Estábamos a unos cuantos metros, desde que habíamos huido me sentía mal, no por mis padres si no por boruto supongo que estas horas ya se entero. Si nos atrapaban nos iría muy mal.

-Estas bien, Señorita sarada-kagura me sacó de mis pensamientos.

-Si, es solo que, tengo miedo de que algo salga mal-el me sonrio

-Estos caballos, son los más rápidos no creo que nos alcancen-

-Gracias, por todo lo que estas haciendo kagura-

-Lo hago por usted, le tengo aprecio-dijo bajando la mirada, a que se refería.

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-Vamos, tenemos que encontrarlos-tenía mucha rabia, solo quería dar con ellos.

-Señor, aquí hay varias huellas de caballo y están frescas estoy seguro que casi los alcanzamos.-sonrie hoy me conocerías bien Uchiha sarada.

A lo lejos vi una Carreta, estaba seguros que eran ellos, uno de mis hombres  disparo a una rueda para que se detuviera.

-Los encontramos señor-

-Tengan cuidado con las balas, recuerden que mi esposa esta allí-ellos asintieron.

La carreta, se tambaleo y supe enseguida que estábamos perdidos más cuando escuché su voz, todo se había ido al carajo.

-Es mejor que se bajen ahora! - mencionó boruto

-Lo siento señorita, de verdad pensé que nada iva a fallar-dijo mientras unas cuantas lágrimas, se deslizaban el se sentía impotente.

-No importa, me preocupa más que te puedan hacer-le dije

-Soy un inútil, no pude ayudarla, merezco lo peor-me dolió oírlo hablar así. Escuchaba los gritos de boruto atrás.

-Ya te dije que no te culpes, ahora voy a bajar-lo hice y no de manera humillada, el estaba en su caballo podia sentir su mirada llena de rabia, y lo mire con altivez.

-Te pido, de manera cordial que bajes esas armas, aquí no hay ningún delincuente-el se bajo y se rio.se acerco a mi.

-Que cínica me resultaste, ustedes-ordenó a sus hombres-detengan al idiota que esta en la carreta que no se baja a dar la cara.

-Que le harán-le pregunte y a él no le gustó mi pregunta ya que me tomo fuerte de los brazos.

-Vaya, parece que te preocupa que le hagamos a tu amante-acaso el pensaba que kagura y yo teníamos algo.

-El no es mi amante, dejalo en paz fui yo quien lo obligó a irse conmigo-el apretó más mis brazos, vaya que dolia.

-Larguense con ese imbecil, cuando llegue decidire que haremos con el-ellos hicieron caso, y se fueron dejándonos solos.

-Suelteme, me lastima-me queje, el no lo hizo.

-Porque me hiciste esto, vaya estupidez que al final no sirvió de nada-me soltó y por inercia casi caigo para atrás.

-Lo hice porque, queria escapar de este infierno. Tus papás me compraron para ti, esto solo fue un estúpido negocio. Perdoname no quería involucrarte-el se paso las manos por su pelo.

-No te hagas la martil, que los dos sabemos que esta no era la razón, lo único que tu querías casarte conmigo para que tus papas quedarán con las tierras y después huir con ese imbecil-me quede en shock al escucharlo.

-Eso no es verdad, ya te lo dije kagura solo es mi amigo, porque no lo entiendes-se me acerco y me grito

-!! Callate!! ,! Acabábamos de jurar ante un altar que estaríamos juntos, y que hiciste tu, largarte con otro siendo mi esposa! Eres una ramera-le di una cacheta, por ofenderme de esa manera, me miro y me jalo hacia su caballo.

-En tu vida, vuelves a ponerme una mano encima, no te hagas la ofendída-Subi y luego el me llevó devuelta al infierno.

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Todos en la fiesta ya se habían ido, me bajo y amarró el caballo.

-Ve a recoger tu equipaje,aqui te espero-estaba destrozada por dentro, nada había salido como esperaba.

-Aqui estas!! Como te atreviste hacernos eso-vi a mi padre enfurecido y me dio una bofetada.

-Ya basta padre, aquí estoy ustedes ganaron-subi mi cuarto, no me reprime y empeze a sollozar, estoy devuelta y ahora ya nada lo podía cambiar. Era mejor resignarme.

-Hija, porque hiciste esa estupidez-en eso entró mi madre, lo que menos necesitaba era ahora era un regaño.

-No quiero hablar contigo, mamá-ella me miro disgustada.

-Te lo advertí, ahora hiciste enojar a tu esposo.. Me preocupa como te tratara-la mire enojada

-No me vengas con tu falsa  preocupación, tanto tu y mi papá me vendieron por dinero, ya es demasíado tarde no crees - su rostro cambio.

-Dejame darte la bendición-se acerco a mi, pero no la deje.

-No la necesito, ustedes me condenaron a un infierno,eso Jamás se los perdonare- agarre la maleta y salí.

A partir de ahora no me dejaría de ningún hombre, ya séa mi padre o mi esposo. Seria la misma de siempre.

-Les deseo un buen viaje-dijo mi madre, boruto  no le hizo caso y nos fuimos en su carruaje.

-A.. Donde iremos-me miro enojado

-A las afueras de la ciudad, a una hacienda-nos iríamos muy lejos.

-Pensé, que nos quedaríamos en la capital-el río

-Todavía crees, que Cumplire tus caprichos, después de todo lo que has echo-voltee mi cara, hacía el camino.

-Cuanto estaremos allá-Trataba de hacer conversación.

-El tiempo que yo quiera-mejor  no le hablo.

Llegamos, la hacienda era mucho algo retirada, y muy fría.. No estaba acostumbrada al campo.

-Bien día señor uzumaki-señaló una anciano seguramente la ama de llaves.

-Buenos días rose, ella es mi esposa Sarada uzumaki-

-Mucho gusto señora, bienvenida aquí estaré para atenderla-le sonríe por cortesía.

-Me puedes llevar a mi hábitacion,por favor-boruto me tomo del brazo.

-Yo lo haré, no te preocupes mi vida-sabía que estaba fingiendo su tono, y subíamos las escaleras. Hasta llegar a una habitación grande, seguramente era la principal.

-G-gracias.. - tenía que tener el valor de preguntárselo-Boruto que le hiciste a kagura-tan pronto que se lo dije me miro con rabia.

-Vaya, lo único que te importa es el no-me tomo del brazo y tuve un poco de miedo.

-Pues si,me preocupa que le hiciste-se me acerco a mi.

-Mis hombres le dieron una lección, nadie me falta el respeto-quede en shock, e hice que me soltara para poder golpearlo en su pecho sabía que msi golpes no le hacían nada.

- Basta.. Pareces una loca-me sujetó otra vez de las manos.

-! MALDITO¡le dije que no le hiciera nada, pense que era diferente pero no es más que un canalla-me queje del dolor cuando apretó más mis manos.

-Vuelves a insultarme, y no me contendre. Tu eres mía y si vuelves a mencionar a ese imbecil te va ir muy mal.. - dijo con rabia.

-Es que no entiende que no lo quiero,esto se volvéra un infierno, tenga por seguro que me escápare-se empezó a reír.

-No me dan miedo tus amenazas, nadie sale de mis tierras sin ser vistos, espero y por tu bien que dejes de decir estupideces no se de que sería capaz, así que no me provoques- agarro de la cintura, trate de safarme pero no pude.

Por cierto en la noche vendré y espero que estés lista para consumar el matrimonio - dijo antes de besarme y soltarme.

No me acordaba de ese detalle, llore sin consuelo, estaba casada con un hombre que me odia, y que posiblemente me iva a tomar a la fuerza, pero yo le daría pelea. Porque todo me tiene que salir mal.

Continuará..