10.


Un par de cuadras después, aparece un hermoso parque frente a mí. Necesito sentarme unos minutos a descansar y disfrutar, aunque sea un poco, del primer día de primavera. No quiero pensar en lo que acaba de pasar hace unos minutos, no quiero pensar en nada.

El parque está repleto de árboles de cerezo, son una especie muy apreciada tanto en Corea como en Japón y ver su floración es uno de los espectáculos más hermosos del planeta. Estamos cada día más cerca de que esos pimpollos estallen en flores blancas, los veré sola, como todos los años.

«Como sea, lo voy a disfrutar de todos modos»

Una media hora después de tomar aire sentada en el parque, decido que es hora de irme. Ya no tengo ganas de seguir caminando, prefiero tomar un taxi, llegar a casa y descansar. No tengo ánimos para nada más.
Le hago señales a un taxi en la avenida, le doy las indicaciones y vuelvo a mi música. «Espero que Jimin esté bien», es todo lo que se me ocurre pensar, a pesar de sentirme como la misma mierda. 

Al llegar a mi apartamento, dejo mis zapatillas en la entrada junto con mi bolso. Saco las cosas que necesito y me dirijo a la cocina a prepárame un té de hierbas, en este momento sólo quiero relajarme, aunque no sé si pueda hacerlo.

Una vez tengo mi té, me acomodo en los almohadones sosteniendo la taza calentita en mi mano. Debería tomar una decisión acerca de Jimin, antes de que las cosas se vayan al garete. La tomaré luego del té y de dormir un rato. Estoy cansada, mi cabeza no está en condiciones de pensar en nada en este momento.

Tomo mi té a pequeños sorbos, dejando la mente en blanco mientras miro a través de la puerta balcón. Cada vez que un pensamiento intenta asaltarme, lo reprimo inmediatamente.

Dejo mi taza vacía sobre la mesa y, una vez en mi habitación, miro mi celular.

JM: Noona, estoy preocupado por ti, por favor aunque sea dime que estás bien. 

Jimin había dejado un mensaje de texto hace unos minutos. No voy a contestarle, quiero que se aleje de mí.

Apago el celular inmediatamente, la tentación de contestar es fuerte, pero en este momento no me siento en condiciones de hacerlo. Cierro las cortinas de mi habitación, me acuesto y abrazo una de las almohadas. Todavía huele a él... Inmediatamente las lágrimas empiezan a fluir sin parar, sé lo que tengo que hacer... No quiero hacerlo. Así, llorando, caigo en un sueño profundo. Un sueño del que no quisiera despertarme...

Cuando abro los ojos, ya es de noche. No sé qué hora es, mi teléfono está apagado sobre la mesa de luz. Al encenderlo, tengo tres llamadas perdidas y unos cuantos mensajes de Jimin, esperando a ser leídos, en la bandeja de entrada. No sé si aplaudir su insistencia o enojarme por ella, hoy no estoy de humor para esto.

Jimin no tiene la culpa, lo sé, pero estoy segura de que si hablo con él ahora, va a hacer que me arrepienta de la decisión que acabo de tomar. Primero tengo que ponerme fuerte y convencerme de que dejarlo ir es lo mejor para los dos, sobre todo para él. No quiero ser una carga en su existencia y yo estoy acostumbrada a sobrevivir por mis propios medios, bajo ningún punto de vista voy a exponer a Jimin a ninguna clase de discusión como la de hoy. De ninguna manera.

Ya son las nueve de la noche,  todavía no he comido nada. No tengo hambre de todos modos, prefiero tomar un café y quizás intentar relajarme un poco. Debo pensar de qué manera decirle que ya no quiero seguir con esto. Una excusa convincente, algo que me sirva de ayuda para que no insista; una cara de piedra que no demuestre el dolor que me causa dejar esto así, apenas comenzado. ALGO.

El timbre de mi apartamento interrumpe mis pensamientos, es Jimin. Lo reconozco debajo del barbijo y la gorra con visera, al acercarme al visor.

— Jimin... ¿Qué sucede?— respondo con desgano a través del portero eléctrico. El estómago se me hizo un nudo apenas vi la imagen que me llegaba desde la puerta principal del edificio.

— Noona, déjame entrar por favor. Salvo que quieras que me reconozcan y se arme un escándalo aquí mismo— «¡Maldita sea!», pienso. 

Coloco el código y escucho el chirrido del cierre electrónico, sé que en cinco minutos va a estar aquí arriba, así que dejo la puerta entreabierta y lo espero parada cerca de la entrada.

Jimin ve la puerta semi abierta y la empuja para entrar. Apenas la cierra, se queda parado apoyado en ella, sólo mirándome de arriba abajo. Supongo que quiere comprobar que estoy sana y salva. No parece estar enojado conmigo por no haberle respondido, más bien tiene cierta mirada de culpabilidad en sus ojos. No sé por qué razón, no tiene la culpa de nada.

Habiendo comprobado que estoy bien, se saca los zapatos, cuelga su bolso y se acerca a mí. Sólo puedo mirar el suelo, en la que levante la mirada no voy a poder decirle nada. Me toma por la cintura, acercándome a él, dejando que hunda mi cabeza en su pecho. No puedo moverme, mis brazos están colgando a los costados, mi corazón está dando saltos dentro de mí, resonando en mis oídos nuevamente.

— Noona, háblame por favor. Estuve todo el día preocupado de muerte, pensando que podría haberte pasado algo— su voz suena a una mezcla entre tristeza y alivio.

— Estoy bien, Jimin... 

— No estás bien. Si estuvieras bien no estarías escondiendo tu rostro de mí. No estarías intentando evitarme a toda cosa y mucho menos no me abrazarías cuando yo lo hago. — «¿Cómo es que se da cuenta de todo? Es más observador de lo que parece» — Déjame prepararte un té y habla conmigo. Dime que sientes. No podemos dejar esto así.

— Está bien, pero luego de que hablemos déjame sola, por favor— me suelto de su abrazo con delicadeza, para dirigirme hacia mis almohadones. Sólo puedo levantar mis rodillas, tomarlas con mis brazos y meter mi cabeza dentro cual avestruz.

Escucho el pitido de la pava. Jimin, en total silencio, está preparando el té, asumo que para los dos. Oigo sus pasos acercándose a mí, deja las tazas en la mesa y siento el peso de su cuerpo acomodándose a mi lado. Una de sus manos se posa en mi espalda, acariciándola con cariño como si quisiera calmarme.

— Entiendo que las cosas que Taehyung dijo hoy, te hayan hecho retroceder. Entiendo, también, que esas palabras fueron golpes bajos para ti, acabábamos de tener una conversación al respecto apenas el día anterior... — su mano subía y bajaba por mi espalda de manera consistente— Lo que no entiendo, Noona, es que las palabras de Taehyung pesen más que las mías. ¿Acaso no escuchaste nada de lo que te dije?

— Si, escuché todo... Pero no puedo negarle a Taehyung su cuota de razón. Estás cuarenta escalones por encima de mí, Jimin. Seamos realistas— le hablo desde mi escondite, sin siquiera asomar la nariz— Además... después de firmar ese acuerdo, después de escuchar todo lo que escuché hoy y después de haberte causado problemas, sólo puedo pensar en que tenemos que parar con esto...

— ¿Vas a decidir por mí? ¿Vas a ser tú, la que me diga si debo o no, estar contigo? ¿No se te ocurrió que, tal vez, ya sepa todo lo que puede pasar y de todas maneras no me importe? Déjame decirte que estás pensando de una manera muy egoísta. Sólo tienes miedo. Eso es todo. No quisiera pensar que eres una cobarde y que todo eso que dices no son más que excusas para no arriesgarte— «Puede que tenga razón, puede que sea una cobarde y no quiera enfrentar las consecuencias de todo esto», pienso entristecida. Jimin parece sentirse desilusionado por mi actitud — ¿Qué tanto tienes que perder?

— No tengo nada que perder, Jimin, el que tiene todo que perder eres tú.

— Noona ¿de nuevo con eso? He sido parte del grupo desde hace muchos años. He viajado por el mundo, conocido otras culturas y dedicado a mi pasión durante el tiempo suficiente, como para vivir el resto de mi vida sin tener que hacer absolutamente nada. ¿Qué puedo perder? Mis amigos continuarán siéndolo, las personas que me quieren seguirán queriéndome y mi carrera algún día tiene que terminar. Probablemente un día no muy lejano, no puedo hacer esto por siempre. ¿De qué tienes tanto miedo?

No respondo, no puedo responder absolutamente nada porque todo lo que está diciendo tiene sentido. No tengo una sola excusa válida para darle. De repente, siento que mueve la mesa ratona hacia adelante y se para. Pasa sus piernas por detrás de mí, puedo sentir sus rodillas justo al lado de mi cabeza. 

— Déjame sentar...

Me corro un poco hacia el frente, dejando que Jimin se siente a mi espalda. No puedo levantar la cabeza, no quiero que me vea llorar de nuevo. «Fui una idiota egoísta por pensar así, tiene razón. ¿Quién soy yo para decidir por él, en todo caso?». Siento sus brazos rodearme, el cuerpo de Jimin se acurruca contra el mío, dejándome sentir el calor que desprende. Su cabeza descansa sobre uno de mis omóplatos. 

— Noona... Te dije que te quiero...Y así lo hago. No importa si pasó una semana, un día o un mes. Mi corazón me dice que eres tú, la mujer que quiero tener a mí lado. No me importa nada más que saber que sientes lo mismo. Si no quieres creer que eres hermosa, no lo hagas. Al menos cree cuando te digo que eres especial y que si alguien en este mundo va a merecer mi amor, esa eres tú. Solamente tú — deposita un beso en mi espalda mientras intenta  sacarme de la posición en la que me encuentro— Ya deja esa postura, te vas a acalambrar. Relájate...

Tira de mis hombros hacia atrás, obligándome a apoyar mi espalda en su pecho. Me rodea con sus largos brazos y toma mis manos por delante de mí, acariciándolas. Nuestras mejillas quedan juntas, cuando Jimin apoya su barbilla sobre mi hombro, acercándome más a él. Estoy manteniendo mis ojos cerrados, intentando sentir el latido de su corazón detrás de mí.

— Noona, te quiero... ¿Tú me quieres?— dice suavemente en mi oído.

— Si, te quiero Jimin. Te quiero tanto, que tengo muchísimo miedo de que todo salga mal y que alguno de los dos salga lastimado. No quiero causarte dolor de ninguna clase, nunca jamás — mi voz suena entrecortada, pero se perfectamente lo que intento decirle "Me estoy enamorando de ti, Jimin"

— Si realmente me quieres, deja esto como está. No importa la opinión de nadie. La única opinión que importa es la nuestra y si queremos estar juntos, eso es lo que vamos a hacer— está totalmente decidido a seguir con esto sin importar qué. Sabía que si lo veía esto iba a pasar... Pero agradezco que pase. Jimin continuó— ¿Puedes parar con esta cuestión de la dignidad y los escalones? Soy una persona, tengo defectos, tengo miles de ellos. No me idealices, simplemente quiéreme como soy y si algún día algo te molesta, sígueme queriendo.

— ¿Cómo es que siempre tienes las palabras justas? — el fin abro mis ojos, en un suspiro le digo la verdad desde el fondo de mi corazón— Jimin... Estoy enamorada de ti. Creí que me estaba enamorando, que estaba cerca de hacerlo pero... Es más que eso. Te quiero, más de lo que imaginas. Perdona por haber sido tan estúpida, prometo que no va a volver a pasar. Espero que también puedas quererme siempre, con todos estos defectos que tengo.

— Ya lo hago, cariño. Hasta tus defectos son adorables...— me da un pequeño beso en la mejilla para luego dejar su rostro pegado al mío, en total silencio. 

Su abrazo se vuelve firme, fuerte y seguro. Lo dejo abrazarme, necesito que lo haga. No puedo contra él, no puedo contra esto que siento.

 Sí, puedo contra mis propios demonios. Voy a poder vencerlos. Lo haré porque este hombre se lo merece y yo me lo merezco también. No voy a permitir que mis inseguridades me alejen de él otra vez, si tengo que pelear con uñas y dientes lo haré. Nadie vale más la pena que él.

— No peleaste con Taehyung ¿Verdad?— necesito saber que su amistad va a sobrevivir a hoy, eso es algo que no quiero ver romperse.

— Sólo le dije una o dos cositas para hacerlo entrar en razón. No sólo yo, también el resto. A ninguno de nosotros le gustó el modo en el que trató. A mí mucho menos, claro está...

— Tampoco lo culpo, quizás piense realmente que estoy contigo por algún tipo de interés. No sería nada del otro mundo, aunque estaría insultando tu inteligencia si realmente cree que caerías en algo así. Creo que sólo trataba de lastimarme para ver mi reacción. 

— Sí, eso hizo. Siempre se jacta de ser el filtro de humanos entre nosotros. Debo decir que no le ha errado ni una sola vez, pero su método de medirte se excedió. Si no le rompí la cara, es porque él no sabía nada acerca de tus inseguridades, no las usó a propósito. Sólo tuvo la desgracia de haberlas encontrado. 

— Tiene una muy mala puntería, debo decir— consigo tranquilizarme del todo, al menos mi corazón dejó de latir en mis oídos y el calor que Jimin desprende, me resulta reconfortante. 

— Sí, horriblemente mala. ¿Te sientes mejor?— me endereza la espalda para comenzar a masajear mis hombros delicadamente— Estás total y completamente contracturada, Noona. Vas a tener que calmarte si no quieres quedarte con los hombros levantados el resto de tu vida.

Calmarme y relajarme, las dos cosas en mis años de vida que todavía no aprendí y que Jimin me vive repitiendo que haga. Desde que tengo uso de razón soy un manojo de nervios, absolutamente todo me causa un horrible estrés. Jimin tiene la extraña habilidad de lograr que mi cuerpo se ponga en modo Zen, aflojándose como gelatina.

— Me siento mejor. Muchísimo mejor... Gracias por venir a hablar conmigo. Te quiero... muchísimo...

— Y yo a ti, pequeña bola de nervios. El té debe estar helado ya, déjame hacer otro.

No le doy tiempo a moverse. Tomo la taza de té y de una sola vez, me la tomo.

— No voy a desperdiciar el té que me preparaste, aunque esté congelado. Gracias, de nuevo— tomo una de sus manos entre las mías, para besarla cariñosamente. Este hombre se merece la mejor versión de mí. Aunque tenga que luchar contra mi mente, voy a entregarle todo lo que tenga, no importa lo que suceda.

— ¿Me dejas dormir contigo esta noche?

— No hace falta que preguntes eso. Quédate, por favor. Quédate conmigo...

La luz de la luna se asoma por mi balcón, iluminándonos a los dos con su reflejo. «Quédate conmigo para siempre, Jimin»


Awww mas tierno él (se emocionaba sola). ¿Que opinan sobre la reacción de Victoria y todo lo que sucedió? ¿Algún pensamiento en particular al respecto? 

Sugerencias, comentarios, insultos (mentira, insultos no) lo que quieran expresar, será debidamente leído. 

Como siempre, abrazos violetas para todos!!!

Noona ♥

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