dos columnas de hielo. SI, así está bien.

Pelo suelto, los rulos al viento, maquillaje sutil para no parecer una loca y obviamente el infaltable perfume porque no puedo salir sin él. Dejo todo listo arriba de la cama, guardo el tiradero que dejé y ya con la mente despejada puedo empezar con mis tareas. No suelo planificar el día, ni la semana, ni el mes, ni nada. Soy una improvisadora, así que decido en el momento según lo que tenga ganas de hacer y hoy... No tengo ganas de hacer nada. Es día de series y procrastinación, al menos hasta que tenga que empezar a prepararme. Todavía tengo unas cuantas horas disponibles.

https://youtu.be/fLexgOxsZu0

Miro la hora en mi celular, ya son las ocho y cuarto, llegar al restaurante me lleva unos veinte minutos si tomo un taxi. Todavía me queda un poco de tiempo para ultimar detalles, acomodo mi cabello y me pongo mi perfume favorito, ese del olor dulce que deja una leve estela de aroma cuando paso. Hora de salir, no sin antes comprobar por enésima vez que me veo bien.

Llego al lugar a las nueve  en punto, entro y la recepcionista muy amablemente me indica la mesa que el señor Lee había dejado reservada. Hay una sola persona sentada ahí, el mismo hombre que había mirado embobada la mañana del día anterior. Me acerco a la mesa y lo saludo, aunque preferiría que me tragara la tierra.

—Buenas noches, soy Victoria — le dedico una pequeña reverencia. En cuanto levanto la cabeza lo veo sonriendo, muy divertido. Me estira la mano para que la estreche y así lo hago.

— Buenas noches, soy Park Jimin, un gusto conocerla. Me hablaron mucho de usted, el señor Lee nos contó todo sobre su reunión de ayer.

— Espero que el señor Lee haya dicho cosas buenas —contesto sonriendo. Extrañamente el señor Lee y los demás todavía no llegaron, tendré que quedarme con carita de ángel tratando de no mirarlo demasiado, aunque me va a resultar un desafío complicado. Me siento frente a él para crear un poco de distancia y me pongo a observar mis alrededores para no tener que posar mis ojos adonde Jimin se encuentra sentado.

¿Cuántos años tendrá? Se ve muy joven, al menos bastante más joven que yo. Es un hombre súper guapo, con sólo una mirada le saqué una foto y esa ropa que trae puesta le sienta de maravilla. El cabello peinado con cera hacia atrás, esa cara de rasgos afilados y esos labios carnosos... Si tan sólo tuviera unos años menos le hubiera coqueteado, pero soy pudorosa y bastante conservadora, mejor dejarlo a la imaginación.

— Quisiera disculparme por la tardanza del resto —suelta de repente, sacándome de mi ensoñación —surgió un problema en la empresa que había que resolver con urgencia, así que me mandaron a mí primero para recibirla, Victoria ssi. Espero que no le moleste   —sonreía de costado con un ademán de conquistador y yo por dentro me estaba derritiendo como hielo en el trópico.

— No, para nada. Es comprensible que surjan cuestiones de último momento y no tengo ningún apuro, además me dejaron en buena compañía... — ¿Lo dije o lo pensé?

— ¿Cree que soy buena compañía? —ahora su sonrisa de costado es aún más obvia.... LO DIJE. Cara de póker, es todo lo que puedo poner. 

— Supongo que la compañía lo habrá considerado así... Por favor, no me trates de usted, sé que probablemente seas mucho más joven que yo, pero se me nubla la mente cuando me tratan como una señora —Me reí y él se rio también. Madre mía, esa sonrisa amplia llena de dientes como perlas sólo se ve en las revistas. BASTA CEREBRO.

— ¿Mucho más joven? No me parece que sea así. No se le pregunta la edad a una dama, así que no voy a entrar en ese terreno, pero no creo que tengas más de treinta y cinco años, en cuyo caso sólo serían tres de diferencia. Sea como sea, no vuelvo a tratarte de usted. Lo prometo — otra vez esa sonrisa ladeada y ahora le suma una pasada de  mano por su rubio cabello cual modelo publicitario. Yo me voy a morir acá y el señor Lee se va a tener que buscar otra traductora.

— Bueno... Para despejar las dudas, tengo treinta y ocho, así que podríamos sumarle unos años a tu cuenta —le sonreí —De todos modos, nada de señora, voy a hacerte firmar un contrato para que no te olvides —tomo una servilleta de la mesa y la birome de mi bolso. Procedo a escribir, totalmente concentrada en no agujerear la servilleta:  "Este contrato me compromete a no tratar a Victoria como una señora. Si así no lo hiciese que Dios y la patria me lo demanden. Firma--- Aclaración----"

Muy divertido toma la servilleta, para estampar su firma y aclaración en ella. Junto con eso escribe su número de teléfono y abajo agrega: "Dejo mis datos de contacto, por si Victoria ssi quiere recordarme no romper este contrato"

Mi cara se debe haber puesto de un color rojo bastante notorio, por suerte escucho la voz del señor Lee y de otras personas más, acercándose a la mesa. MENOS MAL, SALVADA POR LA CAMPANA. Tomo la servilleta y la doblo con cuidado, guardándola en el bolsillo de mi bolso. Jimin me guiña un ojo y no puedo más que poner una sonrisa que, de seguro, se debe haber visto totalmente estúpida.

— Buenas noches, Victoria ssi. Ojalá la espera haya sido amena, disculpe la demora pero surgió un problema de último minuto. Ni siquiera pudieron venir todos, pero estos cuatro son suficientes. Jimin... ¿No te portaste mal, verdad?

— Para nada, señor Lee —responde — ¿Verdad, Victoria ssi?

— Ciertamente... 

Veo detrás del señor Lee a otros cuatro hombres, deben tener la edad de Jimin. Todos ellos bien parecidos, aunque nada cercano al nivel de carita de ángel. Uno de ellos me extiende la mano.

— Mucho gusto Victoria ssi, mi nombre es Kim Namjoon —por su manera de hablar y el hecho de haberse presentado primero, intuyo que es el líder del grupo. 

— Encantada de conocerte Namjoon —le respondo el saludo con la mano. En su cara se dibuja una sonrisita que deja ver unos pequeños pocitos en sus mejillas. No se puede negar que esta gente elige bien a sus Idols.

Acto seguido los otros tres se presentan uno a uno extendiéndome la mano. Kim Seokjin, un hombre muy simpático y sonriente, realmente muy apuesto y al parecer sin problemas para hacer sociales. Según lo que entendí es el mayor de todos ellos, creo que tiene unos 36 años. .

Min Yoongi, un poco más bajo que los demás, muy callado; al parecer tímido y algo serio. No parece ser una persona desagradable, pero se nota que está aquí porque no le queda otra, su mirada deja entrever el fastidio. Supongo que preferiría estar en su casa haciendo otras cosas antes que estar en esta reunión... No me molesta, yo estaría igual de fastidiada si fuera él.

Jung Hoseok fue el último en presentarse. Nunca había visto una sonrisa tan amplia como esa. Pareciera ser el más hiperactivo de los cinco que están en la reunión. Por alguna razón tiene apariencia de confiable.

Creo que voy a averiguar un poco más sobre ellos mientras cenamos. Voy a usar mis capacidades de detective por primera vez meses, así que están un poco oxidadas, pero al haber trabajado con artistas de toda clase no me resulta difícil adivinar que hace cada uno, así que vamos a jugar. Al menos, yo me voy a divertir.

Nos sentamos todos a la mesa y tuve que correrme al lado de Jimin para que puedan acomodarse mejor en sus sillas, sin tener que andar saltando sobre mí. Tenerlo cerca de este modo me va a complicar las cosas, pero vamos a verlo como un plus en la dificultad del juego.

Apenas nos acomodamos nos traen la carta y Namjoon es el primero en dirigirme la palabra.

— Dime, Victoria ssi, ¿Cómo terminaste en Corea? —pregunta poniendo una mirada interesada.

— Pues... Simplemente quería vivir en un lugar donde pudiera vivir tranquila y segura. No soy una persona demasiado sociable, así que mudarme a una sociedad tan diferente de la mía no me resultó un problema. No es que no tenga amigos aquí, pero valoro mucho mi soledad, no me malentiendas —contesté, levantando la mirada de la carta que tenía en la mano. El resto simplemente estaba callado observando la conversación.

— ¿Y de dónde vienes? ¿Eres latina, tal vez? —Namjoon es bastante certero en sus adivinanzas, se lo debo reconocer.

— Si, vengo de Argentina. Es un país bastante complicado y mi sueño de toda la vida fue salir de él, así que me dediqué a estudiar algunos años para conseguirlo y aquí estoy —le sonreí amigablemente.

— El señor Lee dice que hablas cuatro idiomas...

— El señor Lee dice la verdad— todos se rieron. Namjoon continuó con el interrogatorio, ladeando su cabeza hacia mí para escucharme mejor. 

— ¿Qué idiomas hablas y cómo los aprendiste? —sus ojos se posaron fijamente en mí, pero no me pone nerviosa. A todo esto, Jimin estaba mirándome de reojo y, como estaba dentro de mi campo visual, podía decir que no me sacaba los ojos de encima.

— Hablo inglés, japonés, coreano y mi nativo es el español. Aprendí japonés en una escuela oficial y coreano e inglés los aprendí por mi cuenta. Luego hice los exámenes de nivel para certificarlos et voila... Trabajo por mi cuenta desde entonces.

Namjoon abrió los ojos como platos y de repente Yoongi, que estaba concentradísimo en la carta, abrió la boca por primera vez.

— Ella también tiene un cerebro sexy Nam. Como tu. —estallaron en risas y yo simplemente me limite a poner cara de no entender —Nam aprendió inglés y japonés por sus propios medios, no podíamos esperar menos del señor del gran IQ. Es realmente muy inteligente y ...

Namjoon interrumpe, mientras sus mejillas se ponen de color rojo carmesí.

— Ya basta, Yoongi, esa información no es necesaria pero —volviendo a mí —Victoria ssi, debes ser muy inteligente para haber logrado todo eso.

— No diría eso, me definiría más como persistente que como inteligente— «La humildad es lo primero mi querido Watson», pensé —Hay un juego que me gusta jugar cuando conozco a una banda nueva y es adivinar cuál es el rol de cada uno dentro de ella. ¿Les gustaría dejarme adivinar?

— No vas a decir que no sabes quiénes somos, ¿cierto? —Jimin me mira con cara de sorpresa.

— A decir verdad, no. La realidad es que no escucho música moderna salvo que tenga que hacerlo por mi trabajo, así que no tengo la menor idea de a quienes tengo sentados en frente de mí —respondo, notando que mis nuevos clientes están más que sorprendidos por mi respuesta— Por un lado es mejor porque no tengo preconceptos sobre ustedes y además me permite jugar mi juego. Si logro adivinar cuál es su rol, me van a decir el nombre de la banda y si no, lo voy a saber de todos modos, puesto que tengo que trabajar con ustedes...

— Ok —dice Namjoon— Juguemos. ¿Podemos empezar por mí?

— ¡Claro! Veamos. Eres el líder y por el timbre de tu voz no parece que estuvieras en la línea de cantantes, más bien diría que eres uno de los raperos de la banda, probablemente el principal. ¿Es así? —Me pongo las manos debajo de la barbilla apoyando los codos en la mesa mientras lo miro fijo.

— Wow, es así. ¿Qué tal Yoongi?

— Yoongi... Me da la sensación de que tengo otro rapero frente a mí. Pareces una persona introvertida... Por lo general, las personas introvertidas producen los mejores resultados a la hora de producir arte. Supongo que además de rapero eres compositor... 

Yoongi abre la boca sorprendido

— Victoria ssi, debe tener un don... O nos investigó antes de venir —mirada de sospecha asoma.

— Mmmm, cómo lo explico. Soy buena leyendo a la gente, por algún motivo que desconozco.

— "Sexy brain..." —dice casi en un murmullo usando un inglés roto.

Decidí hacer de cuenta que no escuché nada y noté por el rabillo del ojo a Jimin mirándome cada vez más intensamente. No pasó un segundo que Seokjin habla.

— ¿Y yo, Victoria ssi? ¿Qué dices de mí? —sonríe ampliamente dejando ver sus dientes blancos.

Me acomodo en la silla apoyando la espalda sobre el respaldo, cruzo las piernas por debajo de la mesa y entrecierro mis ojos en señal de observación. A los pocos segundos le respondo.

— Seokjin, el tono de tu voz me indica que eres uno de los cantantes, aunque no el principal. Pero tienes una voz muy dulce, probablemente suene firme y suave. Muy pronto voy a descubrir si tengo razón en eso. Además, se me hace que eres del tipo galán, las fans se deben volver locas—todos se ríen y Seokjin agrega "Es que soy World wide handsome". El resto de ellos se tapó la cara de vergüenza, aunque se rieron a carcajadas después de ese comentario. Claramente yo también me reía, es un buen apodo después de todo y así se lo hice saber.

Inmediatamente Hoseok me pide que lo describa. Hasta aquí, venía sin errarle a nada. Mi mente sigue funcionando después de tanto tiempo, dentro de mí me sentía orgullosa.

— Tengo sensaciones encontradas contigo, Hoseok, puede que seas vocalista en el background pero también puede que estés en la línea de rap. Por la manera en la que te has presentado, creo que las dos cosas son correctas, pareces ser una persona muy enérgica. Me atrevo a arriesgar que estás en la línea de baile, probablemente uno de los principales, se nota en tu modo de moverte y gesticular que tienes experiencia con el movimiento corporal. ¿Estoy bien encaminada?

— Tan bien encaminada que estoy asustado. ¿Eres bruja o qué? —su sorpresa era tal que no la podía disimular.

— Ah, todo puede ser...

Jimin me seguía mirando, había quedado para lo último y yo no veía la hora de decirle mi conclusión. Estuve mucho tiempo con él y lo estuve observando detenidamente así que tengo bastante para decir.

— Parece que quedé para lo último —dice, poniendo cara de ofendido.

— El último pero no el menos importante —me pongo de costado para mirarlo a los ojos y los nervios empiezan a atacar, pero el juego continúa así que respiro tranquilamente, calmándome al instante —Tuvimos mucho tiempo para hablar mientras esperábamos al resto, así que saqué unas cuantas conclusiones mientras tanto.

— ¿Ah, sí? —se inclina un poco hacia a mí para demostrar que toda su atención está puesta en lo que voy a decir —Por favor, dime cuáles son esas conclusiones.

— Bueno, en primer lugar, me queda claro que eres uno de los vocalistas principales. Tu voz suena muy melodiosa,  en un tono entre medio y agudo al hablar, así que creo que tu rango vocal está dentro del tenor. En segundo lugar, por tu postura al sentarte y tu manera de gesticular, deduzco que en algún momento has bailado danzas clásicas o contemporáneas; lo que también te coloca dentro de la línea de danza principal del grupo y, por último, si Seokjin es el galán, concluyo que tu papel es el del hombre sexy, el gran conquistador. No es muy difícil notar esto último de todos modos — le sonrío pícaramente y vuelvo a mi posición de frente a todos.

De reojo lo observo y, claramente, no sale de su asombro. Aparentemente adiviné todo de la A a la Z de manera correcta. El señor Lee, que hasta ahora no había dicho una sola palabra, también está sorprendido por mis pronósticos.

— Increíble, Victoria ssi, cualquiera diría que los conoces desde hace mucho tiempo, porque todo lo que dijiste es correcto. ¿Quieres saber con quienes estás hablando?

Todos me miran divertidos y yo solamente llego a musitar un sencillo "Si"

— Estás hablando con BTS...

— ¿BTS? ¿En serio? Sólo escuché una canción hace unos años que estaba en todos lados así que fue inevitable oírla. Dynamite creo que se llamaba ¿Estoy en lo cierto? — Ahora sí que estoy sorprendida, tendría que haber vivido en un termo toda mi vida para no haber, aunque sea, escuchado nombrar a este grupo.

Jimin y Namjoon se miran de reojo, sólo para soltar una carcajada, a la que todos se acoplan. No sé si ríen de mí, de mi comentario o de que están sorprendidos porque estaba diciendo la verdad y no sabía quiénes eran.

— Estás en lo cierto —Dice Namjoon todavía riéndose —Esa canción nos llevó a una nominación en los  Grammy.

Ahora sí que estoy confundida, ¿para qué quiere un grupo como BTS, que ya tiene fama internacional, una traductora oficial? Es una buena movida de marketing, pero ni que la necesitaran, así que me decido a preguntar.

— Señor Lee, disculpe la pregunta pero... ¿Por qué razón BTS necesitaría una traductora para sus videos? Ya tienen la fama suficiente como para tener que buscar ingresar en otros mercados, así que no entiendo muy bien cuál es la situación aquí.

— Es una buena pregunta, Victoria ssi. Si bien la fama que el grupo ha alcanzado es gigantesca, aun así queremos que las letras de las canciones puedan verse traducidas, de manera oficial. Hay muchos canales en YouTube que se dedican a ese trabajo, pero ninguno de ellos está relacionado directamente a BTS y nos gustaría que los fans pudieran tener ese material a su alcance de nuestra parte. Se lo merecen por todos estos años de apoyo incondicional —todos asienten enérgicamente.

— Entiendo, tiene sentido eso que dice. Me honra que me hayan elegido para esa tarea, nada me pone más feliz que hacer que la música llegue a todas las personas de manera correcta y que puedan entender el mensaje que se quiere transmitir. Es un gusto realmente, poder ayudarlos en esa tarea.

«Wow», pensé. «Traductora oficial para BTS, sí que estudiar idiomas me ha traído lejos. Esto va a ser un gran trampolín en mi carrera... Bien hecho Victoria ssi» .Me estaba palmeando sola la espalda para mis adentros en este preciso momento.

— Estamos muy contentos de tenerte en nuestro equipo —Suelta Yoongi.

— Nos vamos a llevar muy bien, Victoria ssi —continúa Hoseok

El resto de ellos me sonríe ampliamente y Jimin ya no disimula para nada. De repente siento su mano en mi rodilla. Doy vuelta mi cara hacia él, lo miro, le sonrío y retiro su mano con disimulo. «Definitivamente es el Don Juan del grupo, mira que ir a hacer eso en este momento» , el señor Lee interrumpe mi pensamiento en el instante.

— Victoria ssi, podemos decir que esta cena ha sido todo un éxito y que la mayoría del grupo te ha aceptado como parte del staff. No tengo dudas de que los dos que no pudieron venir, también van a estar de acuerdo con que eres una gran adición a nuestro equipo. Ahora deberíamos brindar por nuestra nueva compañera. Que BTS siga llegando a los corazones de sus fans... ¡¡y ahora en cuatro idiomas!!

Levantamos nuestras copas y brindamos por eso. Al chocar mi copa con Jimin, recibo un nuevo guiño de ojo, al cual respondo con otro guiño y una sonrisa pícara. Ya no me importa ni la edad ni nada, pero le voy a dar un poco de trabajo, no sea cosa que se crea que ando de fácil por la vida. Definitivamente este hombre me interesa, pero me lo voy a tomar con calma.

A la media hora miro mi reloj y noto lo tarde que es, tengo trabajo sin terminar que necesito entregar mañana sí o sí. Si quiero poner mi atención en esto, más me vale deshacerme de uno o dos clientes que no me valen para mucho.

— Señor Lee, chicos, tengo que retirarme ya. Todavía me queda trabajo por hacer y se está haciendo muy tarde. Hay plazos que cumplir. Muchas gracias por la cena tan agradable, me alegra mucho haberlos conocido.

Me levanto de la silla y el señor Lee, que estaba a mi lado, se mueve para dejarme agarrar mis cosas y para que pueda pasar. Hago una leve reverencia y todos ellos se despiden de mí.

— Recuerda el contrato, Victoria ssi —murmura Jimin cuando paso a su lado. 

En el taxi, de camino a mi departamento, estoy tratando de caer en la circunstancia en la que me acabo de meter y, de paso, recordando a Jimin en detalle como si lo estuviera viendo. «Que hombre, por Dios...»


¿Que les va pareciendo hasta acá? Sé que recién van dos capítulos. Pero, pero, pero... El amorrrrrs está en el aire. 

Abrazos violetas!!

Noona ♥

PD: Si hubiese sido mi yo real, no lo dejaba en el restaurante. ¿cómo habrá hecho Victoria para quedarse tan tranquila? Imagínense ese hombre sentado al lado. Nah. Imposible. 

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