001
La mañana era apacible.
No podría decir que perfecta, solo esperaba a que no me tocará hablar, o alguien me pasará la palabra. El perfecto iluso al frente mío, algo agradable y pasable, ingenioso e ingenuo, un poco diferente a mi, claro, parecía un creído a simple vista.
Han pasado 15 minutos desde que comenzó la clase de matemáticas, y seguía sin entender nada.
La maestra seguía explicando, pero yo seguía sin entender, me demoro en captar, recién a la segunda o tercer clase podía comprender todo.
Espero no ser la única en odiar una materia cuando no la entiende, y amarla cuando recién la logra entender.
Tal vez era demasiado tonta o las matemáticas no eran muy fuertes.
Cómo sea, solo estaba esperando su mira en mi, aunque sea de casualidad, algo que tal vez jamás pasaría, pero esta bien, cuando quieres o eso es lo que yo creía, harías lo que sea por esa persona, ¿o me equivoco?
La clase resultaba aburrida y no especial para mí, bendito el que creo matemáticas.
Extraño esos años donde era una de las número uno en clase, con puros veinte, sin errores y alumna perfecta. Ahora soy todo lo contrario, paso mi día en el celular, menos de veinte en mis notas, con padres nada orgullosos de mi.
Aunque a mis padres no les importa de todos modos cuando me saco una buena calificación, cuando lo hacía decían que era mi obligación, jamás se interesaron en mi, nunca un " estamos orgullosos de ti ", o lo que sea.
Supongo que está bien, eh podido sola.
Ojalá pudiera ser como antes, pero, posiblemente no serviría de nada.
En mi cálido sitió, pude percibir en la puerta de entrada a clases algo, alguien en realidad.
Sin poder pestañear, un chico había entrado en la clase, la maestra no tardó en pronunciarse ante el intruso.
-Oh, hola, siéntate donde gustes-ante dichas palabras, el asistió y se sentó rápidamente.
No podía dejar de mirarlo, de manera discreta, lo perseguía con la mirada, algo en mi se sentía diferente y raro, algo nuevo.
No puede reaccionar al instante, pero sin lugar a duda, algo estaba pasando, tal vez era curiosidad o algo más, sentía una sensación extraña e nueva, nunca antes sentido, pero estaba segura que me iba a pillar mirándolo y decidí dirigir mi mirada al frente.
☆
Minutos más tarde, la maestra de educación física estaba parada en la puerta, algo muy común en ella es ser dura y con poca paciencia.
No tenía ganas de hacer ejercicios y también por qué no me sentía de lo más bien, espere a que los demás se adelantarán y quede al final, me dirigí hacía la maestra, tome aire.
-No me siento bien.. - comenté.
-De todas maneras vas a tener que ir, con un cuaderno, escribiendo todo lo que pase en la clase-objetó.
Antes de que pudiera decir algo más, agarre mi cuaderno y lápiz, ella al ver eso parecía algo sorprendida, me encogí de hombros.
En el transcurso me interrogó, yo respondí sus preguntas, no parecía tan convencida, apreté mis labios.
-Ve al salón de tercero, dile que te presté una silla-dijo.
Caminé unos pocos pasos para lograr encontrar el salón, pedí prestado la silla por un rato, a lo que la maestra me la dio amablemente.
Me senté en ella, fui a la última página de mi cuaderno, ni modo murmuré.
Por un momento me sentí bien al no hacer la clase por claros motivos, la maestra estaba siendo bastante dura con los alumnos, me dio un poco de pena, pero tenía que seguir escribiendo el proceso, sin distraerme.
Un niño pequeño que pasaba por ahí, me saludó.
-Hola
-Hola -le respondí.
-¿Cómo te llamas?- preguntó.
-Emily, ¿y tú?-contesté.
-Aarón -dijo con una sonrisa enorme, mostrando todos sus dientes perfectos.- Bye -se despidió.
-Adiós, Aarón -sonreí.
Nunca antes había querido que una clase acabará lo más rápido posible, y aunque no formará parte de ella, lo estaba describiendo, me estaba empezando a doler la mano gracias a ello, algunas cosas que no lograba describirla, lo dibujaba, espero que mi trabajo valga algo.
Segundos después, pude ver que el intruso hablaba con la maestra, sin pestañear siquiera, se acercó.
-¿Qué hacés? -preguntó.
Sin poder siquiera contestarle, se acercó a mí y miró mi cuaderno.
-Escribiendo-respondí-No soy buena con las palabras-añadí.
-Si eres buena, solo no se entiende un poco.
El agarró su botella de agua y la bebió, no pasaron unos segundos para que volviera a hablar.
-¿Por qué no haces educación física?
-pregunto.
-Náuseas -respondí.
-¿Ves símbolos?-cuestionó.
Me gire a verlo- No, solo tengo ganas de vomitar, ¿entiendes?
-Oh.
Hubo silencio incómodo por un momento, ahora fui yo la que volvió a hablar -¿Eres Cooper, no?
-Si, ¿cuantos años tienes?-pregunto.
-13 años
-¿13?, pensé que tenías 15-dijo divertido.
Me lleve una mano al pecho ofendida
-¿Tan vieja me veo?
-No exactamente, cuando tengas 20 te verás aún más vieja -rio.
Yo no dije nada, me mantuve en silencio. Este chico me acababa de ofender.
☆
Faltaba poco por terminar el receso, y yo seguía estancada en el mismo problema de matemática, parecía ser fácil, mis compañeros habían acabado el trabajo sin problema y a la primera, a lo lejos pude ver al chico nuevo, por su mirada se miraba que tampoco lograba entender el trabajo, no paso menos de cinco minutos para que mis compañeras se me acercarán con la intención de "ayudarme" con mi tarea, pero vinieron con más preguntas que respuestas.
-Emily, ¿qué haces? -preguntó Dapne apareciendo con Roxane por detrás.
Señale a mi cuaderno, ella entendió enseguida y se propuso ayudarme.
-Te quiero preguntar algo-dijo Dapne.
-¿Si?
-¿Te gusta el nuevo?-puso una cara pícara.
-¿Qué?-pregunte como si se tratara de una broma.
-Si, ¿qué te vio?-comento Alexxa llegando por detrás.
-No les hagas caso Emily-murmuro Roxane.
Me quedé pensando un rato, voltee mi mirada al frente, donde se encontraba el, estaba deseando que no haya escuchado eso.
Pude llegar a la mitad del trabajo, la otra parte no lograba entender, esperaba una salvación antes de que terminara el receso.
Pude presenciar a alguien a mi costado, era el chico nuevo, volteé discretamente para verlo y se fue rápidamente a su mesa a traer su cuaderno.
-Copiate.
-¿Eh?-dije incrédula esperando que se trate de una broma, pero parecía que no lo era.
-Oh, mira te está dando su cuaderno para que te copies-exclama Roxxane.
-Pero, pierdo mi honestidad haciendo eso.
-Solo copia-cuestiono.
-Pero-ella me dio una mirada seria y convincente.
No sabía que era peor, copiarme o desaprobar, supongo que ambos, pero no iba a desaprobar.
☆
Era la última hora, tenía que entregar un trabajo para poder irme de una vez, pude hacerlo, con complicaciones pero lo logré, a lo lejos pude ver observando mi sitio como una joya, se encontraba viéndola con curiosidad y analizando cada parte de ella.
No tarde mucho para lograr acercarme a el y preguntarle qué hacía, a lo que el no respondió y solo se marchó.
Ese chico si era misterioso y extrañó.
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━━ NOTE ▌Primer capítulo ya disponible, si les gusto *espero* ¿pueden votar por favor?, les agradecería mucho.
PD: Perdón si hay errores ortográficos, pronto serán corregidos y mejorados.
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