Capitulo 7.

Hace días que no he visto a Kaneki, ni siquiera a asistido a la Universidad, me estoy preocupando, ¿espera, que? ¿Me preocupo por él? Agh... No... No es así.
Llegue a la universidad, como todos los días, observe a Hide reír con Danielle, mi rostro mostraba mucha preocupación, es ridículo como yo puedo tener ese sentimiento, Félix me observo, primero me sonrió, pero cuando pudo analizar más mi rostro se preocupó también, se levantó de su pupitre y se acercó a mí, diablos, no quería llamar la atención, odió ser tan mala al ocultar sentimientos.

- Eh, ___ ¿qué sucede?

- No es nada...

- Te conozco desde que éramos unas pequeñas almas, ¡desde el jardín de niños!

- ¡Lo sé!

- Dime.

- No.

- ___... Me lo dices, o te juro que no reacciono.

- ¡Félix!

- ¡Dime!

- ¡Estoy preocupada por Kaneki!

Todos me observaban, alce mucho la voz, Félix me observo unos minutos, luego asintió y se dio la vuelta, ¿lo habré moleste?

- Eh... Félix...

- Necesito pensar, déjame solo.

- Félix... - ¡Basta! Necesito pensar, necesito saber donde esta Kaneki, ¿qué paso con él? Hide, él debe de saber algo al respecto. Camine hasta con Hide y tome aire para poder hablar.

- Hide, sabes... ¿Sabes dónde esta Kaneki?

- Sí, está en su casa... Se ha mantenido algo ocupado, por eso no ha venido toda la semana. Ve y habla con él.

- Pero no se dónde vive.

- Yo te llevo, vamos.

- ¡Yo los acompaño! - Anuncio Danielle.

- Y yo también. - Hablo Félix, alzando levemente la mano, con la mirada en el suelo.

- Esta bien... - Suspire.

Salimos de la universidad, o mejor dicho, nos escapamos, caminamos hará la casa de Kaneki y fui yo la que toco la puerta, estaba nerviosa.
Minutos después, el de orbes oscuras atendió la puerta, me miro asombrado y luego me abrazo fuerte.

- Ka...ne...ki... - Hable con dificultad, me soltó inmediatamente y me miro con una sonrisa.

- ¡___, no esperaba verte aquí!

- Quiero verte... Y saber el por qué de estar faltando a clases.

- ¡Lo siento mucho! - Su rostro se notó avergonzado, y me volvía a abrazar con fuerza, escuche un silbido burlón de parte de Hide y Danielle. Me sonroje.
Félix en cambio no miraba, observaba la nada, su rostro serio e inexplicable, podía observarse un poco de tristeza en sus orbes azulada. Me sentí culpable.

- ¡Sí! ¡Que lindos! Y si para celebrar, ¿vamos al cine?

- Suena perfecto.~ - asintieron todos, excepto yo.

Eran alrededor de las 6:12, Félix, Kaneki, Hide, Danielle y yo nos dirigíamos al cine, se había seleccionado una película de miedo, yo en realidad no estaba cómoda con esa película, pues desde siempre he sido una miedosa, todo me asusta.
De repente, escuche mi celular timbrar, me detuve en seco, los chicos también.

- Luego los alcanzo, tengo que contestar.

Ellos asintieron y continuaron caminando, yo me quede atrás para poder contestar, era una tía mía.

- Pequeña, te he depositado una cantidad de dinero en tu cuenta, para que pagues tus necesidades. - Se escucho al otro lado de la línea. Caminaba tranquila, aunque realmente no le prestaba atención a mi camino.

- Gracias tía, te agradezco todo tu apoyo, si no fuera por ti, no sabría que habría pasado conmigo.

- Descuida mi niña, tu bien sabes que eres importante para mi, eres como la hija que siempre quise tener.

Sonreí ante sus palabras, me detuve cerca de un enorme alto, antes de cruzar la calle, esperaba a que se pusiera en rojo. Me despedí y colgué.

De repente, todo se volvió negro, solo recuerdo, recuerdo aquel auto que parecía dirigirse hacia mí, no tenía control. Solo eso. Escucho varios gritos, lloriqueos y lamentos, ¿qué esta pasando? ¿Qué pasa? Estoy viendo todo oscuro... Me desespero... Quiero saber que pasa...

- ¿Sangre? ¿Órganos? ¿No se necesita el consentimiento de los familiares?
- No tenemos tiempo, la paciente se nos morirá.

Silencio. Hubo un silencio, sólo pude visualizar en mi mente duros recuerdos.
Mis padre... Asesinado por un Ghoul... Mi madre a su lado, no... Eso no...

¡Mamá, Papá! ¡Cuidado!

Desperté de un salto de la cama, mi cuerpo sudoroso, mis ojos hinchados de tanto llorar, rojos y con más lágrimas aún. Kaneki, Hide, Danielle y Félix entraron a la habitación de inmediato, Danielle lloraba a más no poder, me abrazo fuerte y no dejaba de llorar.

- ¡por poco y pensé que te me ibas, amiga! ¡Dos semanas! ¡Dos semanas inconsciente es mucho!

- Dos... ¿Dos semanas? ¿Qué paso?

- Fuiste atropellada por un enorme camión el día me fueron a buscar, casi mueres, caíste en un estado de coma... ¡Nos tenías muy preocupados! - Sollozo Kaneki, sus mejillas estaban sonrosadas, se veía tan lindo. En sus ojos se reflejaba la figura de un niño pequeño, al que no se le entregaba su regalo y lloraba. Tan lindo.

- ___. no sabes cuanto sufrimos, si te morías, ¿que haría yo sin mi pequeña muñeca tímida? - Susurro Félix, quería llorar, pero aguantaba, no quería derrumbarse frente mio. Me abrazo, se notaba muy deprimido, él, al igual que Kaneki se veían como un par de dulces niños. ¡Ambos se veían muy lindos!

- Tengo hambre... Y no quiero comida del hospital, es un asco. - Todos rieron, Danielle secaba sus lágrimas con ayuda de Hide, quien después de secarlas con ternura, beso su frente, creo que es la primera vez que veo a un Hide tierno. Reí con el simple pensamiento.

- Pues tendrás que soportar esta comida, no hay otra. - rió Félix. - A menos que al fin te dejen libre.

- Disculpen jóvenes, necesitamos revisar a la paciente. - Interrumpió una joven enfermera. - Salgan unos momentos. Les avisare en unos minutos si se la pueden llevar.

Los chicos salieron, después de la enfermera, un doctor ya de edad adulta entro por la puerta de la habitación y me dio un poco de alimento, yo tome un bocado, se me revolvió el estomago. Estaba asqueroso.

- Esto no sabe nada bien... - Hable en voz baja. El doctor sonrió y tomo nota.

- Debe de ser por el accidente, bien... Esta todo perfecto, puedes marcharte.

Salió de la habitación, minutos después entraron los chicos y nos fuimos.

"Esto no tiene buena pinta..." Pensé.

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