18.
El tiempo vuela cuando uno se divierte, dicen. No diré que estaba súper divertida, pero con el trabajo que me dio ese bendito video, tuve para pasar el tiempo. Estos últimos días Jimin y yo nos mantuvimos en contacto mediante mensajes y video llamadas ya que los dos estuvimos lo suficientemente ocupados como para no poder vernos. Eso está bien, de todos modos, quizás estar tan pegados resulte contraproducente y desgaste la situación.
Ahora sí, con mi trabajo ya completo y entregado, puedo planificar lo que necesito para el fin de semana con total tranquilidad. Mañana es el gran día, le dije a Jimin que iba a llevar otro postre, para calmar la obsesión de Jin con esa tarta bendita, así que voy a optar por una Carrot Cake con glaseado de queso crema.
«Necesito música que me inspire en la cocina», pienso. Conecto, como siempre, mi teléfono a los parlantes mientras lo dejo en el cargador y elijo una lista de rock & roll repleta de oldies clásicos.
«Que no se diga que no tengo versatilidad musical» pienso ,en voz alta.
Mientras suena Chuck Berry, voy bailando por la cocina buscando los ingredientes, que había comprado previamente durante la tarde y me pongo en acción. Mis pies se bambolean en el suelo al ritmo del rock. «Dos tazas de harina... Hecho. Rallar zanahorias...», repito la receta en mi mente mientras todo el proceso se lleva a cabo cantando como si estuviera en un estadio, usando la cuchara de madera cómo micrófono.
https://youtu.be/T38v3-SSGcM
Hay algo más que Jimin no sabe sobre mí y es que yo también estuve involucrada en la música. Más precisamente, solía ser cantante. Me he presentado en público más de una vez, pero de nuevo, mis inseguridades hicieron que no quisiera volver a pisar un escenario. Cada vez que tenía que subir a uno, mi estómago se hacía un nudo que, sólo desaparecía cuando tenía las cegadoras luces delante de mí y ya no podía ver lo que tenía enfrente. Nunca disfruté realmente la experiencia, por lo que decidí dejarla de lado. Ahora sólo me dedico a cantar en la ducha... Y en la cocina.
Un mensaje interrumpe mi recital improvisado.
JM: Buenas noches, mi cielo. Recuerda que mañana a las nueve paso a buscarte. ¡No veo la hora de estar contigo!
Vic: Buenas noches mi amor, estaré lista no te preocupes. Estoy tan ansiosa como tú :D
JM: Lleva ropa cómoda y por las dudas, lleva dos mudas porque siempre hay algo terminando en desastre.
Vic: ¿En desastre? Mejor me llevo una armadura :')
JM: Tampoco estaría mal :P Nos vemos mañana, cariño. Descansa bien. TE AMO ♥
Vic: TE AMO PRECIOSO :*
Dicho esto, vuelvo a mi receta y también a mi concierto. Dejo la torta en el horno, en lo que está lista dejo preparada la cobertura y una vez que la masa está a punto, la dejo en la mesada para que se enfríe. Mientras tanto, me dirijo a mi habitación en busca de un bolso y elijo la ropa que voy a llevarme. Soy fanática de la ropa deportiva, así que eso de llevar ropa cómoda es pan comido. También agrego un par de Hoodies, por si refresca y un par de zapatillas deportivas extra. No puedo olvidarme del pijama, elijo uno de dos piezas manga larga de satén negro con mi inicial bordada en el bolsillo del frente de la camisa. Un regalo de mi madre que sabe que amo ese tipo de cosas.
En mi mochila, coloco mis artículos de higiene personal y un perfume que sólo utilizo en ocasiones especiales, porque estoy segura de que Jimin tiene planes perversos para cuando nos quedemos solos. «Eso sería todo» pienso, una vez que termino de acomodar mis cosas.
Regreso a la cocina y al ritmo de Chubby Checker, desmoldo mi Carrot cake para glasearla con la crema. La envuelvo de manera que el glaseado no ensucie el papel y la dejo en el refrigerador ya lista para llevar. Una ducha refrescante y sólo resta esperar.
https://youtu.be/GCO4sRLzsGk
A las ocho de la mañana, suena mi despertador. No dormí casi nada por culpa de la ansiedad, pero no me interesa. Por primera vez, me levanto temprano con todo el gusto del mundo. Me pongo un pantalón deportivo de color azul con una línea blanca a los costados, que lleva botones en ella de principio a fin. Para la parte de arriba, elijo un hoodie tricolor negro, gris y blanco. Mis zapatillas deportivas negras con líneas blancas completan el look. Me recojo el cabello en una cola de caballo alta y ya estoy lista.
Como siempre, sin fallar en la puntualidad, a las nueve recibo el mensaje de Jimin pidiéndome que baje. Cuelgo mi mochila sobre mí espalda, tomo mi bolso, la torta que estaba sobre mesada, me pongo las zapatillas que había dejado previamente en la entrada y bajo a su encuentro.
Vaya sorpresa cuándo, dentro del auto, encuentro sentados a Jungkook y a Tae en el asiento trasero, tan de incógnito como Jimin.
— Buenos días chicos, que alegría verlos —saludo, al tiempo que me subo al auto en el asiento del acompañante.
— ¡Buenos días Noona! —contestan al unísono, con visible alegría —Dejamos el asiento del acompañante reservado para ti.
— ¡Gracias! ¿Todos me van a decir Noona ahora?
— Oye... —Jimin interrumpe — ¿No te estás olvidando de algo?
— ¿De qué? —pregunto desconcertada.
— De saludarme...
— Dije HOLA CHICOS. ¿Acaso cambiaste de género durante la noche y no me avistaste?
— Eso en mi barrio es pelea... —Tae está muy divertido con nuestra pequeña discusión.
— Pues yo no soy sólo un chico, así que no me hago cargo de tu saludo —dice, haciéndome sentir su fastidio por no haberle dado exclusividad.
— Dios mío, Park Jimin... Buenos días para ti, pequeño fastidioso.
— Sigues sin convencerme, hasta que no me saludes como corresponde no voy a arrancar el auto —baja su barbijo sólo para sacarme la lengua y se lo vuelve a subir inmediatamente.
— Ya dile lo que quiere oír Victoria. Así se calla de una vez y nos podemos ir. —Tae interrumpe y Jk asiente acompañándolo.
— Ok, ok —mis ojos se elevan hacia el cielo mientras emito un suspiro de fastidio —Buenos días, cariño... — no quería ponerme melosa en público, pero Jimin tiene una idea diferente — ¿Así está bien?
— No. Te falta algo —está determinado a que le demuestre amor en público. El rojo de mis mejillas es tan indisimulable, que estoy a medio milímetro de pedir una mascarilla prestada.
— Disculpen allí atrás, pero esta es la única manera de que se calle —me acerco hacia él tomándolo por el rostro, bajo su mascarilla y le estampo un ruidoso beso en los labios, para luego volver a colocarlo como estaba —Buen día, mi amor.
— WOOOOOW —corean los dos sentados atrás, entre risas.
— ¿Mejor? ¿Ya nos podemos ir? —pregunto, visiblemente avergonzada.
— Si —puedo notar que está sonriendo, debajo de su escondite —Ya nos podemos ir. Tae, elige algo de música para el camino.
— Si mi capitán —responde, mientras lleva su mano a la cabeza como si estuviera en el ejército.
Una vez llegamos a la ruta abierta, los tres se deshacen de sus mascarillas dejando su rostro al aire libre. Por el espejo retrovisor, puedo ver por primera vez la sonrisa cuadrada de Tae, mientras disfruta del viento que hace volar su cabello. Jungkook también muestra sus dientes de conejo en una gran sonrisa, en señal de que disfruta del viaje. En los altavoces del auto suena una canción que conozco, los dos atrás comienzan a cantar a todo pulmón y Jimin se suma a ellos.
— Vamos, cariño ¿No conoces esta canción? —Jimin palmea mi pierna, intentando que cante con ellos.
— Sí, la conozco, pero no quieren escucharme cantar. Lo hago muy mal —miento descaradamente, porque en realidad me da vergüenza que me oigan.
— No te sientas inhibida, Vicky —Jk tira suavemente de mi cabello, desde la parte de atrás — ¡Canta con nosotros!
— Prefiero escuchar a los profesionales... —respondo tímidamente.
— Vamos Vicky, somos profesionales en pasar vergüenza en todas partes. Nada de profesionales cuando estamos fuera del trabajo —Tae hace un esfuerzo por convencerme.
— Tienes el privilegio de hacer un carpool karaoke con BTS, Noona —suelta Jimin muy divertido.
«CARAJO», pienso...
— Está bien, está bien —a estas alturas no puedo más que resignarme ante su insitencia.
Comienzo a cantar con ellos, lo hago bajito casi inaudible para evitar ser oída, pero Jimin está a mi lado y capta lo que estoy haciendo.
— Cariñooo, canta más fuerte, te estoy escuchando —dice, animándome a levantar la voz.
Suspiro pesadamente, pero cumplo con su pedido. De repente los tres se callan y me dejan cantando sola durante el resto de la canción. «Ya estoy en el baile, ahora tengo que bailar», pienso con timidez.
— OYEEEEEE —Tae y Jk vuelven a hablar a la vez — Jimin Hyung, tenías escondido eso de que tu novia puede cantar ¿eh? —Tae se dirige hacia él.
— Yo tampoco lo sabía —responde, todavía con la sorpresa clavada en el rostro —Eres una caja de pandora, cariño. Todos los días aparece algo nuevo y esto es impresionante. ¿Cómo es que no te dedicaste a cantar?
Mi rostro está prendido fuego. «Mierda, mierda, mierda», pienso.
— No era mi vocación, supongo —replico. No quiero tener que explicar la verdadera razón.
— Pues debería —escucho a Jk acotar desde su lugar.
— Gracias, pero paso... Ya estoy un poco grande para eso, además prefiero seguir haciendo lo que hago.
— ¿Qué tiene que ver la edad? —Tae se acerca entre los dos asientos y me interpela con la mirada.
— Eso mismo le vivo diciendo... —Jimin responde.
— No lo sé, ya dejen el tema. Si quieren podemos seguir cantando dentro del auto, pero el concierto no sale de aquí —sugiero, empezando a sentirme soberanamente incómoda.
— Está bien, ya dejamos el tema —Tae cambia la canción por otra.
"All of me" de John Legend suena en los altavoces. Una de las pocas canciones de esta era que conozco y me encanta.
https://youtu.be/450p7goxZqg
Los cuatro cantamos juntos, haciendo armonías y cantando a todo pulmón. Nunca había cantado con otras personas que supieran lo que hacen, si alguien hubiese grabado esto, hubiera sido maravilloso. Taehyung tiene una voz profunda y algo rasposa. Un barítono hecho y derecho.
Jk puede cantar agudos que son realmente impresionantes, con una voz limpia y clara, sin inmutarse (claramente es tenor) y Jimin tiene una voz tan angelical que me dan ganas de besarlo en ese instante. Ese hombre me enamora todos los días un poco más, todo lo que hace lo hace bien.
Así, escuchando música y cantando divertidos, pasamos nuestras tres horas de viaje. El paisaje, repleto de montañas y verde, es una fiesta para la vista. El viento de la primavera acaricia nuestros rostros, entrando por las ventanas abiertas.
Una vez llegamos a destino, nos recibe una hermosa y gigantesca casa de campo enclavada entre las montañas. Otro auto está aparcado en la puerta, supongo que el resto llegó antes que nosotros. También supongo que eso fue gracias a la rabieta de Jimin.
Aparentemente escucharon nuestro auto, porque en el instante en que comenzamos a bajar RM, Suga, Hobi y Jin salen a nuestro encuentro.
— ¡¡¡NOONA!!! —todos gritan menos Suga, que está más dormido que despierto. Es de los míos, por lo visto.
— ¿Ustedes también van a llamarme así? supongo que tendré que acostumbrarme. ¡Buenos días chicos!
Uno por uno me dan un abrazo, inclusive Suga que está tan dormido que, su capacidad de reacción, está al mínimo indispensable.
— Gracias por el recibimiento. —les digo con una sonrisa enorme en mi rostro. Jimin aparece detrás de mí y me abraza por los hombros.
— Cariño, deja que bajo tus cosas. Sólo llévate esto —dice, mientras me entrega la bandeja con la Carrot cake para que la lleve adentro.
— Toma Jin, traje otra cosa esta vez ya que tanto te gustó mi receta anterior —le entrego la bandeja a él, que es el interesado principal en estas cosas.
— ¿Qué trajiste Noona? —dice, sintiendo el peso de la bandeja.
— Carrot cake, guárdala en el refrigerador por favor, Jin —respondo sonriendo.
— ¡Ok! De todos modos, vas a tener que ayudarme con el Lemon pie. No me voy a quedar en paz hasta que no lo hagamos —dice, con esa sonrisa repleta de dientes blancos.
— Claro que te ayudo. ¡Cuando quieras!
RM me hace señales para que los siga y me guían hacia el interior de la casona. Parece que este fin de semana, va a ir mejor de lo esperado.
Otro capítulo editado. Honestamente ya había abandonado la idea de, siquiera, ponerme a trabajar nuevamente en esta historia. Será que me siento un poco decepcionada por la falta de feedback, o que considero que no es tan buena como me hubiera gustado pero... Este libro es mi hijito, así que le voy a dar cariño.
Si llegaron a leer hasta acá, mil gracias!!!
Un abrazo súper violeta.
Noona ♥
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